21. Confesiones

Capítulo 21: Confesiones

Ha sido otra semana muy difícil. No puedo negar que lo de Ashton me destrozó por completo. Estuve todo el fin de semana llorando y evitando a todo el mundo. Sólo me dediqué a estar en casa dibujando entre lágrimas y helado dietético. Patético, pero cierto.

Recibí demasiadas llamadas y mensajes. De Kyle, Dylan, las chicas; incluso de Selene, pero nada de Ashton. Supongo que eso acaba de confirmar mis temores. No puedo evitar pensar que al final yo tenía razón. Temía que él me engañara con Daria, pero no necesitó compartir una escena de beso para ponerme los cuernos. Parece que después de todo, soy totalmente reemplazable.

Ashton me había hecho sentir diferente, especial. Confiar en que nunca sería capaz de lastimarme porque yo era especial para él. Pero no. Todo fue una actuación, no me sorprende, los actores son todos unos mentirosos. Tendría que haber tenido más cuidado. Él prácticamente me mostró todo de él. Sus primos, sus sueños, sus gustos, sus metas. Incluso sus temores. Y yo le enseñé que soy vulnerable, que siempre estuve aterrada a volver a ser lastimada y a él eso no le importó. Simplemente volvió a destrozar mi corazón y se encargó de demostrarme que las apariencias siempre engañan. No importa cuántas palabras dulces te dediquen, las heridas seguirán sangrando.

Como otra cucharada de helado de chocolate dietético mientras escucho el parloteo de las chicas acerca de la actuación de Joshua Jenkins. Las chicas saben cuán destrozada me ha dejado lo de Ashton y que necesitaba un poco de apoyo. Es por eso, que ahora las tengo en mi sala comiendo porquerías dulces y saladas hablando de una película de acción terrible que rentaron para que veamos. Han venido bastante seguido, incluso cuando Selene volvió y lo supo organizaron una noche de chicas. Trajeron revistas y mucha comida. Ahora mismo estoy ojeando una revista de moda que tiene muy buenos gustos. Hay artículos sobre artistas que me dedico a leer con atención, sobre todo al encontrar uno sobre Abba.

No me interesa tener una charla con las chicas, pero me gusta que no haya tanto silencio como para hacerme la cabeza con todas las posibles mentiras que me dijo mi nuevo ex. Es lindo tener compañía y que ellas respeten mi silencio es aún más agradable. Sólo saben que he acabado con Ashton, pero no mucho más. Ni siquiera los chicos le contaron porque no saben. Todo se ha resumido al hecho de saber que hemos terminado.

—Escuché que lo querían para una película erótica —comenta Drew saboreando el glaseado del pastel que preparó Kate—. Oh, Kate... Creo que estás dándome tantos orgasmos como Kyle.

Sonrío un poco al pensar en ello y asegurar que Kate está roja haciendo una mueca de asco.

—No hablemos de tus fluidos corporales cuando estamos comiendo.

—Tú los mencionaste —La mueca de asco de Kate casi me hace reír—. Oh, vamos... Como si no los compartiéramos en la noche.

—¡Drew! —grita escandalizada y río por lo bajo. Kate le tira un almohadón mientras la pelirroja no deja de burlarse—. Por Dios...

—Eso es, cielo... —Asiente sonriendo—. Invoca a Dios como cuando te meto...

—¡Cállate!

Vuelvo a reír porque es imposible no hacerlo cuando ellas están conmigo. Es como sentir una brisa de aire fresco en una calurosa noche de verano. Es refrescante y necesario. Las observo reír por las bromas de Drew y no puedo imaginarme estar en un futuro sin ninguna de ellas. Son más que amigas, son mi familia. Las hermanas que nunca tuve, pero elegí tener.

—Ven a darme un beso húmedo, pichoncita —pide la pelirroja acercándose con una sonrisa a la castaña. Kate se pone de pie y comienza a tirarle comida esperando que se aleje.

—Aléjate de mí, ninfómana.

—Sé que deseas tenerme muy cerca, pichoncita.

Kate corre rodeando los sillones mientras le lanza los snacks.

—Van a limpiar todo el desastre que están haciendo —aseguro saboreando otra cucharada de helado.

—Amber, cariño, ya sabes a qué has venido —Drew sonríe a la rubia que frunce el ceño—. Luego puedo ayudarte a limpiar las telarañas del sótano.

—No, gracias. Quién sabe qué tocó tu lengua —bromea limando sus uñas. Sonrío, siempre ha sido difícil de intimidar a Amber y a Drew. Así que, sus bromas siempre son entretenidas de escuchar porque en algún punto una termina extrañamente sonrojada.

—Puedo mostrarte todo lo que ha tocado, pero deberíamos ir a la habitación —Y esta mujer creía que Kyle no iba a gustar de ella. Lo debe estar volviendo loco con toda esa actitud descarada.

—No quiero tu sífilis.

—Tú me la pasaste cuando me tocaste después de...

—¡Basta! —Sí, Kate se estaba tardando bastante en detener la charla sucia. Doy una mirada a Selene que me sonríe, sí, sabemos exactamente qué dirá nuestra ex wonder woman—. No sean asquerosas, no nos interesa saber su vida sexual —decimos todas a coro junto con ella. Rueda los ojos cruzándose de brazos—. No es gracioso —Una vez más hablamos al unísono y eso la hace gruñir antes de tomar su celular y resoplar mientras teclea con rapidez. Gruñimos y resoplamos igual que ella. Kate nos da una mala mirada y nosotras reímos.

—Entonces... —Las miradas se dirigen hacia mí y casi quiero tirarles el helado por mirarme de forma tan fija. Cuando tengo alguna especie de crisis emocional ellas me miran fijo desde el momento en que hablo. Es como si se pusieran alerta en caso de que vengan las lágrimas y los mocos—. ¿Cómo vas con el caso? —Mis ojos se fijan en la morena que tiene una pequeña sonrisa en su rostro.

—Muy bien. Estoy poniéndome al día con todo el asunto legal y los testigos —Toma un sorbo de su cerveza—. También he comenzado una larga investigación en base a la empresa. No está fácil, pero tengo las de ganar.

—Ya lo creo —Por alguna razón su sonrisa crece un poco y me señala con la botella de vidrio.

—No soy tu cuñada, por si te lo estás preguntando.

Resoplo. Estúpido Evan. Es bueno saber que Selene no parece enojada ni frustrada al respecto. Lo que estoy segura que significa lucha. Ella no se da por vencida fácilmente y podría jurar que está volviendo loco a mi hermano. Su sonrisa la delata.

—Pero tampoco falta mucho ¿no? —Pone los ojos en blanco antes de beber otro trago. Esa es toda la respuesta que necesitaba—. ¿Te quedarás con él durante el caso?

Hace una mueca con su boca y eso me hace saber lo que necesito. Es complicado y han discutido por ello. Ya me lo esperaba, así como que no hayan llegado a un acuerdo.

—Aún no lo sé.

—¿Por qué lo dudas tanto? —pregunta Amber y agradezco su gran curiosidad para preguntar lo que yo moría de ganas por saber.

—No es una decisión tan fácil como parece —Estira sus piernas en el sofá antes de tomar el tazón con papas fritas—. Es convivir con él durante meses, pasar cada minuto de tiempo libre en su lugar y con él.

—Repito, ¿por qué la duda?

—No lo sé... —Su mirada se centra en el piso y creo que comienzo a comprender la situación—. Sería como asumir una especie de compromiso que ni siquiera existe.

—Creo que estás pensándolo mucho —dice Drew después de estar mucho tiempo sin hablar—. No deberías verlo como un compromiso convivir con alguien que te vuelve loca. Tú sólo piensa que es una especie de hotel en donde podrás tener mucho sexo.

Me atraganto con el helado y comienzo a toser mientras la pelirroja se ríe. Lo hizo a propósito. Las imágenes podrían fácilmente servir para la producción de una película erótica. Un asco total.

—Mejor lo pienso por el lado del hotel.

—Por mi salud mental, por favor —El timbre suena y momentáneamente me siento perdida. Las observo a todas esperando que me digan si llamaron a alguien, pero tienen el ceño fruncido y Amber nos señala contando. El timbre vuelve a sonar y me pongo en pie para ir a abrir. Cuando veo de quién se trata ruedo los ojos y le pongo la cadena a la puerta ante de abrirla levemente—. ¿Qué necesitas?

Luce muy nervioso y tiene unas ojeras terribles. Su cabello está despeinado y sus rizos desordenados. Está pálido y no deja de retorcer sus manos. Este no se parece a ninguno de los Jordan que he visto en mi vida. Es muy diferente al hombre lleno de seguridad que siempre he conocido. Nunca lo vi de esta forma, tan vulnerable y frágil.

—¿Crees que podrías darme unos minutos para hablar contigo? —pide y el hecho de que lo haga me sorprende mucho más. Él no es de pedir cosas, sino de hacerlas. Sus ojos se ven suplicantes y el marrón entre su verde se vuelve más llamativo, oscurece su mirada.

—No creo que...

—Por favor —Su voz suena quebrada, como si estuviera a punto de llorar y eso genera un pinchazo en mi pecho. Sí, puede que no sea mi persona favorita en el mundo, pero eso no quita el hecho de que detesto ver a las personas sufriendo.

—De acuerdo —Cierro la puerta y soy consciente de las miradas inquisidoras de mis amigas sobre mí, incluso hay mucho silencio. Volteo a verlas y ellas no ocultan su escrutinio—. Necesito hablar con alguien afuera. No quiero que armen un escándalo.

—¿Quién es como para que no debamos armar un escándalo? —inquiere Drew y niego con mi cabeza. No voy a decirle porque eso sólo haría que salga a golpear a Jordan y no quiero ese tipo de escenas.

—Sólo quédense aquí.

La pelirroja entrecierra sus ojos, pero asiente igual que las demás. Quito la cadena de la puerta y abro muy poco para que no vean de quién se trata. Salgo al pasillo y cierro la puerta detrás de mí. Jordan luce muy inquieto y yo estoy un poco ansiosa de saber a qué ha venido. Camino hasta el comienzo de las escaleras y él me sigue. Me apoyo en la pared y lo observo pasar sus manos por su cabello, desordenando esos preciosos rizos naturales.

—Es extraño verte tan nervioso —comento cruzándome de brazos y me da una sonrisa un poco tensa.

—Tú también te ves muy diferente —dice suspirando y toma un mechón de mi cabello entre sus dedos—. Podría jurar que estás más rubia.

—Lo estoy.

Asiente, pero sus ojos siguen fijos en el mechón de mi cabello y evita mirarme a los ojos. Creo que hasta puedo sentir sus manos temblar.

—¿Sabes? Siempre me sentí cómodo a tu alrededor. No sé, podía sonreír con facilidad y podía olvidarme de cualquier mierda que me atormentara —Intento reprimir la sensación de mi corazón latiendo con más fuerza, pero todo empeora cuando sus ojos se conectan a los míos—. Y eras tan asombrosa, debes seguirlo siendo, pero yo me quedo con ese recuerdo de ti. Con esa calidez, simpatía y sensualidad que me brindabas. Amaba tu sonrisa al verme y que me abrazaras tan fuerte. Me hacías sentir único.

—Supongo que así debe hacerte sentir una novia.

—Y un novio también, pero no fui tan bueno en ello —dice suspirando una vez más y hace una mueca con sus labios, siempre la reconocí como una de desagrado—. Se sentía tan increíble que me amaras con tanta intensidad. ¡Dios! Hasta me organizaste fiestas sorpresas. La mejor novia siempre serás tú.

—Jordan...

—Es terrible haberlo descubierto tan tarde y haber sido un imbécil contigo —Sus dedos acarician mi mejilla y creo que contengo la respiración, él continúa afectándome tanto como hace cuatro años atrás—. Tenía un tesoro tan grande entre mis manos.

—No soy un objeto que pueda pertenecerle a alguien.

Sonríe mostrándome sus hoyuelos.

—No, pero eres una persona increíble con la que cualquiera estaría encantado de compartir su vida contigo —Sus dedos se deslizan hacia abajo y ahora acaricia mi brazo haciéndome estremecer—. No he amado a nadie como te amo a ti. Hiciste tanto incluso sin proponértelo —Suspira con una pequeña sonrisa—. Me volviste loco y me sentía vulnerable al saber el poder que tenías sobre mí. Quería negarme a que me importaras tanto como para tener planes a futuro tan grandes como los que pensaba —Otra vez contengo la respiración mientras siento mis ojos humedecerse igual que veo los de Jordan ponerse vidriosos—. Tú significabas tanto para mí. Eras mi maldito mundo.

—Tú eras el mío.

—Es bueno saber que no era el único sintiendo que estaba en una maravillosa nube —murmura y su mirada se torna triste—. Te fallé de una forma tan cruel que quisiera arrancarme el corazón y hacerlo añicos para que pueda estar a la par de lo que hice con el tuyo —Descruzo mis brazos totalmente afectada con sus palabras y él aprovecha para tomar mis manos entre las suyas—. Todas mis infidelidades fueron una cosa inmadura para negar que te habías vuelto tan importante para mí. Te lastimé tanto que quería golpearme por cada vez que tú me lo decías con una tristeza enorme en tus ojos. No sólo se rompía tu corazón, también el mío se caía a pedazos.

—¿Y por qué lo hacías?

—Tú eras tan perfecta —Una lágrima cae por mi mejilla y él la observa caer—. Yo jamás me sentí suficiente para ti, sentía que dejaba mucho para desear como novio. Creo que buscaba alguna forma de mostrarte que yo no era bueno para ti y que jamás sería suficiente. Nos lastimaba a ambos, pero sabía que podrías encontrar a alguien mejor que yo. No te merecía, jamás lo hice —Las lágrimas desbordan de sus ojos y comienzan a caer, no puedo evitar limpiarlas mientras él cierra sus ojos sin dejar de llorar y abraza mi cintura. Luce tan devastado que logra partirme el corazón, pero no de desilusión como lo hizo muchas veces en el pasado, mi corazón se parte de la tristeza que me provoca verlo de este modo—. Sé que debí explicarte antes todo lo que te hice, pero entonces habrías sabido que soy un idiota. Eras demasiado buena, perdonaste cada una de mis fallas y continuabas a mi lado como si nunca hubieran ocurrido.

—Porque te amaba —susurro sintiendo mis mejillas mojadas.

—Yo amaba que me amaras —farfulla corriendo el cabello de mi rostro para luego sonreír—. Y envidiaba que aún llorando tu belleza no palidezca ni un poco —Le ofrezco una pequeña sonrisa y pasa sus pulgares por mis pómulos, removiendo los rastros de agua salada—. Sé que las cosas cambiaron mucho en estos cuatro años, sé que te herí y sé que probablemente lo que hice te dejó herida por mucho tiempo. Estoy seguro de que es muy tarde para disculparse, pero no quiero seguir despertando cada día y saber que desperdicié una oportunidad contigo —Con mis dedos acaricio su barbilla escuchando atentamente cada una de las palabras que me está dedicando—. Realmente espero que comprendas que hoy soy un hombre completamente diferente. No soy el mismo joven torpe de veinte años que buscaba herirte para alejarte. He madurado y reflexionado. He cambiado en mejores aspectos y sé que todavía me queda mucho por aprender, pero sé que soy un buen hombre que intenta seguir un camino hacia el perfecto para ti.

—Jordan...

—Jamás dejé de amarte, eso suena como algo imposible de hacer —Une nuestras frentes y suspira. Sus manos sostienen mi rostro manteniéndonos cerca y creo que puedo sentir esa conexión que había entre nosotros hacerse presente—. Sé que estoy pidiendo demasiado, pero quiero demostrarte que soy el hombre que siempre mereciste. Quiero que esa maravillosa mujer que fue mi novia vuelva a serlo y me dé la oportunidad de demostrarle cuánto la he amado siempre. Eres la mujer de mi vida y no puedo imaginarme con ninguna otra pasando lo que me resta de vida.

—Creo que...

—¡Ariadne!

Desconcertada miro hacia el pasillo y encuentro a Kate llorando y las demás cerrando la puerta de mi apartamento con llave. Drew nos mira con el ceño fruncido y yo me alejo lentamente del pelirrojo.

—¿Qué sucede? ¿Por qué lloras, Kate? —inquiero acercándome y ella me abraza llorando. Le correspondo el abrazo y acaricio su espalda viendo a las demás con el mismo semblante triste.

—Dylan tuvo un accidente —dice Drew mirando fijamente a Jordan—. Llamaron del hospital e íbamos a verlo. Un accidente automovilístico —Kate se abraza con más fuerza a mí y acaricio su cabello buscando consolarla mientras siento sus lágrimas humedecer mi camisa—. ¿Te estaba molestando? —pregunta la pelirroja sin sacarle la mirada de encima a él. Podría jurar que se está debatiendo entre saltar a golpearlo o contenerse para no empeorar la situación.

—No, Drew —Nos dirijo al ascensor—. Vamos a ver a Dylan, él estará bien —digo ofreciéndole una sonrisa a la castaña y limpiando sus lágrimas—. Jordan, luego te llamaré —anuncio y él asiente limpiando su rostro antes de tomar las escaleras.

El ascensor llega y nos adentramos. Kate no deja de llorar y me reprimo para no pedir detalles porque sé que van a alterarla un poco más. Si Kate está llorando, entonces el asunto es grave porque ella no suele llorar a menos que sea algo realmente complicado. Selene y Amber no dicen nada, pero también puedo verlas derramando algunas lágrimas. Drew luce impasible, ella siempre ha sabido conservar la calma, pero no me pierdo el hecho de que también hay un poco de dolor en sus ojos. Entonces vuelvo a preguntarme qué tan grave es la situación como para que mis chicas estén llorando.

*************

Dedicado a rinoplastica (the ultimate queen of everything)

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