Capítulo 2: Propuesta
—Shion...—la situación no era normal.
Antes de que se acercara todo a su alrededor quedó a oscuras.
—Uy, ¿qué pasó? ¿Shion?
—¡Hey! ¿ya nos van a echar? ¿Por eso apagaron todo? —eran algunas de las frases que se escuchaban adentro —¡Qué grosería¡
—No, no esperen, pero sí la estábamos pasando tan bien.
—¡Lo siento! No me di cuenta que eso estaba allí —se escucha la voz de Aioros.
—Es lo que te pasa por estarme reclamando —responde el menor de los hermano castaños mientras que los demás caballeros le reclamaban y reían. El alcohol comenzaba a hacer su labor.
-Shion... cariño, tú...
-¡Ya! ¡solo se desconectó de aquí! —exclaman y todo vuelve a la normalidad, excepto por...
—Shion...—la mirada de Dohko cambia por completo.
—Maestro, ay qué bueno verlo aquí ¡Aaahhh! —la joven grita ante lo que sus ojos presencian.
—¿Eh? Shunrei, ¿Estas bien? —tanto Shiryu como Hyoga aparecen —¡Maestro!
—Shion... tú...
La curiosidad termina por hacer que los demás se acerquen a la salida. Algunos se sorprenden, otros se alegran y a otros les da igual. Allí estaba Shion arrodillado frente a Dohko que apenas y lograba parpadear.
—Dohko... mi amado Dohko...—toma un poco de aire y fija sus ojos en los de su pareja. Se había pasado toda el día practicando, pensando en las palabras correctas que quería decirle, había llegado a anotar aquel discurso, pero no había servido de nada, pues lo había olvidado —son tantos años... tantos recuerdos... buenos y malos, no importa, así es la vida... Así es nuestra vida... pero todo nos a hecho crecer, madurar, entender aquello que definitivamente queremos en tener para siempre en nuestra vida... —cierra sus ojos— Dohko yo siento que somos afortunados... dime tonto o como quieras, pero no puedo evitar pensar en nuestros compañeros, en aquellos que se hicieron promesas de amor y no lograron cumplirlas...
Ese comentario en especial hizo que los santos dorados que estaban con su pareja, se acercarán ya sea para abrazarse o tomarse de las manos. Todos a excepción de Milo y Camus que permanecían a una distancia considerable.
—Nada me haría más feliz que aceptaras unir tu vida a la mía... tú lo dijiste ayer... lo tienes todo, una vida, una pareja, una familia...—mira a su alrededor—. Aunque seguimos con nuestras labores... nada, ni nadie nos va a impedir ser felices, disfrutar de esta nueva vida como lo merecemos —saca el anillo—. Dohko yo... —se acerca aún estando arrodillado—, hazme el hombre más feliz del mundo y cásate conmigo... mi vida, mi amor.
El caballero de Libra no se caracterizaba por ser alguien sensible, pero en esta ocasión, no podía manejar sus emociones. Eran demasiado años de conocerlo, de convivir como amigos, como compañeros de armas. Solo ellos habían sobrevivido, ni la muerte había sido suficiente para separarlos. Aquel amor seguía allí presente, intacto— Shion...—susurra y deja que le ponga el anillo —¡Acepto! Eres lo único que necesito para hacer mi vida por completa perfecta...
Ambos hombres se tomaron de las manos y se acercaron para cerrar este compromiso. Shiryu, Shunrei y Mu eran los más felices, los ahora hermanos sí que habían sido testigos de ese amor, de esas promesas y esa increíble necesidad que tenían aquellos caballeros de estar juntos para amarse.
Los gritos y aplausos no se hicieron esperar, además de brindis de aquellos que continuaban en su labor de beber hasta perder la razón.
Suspira —quiero un amor así...—susurra Afrodita y mira a Deathmask mientras hace un puchero.
—Te prometo que los próximos en casarnos seremos nosotros...— le susurra Aioros a Saga mientras lo abraza por la espalda y aprieta las manos de Géminis.
Al escucharlo sonríe y besa su mejilla —te amo tanto...
—Aunque tu hermano me odie... nada me va a impedir estar contigo... —besa la mano de Leo —no se bien cuando comencé a sentir todo esto Aioria, pero solo tú me haces sentir así... —con sus palabras buscaba tranquilizar al Leoncito que había regresado de discutir con su hermano con una expresión triste, lágrimas y sintiéndose de lo peor. Aioria y Aioros no eran de pelean como los otros hermanos del Santuario. De hecho se llevaban bastante bien, desde que habían revivido se habían propuesto recuperar el tiempo perdido y ser los mejores hermanos, compañeros y amigos, era por eso que el menor de los castaños, estaba tan triste, no había encontrado la forma de expresarse adecuadamente y habían terminado discutiendo, gritándose.
—Gracias por estar aquí, por sé cómo eres Shura...—recarga su cabeza en el pecho de Capricornio mientras entrelaza sus manos—.Gracias por dejarme amarte.
—Te lo dije...—un alegre Mu se abraza del brazo de Virgo— ay Shaka... esto es fabuloso.
—No, no lo es— contesta con la frialdad que tanto lo caracteriza.
—¿Eh?—lo mira confundido —pero... ¿por qué tienes que decir eso? Es mi Maestro, prácticamente mi padre y...
—Si... Bien por ellos, pero no sé que debo hacer para que entiendas que quien me interesa eres tu Mu— señala y lo mira a los ojos-¿crees que podemos irnos a Virgo?
El pelilila abre sus ojos con asombro— Shaka... eh... ¿Ahora?
—Señor Mu...— Kiki comienza a jalarle la ropa pues parece que llevaba varios minutos llamándolo y este no reaccionaba— ¿No va a ir a felicitarlos?
—¡Eh! Sí, claro...— logra sonríe, aunque antes de ir donde la pareja de prometidos, se acerca al hindú- por favor espérame... en unos minutos iré contigo a Virgo...—le habla en un susurro, aunque lo mira fijamente. Quería que supiera que hablaba enserio.
—¿Maestro, usted no debería estar con Milo? —le pregunta mientras se da la vuelta para encararlo.
—¿Hyoga?
—Todos están en pareja, usted no debería ser la excepción— señala el rubio mientras se cruza de brazos.
Camus lo mira con asombro y luego fija sus ojos en los de Milo, que como era de esperarse había escuchado todo y permanecía con el vaso cerca de su rostro y la boca abierta.
—Hyoga, yo... es que...
—No se preocupe, no tiene porqué explicarme nada. Usted ya me había comentado que desde niños eran muy buenos amigos... Además Milo no sabe cómo disimular el gusto que siente por usted y está bien, yo sólo quiero que usted sea feliz.
—Sabes patito, en realidad no me caes nada mal —interrumpe y sin importarle nada pone una mano en la cintura de Acuario y la con la otra la toma del mentón acercándolo a su rostro —, es verdad Camus y yo nos amamos, y estamos juntos— lo besa con algo de brusquedad.
—Milo... espera - aunque intenta apartarlo termina por corresponder mientras que Hyoga se limita sonreír y a dejarlos para que estén juntos.
—¡Hey patito! —no había dado ni tres pasos cuando fue interceptado por Kanon —¿no crees que tienes motivos para celebrar? Dejaste que tus papis tengan su momento de romance.
Ante sus palabras solo frunce el ceño.
—Kanon... tú...
—¡Sí! Tú ven... vamos a brindar con él, Alde —comenta con una sonrisa y le acerca al rubio un vaso lleno de un liquido amarillento.
—Lo siento pero yo no bebo —niega con la cabeza y no toma el vaso—, permiso necesito hablar con Shiryu.
Lo agarra del hombro —¿Y a ti quien te dijo que esto tenía licor? —pregunta serio—, es más, ya que veo que no me crees, pregúntale a Aldebarán, a él lo conoces, ¿no? —con una expresión de ofendido Kanon mira a quien sin querer se había convertido en el cómplice de sus bromas.
El Toro sin ser capaz de hablar mira al cisne, incluso le muestra que él tiene una bebida igual, aunque al no poder aguantar más se da media vuelta y se ríe —perdón... perdón...yo...lo siento tanto...—repetía en su mente. El alcohol estaba haciendo estragos, lo sabía pero ya no había vuelta atrás.
—Esta bien... pero solo uno —dice antes de que bebiera de un sorbo todo el contenido del vaso. Al ver que lo había conseguido el Géminis menor guiña su ojos y le hace señas para que fueran a buscar su próxima víctima. El otro caballero de bronce.
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El santo de libra mira su mano mientras se acerca a la escalinatas de su templo en dónde se sienta, necesitaba asimilar lo ocurrido y tener un poco de tiempo a solas con su prometido. Si era verdad que alguna vez había pensado en casarse, pero por como era Shion y debido a la ultima discusión, lo había descartado, no quería que su relación se volviera una en la que todo fuera discusión y no fuera posible entenderse.
—Dohko... ¿estas bien? —era extraño ver a alguien cómo el chino tan callado y sumido en sus pensamientos. Al parecer la propuesta había sido todo menos perfecta.
Lo voltea a mirar y estira su brazo para que se acerque —no... no puedo estar bien...
—¿Eh? ¿Qué quieres decir? ¿Dije algo indebido? —se pone enfrente de este y lo mira angustiado —Dohko... pero yo pensé que era lo que querías... ¿Acaso lo entendí mal? Yo... yo... si es así te pido que olvides...yo.. yo...
Niega con la cabeza y se levanta para tomarlo de los brazos y jalarlo, haciendo que quedara sentado entre sus piernas —nada de eso... no puedo olvidar tus palabras... más de 200 años soñando con que estoy contigo, con que puedo ser más que tu amigo... No Shion eso si que no... Te comprometiste conmigo y nada, ni nadie va a cambiarlo— habla serio —¿O que esto es una especie de broma?
—Si claro como si yo fuera capaz de hacer tal cosa —las ticas de frente parecen juntarse mientras que sus ojos se muestran furiosos — ¡eres un idiota¡ En esos más de 200 años no has logrado madurar.
Sonríe al verlo —. No lo decía enserio... aunque me encantaría que me demostraras que no es ninguna broma.
—¿A sí? ¿Y cómo? — lo mira fijamente.
Con una sonrisa traviesa se acerca a su rostro — ¿Cómo crees? — susurra antes de besarlo mientras que lo abraza juntando sus cuerpos. Una posición bastante vergonzosa, pues estaban en las escaleras, Shion estaba casi que horcajadas sobre Dohko.
—Dohko... —susurra intentando recuperar el aliento.
—Bien vamos a tu casa —como puede lo alza.
—¿¡Te volviste loco!? No podemos irnos así como así , además... ¡Bájame! —comienza a patalear.
—Cariño, te puedo decir con toda la seguridad que nadie va a notar que nos fuimos, cada uno anda ocupado en sus asuntos— lo baja—, anda Shion mira que he querido estar todo el día contigo y ahora tengo más motivo para terminar este día a tu lado... vamos a la sala del patriarca... —lo mira con algo de perversión—, anda... solo por esta noche olvídate de lo que eres, de tus obligaciones, olvida que hay más personas... Ahora solo existimos tu y yo... nuestro amor...—alcanza a decir antes de que el peliverde corresponda su mirada y opta por tomarlo de la mano para enseguida hacerlo correr.
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Piscis toma aire y se sienta, estaba molesto, su adorado cangrejo lo había dejado solo, seguramente había ido en busca de más licor —eso ya parece un vicio... —mira al techo, estaba hartándose de la situación, sobretodo porque mientras él estaba allí solo, las demás parejas estaban juntas, hablaban, incluso los más santicos acababan de salir de libra.
—¡Mi amado Afrodita! —la voz algo enredada de Deathmask se escucha, aunque solo hace que el malestar que sentía el peliceleste aumente. Ya se lo había advertido, así que sin dar más esperas se levanta y se dirige a la salida.
—¡Afrodita! oye no te vayas —lo sigue y lo toma por el brazo—. Sí, sé que estas molesto porque no te hice caso, pero... mírame, no estoy ebrio... si bebí pero estoy consciente de todo, es más te escuché y estoy dispuesto a hacer todo lo que me pidas... Si quieres un amor con el de su ilustrísima y Dohko, yo te lo doy...
—Sólo dices eso porque estas ebrio— señala sin mirarlo—, no quiero eso... yo no quiero más esto Death...
—Afrodita, tú me conoces... puedes al menos mirarme... si de verdad crees que estoy ebrio mírame y sal de esa duda... Si es verdad que hablo por mi condición te lo juro por Athena, a partir de mañana no sabrás de mi.
Los ojos del décimo segundo vsanto se abren debido al asombro. Nunca le había dicho nada parecido.
—No tengo un anillo, no tengo nada planeado pero puedo prometerte aquí... —se detiene justo enfrente para verlo a los ojos— que desde ya voy a planear nuestro compromiso, nuestra boda... será mejor que la de su ilustrísima... —sonríe y lo mira a los ojos —después de todo se trata de ti... el caballero más hermoso, el mejor... ¿me crees? De hecho si me demoré, fue porque fui a prepararte algo especial— le muestra la bebida—, ¿recuerda que la otra vez que estuvimos bebiendo en piscis me dijiste que te gustaban los cocteles? Bueno aquí esta el que te gustó esa ocasión.
—Eres un idiota Death... pero eso es lo que te hace especial y indiscutiblemente me gustas, así que ven, brindemos, que esta fiesta no sé a acabado aún. Tenemos que organizar un compromiso, con propuesta y todo ¡Ah¡ mejor hacer una lista.
Al escucharlo se bebe la cerveza de un solo sorbo, ya medio se imaginaba lo que le esperaba.
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—Shaka... perdón — Mu trata de alcanzarlo —Kiki se quedó dormido y tuve que dejárselo encargado a Shunrei, por si se despierta —dice y baja la mirada al notar como Virgo su camino—.Entiendo si ya no te interesa estar conmigo.
Lo voltea a mirar y regresa —Eso nunca va a pasar... la única persona que me interesa en el Santuario eres tú... por ti sería capaz de todo, pero no quería que te sintieras presionado... No puedo dejar que los comentarios del Patriarca me sigan afectando... —toma sus manos —.Mu... yo te esperaría el tiempo que tu quieras... hasta que estés listo... hasta que decididas dar el siguiente paso...
Niega con la cabeza repetidamente— no deseo esperar más... así mi Maestro me odie por esto, pero si no es contigo no es con nadie... —se aproxima al rubio.
Sin necesidad de decir o hacer algo más ambos santos descendieron de libra a virgo en donde muy seguramente pasarían la noche.
—¡Oh! Vaya... hasta que por fin —comenta Aioria mientras sale detrás de una de las columnas en compañía de Shura — me alegro por ellos... se estaban tardando...
Niega con la cabeza —Tú y yo deberíamos hacer lo mismo que ellos he ir a Leo o a Capricornio... o pues podemos terminar aquí lo que ya hemos comenzado... —lo vuelve a arrinconar para besarlo.
—Aioros va a matarte... solo voy a decirte eso...
—Si bueno, entonces no hagas ruido y ven... —lo hace esconder, aprovechando que debían evitar que los vieras o escucharan, lo acerca tanto cómo puede a su cuerpo y lo besa y lo toca.
—Saga... ¿por qué actúas así?
—¡Me desesperada! ¿A dónde se supone que se fue ahora? —pregunta poniendo la manos en su cabeza—. Suficiente con Athena y el Patriarca lo dejen estar aquí... ¿Es mucho pedirle que se comporte?
—Saga, Kanon no estaba haciendo nada malo, sí estaba bebiendo pero no de manera desesperada, de hecho estaba con Aldebarán, deben andar por ahí. Los escuché se andaban retando y hablando de lo que ganarían y demás tonterías— suspira—. Eso es bueno, se está llevando bien con los demás caballeros, ¿qué no era eso lo que tanto querías? ¿Qué le perdonaran sus errores? Bueno se está llevando bien con Milo, con Aldebarán , con Mu, incluso con mi hermano... eso es un avance.
Lo mira por unos momentos —Tienes razón... no puedo seguir así... tengo que recuperar mi relación con Kanon...
—Si... es difícil... mírame a mi con Aioria —baja la mirada —aunque no es grave, pero sé que no será sencillo. Tú y yo tenemos un problema... No pudimos compartir como se debía con nuestros hermanos... no sabemos cómo tratarlos.
—Aioros no creo que...
—No Saga, yo sé que de aquí en adelante va ser difícil que Aioria y yo nos pongamos de acuerdo en varias cosas. Ya no es un niño, él tiene una forma de pensar, de ver la vida... —suspira
—No tienes que ponerte así... —lo abraza—, estoy aquí... te ayudaré, te acompañaré... —lo besa.
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Finalmente estaban en el ultimo templo, entre besos y abrazos se dirigían a la habitación del Patriarca. Una vez allí y a pesar de la diferencia de estaturas, Dohko deposita con cuidado a Shion en la cama.
—Sabes... me siento algo nostálgico... —susurra y lo mira.
Levanta una ceja —¿Eh? ¿por qué?
—No he podido dejar de recordar en los demás... desde que pensaba en como te haría la propuesta, no puedo evitarlo...—suspira—, antes de ir a alguna misión fui testigo de las promesas que se hacían, de los "te veo al regreso" y luego se besaban... o también de los "te amo"... y luego ya no hubo una próxima vez. Sé que así eran las cosas pero no deja de ser triste...
El santo de Libra cierra los ojos y niega con la cabeza— sé lo que sintieron... sé lo doloroso que es saber que aquellas promesas no se cumplan... Yo también te perdí Shion y fue toda una tortura...
Deseé morirme también, quería arrancarme el corazón para acabar con todo lo que sentía y no sabía cómo controlarme —se sienta en la cama aun con los ojos cerrados, afligido.
—Cariño... Dohko...— se sienta y hace que lo mire —no quiero que recuerdes esos momentos, no quiero que vuelvas a sentir eso... —toma sus manos y las pone en su pecho— siente mi corazón... late así por ti, porque existes, porque puedo verte, tocarte y besarte. Tú me llenas de vida... —lo mira a los ojos—, no importa bajo que circunstancia estemos... yo siempre te haré saber de que te amo...
—Suena demasiado cursi, pero es lo más lindo que puedes decirme— se aproxima y lo besa —, desde que te conozco hasta este momento, has sabido como volverme loco.
Lo rodea con sus brazos y se pone encima— ¿tú siendo cursi?— profundiza el beso — eres demasiado tierno Shion... — susurra al separarse por pocos centímetros acaricia sus mejillas — .Ese sonrojo te sientas tan bien... pero, ¿A qué se debe? —levanta una ceja —no está haciendo calor, ni bebiste...
—No, tú te ofreciste a beber por ambos— tuerce la boca—. Como todo un irresponsable, tu y tus ganas del llevarme la contaría— se cruza de brazos y desvía la mirada sonrojando aun así.
Ríe y aprovechando que parte de su cuello queda expuesta, se aproxima y le da un pequeño beso—.Ay Shion... eres adorable— al tiempo que se dedica a saborear la piel de su cuello sus manos se pierden entre la túnica que usa—, me gustas tanto...
—¡Mmhh! Dohko sabes que...!ah! No me gustan los chupones— entrecierra sus ojos.
—Me dijiste en el cuello, pero no dijiste nada de otras partes...—como puede trata de desvestirlo y le deja un par de chupones en los hombros y la clavícula—. Igual tú puedes hacer lo mismo... no me importa que otras personas sepan que tengo dueño...
Frunce el ceño —¡Ush Dohko!—Lo empuja con algo de fuerza—. No puedo creer que te acuerdes de ese tipo de cosas...—niega repetidamente con la cabeza—. Yo te dije eso porque tú seguías con esa tontería de celarme y de creer que entre Albafica y yo había algo más... ni los puños que te dio Manigoldo fueron suficientes... casi te rompe la nariz ¡Que necio!— toma un poco de aire— de solo recordarlo...
Ríe— lo siento... pero mira que tengo buenos recuerdos y además uso tus palabras para provocarme, así como tú lo hiciste conmigo... — lo toma con cuidado de las mejillas y lo besa.
—En ese caso...—con torpeza y con rapidez se deshace de la parte superior de las ropas de Dohko. Teniéndolo así no se guarda en lo más mínimo sus ojos lujuriosos, esos que tenía que ocultar la mayor parte del tiempo cuando su pareja le daba por andar medio desnudo por el Santuario.
Pone sus mano sobre los pectorales del Chino mientras que su boca se concentra en el cuello, besándolo y mordiéndolo sin el menor cuidado — que apetecible resultas ser... — murmura.
—¡Hey! ¿Estas seguro de que eres un borrego?
Lo vuelve a morder a modo de venganza— ¿y tú no que eres un tigre?
—Vaya, pero mira nada más... qué manera tan peculiar de provocarme— sonríe—, ¿No bebiste?
—¡No! Sólo intento mostrarte una faceta que no te he permitido conocer, por vergüenza y porque... bueno soy el patriarca, tengo que cuidar mi imagen —menciona con sus mejillas ardiendo completamente avergonzado.
—No la cuides si estamos solo los dos... —lo toma por la cintura y lo acerca a su cuerpo, entrelazando las piernas de ambos rozando peligrosamente sus entrepiernas— quiero conocer todo de ti.
—Es lo que intento... —siguiendo sus palabras, se inclina acercándose a su prometido quería besarlo y que de alguna forma se callará, aunque estaba lejos de ser un beso casto, su lengua rápidamente se abre paso encontrándose así con la de Libra, para enredarse.
Esta bien que de vez en cuando fuera el lemuriano quien tomara el control en la intimidad, después de tanto tiempo, era más que necesario. Disfrutando tanto como era posible de aquellos besos tan demandantes, enreda sus manos en aquella verde y esponjosa caballera— te deseo... ¡Agh!— jadea al cortar el beso tomando un poco de aire para volverlo a besar— te deseo como no tienes ideas... podrían pasar otros 200 años, e igual lo seguiría haciendo.
Jadea —lo mismo que yo a ti ... —lo mira detenidamente, para su ilustrísima no le era difícil perderse en aquellos ojos verdes. No recordaba bien en que momento se había enamorado de esa manera, solo sabía que desde siempre se habían llevado bien, que su relación con Dohko siempre había sido especial, que quizás si habían tenido que reprimirse por ser santos dorados, pero que de igual forma, la misma Athena al momento de volverlos a la vida les había sugerido, que dejaran atrás todo lo malo, que ya no se castigaran por los errores, que más bien se permitieran experimentar otro tipo de sentimientos, era otra época y ellos tenían más libertades.
Con desespero, con esa innegable necesidad de sentir a su pareja, desliza lentamente sus manos por su pecho y abdomen, delineando con los dedos sus músculos. A diferencia de lo que muchos pensaban, el patriarca aún conservaba su bien formado cuerpo. En realidad no tenía nada que enviarle a los demás santos dorados— Dohko... —se muerde el labio casi que lastimándose.
El roce de ambas entrepiernas era cada vez más excitante y tortuoso. Siguiendo la premisa de que él era el dueño de Dohko no espera más y termina por sentarse en las piernas de este, comenzando a frotarse — Mmmhhh... —al escucharlo se aproxima a su cuello y hombros para besarlos, lamerlos y morderlos, quería probar y marcada cada pedazo de piel que tuviera a su alcance.
—S-Shion... ¡mmmhhh!—lo llama en medio de gemidos entrecerrando sus ojos.
—¿Eh? ¿Qué tan excitado estás? —pregunta cerca de su oído y dirige su mano hasta su abultada entrepierna para palparla.
—¡Aaaghh! Esto es...—no lo deja hablar pues lo besa, aunque eso no le impide gemir.
—Dohko... tú siempre haces todo... —susurra—, hoy es tu cumpleaños... ¡sí! aún no es media noche... así que yo me ocuparé de darte todo el placer que sé quieres...
Esta nueva faceta, era demasiado agradable y se lo hizo saber dándole una nalgada.
—¡Oye! —le agarra el brazo y se levanta —eso no estuvo bien... —lo mira serio por breves segundos antes de arrodillarse entre sus piernas —. Te estás tomando atribuciones que no te corresponder Dohko de Libra —. Le habla con ese tono de voz que generalmente usa cuando va a llamarle la atención a algunos de los santos dorados por haber hecho algo malo.
—Lo siento su ilustrísima, pero es que debajo de toda es ropa se esconde un redondo y bien formado trasero — comenta como naturalidad — y vaya que eso lo sé bien...
¡Agh! Libra y sus comentarios, siempre lograba avergonzarlo.
—Lo siento, solo fui sincero, pero dale tú has todo lo que desees. Yo encantado de conocer a este sexy y pervertido borrego.
Toma aire y le jala el pantalón para bajarlo, sabía cómo era Dohko pero aún así habían cosas que lo avergonzaban en la intimidad.
—Ya está bien... no quería molestarte— se levanta para que así sea más sencillo bajarle el pantalón y liberar su miembro.
Toma aire —Yo... quisiera ser como tú... —lo mira desde su posición, eso era excitante.
—¿A sí? ¿Y cómo soy su ilustrísima? —sonríe apenas atento a sus gestos y movimientos.
Jala su pantalón y lo hace sentarse en el borde de la cama, aun con una expresión seria, no había sido capaz de responder.
—Con cuidado... Shion, además... si no me respondes ahora, te preguntaré a todas horas, hasta que lo digas, no me cuesta nada ser insistente contigo.
Lo mira y niega con la cabeza acomodándose entre sus piernas para enseguida con ambas manos agarra su sexo.
—¡Aahh! S-Shion... — cierra sus ojos ante la sensación. No llevan mucho tiempo sin hacer el amor, pero bueno ese día tenía más de un motivo para hacerlo, además de ver a aquel ex santo dorado, que trata de mostrarse frente a los demás como alguien serio actuar tan desvergonzadamente. Qué excitante era.
Lo masajea primero antes de abrir su boca para introducirlo poco a poco.
—B-Borreguito... Aaahh que bien se siente tu boca... —cierra sus ojos y manda su cabeza hacia atrás disfrutando de la sensación—. Tan caliente... mmmhhh...
Sentía vergüenza, actuaba de la forma que generalmente criticaba de los caballeros dorados a los que desgraciadamente había encontrado, en algunas situaciones que hubiera preferido no ver nunca. Jovencitos hormonizados, descarados e irrespetuosos. Bueno viéndolo de otra forma, no era malo de vez en cuando dejarse llevar por sus oscuros deseos, además de complacer al dueño de su amor. De eso quería converse pronto; poco a poco fue intensificando el movimiento de su boca lamiendo desde la base hasta la punta, tragando tanto liquido pre-seminial como podía.
Lo llamaba entre gemido empujando su sexo cada vez más adentro de la boca de su amante, incluso se atreve a tirar de su pelo— Shion... borreguito ¡aaahhh! no pares... ¡aahhh! —sabía que no le faltaba mucho para terminar y quería hacerlo en su boca— ¡Aaaaahhh! ¡qué rico! ¡Aahh!
Definitivamente Dohko era un completo descarado, su voz, la forma cómo le hablaba y lo que le pedía. Ese hombre, era encantador, era... —¡Aahh! —aprieta sus ojos llorosos mientras que de su boca escurre una mezcla de saliva y semen. El que se hubiera corrido de esa forma lo hace toser varias veces y hasta bajar su cabeza para cubrir su boca
Toma un poco de aire y fija sus ojos en su prometido—¿Shion? —baja de la cama y lo toma con cuidado de las mejillas— cariño... cariño, ¿estas bien? ¿Te... te lastimé?
Permanecía con os ojos cerrados mientras recuperaba el aire y terminaba de lamer de la comisura de sus labios los restos de semen, aunque tenía la mano cubriendo su boca— s-si...— susurra.
—Shion, yo... lo siento... parece que es verdad, yo me estoy tomando bastantes atribuciones que no...
Abre sus ojos —no digas tonterías Dohko... ¡continuemos! —se le acerca y lo besa —ven, volvamos a la cama— le sonríe y se levanta.
—Por favor Athena que esto no sea un sueño... —repite un par de veces en su mente mientras se levanta. Shion se deshace por completo de su ropa y lo mira.
—Ven... mi amor... —estira su brazo.
Igualmente termina de desnudarse— s-si... —toma su mano— ¡Ahh! ¡Shion!
El peliverde lo hace quedar sobre él —quiero ser como tú... que no piensa nada... solo haces las cosas como quieres, como te parecen.... Como crees que es mejor, como te gusta...Así como ahora...—sonríe —tómame... —fija sus ojos en los del oriental —quiero pertenecerte...
Era imposible negarse ante esa invitación, le sonríe con perversión y lo besa, comienza de forma lenta mientras que sus manos bajan hasta las piernas del lemuriano, acaricia sus muslos al tiempo que intensificaba el beso —eres perfecto....
Ubica sus piernas a lado y lado de la cadera, uy que ganas de sentirlo, de solo imaginarlo sentía la excitación recorre su cuerpo. Acerca los dedos a las boca de Shion. Si quería que la noche culminara de la mejor forma debía hacerlo bien, debía cuidar lo que más amaba. Tenía que manejar todo su autocontrol.
Desliza su dedo ensalivado hasta aquella aquel lugar que tanto se moría por hacer suyo una vez más — tu ya me perteneces... — susurra besándolo mientras que comenzaba prepararlo.
Su cuerpo se tensiona y gime, aferrándose a las sabanas de su cama.
—Por favor Shion... —lo mira y busca la manera de hacer que se relaje y tranquilice. Dirige su boca a su cuello.
Era demasiado, la poca cordura que le quedaba se desvanecía ante cada beso, ante el movimiento de aquellos dedos en su interior.
Su mirada, sus gestos, era de esas imágenes que deseaba conservar en su mente para siempre. Necesitaba mas, de su cuello bajo a su pecho, para morder sus rosados pezones.
—¡Aaghh! —las mejillas sonrojadas, sus ojos cada vez más brillantes, pura lujuria era lo que se reflejaba —D-Dohko... ¡ugh!
Se detiene por un momento —¿Si cariño? ¿necesitas algo?
—¡Aaahh! A ti...Hazlo... aahh h-hazlo tú...
—Pero Shion... todavía no...
—¡No hables! ¡solo hazlo! —lo mira fijamente.
Suspira y niega con su cabeza, sacando los dedos, para enseguida tomar su sexo y ponerlo en su entrada— si ser el causante de tanta excitación es un pecado, yo asumiré toda la responsabilidad, no me importa, las consecuencias... Ay mi amado Shion.... Te amo, amo cada una de tus facetas... amo todo lo que eres— asegura besando sus labios mientras que su sexo iba penetrándolo—. Amo todo lo que me haces sentir.
—¡Mmmghhh! —su cuerpo se contrae y aprieta sus puños hasta lastimarse.
—S-Shion... —lo llama —tu interior... ¡aahh!
Lo rodea con sus brazos y con sus piernas. Aun tembloroso y con sus ojos llenos de lagrimas intenta sonreírle— te amo... te amo tanto Dohko... te amo mi lindo tigrecito.... ¡Ahh! A-Ahora comete a tu presa... —murmura de forma provocativa. Quien dice que con tantos años de conocerse, de estar juntos no tienen sus juegos y hasta sus fetiches.
—Tienes razón... es mi turno — una vez lo termina de penetrar, comienza con suaves pero profundas estocadas mientras que su boca regresa a sus pezones morderlos sin el mayor cuidado.
—¡Aaahhh! —poco a poco el dolor se convertía en una sensación de placer un descriptible. Los gemidos iban en aumento. Bueno la ventaja de estar hasta el final de las doce casas. De hecho como Shion era cuidadoso, se encargó que durante la reconstrucción del Santuario, su habitación quedará bien apartada de la salida a la casa de Piscis. Conociendo lo chismoso que podía llegar a ser Afrodita era mejor así. Aunque todos supieran que eran pareja con Dohko, tampoco era para qué se enteraran de su intimidad. Lástima que no fuera algo reciproco; al cangrejo y al pez era a quienes más debía llamar la atención pues a veces se les olvidaba que no vivían solos, que el paso por cáncer y piscis era obligatorio y pues había especio para cada actividad— Dohko... m-me gusta aaahhh....
Lo embiste con más fuerza, la fricción de su hombría con el interior de su pareja ,era la sensación más exquisita que podía existir. Disfrutaba hacer el amor como si fuera la primera vez. Conocía a Shion, sabía sus puntos débiles, sabía cómo doblegarlo, y cómo hacerlo disfrutar.
Sin salir de su interior, lo levanta para cambiar de posición, quedando entonces el peliverde encima suyo. Deseaba que ahora fue su adorado borrego quien llevará el ritmo de las embestidas.
—¡Aaaahhh! —pone sus manos a lado y lado de la cabeza del Chino para apoyarse y empieza a moverse con rapidez, subiendo y bajando con la rapidez y la fuerza que podía — ¡uuhh! Así... ¡aaahh! — lo mira con lujuria.
—¡Mmghh! S-Shion... aahh terminaré pronto si ¡aagh! Lo haces a ese ritmo.
—Es lo que quiero... — lo besa tratando de acallar los gemidos de ambos — lleguemos los dos mi amor... aaahh... al tiempo mi Dohko.
Como era de esperarse entre embestidas el sexo de Dohko termina por golpear el punto G de Shion haciéndolo gemir sin control, lo que produce además que su interior se contraiga con violencia mientras expulsa su semen manchando sin cuidado el abdomen de ambos.
La fuerte contracción hace que igualmente llegue al clímax — S-Shion... — se acerca y lo besa o trata mientras termina— te a-amo... —susurra —gracias por hacerme tan feliz.. —se deja caer de espaldas en la cama mientras que el lemuriano lo abraza y se queda encima tratando de recuperar el aliento y algo de fuerzas.
—Feliz cumpleaños... Dohko — murmura mirándolo apenas acomodándose como podía en su pecho.
En aquella habitación ahora reinaba el silencio, se escuchaba la respiración parsimoniosa de la pareja de prometidos. Así duraron por un largo tiempo, hasta que libra con mucho cuidado ayuda a su amado carnero a acostarse a su lado. Sabía que era mejor que se quedará boca abajo —siempre estas cuidándome...
—¡Claro! Es normal... eres mi pareja, mi prometido, pronto mi esposo, así que es algo debo hacer — sonríe y quita algunos mechones de su frente y mejilla que habían quedado allí por el sudor. Quería ver su bello rostro.
—Aun no me lo creo... —toma su mano y lo aprieta
—Si, Es que fue maravilloso... — susurra y lo mira de costado —, pero... ¿por qué no pareces feliz? ¿Shion?
—Si soy feliz, pero tengo miedo... — abraza la almohada que tenia en su cabeza.
—¿Miedo? — se sienta — ¿A qué? Y por favor no me vaya a decir que es por que Mu está con Shaka y...
Le lanza la almohada —¡ay no! Y no me hagas hablar de eso, a menos que quieras que me moleste — lo mira serio —, no me amargues la noche.
—Era solo un comentario —ríe —, pero entonces dime aquello que te asusta cariño.
—No quiero dormir... —niega con la cabeza —¿Qué tal si me duermo y al despertar estoy junto con los demás caballeros planeando la supuesta traición a Athena? ¿Qué tal si apenas comienza la guerra santa? ¿Y si todo esto es un sueño o una ilusión? —Shion hablaba con angustia.
—No mi lindo borreguito, esto que ves es la realidad, Athena nos revivió hace más de 4 meses... estamos juntos como siempre lo deseamos...
—Dohko... —le sonríe y besa su mejilla.
—Te garantizo que al amanecer lo primero que veras será a mi a tu lado... y no solo en la mañana, sino cada día, de aquí en adelante... — indica abrazándolo —, cariño... no quiero que pienses nada malo... — lo besa.
—Esta bien...— lo atrae le pasa su brazo por su cuello en un intento por abrazarlo— descansa... mi lindo tigre...—susurra aunque inevitablemente ríe.
—Ya verás... mañana en la mañana me vengaré —lo mira desde su posición con una especie de puchero.
Ambos estaban agotados, fue cuestión de minutos para que quedarán dormidos. Demasiadas emociones y la situación en si, había sido bastante para un solo día.
En la mañana, el Patriarca comenzó a removerse, sus manos se mueven como queriendo acercar y abrazar a su amor — D-Dohko...— susurra mientras lo busca y rebusca en la cama — amor... — aún con sus ojos cerrados, su expresión se transforma de una tranquila a una de angustia.
—¿Qué tal si me duermo y al despertar estoy junto con los demás caballeros planeando la supuesta traición a Athena?
—No... Dohko... —susurra y sin poder evitar que ese temor fuera verdad, se despierta de golpe ¡ Dohko! —exclama mirando su alrededor. Para su desgracia estaba sólo, la cama, la habitación, todo estaba ordenado, incluso el lado de su cama—No...—sintiendo su corazón latir como loco y como sus ojos se llenaban de lágrimas, cubre sus ojos y deja escapar un par de sollozos—Dohko... ¡nooo! No puedo ser... —gimotea —¡Ay Dohko! ¡Pero tú me dijiste...!
La puerta se abre y allí aparece Dohko con una bandeja con comida para los dos— ¡Buenos días mi amor! tengo una sorpresa para...— la alegría del castaño desaparece al encontrarse con esa escena. Shion abrazaba sus piernas mientras que lloraba completamente desconsolado mientras lo llamaba de forma desgarradora —¿Shion? — entra y deja todo a un lado—¿Qué sucede mi lindo borrego? —lo abraza —¡vamos habla! Shion por favor... ¿Qué sucede? ¿Te...Te..? ¿ Shion hice algo malo? ¿te lastimé?
Al escucharlo y verlo lo abraza con fuerza—¡Noooo! Pero me asustaste y me mentiste Dohko... —habla en medio del llanto—.Desperté y no te vi...
—¿Eh? —frunce el ceño—, no cariño no es eso, pero levanté hace rato. No quise despertarte porque te veías tan lindo dormido... fui a prepararte el desayuno, pero tú nevera está desocupada —limpia las lágrimas—. Como aún era temprano pensé que alcanzaba a ir hasta libra antes de que despertaras... estando allí Shunrei me ayudó a preparar todo y me mandó de regreso con todo esto...— señala la bandeja—. Shion, perdóname yo no quería hacerte sufrir...
El peliverde limpiar sus ojos y mira a su pareja—. No me hagas algo así Dohko... Nunca mas.
Lo abraza y juega con su pelo tratando de calmarlo— mi Shion... jamás voy a separarme de ti... — besa su frente y permanecen así por un tiempo. De hecho Shion termina por quedar recostado sobre las piernas de Dohko.
—Lo siento... todo lo que tu hija preparó...
—¡Ah! No te preocupes —no lo deja terminar de hablar—, anda ve a arreglarte y vamos a la cocina a calentar todo y lo comemos, está delicioso.
Se levanta— está bien, además no puedo quedarme en la cama todo el día, tengo asuntos de los cuales ocuparme.
Niega con la cabeza — Shion es temprano aún, es mas ahora que bajé hasta libra, pues...
—¿Qué? — se acomoda la bata mirándolo.
—Todos duermen, o la mayoría, uno que otro andaba preparando el desayuno del otro o algo para la fuerte resaca o para... bueno... — comenta con una sonrisa forzada —, la fiesta se extendió un poco y algunos parece que la siguieron en sus respectivos templos — para evitar problemas, al menos por ahora no revelaría nombres, ni templos, ni nada de lo que encontró o de lo que se enteró de camino la séptima casa.
No siempre se contaba con el permiso su Santidad para desorganizarse, eso lo sabían bien y bueno es que a pesar de todo pues los caballeros dorados eran jóvenes con ganas de disfrutar de su nueva vida.
Toma aire se soba la sien y sin mas va a bañarse mientras que Dohko toma la bandeja— te espero en la cocina cariño... —sale de la habitación y se concentra —Cumplí con mi parte del trato... ahora voy a lo distraerlo mientras ustedes se encargan de todo el desastre... hoy se quejan pero ayer los que querían fiesta eran ustedes así que nada de lamentos, ni reproches... Además no pueden negar que la pasaron bien... y hablo de todos sin excepción...jajajaja y si les parece tan terrible pues no vuelvan a proponer fiestas —con esa expresión de divertirse va la cocina a organizar el desayuno de su prometido—, tengan en cuenta además que no me he referido al tema de haber intentado emborrachar a Hyoga y a Shiryu... se los perdono... no deberían quejarse. Soy demasiado amable con ustedes...
—Amor... Dohko... —sale de la habitación con la toalla enrollada en la cabeza—¿sucede algo?
—No... —niega con la cabeza —estaba alistando la mesa para que desayunáramos... sé que generalmente estamos los dos, pero definitivamente este tipo de momentos debemos disfrutarlos más, es de los pocos en los que podemos compartir sin hablar de nada que no sea nosotros dos.
—Esta bien —lo abraza por la espalda—. Me gusta cuando soy más que el serio Patriarca del Santuario... cumple tu palabra, ¿Sí?
Lo mira— mi amor... te voy a cumplir cada una de mis promesas, desde las más pequeñas e insignificantes, hasta la más grandes y de las que dependan todo —gira su cabeza para verlo mejor— te amo Shion... —lo besa.
***FIN****
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Bueno, aunque un poco tarde, pero aquí esta la segunda parte de este mini fic. Siempre quise escribir algo sobre esta bella pareja, solo que no pensé que fuera tan pronto. Por cierto quizás y les queden algunas dudas de algunas parejas o situaciones que tratan en este fic, pero bueno es algo que estoy desarrollando o que voy a desarrollar en lo que escribo o pienso hacer más adelante.
Como siempre gracias por seguirme, por leerme, por apoyarme, eso significa mucho para alguien que de alguna forma se apartó de todo este mundo porque se sintió insegura.
Sigo aquí, con muchas ganas de seguir escribiendo y de compartir con ustedes.
Qué bonita forma de terminar este mes, sin pensarlo, con un fic para mi bello Dohko.
Mucha suerte disfruten de estos días, sean felices, hagan lo que les gusta, claro no si que eso implique lastimas a nadie.
Nos veremos pronto, yo aun tengo 2 fics de saint seiya que seguir y cuando tenga algo más de tiempo aspiro a seguir con las ideas que tengo escritas en mi cuadernito de saint seiya / dragonballz que me regalaron en un concurso jajaja allí trato más temas no solo trabajo y cuentas que pagar, sino escenas, diálogos y algunas mmmm sinopsis que surgen mientras estoy trabajando o en mi hora de descanso :)
Gracias y hasta la próxima.
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