Capítulo 27: Planes

Escucho unos murmullos y eso me hace fruncir el ceño. Estoy segura de haber escuchado una guitarra y un piano. Mi cabeza comienza a doler y siento una quemazón en mí costado, además de un tirón.

Me quejo y abro los ojos. Me remuevo y los cierro de nuevo. Estúpida habitación llena de luz. Parpadeo varias veces para poder adaptarme a toda esa iluminación y paso las manos por mis ojos para poder alejar los vestigios del sueño. Siento un tirón en mi brazo y cuando lo veo se trata de un aguja con una delgada manguera. Un suero.

Hago una mueca y miro alrededor ahora escuchando las voces que cantan. Abba. Busco el sonido y encuentro un móvil en la pequeña mesa que hay a un lado de mi camilla. Lo tomo y siento de nuevo el tirón en mi costado, lo ignoro. No quiero ver la herida.

Miro la hora, es mediodía. Desbloqueo el móvil y busco las noticias en internet. Aparecen críticas de la anterior película en la que trabajé. Un desastre. Critican los efectos especiales en exceso y la dirección del director. Rescatan el labor de maquillaje y vestuario. Pero dicen que la filmación es terrible. Me entran ganas de llamar a Benny y soltar un gran "te lo dije".

Río por su karma. Eso le pasa por ser un caprichoso engreído. Siento los tirones en el costado y me detengo. Parece que el karma también actúa rápido conmigo.

Busco más noticias y encuentro una sobre Ashton. Es reciente, salió hace unas horas. Cuando la leo, siento mi estómago revolverse. Es sobre el robo de ayer. Explican que él recibió un impacto de bala y suspiro cuando dice que es en el brazo y no es muy grave. Dice que yo he sido la más complicada porque parece que la navaja casi perfora un bazo. Vaya... ¿Quién necesita el diagnóstico de un doctor cuando se tiene a la prensa dando todos los detalles?

Sonrío al leer que parecen haber atrapado a los atacantes, aunque espero no me pidan reconocerlos. Soy mala recordando rostros y con todo el terror que sentí nunca pude verlos a la cara, mis ojos siempre estuvieron fijos en las armas.

Dejo el móvil en la mesa, aún suena Abba y retiro la sábana. Jadeo al ver sangre manchando mi costado. Mis ojos se abren mucho y levanto la bata despacio, hay una gran gasa y venda, están cubiertas de sangre.

-Ari... -Levanto mis ojos y me encuentro a unos verdes. Me miran con sorpresa y un poco de alivio. Se acerca a grandes pasos y puedo ver un cabestrillo en su brazo derecho-. ¡Qué inquieta eres! -acusa mirando hacia mi costado con una mueca.

-Lo bueno es que justo llegaba para su revisión -murmura un doctor entrando. Es bastante joven y atractivo. Unos bonitos ojos azules y cabello oscuro-. ¿Cómo ha despertado?

-Escuché música -Ashton sonríe y pausa la canción del móvil-. Me duele un poco la cabeza y la herida también.

-Sí, creo que se le salieron unos puntos -Se sitúa a mi lado y saca la venda, le pide a la enfermera que no había notado antes. Ver la sangre salir y el corte tan grande y profundo. Creo que estoy un poco en shock-. Sí, tendré que coser de nuevo.

-Ari -Miro a Ashton y sonríe-. Steven dijo que me dará unos días para mimarte.

-¿Cómo estás? -Siento el pinchazo y jadeo.

-Me duele un poco, pero estoy bien -murmura y sus ojos se desvían a lo que hace el doctor-. Siempre puedo sentirme peor para que mi novia haga de enfermera.

-Sueña.

Ríe en voz baja.

-Como sea, ya di declaración y piden la tuya, volverán a la tarde para hacerte las preguntas y todo eso -Asiento y contengo la respiración sintiendo el dolor que me provocan los puntos-. Recuperaron tu auto, aunque no pueden devolvértelo todavía, es evidencia.

-¿Qué hay de las otras cosas?

-Esas ya las retiré por ti. Tengo tu bolso y las carpetas aquí -comenta tomando mi mano y la acaricia-. Llamé a las Spice Girls y a Evan. Los primos también están aquí.

-¡Oh, Dios! ¿Ahora soy la inválida que vienen a visitar de todas partes del mundo? -Ashton mira hacia un lado con una pequeña sonrisa. Conozco esa sonrisa. ¿Qué más ha pasado?-. ¿Qué?

-Nada, sólo que... -Sus ojos vuelven a mí y brillan tanto que quiero sonreír, pero no puedo evitar desconfiar-. Conocí a mis suegros.

Me paralizo sin dejar de verlo y él sólo sonríe.

-¿Qué?

¿Conoció a mis padres? ¡¿Conoció a mis padres?! ¡No puede ser! ¡Ellos estaban de vacaciones! ¡No debían conocerlo aún!

-¿Estás bromeando?

-No, conocí a tus padres mientras iba por un café. Ellos fueron a comprar algo para ti y me quedé contigo.

Proceso cada una de sus palabras mientras el doctor coloca la gasa y luego la venda antes de dar las indicaciones y cuidados a Ashton. Revisa mis pupilas, los latidos y mi boca antes de anotar algo en el expediente que está en los pies de mi cama.

Ashton conoció a mis padres. No puede estar pasándome esto. ¿Por qué todos los planes con Ashton se arruinan? ¿Por qué mis expectativas no se cumplen?

El doctor sale y nos deja solos. Ashton toma mi mano y la acaricia.

-Tienes que contarme todo -exijo haciendo que se siente a mi lado. Sonríe sin dejar de acariciar mi mano.

-Bueno, ellos estaban sorprendidos y me preguntaron quién era. Parece que Evan les avisó que estabas aquí -Asiento, eso tiene sentido-. Me presenté con mi mejor sonrisa, esa que te encanta -Ruedo los ojos y él ríe-. No estaban tan sorprendidos de que fuera tu novio, creo que tu hermano les comentó de mí, porque estoy seguro de que tú no lo hiciste.

-Todo era muy reciente -justifico rápidamente.

-¡Eh! No estoy culpándote -Sonríe besando mi mano-. Como sea, me pidieron detalles de lo que había pasado y preguntaron cómo estaba. Fueron muy amables -Ladea su cabeza y me observa fijamente-. Te pareces mucho a tu padre.

Parpadeo sorprendida.

-Sí, eso dicen -Observo nuestras manos juntas y suspiro-. Tuve mucho miedo -confieso sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas-. Creí que iban a matarnos -Un sollozo escapa de mis labios y él se acerca hasta abrazarme con cuidado con su brazo libre-. Escuchar el disparo fue terrible.

-Pero estoy bien.

-Y eres un imbécil -acuso golpeando su espalda mientras me aferro a ese gran abrazo-. No era una película, era real. Podrían haberte matado -Mi llanto se vuelve más fuerte y él acaricia mi cabello suspirando.

-Casi muero cuando cerraste los ojos -susurra, pero yo sigo llorando-. Me dolió más pensar que te ibas que el disparo.

-No tienes derecho a romperme el corazón de nuevo -Ríe por lo bajo y besa mi cuello-. Hablo en serio, Ashton.

-Lo sé. Quédate tranquila que no pienso hacerlo, Ari.

Suspiro cerrando los ojos. No podría ni pensar en la posibilidad de él abandonándome. Poco a poco se ha metido en mi corazón y tampoco es como si tuviera muchas ganas de sacarlo de allí. Ashton está bajo mi piel y no estoy dispuesta a dejarlo ir.

-¿Llego para el momento cursi?

Abro los ojos y sonrío encontrando a Evan en la puerta. Sonríe y se ve un poco cansado.

-¡Mocoso! -grito y Ashton se queja alejándose.

-¡Pastelito! -Río cuando me rodea entre sus brazos y besa mi cabello-. Deja de querer llamar mi atención.

-Parece que es la única forma que tengo para hacerte venir a visitarme.

Sonríe y revuelve mi cabello. Ruedo los ojos acomodando el desorden y me mira con atención.

-¿Cómo te encuentras?

-Tu hermana es inquieta, le acaban de poner nuevos puntos -dice Ashton tomando asiento en la silla. Evan asiente y percibo las grandes ojeras en sus ojos y algunas arrugas formarse en su frente.

-¡Oh, Dios! ¡Ya tienes arrugas! -exclamo cubriendo mi boca y él rueda sus ojos-. Mira, ya eres todo un anciano.

-Cállate.

-Selene va a conseguirse a alguien más joven -canturreo y él rueda sus ojos-. Por cierto, me dijo que su compañero es muy agradable.

-Sí, eso he visto -dice antes de ver a Ashton con una sonrisa-. Supe que hubo reunión familiar, cuñado.

Él ríe y mira a mi hermano con las cejas alzadas.

-Sí, les comenté también sobre cierta morena que ahora es de la familia.

Veo el rostro de mi hermano volverse piedra y sonrío, contengo mis ganas de reír porque no quiero que me cosan los puntos de nuevo. Ashton sonríe y tengo muchas ganas de besarlo.

-¿En serio? -cuestiona sorprendido.

-Claro, luego Selene se encargó de hablar por ella misma.

-Oh, Dios...

-Creí que ya eran oficiales -comento cruzándome de brazos. Quiero golpearlo-. Evan...

-Algo así...

-¿Cómo sería eso?

-¡Mi niña! -Miro a la puerta y sonrío cuando mi madre se acerca corriendo a abrazarme. Me quejo un poco, pero no suelto a mamá. No hay abrazo tan bonito-. Estaba tan preocupada, cariño -Besa todo mi rostro y sonrío. Mamá huele a galletas, siempre está horneando galletas. Su cabello castaño no tiene ni una sola cana, evidencia de que lo tiñó recientemente. Sus mejillas están menos regordetas y supongo que su dieta está dando resultado después de todo. Sus ojos verdosos brillan al verme y están un poco hinchados-. No me des más sustos así.

-No, mamá.

-Vamos, July. Déjame abrazarla a mí -Mamá rueda los ojos con una sonrisa y se aparta dejando que papá me abrace-. Me alegra ver que estés bien -Besa mi cabello y sonrío. Hacía tanto tiempo que no recibía todos estos abrazos-. Estuve viendo los datos para demandar -Ruedo los ojos. Papá es igual a Selene. Me aparto y veo algunas canas escondidas en el cabello rubio de mi padre. Sus ojos azules llevan el peso de los años.

-Apuesto a que Selene también lo estuvo haciendo -digo con ojos entrecerrados y él carraspea un poco alejándose-. Bien, luego hablaremos sobre todo el asunto legal.

-Sí, porque no va a haber forma en que podamos sacarle de la cabeza a Selene que no se pueda demandar.

-Sé más respetuoso con tu novia -pido sentándome despacio y siento la garganta seca, estoy por pedir agua cuando aparece un vaso frente a mí. Sonrío a Ashton y doy un trago-. Me cambiaron los puntos hace un rato, pero no me dijeron cuando me darán el alta.

-Estarás en observación una semana -Frunzo el ceño mirando a Ashton. Nunca escuché eso-. Lo dijo el doctor luego de los puntos, ¿no escuchaste?

Niego con mi cabeza y le tiendo el vaso que lo deja en la mesa.

-Supongo que estaba un poco en shock.

-¿Y tú cómo lo llevas, cuñado? -Quiero golpearlo de nuevo porque enseguida siento las miradas de mamá y papá en mí antes de que se dirijan al castaño.

-Bien, me dieron de alta ya. Dicen que en dos semanas o tres ya estaré como nuevo -Evan asiente revolviendo su cabello. Eso es curioso. Parece un poco tímido.

-Gracias por cuidar a pastelito.

Ahora entiendo por qué.

-No agradezcas, es algo que debía hacer -Ashton toma mi mano y eso me hace sonreír.

-Bueno, yo quería organizar una gran fiesta para presentarles a Ashton, pero  mi plan se arruinó -digo rodando los ojos-. Y ahora estaba organizando otra fiesta por la recuperación de sus primos, pero se ve que también está un poco arruinada -Ashton ríe y le doy una mala mirada-. Luego haré una fiesta por nuestra recuperación -Señalo al castaño y luego a mí-. Entonces ahí será oficial y les presentaré a Ashton como novio y podrán interrogarlo todo lo que quieran bajo mi vigilancia. Así como seguro también podrán hacerlo con Selene -digo recostándome en la camilla y suspirando-. Les estoy dando tiempo para que escriban sus preguntas y mediten sobre el asunto.

-O bien podríamos ir a cenar -negocia papá y entrecierro los ojos hacia él.

- No, papá -Niego con mi cabeza sin quitar mis ojos de los suyos-. Será una fiesta familiar y lo conocerás en mí ambiente, no en el tuyo.

-No deberías despilfarrar tanto.

-Oh no, cada uno contribuye poniendo un poco de dinero -aseguro cerrando un poco mis ojos-. Además, Ashton tiene aprobación Drew.

-De acuerdo. Sólo porque no queremos incomodar a Selene.

-Papá, ya todos sabemos que ella está totalmente aprobada por cada miembro de la familia.

-¿Qué se supone que significa eso? -inquiere Evan con tono indignado. A veces me sorprende que sea tan lento.

-Que fuiste una tortuga con ella -murmuro sientiendo que el sueño comienza a apoderarse de mí.

-Parece que alguien tiene sueño -Escucho a Ashton y sonrío un poco, pero no abro los ojos, pesan mucho como para hacerlo-. Me quedaré afuera -dice y siento un cosquilleo en mi frente-. Duerme, Ari.

Ruedo los ojos una vez más. Desde que se supo dónde me encuentro, me han enviado muchos arreglos florales y unos cuantos peluches gigantescos. La habitación está invadida por bonitos gestos. Muchas tarjetas de "recupérate". Hasta vino Steve a verme. También Víctor y Julia.

-Me gusta que te hayan enviado bombones -comenta Amber comiendo uno y dándome otro. Sonrío y lo tomo-. Tienes varios macetones con flores, ¿me das alguno para que mi apartamento no se vea tan deprimente?

-Llévate el de jazmines, me gusta el aroma que tiene y es bonito saber que mi habitación no huele a desinfectante -Como el bombón y gimo ante el sabor-. Adoro a Ashton.

-Se ha quedado aquí todo este tiempo e incluso a veces nos llama para contarnos cómo estás o nos envía fotos tuyas.

-Dios... dime que no. Me veo terrible, no puede enviar fotos tan horrendas de mí.

-Pero si eres una belleza, Ari -dice entrando y frunciendo el ceño ante tantas flores, luego ríe y se acerca dejando un beso suave en mis labios-. Sabes a chocolate como la primera vez.

-Vaya memoria.

Me guiña un ojo y besa la mejilla de Amber. La mira con una pequeña sonrisa.

-Oye, niña dorada -Su llamado suena un poco dudoso, pero alegre-. ¿Cómo va el trabajo?

-Bien, aunque no me queda mucho allí -dice comiendo otro bombón y dándome uno a mí.

-Bueno, conocí a cierto cantante -La sonrisa que tiene es preciosa. Acaricia mi mano y eso me hace sonreír-. Es muy agradable y somos como amigos desde hace unos meses -Se viene una propuesta, yo lo sé. Espero que sea una cita doble-. Está sacando nueva música ahora y...

-¿Es quién creo que es? -pregunto y él asiente sin dejar de ver a mi amiga. Oh, qué pareja bonita harían.

-Está por grabar un video y necesitaban a una chica como tú.

-¿Y me propusiste a mí? -pregunta con asombro y él asiente con una sonrisa-. ¿Y quién es tu amigo?

-Julian Stone.

Amber grita y se abalanza a Ashton abrazándolo y riendo.

-¡¿En serio?! -Ashton asiente y ella sonríe abriendo mucho los ojos. Yo esperaba una cita doble, pero esto no está mal-. Vaya...

-Está afuera por si quieres verlo.

Mis ojos van a Ashton igual que los de mi amiga y él se encoge de hombros con una sonrisa.

-¿En serio? -pregunto y él asiente.

-Sí, vino a traerte unos chocolates y conocer a mi novia.

-Oh Dios... -murmuro y empujo a la rubia para que reaccione-. ¿Prefieres que entre o quieres salir?

-Mejor que entre y lo conozco contigo.

-¡Pasa ya! -grita Ashton y la puerta se abre lentamente revelando a un alto moreno de ojos avellana. Oh, es más sexy en persona-. ¿Podrían ser menos evidentes? -pide revolviendo mi cabello. Bufo por esa mala manía que tienen él, mi hermano y los primos-. ¿Y tú desde cuándo eres tímido? -Se burla y se acerca al hombre para rodear sus hombros con su brazo bueno-. Hermosa mujer -Mira a Amber y luego sus ojos van a mí- y novia tomate -Ruedo los ojos y él ríe-. Les presento a Julian. Julian, ella es Amber -Le extiende la mano y él la besa tomándola por sorpresa. Oh, me gusta. Me gusta. Veo algo nuevo renacer aquí.

-Encantado -La rubia sonríe y eso parece embobarlo un poco. Sus ojos luego van a mí y su sonrisa es más cálida y amable-. Un placer, Ariadne -También besa mi mano y luego me tiende la caja de bombones, lo que me hace aplaudir y sonreír-. Espero te recuperes pronto.

-Gracias, Julian -Abro la caja y como uno deleitándome con el sabor.

-Te dije que con chocolates ganas más que con flores -susurra Ashton y río.

Les tiendo la caja compartiendo y eso parece sorprender un poco al cantante, pero toma uno con una sonrisa.

-Me encantó tu último cd -comento comiendo otro bombón y él sonríe-. Me gusta mucho la música de décadas anteriores, soy como algo vintage. Y tus canciones tenían ese... no lo sé... esa armonía, esa melodía ochentera que me encanta -digo con una sonrisa y él me observa divertido, pero sus ojos parecen desviarse a mi amiga bastante-. Amber me decía que también te gusta ese tipo de artistas y canciones. Que te inspiraste en varios íconos de esa época.

-Ella tiene razón -Mira a la rubia con una gran sonrisa-. Componer ese tipo de música fue muy difícil porque debía evitar caer en muchos compases y melodías modernas. Aprecio tan detallada observación -Amber, amiga, deja de babear. Aunque bueno, no es la única babeando tampoco-. Para algunos pasa desapercibido los íconos a los que he aludido en la letra o en los videos.

-No saben apreciar a la vieja escuela -asegura la rubia y eso lo hace reír. Oh Dios, qué hermosa risa.

-Eso parece -Julian la mira de pies a cabeza sin perder la sonrisa y Ashton me dedica una mirada cómplice-. ¿Te gustaría ir a desayunar algo más que bombones?

Muerdo mis labios para evitar gritar de la sonrisa. Ashton vuelve a mi lado y también los observa. Amber me mira algo dudosa y le guiño un ojo.

-Sí, claro -Baja de la camilla y se acerca dejando un beso en mi frente-. Vuelvo más tarde.

-Tú puedes perderte todo lo que quieras.

Se sonroja un poco y Julian toma mi mano para dejar un beso de despedida.

-Espero podamos comer algún día.

-Cuenta con ello -Salen y cuento hasta diez antes de gritar de la emoción y escuchar la risa de Ashton. Tomo su rostro entre mis manos y lo acerco a mí para besar sus labios con pasión. Parece sorprendido, pero se adapta rápidamente al beso y su mano va a mi cabello. Accidentalmente toca mi costado y me quejo haciendo que se separe.

-Lo siento -Se aparta un poco, pero no mucho porque aún continúo abrazándolo.

-Así que ahora eres Cupido...

-Debo estar a la altura de mi novia.

Sonrío y acaricio su barbilla. Él siempre ha sido más. Un verdadero encanto.

-Tengo una pregunta -Cierra sus ojos ante mis caricias, parece tranquilo-. ¿Dónde está mi anillo?

-Tranquila, señora Jones -No abre los ojos, pero sonríe-. Está bien guardado.

-¿Seguro?

-Te preocupas por un anillo y ni siquiera has preguntado por tu prometido. Además de que me besaste  -Abre los ojos y enarca sus cejas hacia mí-. Creo que deberías admitir ya que no vas a casarte con Jordan.

Ruedo los ojos y él vuelve a besarme, de forma lenta y dulce. Con una ternura y cariño que no quisiera perder nunca. Se siente como una caricia al alma.

-No diré mentiras -susurro contra su boca y él ríe besándome de nuevo-. Sólo le doy una cucharada de su propia medicina.

-Me siento tan honrado de ser su amante, señora Jones -murmura riendo antes de volver a atacar mi boca.

No digo nada, no me interesa. Que diga lo que quiera, pero que no deje de besarme.