26. Imprevistos

Capítulo 26: Imprevistos

—Creo que podríamos hacer una grabación normal y luego otra con la caracterización. Una vez en la edición podemos combinar las imágenes como si fuera que aparece y desaparece —digo mirando a mis compañeros y a Steve. Unos meses atrás me habría sentido un poco intimidada y tímida, pero ahora estoy bastante a gusto con ellos. La costumbre hace cosas increíbles—. Sería un efecto de suspenso un poco tétrico mientras también agregamos algunas distorsiones en la voz. Dará la sensación de que se está parpadeando para mantener una sola imagen, pero no se puede quitar la otra.

—Me gusta. También agregar esa música de suspenso y alternar la escena a la reacción de Ashton y Daria —comenta Julia asintiendo—. Podrían parpadear las luces, es algo típico, pero sigue causando un poco de miedo y adrenalina.

—Aparecería por atrás de Ashton y comenzaría la pelea —Víctor asiente tomando algunas notas—. Aunque no sé muy bien qué pasaría con Daria.

—Bueno, mientras Ashton pelea ella cae al suelo por algún golpe de ellos y acaba un poco mareada. Ponerle sangre sería un poco exagerado, pero si fuera en la nariz, no quedaría tan mal —dice Harry con una pequeña sonrisa, parece pensativo mientras sus ojos están en el techo y golpea un lápiz contra su boca—. ¿Por qué Daria no lo acaba con algún fierro o metal puntiagudo? —Su sonrisa se hace más grande cuando comienza a escribir en su cuaderno—. Una mujer pateando culos siempre es bien recibido por la audiencia.

—Bien, necesito los bocetos de la caracterización, deben ocuparse de armar una buena pelea y conseguir un equipo de entrenamiento para los chicos —ordena Steven guardando los guiones y otros papeles en un bolso antes de sonreírnos—. No olviden darme la opinión del libreto en dos días. Tengan buen fin de semana.

—Diviértase, jefe —saludo y él ríe antes de retirarse.

—¿Tienen planes? —pregunta Víctor mientras rueda en su silla. Está casi pisando los treinta, pero tiene una personalidad bastante alegre y juvenil. Su cabello rubio con ondas y ojos azules verdosos lo hacen uno de los más atractivos del equipo.

—No, pero seguro Ashton invada mi departamento para ver Friends otra vez —Ruedo los ojos y escucho a Julia reír—. En cualquier momento me sabré los diálogos de memoria.

—¿Alguna propuesta? —Julia mira a Víctor con atención y yo también lo hago mientras guardo algunas cosas en mi bolso.

—Tengo entradas para un evento de modelos —Sonríe viendo de Julia a mí—. ¿Quieren venir conmigo, ángeles?

Río por lo bajo. Él nos ha llamado así desde que lo conocí, me resulta algo divertido porque lo hace sonar como si fuéramos esas tres espías que parecían modelos.

—Suena divertido, me apunto —Julia es bastante divertida. Su cabello castaño hace una combinación preciosa con su piel pálida y sus ojos color miel. Secretamente pienso que a Víctor le gusta Julia, siempre está invitándonos a ambas a algún evento o alguna fiesta—. ¿Qué dices, Ari?

—Sí, ¿por qué no?

—¿Harry te nos unes? —pregunta centrando sus ojos en el moreno treintañero que está a punto de irse.

—Tengo planes con mi esposa —Hace una pequeña mueca— y sus padres.

Sonrío colgando el bolso en mi hombro y poniéndome de pie igual que los demás.

—Bueno, chicas, supongo que es una cita.

—Sí, intenta no llegar —comenta Julia y yo río saliendo de la sala de reuniones junto con ellos—. La última vez te retrasaste media hora y casi no nos dejan entrar.

—Ya te dije que había mucho tránsito.

—Mentiroso —digo entre una tos fingida y él ríe pasando sus brazos por los hombros de ambas.

—Vamos, chicas. No sean duras conmigo. No tienen idea de lo que tardo durante las mañanas en ponerme tan guapo para ustedes.

—Claro que tenemos idea, siempre llegas tarde —Julia de nuevo al ataque. Lo mira divertida y podría pensar que a ella también le gusta Víctor, pero es un poco más disimulada—. No comprendo qué tanto haces para tardar tanto.

La sonrisa de Víctor crece y sé que se viene un comentario de doble sentido.

—Cuando quieras puedo mostrarte todo lo que hago.

Contengo una carcajada y me alejo un poco de ellos dejando caer el brazo de Víctor, que sólo se centra en el rostro un poco sonrojado de Julia.

—Prefiero hacer cosas más divertidas.

Río, estos dos son tan interesantes de ver.

—Ah, Juli... ¿Quién te dice que no vas a divertirte conmigo?

 —Mi intuición —dice y se quita el brazo deencima—. Y nunca falla. 

Beso la mejilla de Víctor y doy un breve abrazo de despedida a Julia antes de caminar fuera del estudio. Veo a Ashton hablando animadamente con uno de los guardias. Saco el anillo de mi bolsillo y lo coloco en mi dedo antes de llegar hasta ellos. Charlie ríe con Ashton y cuando me ve, asiente con una sonrisa.

-¿Qué tal, Charlie? -Ashton besa mi mejilla haciéndome notar su presencia-. A ti te veo a todas horas, no debería mi saludarte ya.

-Entonces lo haré por usted, señora Jones -declara con una sonrisa divertida.

-¿Estás casada? -Charlie parece totalmente sorprendido.

Me siento momentáneamente perdida. Desde que le conté a Ashton sobre mi falso prometido comenzó a llamarme "señora Jones", porque de alguna maldita forma siempre es capaz de recordar los detalles. Y por supuesto que no iba a olvidar el apellido de Jordan, aunque sólo lo haya mencionado una vez. Algo me dice que él investigó un poco la biografía de mi ex.

-En realidad, estoy comprometida -comento con una pequeña sonrisa. Ashton suelta una carcajada. Claro que él no iba a creerse esa farsa y sólo se ha estado burlando de mí desde entonces. Le doy un empujón y él me lo devuelve.

-¡Felicitaciones! -Charlie me da un pequeño abrazo y una gran sonrisa que resalta aun más sus arrugas. Me incomoda un poco que esto se expanda tanto, pero sé que es algo que voy a poder controlar.

-Gracias.

De reojo veo a Ashton conteniendo una carcajada antes de empujarme hacia adelante.

-Vamos, señora Jones -dice antes de asentir en despedida a Charlie-. Saludos a los niños.

-¿A dónde se supone que estás llevándome? -inquiero cuando entramos al estacionamiento y vamos a mi auto.

-Es más como que tú vas a llevarme.

Ruedo los ojos antes de sacar el seguro y abrir la puerta trasera para dejar mi bolso y algunas carpetas en él. Subo a mi asiento y me pongo el cinturón igual que él.

-¿No deberías comprarte un auto?

-Me gusta que tú me lleves y no lo necesito.

Asiento saliendo del estacionamiento. Como siempre que viaja conmigo busca una buena estación de radio y se detiene en una con canciones de Paramore.

-Era mi banda favorita -comento deteniéndome para dejar pasar a otro auto-. Incluso sigue gustándome, abarca tantos géneros que me es imposible no amarla.

-¿Nunca escribiste canciones?

Frunzo el ceño ante su pregunta y lo veo de reojo mientras ingresa la dirección en el GPS.

-No. Aunque suene irónico no me gusta la atención de las cámaras.

-Con los chicos tocamos en un par de bares, pero no era la gran cosa.

-Supongo que algún día podré escucharlos. ¿Tienen canciones propias? -pregunto doblando a la izquierda.

Hablar con Ashton siempre se siente bien. Hace tres semanas que hemos acordado lo de darnos un tiempo y no puedo quejarme. Él no ha sido pesado ni nada. Se comporta como si fuéramos amigos o no hubiera problemas entre nosotros. No me ha vuelto a besar desde la cita con Jordan.

-Un par. De hecho iba a contarte que compré un bajo hace unos días.

-Creí que eras más de guitarra.

-También sé tocar otras cosas -Puedo sentir mis mejillas sonrojarse y su risa sólo lo confirma-. Señora Jones, qué pervertida es usted.

-Cállate.

Él ríe y yo subo el volumen de la música para callarlo.

-No entiendo muy bien qué hacemos aquí -digo estacionándome.

-Sólo tengo que hacer un par de cosas antes de ir a casa y tú vas a ayudarme.

Ni siquiera puedo replicar porque se baja y cierra la puerta. Observo el lugar un poco insegura y él golpea mi ventanilla antes de abrir la puerta. Bajo y activo el seguro.

-No estoy segura, yo no suelo agradarles.

Ashton ríe caminando por delante de mí.

-Tú le agradas a todo el mundo.

-Ese eres tú, no yo -discuto y me tenso un poco cuando entramos al lugar.

-Es cierto. Pero vas a agradarles porque vas conmigo -Hago una mueca y observo los pasillos. Un llamativo amarillo adorna las paredes y todo está impecable, aunque hay algunos juguetes en el suelo que debo esquivar-. ¡Hola, niños! -exclama delante de mí y enseguida escucho varios ladridos antes de que cuatro perros aparezcan corriendo y se abalancen sobre Ashton.

Él ríe y acaricia a cada uno de ellos que lamen sus manos y lo rodean moviendo la cola. Una pequeña sonrisa se me escapa al ver el cariño que hay entre los perros y Ashton. Claro que esa sonrisa se borra cuando los perros me notan y comienzan a gruñir para acercarse ladrando a mí de una forma mucho menos amistosa. Retrocedo unos cuantos pasos algo asustada.

-Ashton... -Con una sonrisa él se acerca a mí y cuando los perros lo ven, siguen gruñendo mientras me muestran sus filosos dientes-. Te dije que yo no les agrado -comento intentando retroceder otros pasos, pero Ashton pasa un brazo por mi cintura para mantenerme a su lado. Inmediatamente me tenso porque uno de los perros ladra y Ashton no me deja alejarme.

-Vamos, niños. Ella es Ariadne -dice señalándome y ellos me miran aún mostrando sus dientes. Juro que no puedo despegar mis ojos de sus colmillos-. Es mi novia y deben tratarla bien.

-No soy tu novia.

Inmediatamente me doy cuenta de que es un poco absurdo discutirlo cuando me está presentando a perros.

-Es mi novia y tienen que ser amables con ella -Su forma de hablar es dulce mientras los señala y se pone de rodillas. Me indica que también lo haga y un poco dudosa obedezco-. ¿Estás temblando? Ariadne, no van a matarte.

-Tú no lo sabes.

Ríe y les hace una seña a los perros que los hace sentarse. Ya no me muestran sus dientes, pero sus miradas fijas me ponen algo nerviosa.

-No seas exagerada -dice empujándome mientras sonríe-. Ellos pueden oler tu miedo.

-Estás ayudando tanto, Ashton.

Vuelve a reír y casi quiero golpearlo. Él está tan tranquilo y yo estoy completamente tensa sin dejar de vigilar la mirada que me da cada uno de los perros.

-Muy bien, te los presentaré -Aclara su garganta y toma mi mano. ¡Dios! Puedo ver cómo miran el gesto cada uno de los perros antes de mirar mi cara de nuevo. Nunca estuve tan nerviosa en mi vida-. King -Un perro grande de pelaje corto y blanco se acerca hasta sentarse frente a Ashton-. Saluda a Ari -pide y el perro se aproxima a mí. Estoy muy nerviosa cuando comienza a olfatearme, pero luego me relajo sintiendo que lame mi mano y ladra moviendo la cola-. Acaricia su cabeza -Con un poco de duda alzo mi mano y él la olfatea de nuevo, entonces la deslizo lentamente por su cabeza y parece gustarle porque cierra los ojos y baja las orejas-. ¡Oh no! ¡Mira eso, Ariadne! Está destrozando tu garganta. ¡Seré viudo!

Río y lo empujo un poco. Otro perro se acerca y eso me vuelve a tensar un poco. Es más grande, pelaje más largo y color negro. Olfatea mis piernas antes de refregarse por mi cuerpo y pedirme que también lo acaricie.

-Ese es Tito -Otro perro de pelo corto y blanco me mueve la cola-. Esa es Christie.

-Hola -murmuro con una sonrisa mientras todos piden caricias y se une un perro blanco con manchas negras. Un bonito dálmata. Parece una vaquita.

-Esa es Lola -Sonrío acariciando la cabeza y el lomo mientras ellos me mueven la cola y se refriegan en mí cariñosamente-. Parece que te han aprobado.

-¿Tú crees?

-Prácticamente se olvidaron de mí -Se pone en pie y toma mi mano ayudándome a hacerlo también. Los perros nos rodean moviendo la cola con alegría-. Ven, tengo que alimentar a los cachorros y dar algunas medicaciones -No suelta mi mano mientras nos guía hacia una habitación diferente y cierra para que los demás no entren-. Tenemos apartados a los enfermos y a los cachorros para evitar contagios o peleas.

-¿Está bien que los otros estén caminando por todo el lugar? ¿No hacen desastre?

-Ellos son los guardianes. Una vez que amanece y llega Tania los llevan al patio para que corran libremente -Asiento viendo que se acerca a una cucha donde hay un perro con un vendaje en su cuello.

Habla por lo bajo, le cambia el vendaje y también le da unas pastillas y un jarabe. Escuchar el llanto del perro me hace sentir un poco incómoda y me molesta el hecho de que esté sufriendo. Ashton me explica que terminó con su cuello cortado por el maltrato de un antiguo dueño del que la rescataron.

No soy tan fanática de los animales, principalmente porque no les agrado, pero eso no significa que sea de piedra y no sienta lástima por estas inocentes criaturas.

Ayudo a cambiar el vendaje de otro perro, que lame mi mano cuando acaricio su cabeza. Ashton me explica que con la película ha disminuido sus horas en el refugio y que mayormente viene los fines de semana o hace pequeñas visitas luego de la filmación.

-¿Entonces tienes como un segundo empleo? -inquiero dándole mamadera a uno de los cachorritos al igual que él.

-Es una ayuda, no un empleo. Soy voluntario -Asiento dejando al pequeño perrito junto a los demás. Acaricio sus pelajes sintiendo esa bonita suavidad. Son adorables-. Hemos acabado, puedes llevarme a cenar como tanto querías.

Enarco mis cejas hacia él, sonríe.

-¿Yo quería llevarte a cenar?

-Sí, no dejabas de repetirlo en el auto -Río poniéndome de pie y siguiéndolo fuera de la habitación. Rápidamente llegan los cuatro guardianes que me mueven la cola y jadean con la lengua afuera. Los acaricio con una sonrisa-. Se ve que me extrañas y no puedes dejar de buscar excusas para pasar tiempo conmigo.

Vuelvo a reír mientras caminamos por el pasillo seguido de los perros.

-Claro, es por eso que siempre me aparezco en tu apartamento a comer, a ver friends o para que me veas depilándome -Ríe y el sonido es tan encantador que me encuentro sonriendo. Tiene una risa ronca y profunda. Toma mi mano y entrelaza nuestros dedos cuando estamos por salir-. Los veré pronto, niños -Se despide con una mano y ellos ladran-. Sí, también la traeré de nuevo. Seguro que no los considere asesinos a la próxima -Le doy un empujón y él ríe abriendo la puerta para que pase. Luego se encarga de ponerle llave.

Volteo para caminar hacia mi auto y me paralizo al ver que hay tres personas rodeándola, pero eso no es lo que me tiene de piedra, es el hecho de que hay armas. Uno de ellos lleva una pistola en su mano y puedo ver que los otros tienen navajas. Retrocedo en silencio, pero es tarde porque ellos me notan y siento que mis piernas son gelatina, no de una buena forma.

El de la pistola me apunta y rápidamente alzo mis brazos. Nunca me han robado, pero he visto muchas escenas de robos. Dos se acercan, el de la pistola y uno con navaja. ¡Oh, Dios! Voy a mojar mis pantalones.

-Rápido, las llaves -pide uno de ellos. No puedo moverme. El del arma apunta a mi lado y soy consciente de la presencia de Ashton. Mis ojos están fijos en la navaja que me apunta y doy un pequeño grito cuando el atacante pasa un brazo por mi cuello y presiona la navaja en mi vientre. Creo que comienzo a sollozar viendo a Ashton, pero él está bastante tranquilo-. Las llaves del auto -Mira a Ashton fijamente y él niega con su cabeza.

-No es nuestro.

-Los vimos bajar de él -Lloro más fuerte, pero me detengo al sentir el afilado metal pinchar en mi estómago-. Las llaves.

Con un poco de terror meto la mano en mi bolsillo trasero y la tiro al suelo.  Eso distrae al del arma que se baja y la toma. Siento cómo el de la navaja afloja su agarre.

Entonces todo pasa muy rápido.

Ashton intenta quitarle el arma mientras lo golpea y yo llevo mi cabeza hacia atrás con fuerza golpeando a mi atacante. Eso afloja un poco más el agarre e intento liberarme, pero me atrapa y fuerte y siento el cuchillo hundirse en mi costado. Jadeo en busca de aire y siento que me libera. Me desplomo cayendo al suelo y escucho un sonido que no creo poder olvidarlo nunca más.

Un disparo.

Mi vista se vuelve nublosa, pero alcanzo a ver a los asaltantes tomar las llaves y marcharse en el auto. Puedo ver a Ashton con sangre en su camisa y gatea hasta mí.

-Llamaré a emergencias -Saca su celular, aunque hace una mueca de dolor y no deja de verme-. No te duermas, tienes que estar despierta.

Parpadeo con fuerza y aprieto mi costado, no deja de doler. Sé que no debo dormirme, pero estoy muy cansada. Creo que cierro los ojos unos segundos antes de sentir unas palmaditas en mis mejillas.

-Vamos, Ari -pide estando más cerca de mí-. No cierres los ojos -Su voz se escucha un poco entrecortada. Unas cuantas lágrimas escapan por mis mejillas. Siento que me quema. La vista es un poco borrosa, pero podría jurar que Ashton está llorando-. Ya vienen, Ari.

-Tú no... lloras -murmura y eso me cuesta mucho decirlo.

-No hables -pide negando y acaricia mi mejilla-. No te duermas -Parpadeo con fuerza intentando seguir sus órdenes, pero no dura más que unos segundos. Caigo en la inconsciencia escuchando mi nombre repetirse muchas veces.

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