René

Recuerdos e imágenes latentes en mi memoria.

Ayer, salí del hotel, caminaba por la calle nevosa cuando la vi. Estaba de pie junto a su auto, en medio de la carretera. La nieve caía suavemente sobre ella, creando una capa blanca sobre su cabello y su ropa. Su piel era pálida y sus mejillas estaban sonrojadas por el frío.

Se veía hermosa. Tenía el pelo largo y rubio, ojos verdes y una sonrisa radiante. Pero lo que la hacía aún más hermosa era su determinación. Estaba decidida a arreglar su auto, sin importar lo frío que estuviera.

Me acerqué a ella.

 - ¿Necesitas ayuda?-le pregunté.

Ella me miró y sonrió.

- Gracias -dijo- Sí, me ayudaría mucho.

Me ofrecí a echarle una mano. Empezamos a revisar el auto, buscando el problema.

Era un trabajo duro, pero lo hicimos juntos. Después de un rato, encontramos el problema. Era una manguera del radiador que se había roto. pero, logramos repararla. Cuando terminamos, el auto estaba funcionando de nuevo.

Ella me miró con gratitud. 

- Gracias -dijo. No sé qué habría hecho sin ti.

Waooo una palabra mágica para mi.  Me sonrojé.

 - No hay de qué - dije- Me alegro de poder ayudar a una dama en apuros.

Le pedí que me encaminara hacia el hotel pero casualmente ella también se dirigía allí.  Cuando llegamos, antes de despedirnos,  me regaló una muestra de dulce de chocolate como me gusta, nos despedimos y me fui. Pero no aún no puedo dejar de pensar en ella.  Era una chica hermosa, pero lo que más admiro es su fuerza de voluntad y determinación. Era una mujer que podía enfrentarse a cualquier desafío y salir victoriosa.

... ... ...

Hoy, después de una larga reunión con parte de la junta del hotel para informarles sobre el problema tecnológico ya resuelto, pues no dormí en toda la noche, para implementar el nuevo proyecto tecnológico en el hotel. 

 A la salida, me reuní con mi niña y Sofía, frente al área de patinaje, nos sentamos en uno de los bancos.   Ketleen me contó de haber conocido a una amiga; dijo que era una chica hermosa de ojos verdes, que le regaló chocolates porque no había encontrado helado en el restaurante, ¡qué casualidad!, sin embargo, Sofía estaba irritada porque no había podido pasar tiempo con ella, y además el chisme de que la niña estaba hablando con una extraña.

- Papito, por favor cuando termines tus negocios ¿podemos ir a donde mi amiga en Templin?

- Claro que si mi niña, será antes de irnos.

Sofía me miró de reojo y me dice...

- Entonces, ¿cuándo pasarás tiempo conmigo? necesitamos hablar algo sobre la boda.

No le contesté nada.  No se porqué simplemente con escuchar su voz, ahora sentía a Sofía irritable, ¿qué me estaba pasando? mi mente rápidamente presentó nuevamente la imagen de aquella chica de ayer, de ojos color jade como su nombre, ¿cómo olvidarla?

-Disculpa, ¿qué me decías?

- La verdad que no te conozco René ¿Qué te pasa? ¿En qué estás pensando?¿No escuchaste nada de lo que te dije?

Estaba irritada y con razón, la verdad no le presté atención, en estos momentos no me interesaba saber nada de planes de boda ni de casamiento y menos con ella, no me agradaba en lo absoluto.

- Perdón Sofía, no escuché nada.

- ¿Sabes René? Haz lo que quieras... Sabes muy bien que me necesitas para tus negocios, estoy cansada de que no me prestes atención.

Se levantó casi prendida en fuego y se alejó hacia el hotel,  Ketleen y yo nos dimos una mirada de cómplices y reímos a la vez; nos quedamos  disfrutando del lugar. Sin importarme que se fuera, me sorprendo porque siempre la sigo, pero hoy no me ha importado... ¿será que me he enamorado de esa joven? No puedo dejar de pensar en ella.  Tengo que verla de nuevo.

Jade

Con el incidente de ayer con la aparición de Raúl, casi no pude dormir, aún así, llegué temprano a la dulcería, pero la verdad no dejaba de pensar en ese joven que conocí, y que me ayudó con el auto.  Me pasaron tantas cosas, porque por otro lado la niñita hermosa que también conocí y que me dijo que le había pedido una madre a Santa.  

Pero era mejor alejar un poco esos pensamientos y en concentrarme a realizar los pedidos junto a Julia, que ya me esperaba para saber los pormenores de mi viaje a Berlin.

- Y, por fin Jade, ¿vas a contarme?- me dice un poco intrigada- llegaste hoy,  y veo que estás en las nubes ¿qué sucedió ayer en el hotel con las muestras?

- ¿Podemos tomarnos unos minutos?-le digo- Tengo mucho que contarte.

- ¡Claro! eres la jefa, así que, háblame, pero también tomaremos una  tasa de te.

Buscó las dos tasas de te y se sentó frente a mi.  Empecé a contarle desde el momento que el auto decidió dañarse en  medio del camino, luego lo sucedido en el hotel.  Me miraba sorprendida y entre veces cambiaba la expresión d su cara.

- Y dime, ¿cómo es ese chico?-Al final me pregunta.

- La verdad, se ve bien y es muy servicial;  se acerca a mi chico ideal, pero, no sé si está casado o comprometido; me preguntaba si volvería a verlo alguna vez. Ojalá así fuera. Sería genial conocer a alguien tan amable y comprensivo.

- Jajajaja, no-me-lo-puedo-creer- dice Julia con expresión de sorpresa- ¿Tú, te enamoraste a primera vista?

- No, no creo eso, quizás solo sienta admiración- lo digo media dudosa.

- No Jade, es amor a primera vista, veo cómo te brillan los ojos cuando hablas de él.  Además, eso no es pecado, has estado mucho tiempo sola; Martín necesita un padre y tú un esposo.  

- Si, eso creo, pero a penas lo conozco.

- ¿Sabes? Vamos a ver... Si él decide buscarte es porque también le gustas... Me dijiste que le diste la muestra extra y ahí en la etiqueta puede encontrar tu número y la dirección de la dulcería. 

- Si, así es- Sentí alegría y sonreí sin poder evitarlo.

-¿Ves Jade? Estás enamorada, estás sonrojada.

- Está bien, creo que si, estoy de acuerdo contigo, pero ahora debemos avanzar. Además, nos han agregado dos bandejas más para regalo. 

Sonreí, y le dí una mirada de cómplice, por lo que rápidamente captó la seña.  Entonces, nos dedicamos a realizar los pedidos.  Estaba tranquila porque Martín se había quedado tranquilo con mi tía.

Para las cinco de la tarde, los pedidos habían sido concluidos; era la tarde del 24 por lo que cada persona debía estar en su casa temprano para la cena, aunque, algunas personas la realizaban los 25.  Pero nosotros Julia, mi tía, Martín y yo, siempre la realizábamos juntas, también por el cumpleaños de mi hijo.  No teníamos más familiares; bueno Julia sí, tenía dos hermanos, pero no estaba en buenos términos con ellos, ya que, solo la buscaban cuando quería dinero, al igual que yo, no tenía padres, murieron también. 

- Jade, ya es tarde, tenemos que irnos, recuerda la cena, tu tía debe estar desesperada- me dice.

- No te preocupes Julia, mandé a realizar todo, lo de la cena, solo tenemos que pasar por nuestro pedido y ya.

- Waoooo Jade, eres especial, tienes todo bajo control, muchas gracias por hacerme parte de tu familia.

- Jajaja, tranquila, yo te debo mucho más, además una familia corta ¿no?

- Si, pero muy trabajadora, yo quiero que encuentres pronto la felicidad Jade, te lo mereces.

- Quizás Santa me envíe un regalo esta navidad, según tú.

- jajajaja, así será amiga querida- me dijo, atrayéndome hacia ella para darme un abrazo de oso; otra cosa-me dice- No te habrás olvidado que hoy es el cumpleaños de Martín ¿Verdad?

- Claro que no Julia, es mi niño ¿cómo olvidar ese día? ya todo está listo, tengo su regalo y lo celebraremos al junto de la cena de navidad.

- Espero que Martín se sienta feliz, entre veces lo veo triste, sé que le hace falta un padre.

 - Lo sé querida- le digo- Puedo ver su carita cuando los padres van a buscar a sus hijos al colegio, no es envidia, pero lo veo triste.

- No te preocupes amiga mía, yo estoy aquí para ustedes, además, como te dije, pronto recibirás tu regalo de navidad, jajajaja.

- ¿Te estás divirtiendo a mi costa amiga mía?-Le pregunté.

Me confortaba tenerla, era la amiga ideal, siempre me escuchaba, me entendía y me aconsejaba; me decía las cosas aunque me doliera, porque, una buena amiga es una persona especial en tu vida. Es alguien con quien puedes contar para cualquier cosa, ya sea para hablar, reír o llorar. Es alguien que te conoce y te acepta tal como eres; así era Julia para mí, más que una amiga, era la hermana que nunca tuve y que siempre quise tener.

Cerramos la dulcería, nos marchamos a casa sonrientes , sin olvidar pasar a recoger los menesteres para nuestra deliciosa cena y cumpleaños en navidad.  

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Fin del capítulo...

Hola.

Espero les guste el capítulo.

Algo hermoso está por acontecer.  No te pierdas el próximo capítulo.

Les quiero.  Besos robados.

Aini_m.