Capítulo 49
Sin pensarlo, estábamos de vuelta en la residencia, aunque las cosas no se sentían tan normales después del drama en que nos vimos en vueltos, me daba gusto volver a estar en casa con Frederick, los siguientes dos días continuamos conversando y reuniéndonos con Blomberg quien le aseguró a Frederick que no tendríamos problemas en volver a ser acosados por los paparazzi en la residencia, por mi parte, a pesar de que confiaba lo suficiente en Blomberg para creer en su palabra de que no tendríamos un incidente similar al de aquel día, pero ahora que Frederick estaba aquí me entraba la inseguridad de que podían venir a acosarnos.
Frederick se despertó tan temprano esta mañana y estaba tan a gusto acurrucada entre sus brazos que fue imposible que no me despertara cuando retiró su brazo de mí e intento salir de la cama, el sueño se me espantó segundos más tarde y acepté su invitación para ir a correr. Aunque tan solo fuera dos días y uno de ellos lo haya pasado en la casa de Freya, me sentía cómoda estando aquí, la residencia me proporcionaba una seguridad que no quería olvidar.
Después de correr, fuimos directo a la cocina, donde me apresuré a tomar dos vasos de agua y llenarlos, Frederick tomó uno de inmediato y se bebió todo el líquido de un jalón, hice lo mismo, estaba sedienta y algo agitada, salí de la cocina dispuesta a tomar una ducha, justo después de que salí de ella, escuché nuevamente el sonido de la regadera que me indico que Frederick estaba duchándose ahora, aproveche el tiempo que le tomaba bañarse para preparar el desayuno para ambos, cocine dos omelette y preparé café, mientras esperaba por Frederick para desayunar juntos, regresé a su habitación y me recosté sobre la cama para checar mi celular, no me había dado cuenta, pero ya tenía un mensaje de aquel número desconocido que ahora sabía que pertenecía a Bryson, era una dirección y una breve descripción.
"Solo podremos conversar hoy".
Decía el mensaje, me desagrado el hecho de que él estuviera poniendo las reglas para lo que sea que iba a decirme, encontraba todo esto sospechoso, lo que me provocaba ganas de ignorar sus mensajes, la dirección y la conversación que tuvimos días atrás, podía fingir que nada de eso pasó, que Bryson nunca estuvo en la residencia buscando a su hermano y que nosotros dos no cruzamos palabras, decirme a mí misma que solo fue producto de un sueño y que quizás estaba quedándome paranoica, sí, sonaba ridículo. Lo cierto es que yo quería ir tanto como no quería hacerlo, y presentarme en la dirección que mandó no sería sencillo si Frederick continuaba en casa, no podía decirle que tenía que irme a ver a su hermano, por mucho que detestara la idea de mentirle y hacer esto a sus espaldas, lo encontraba más conveniente que fuera de esa forma hasta tener en claro que era lo que Bryson estaba tramando y ocultaba con tanta cautela y misterio.
Suspiré, iba a dejar pasar el mensaje y no responder, pero me vi tecleando segundos más tarde.
"Lo siento, pero no puedo".
No quise entrar en detalles y decirle que Frederick estaba de vuelta, estoy segura de que Bryson no estaba al tanto de que ya se encontraba en la residencia y preferí dejar a su hermano a un lado de esto. Tan rápido como se envió mi mensaje, respondió.
"¿Está Frederick contigo?"
Me tensé al leer el mensaje, esta vez no respondí.
"Si lo está, podemos vernos otro día, escribiré de vuelta y espero que no vea esto, creo que no hace falta decir que puede pasar si llega a ver estos mensajes".
No me gustaba la forma de redactar que tenía, aunque sea solo por un mensaje sentía la hostilidad en sus palabras y cierta pizca de amenaza en ellas, o quizás estaba siendo yo realmente paranoica.
"De acuerdo".
Fue el último mensaje que envié.
Copie la dirección que Bryson envió y la guarde en mis notas, después borre todos los mensajes que recibí de él, percibiendo que volvería a escribir seguramente en unos días más o menos que eso.
Frederick apareció en la cocina minutos más tarde y los dos tomamos el desayuno juntos, después de eso, fuimos a visitar a Blomberg, quien al parecer estaba ayudando a Frederick con algo referente al palacio, después de pasar más de una hora en la casa de Blomberg sintiéndome ajena al trabajo en el que estaban los dos, terminé visitando a Freya, pero mi mente estaba un poco distraída, la curiosidad cada vez aumentaba en mí, quería saber de Bryson y, quería encararlo y que me contestara todas las preguntas que yo tenía de él.
A diferencia de Frederick, Bryson no siempre estaba ante el ojo de la prensa, sí, era reconocido porque era el príncipe de Suecia, sin embargo, no poseía el mismo peso en sus hombros que su hermano mayor, él no sería nombrado rey en un futuro y eso el país lo tenía en claro, por eso, siempre se enfocaban principalmente en Frederick, aunque esto siempre ha sucedido en la mayoría de los países donde hay miembros de la realeza, quien es el futuro rey es quien tiene más peso en sus hombros, por lo general, en Suecia solíamos ver a los tres príncipes siempre al lado de los reyes al momento de dar un comunicado público, a diferencia de los otros reinos donde solo veíamos al rey o la reina anunciar los comunicados importantes del país por su cuenta, Suecia siempre involucraba a toda la familia real en los asuntos públicos y se aseguraba de darle una participación espacial a nuestro futuro monarca.
—Lamento estar todo el día lejos de ti —dijo Frederick cuando colocó un beso en mi mejilla justo después de encontrarme en la cocina de Freya, a quien saludo con una amistosa sonrisa. Me sobresalté por la repentina sorpresa, ni siquiera me di cuenta de cuando fue que entró a la casa, no oí la puerta en ningún segundo, aun así, acepté su cercanía.
—¿Se quedan a cenar? —preguntó Freya para ambos, las dos estábamos en la cocina, tomando un poco café mientras conversábamos, ambas ya habíamos terminado de cocinar. Frederick se apresuró a jalar la silla a mi lado y sentarse en ella, asintiendo.
—No miento diciendo que no puedo vivir sin tu comida, eres mi cocinera favorita.
Dijo cosa que hizo que Freya sonriera de una manera que pudimos ver su perfecta dentadura, sus ojos marrones miraron a Frederick con ternura.
—Y por esa razón, dejaré que te repitas en el postre.
Los tres reímos por su comentario y se levantó de la mesa para servir los platos de comida, Frederick y yo nos acomedimos ayudándole a colocar la mesa.
—¿Qué tal has estado Freddy?
A pesar de que estábamos de vuelta en la residencia, Freya continuaba algo preocupada por Frederick, temía que volviera a tener problemas conociendo lo mal que se ponía con la prensa.
—No puedo quejarme del todo, he estado en situaciones peores.
—Detesto tus respuestas que no suelen decir nada.
Dijo Freya a secas que me sorprendió la seriedad y brusquedad con la que lo dijo, un pequeño e incómodo silencio se formó entre los tres mientras nos miramos el uno al otro, bastó tan solo unos segundos para que Freya se echara a reír y Frederick le siguió.
—Lo siento hijo, pero siempre lo digo, eres tan cortante a veces, sé que tienes respuestas mejores que esa.
Estaba en lo cierto, que yo reí con ganas.
—Es difícil sacarle la información, nunca da más de lo que uno pide.
Agregué, Frederick frunció los labios con una mueca y jugo con la comida, después se limpió las manos y volteo a vernos a las dos con seriedad.
—Un paso a la vez, ¿no? —Esto último sé que lo dijo más por mí, esa pequeña frase se volvió tan nuestra que no pude evitar sonreír. Lo observé tomar una respiración profunda y suspirar—. Estoy bien, en serio lo estoy. Sé que las cosas con el rey siempre son complicadas, pero hemos llegado a un acuerdo.
Dijo con seriedad, lo miré con curiosidad.
—¿Qué clase de acuerdo?
Freya tenía la misma expresión en su rostro que yo, Frederick se tensó en su lugar, pero lo disimulo en segundos y apretó los labios forzando una sonrisa.
—Es un asunto personal entre el rey y yo, pero les aseguro que no es nada malo.
***
Como si el universo no quisiera que Bryson y yo nos reuniéramos, perdimos contacto, él no volvió a escribir y yo tampoco lo hice, Frederick y yo pasábamos gran parte de nuestros días en casa, ahora que yo ya no trabajaba para Fabrizio, estaba encontrando quedarme en casa un tanto diferente, mi rutina consistía en salir a correr por las mañanas y después ir a casa de Freya, visitarla estaba siendo entretenido, había mucho que conversar en su casa y ni hablar con Blomberg, quien ha estado más con Frederick trabajando. Por otro lado, intentaba no pensar en que sería complicado conseguir un trabajo como periodista o entrar en una empresa tan importante como la de Fabrizio o cualquier otra, me sentía mal por pensar en que mi vida estaba casi arruinada, esa clase de pensamientos conseguía desanimarme fácilmente.
Hoy, Frederick dijo que estaría fuera de casa, al parecer se presentaría en el palacio porque tenía asuntos importantes que tratar con el rey, respecto al rey, no volvimos a tocar el tema sobre qué clase de acuerdo ambos habían llegado y no quise insistir en el tema, tarde o temprano, él terminaría contándomelo, he aprendido que Frederick suele abrirse a su manera, cuando no lo presionas, cuando le das su espacio y cree que es tiempo de abrirse y expresar lo que siente lo hace.
Eran alrededor de las cinco, Frederick escribió media hora atrás diciendo que no tenía idea de cuánto tiempo estaría en el palacio, pero que se encargaría de comprar pizza para ambos después de desocuparse, hablamos un poco, minutos después de que respondí su mensaje, decidió llamar diciendo que estaba en un pequeño descanso mientras esperaba a que un integrante de la corte se presentara, no duramos mucho hablando.
Después de la llamada, continúe leyendo el libro que tomé de su estante hace unos días, me enfrasque tanto en la lectura que me sobresalté cuando escuché que alguien llamaba a la puerta principal, busque mis zapatos y me los puse antes de salir de la habitación dispuesta a abrir.
—Hola, Beth.
Saludó Bryson en cuanto me vio abrir la puerta, no oculté mi asombro ante él y afortunadamente no hizo ningún otro comentario, me dio tiempo para confirmar que realmente estaba aquí. Me aclaré la garganta tan rápido como pude queriendo salir del trance en el que me encontraba por culpa de la sorpresa.
—Hola.
Mi voz fue apenas un susurro para los dos, Bryson lucía una vestimenta bastante casual, traía una camisa de color negro que, hacía relucir sus ojos, pantalones de mezclilla y zapatos deportivos, de esta forma lucia mucho más joven de lo que era e inspiraba una vibra bastante jovial, Bryson solo tenía veintiún años, pero lucia de menos edad con aquella vestimenta.
—Perdona que haya venido de sorpresa —inquirió luego de un tiempo, parpadeé y me hice a un lado para invitarle a pasar y él negó—. Sé que Freddy está en el palacio, por eso me he animado a venirle, le tomará bastante tiempo regresar a casa si tenemos en cuenta que está en una junta importante con la corte.
Su explicación fue breve y concreta.
—Eso quiere decir qué...
Sentí la tensión llegar a mi cuerpo mientras esperaba por su respuesta, Bryson tomó una respiración profunda y luego habló.
—Podemos tener la conversación que tenemos pendiente ahora —aseguró, asentí en acuerdo, hubo un pequeño silencio entre los dos y dudé de si era conveniente que saliera de casa o insistiera en invitarlo a pasar, Bryson se me adelantó a los hechos—. El lugar al que iremos no está muy lejos de aquí y como ya dije, hay tiempo de sobra para hablar y regresar antes que mi hermano.
Claro, la conversación no podía ser aquí por mucho que yo quisiera, incomoda ante la idea de abandonar la casa, le pido que me dé unos minutos para recoger mi celular, no apago las luces de la casa en caso de que Frederick llegué primero, además de que eso puede hacer sospechar a alguien, el auto de Bryson está estacionado en la cochera y subimos a este, hay un abrasador silencio en el aire, a diferencia de Frederick, su hermano no pone música mientras conduce lo que hace que la tensión entre los dos aumente, para no sentirme más incómoda de lo que estoy, me obligo a entablar conversación.
—¿Por qué hay tanto misterio en lo que sea que tengas que decirme?
Espero no sonar hostil con mis palabras, pero siento que haya sonado de esa forma sin intención de serlo, eso pasa porque no puedo evitar ser directa con lo que pienso, Bryson no se ofende ni voltea a verme cuando responde.
—Porque es bastante personal para nosotros.
—¿Nosotros?
Cuestionó y asiente.
Pienso en que Bryson también es algo misterioso como Frederick y tiene esa misma actitud de él que te dice mucho y a la vez nada.
Le veo suspirar luego de unos minutos.
—Hay cosas difíciles de explicar —dice con tranquilidad, le observo mientras explica—, pero mereces conocer la verdad.
—¿La verdad a qué?
Si Bryson quería esperar a llegar a donde sea que íbamos, solo para contarme las cosas no la tendría tan fácil conmigo.
—¿Por qué presiento que no dejaras el tema tan fácilmente?
Dijo con un poco de humor, me encogí de hombros, a diferencia de Frederick, Bryson estaba comportándose paciente.
—Suelo hacer muchas preguntas.
Una diminuta sonrisa se formó en sus labios gracias a mi comentario, pero desapareció de inmediato formando una mueca.
—Y por eso creo que es conveniente que hablemos. Dime, no me equivoco cuando digo que cuestionas siempre a mi hermano y no logras entenderlo, ¿verdad?
Me mordí el interior de la mejilla, no queriendo darle aquella obvia respuesta de inmediato.
Bryson sonrió victorioso.
—Frederick podrá tener sus secretos y querer estar alejado de todos nosotros, de su familia, pero no puede negar que estamos tan embarrados en sus problemas como él —agregó con seriedad, la mirada fija al frente. Ahora sí que estaba perdiéndome en esta conversación.
—Hablas como si esta situación también tiene que ver contigo.
—Cuando involucra a mi hermano gemelo por supuesto que tiene que ver conmigo —explicó, seguro—. Mi hermano no puede pasarse toda la vida tratando de evadir la realidad de las cosas como siempre lo hace y si quiere mantenerte a su lado como le ha dejado en claro a papá, tampoco debería mentirme.
—No me miente.
Mis palabras fueron bruscas, sintiendo el impulso de querer defender a Frederick, Bryson frunció los labios.
—Sé que ha vuelto a la residencia, es algo obvio —insistió en el tema, me dio una rápida mirada antes de volverla a posar al frente—. ¿Sabes las razones por las que volvió?
Negué ligeramente, por supuesto, debía haber una razón por la que estaba de vuelta, cuando apareció frente a la puerta de Freya, sentí que había vuelto por mí, pero eso no iba a decírselo a Bryson, preferí negar en vez de decir lo que consideraba.
—Es algo obvio que ha vuelto por ti, eso ha dejado en claro en el palacio y seguro tú también lo sabes, pero ¿te ha dicho que él y papá hicieron un acuerdo?
—Dijo algo sobre un acuerdo con el rey.
Mi voz fue muy baja, pero Bryson alcanzó a oírla.
—Sí, el rey le ha dicho que no pondrá represalias en tu contra, basta con decir que ha sido un acuerdo complicado, es difícil negociar con el rey y déjame decirte que el rey odia perder y para alguien como Frederick que es imposible dar su brazo a torcer, deja en claro cuánto le importas al aceptar las condiciones del rey
Su auto se detuvo frente a un edificio que reconocí como el Svensson, era un edificio con departamentos privados en una de las mejores zonas de Estocolmo, seguramente Bryson debía tener su departamento propio en este edificio, sabía que era algo exclusivo y algunas celebridades solían vivir en aquel edificio.
Bajamos del auto y nos adentramos en el edificio, subimos al elevador y Bryson marca el piso al que vamos, me muerdo las uñas de la mano impaciente y tensa por lo que está pasando, estoy pensando en que esto es una mala idea y que debí de quedarme en casa y no salir de ella. Cuando las puertas se abrieron, caminamos un par de metros hasta detenernos frente a una puerta donde Bryson sacó las llaves de los bolsillos de su pantalón y me dejo pasar primero, al entrar, la decoración era sencilla y formal, era un departamento bastante amplio y tenía una vibra jovial lo que dejaba en claro que era de Bryson.
—¿Qué hacemos aquí?
Me atreví a preguntar cuando nos encaminamos hacia la sala, Bryson me señalo el sofá para que tomara asiento, pero no lo hice, me quede parada algo incómoda y él suspiró, sus ojos se encontraron con los míos, en su mirada había seriedad pura.
—Te he traído aquí porque me ha parecido el lugar más adecuado para hablar —contestó tranquilo, volvió a tomar otra respiración—, y porque alguien me ha pedido verte.
Lo miré confundida, como si todo esto fuera perfectamente planeado —no dudaba que lo fuera—, una chica apareció en el pasillo a mi derecha, vestía una vestimenta casual, pantalones de mezclilla y una blusa de un rosa pálido, tenía el cabello sujetado en una cola de caballo baja, su cabello era castaño y poseía unos enormes ojos color miel que carecían de cierta luz, pero aun así podías decir que eran preciosos al igual que su angelical rostro, me costó un tiempo reconocerla, en cuanto lo hice me tensé ante la presencia de la princesa, primero porque sin duda era una chica imponente y en segundo porque no podía creer que ella estaba aquí.
—Alteza.
Murmuré, ella rápidamente se acercó a nosotros con cautela, se colocó frente a Bryson y me ofreció una diminuta sonrisa.
—Por favor, no hace falta que hagas una reverencia —dijo con amabilidad antes de que yo me apresurara a hacer una reverencia hacia ella, me quede estática en mi lugar sin poder creer que la princesa de Noruega estaba aquí—. Lamento todo el misterio Bethany, pero le he pedido a Bryson que me contactara contigo, quería conocerte.
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