De Vuelta a mi Vida

El Rescate...

Templin 8:00 A.M.

Las horas pasaban, y no recibía noticias de Raul y mi hijo; ya no me quedaban lágrimas.   René volvió al Hotel en Berlin, habían dejado allí a Ketleen con su Nana, pero desde allí continuaba investigando.

La policía había estado trabajando sin descanso para encontrar a  mi hijo.  Habían seguido varias pistas, pero ninguna había llevado a nada.

Varios días después...

Después de varios días, por fin, un día, la policía recibió una pista. Una mujer llamó a la comisaría y dijo que había visto a un hombre que se parecía a Raúl, el padre del niño, en un motel de las afueras de la ciudad.

La policía envió una patrulla al motel. Cuando llegaron, encontraron a Raúl y a Martín, escondidos en una habitación.  Los agentes arrestaron a Raúl y rescataron a Martín.

Momentos después recibo una llamada donde me informan de que los habían encontrado.  Dejé a mi tía en casa y  rápidamente me dirijo al motel. Cuando llegué, vi a Martín,  un poco triste pero, sano y salvo. pero estoy tan nerviosa que no puedo respirar.

Me miró y sonrió.

-Mamá- Me dice.

Corro hacia él y lo abrazo. Lo abrazo con tanta fuerza que pensé que me iba a romper. Nos quedamos abrazados durante un largo rato. No quería soltarlo. 

-Estoy tan contenta de que estés bien mi amor- le digo.

El me sonríe  nuevamente, y con lágrimas en sus ojitos me dice...

-Yo también Mamita, te extrañé mucho.

- ¿Estás bien mi niño?

- Si, pero me asusté porque, ese hombre me dijo que no te volvería a ver.

- Ya no te preocupes cariño, estamos juntos y no nos volveremos a separar.

- Que bueno Ma...

- ¿Sabes? te tengo una sorpresa, cuando lleguemos a casa.

- ¡Vamos a casa Mamita! 

Me siento tan feliz que no puedo hablar y entonces mis lágrimas salen a montones, pero son lágrimas de alegría, mi hijo ha vuelto a mi vida.

La policía se lleva a Raúl a la comisaría, no quiero verlo.  Llamo a René y le doy la noticia de que habíamos encontrado a Martín y que vamos camino a casa.

De verdad me siento agradecida de que la policía haya  encontrado a mi hijo.

-No sé qué habría hecho sin ustedes- les digo.

Los agentes me sonríen.

- Estamos contentos de haber podido ayudar.

Tomo a mi hijo de la mano y salimos de la comisaría juntos. Me siento feliz de tener a mi hijo de vuelta.

- Volvamos a casa mi niño.

- Si mamita, quiero chocolate caliente y ver a mi tía.

Nos subimos al auto y en cuestión de algunos minutos estábamos nuevamente en casa.

¡Sorpresa!...

Guardo el auto en la marquesina y avanzamos por el estrecho pasillo que nos lleva hacia la salita de espera, entramos... Pero, no hay nadie, todo estaba en silencio.

- Tía, Tía-llamo, pero nadie me responde.

- Mami, ¿Qué pasa? ¿Dónde está mi tía?

Mi corazón comienza a latir a toda prisa, no puede ser que le haya pasado algo a mi tía.  Tomo mi teléfono con la intención de llamar a Julia a ver si mi tía se había ido para su casa.  De pronto...

-¡Sorpresa!- Gritaron al unísono, René, Ketleen, Julia, y mi tía.

Todos salieron de una habitación que tenía para estudio, allí, guardaba mis libros y un pequeño escritorio donde me sentaba a leer y escribir en mis ratos libres.

Martín está emocionado porque Ketleen y René están de vuelta.  Como niños  pronto se alejaron a jugar a la habitación de Martín, mientras que los demás,  nos sentamos en el sofá a disfrutar de un chocolate caliente que ya mi tía tenía preparado para todos.

Minutos más tarde, Julia se despide, mi tía se va a su habitación, quedando René y yo solos en la sala.  Me sentía un poco incómoda y avergonzada.  Aunque ya, había pasado algo más entre nosotros (besos, abrazos).  René rompe nuestro silencio.

- Jade, regresé porque quiero decirte algo, he esperado hasta que se resuelva lo de Martín.

- ¿Anja? ¿Qué quieres decirme?

- Me gustas mucho, y no solo eso, te quiero y no he dejado ni un minuto de pensar en ti.

- Tu también me gustas René; he pensado en tí todo este tiempo, creo... que, te quiero.

- No quiero que te pase nada, y quiero que te vengas conmigo a Bélgica- Me dice- No quiero que te pase nada cariño.

-Es que...la dulcería, Martín está en el colegio, mi Tía- bajo la cabeza- Tengo todo aquí.

- Cariño, no te preocupes por eso, puedes poner una dulcería allá y dejar a Julia aquí- me toma de la mano- Además, traeremos a tía con nosotros.

- Espera... ¿Dijiste, tía? 

- Si, ahora ella es mi tía, porque serás mi mujer, mi esposa ¿Todavía no lo entiendes?- Me toma de los hombros- Te amo Jade, te amo.

- Y... ¿Sofía?

- He terminado con ella, después te cuento... Solo puedo decirte que ella me engañó, tenía una relación y ni siquiera te imaginas con quién.

- ¿Con quién, si se puede saber? aunque eso no me interesa.

- Pues si debería, porque, la persona con quien me engañaba es con el padre de tu hijo, durante trabajaba en mi hotel.

- ¿Quéeeeee? no te lo puedo creer; aunque,  si, ahora recuerdo que él me dejó por ella, me dijo que tenía a alguien más, y que mi hijo no era de él en ese entonces.

- Pero ya olvida todo cariño, te haré muy feliz, ya verás, Cásate conmigo y ven a vivir conmigo por favor cariño.

- René... bueno, lo voy a pensar, además, tengo que hablar con mi tía- le digo y le sonrío.

René me atrae hacia él y me da un abrazo tan fuerte que siento que no puedo respirar, luego me aleja, pero, así mismo estampa sus labios en los míos con un beso apasionado.

Cuando nos separamos, nos miramos a los ojos.

Sus ojos eran azules y profundos. Me sentí perdida en ellos.  De repente, René se inclinó hacia mí y me besó nuevamente.

Este, era un beso suave y tierno.  Sentí un cosquilleo en el estómago.  Cuando René se apartó, yo estaba sin aliento.

- Eso fue...- digo- sin saber qué decir.

-Fue bonito- Me dice René.

Me sonrojo.

 - Sí, lo fue.

No sabía qué más decir.

René me sonríe.

- Jade, tengo que irme- dice- Pero volveré.

- Vale-digo y llamo a la niña- Ketleen despídete de Martín, ya tu padre tiene que irse.

Antes que la niña aparezca, me da un último beso...

- Te llamaré- me dice.

 Ketleen me da un beso en la mejilla y luego se van.

- Hasta luego Jade-me dice la niña- Nos vemos mañana.

Levanta sus manitas y me dice adiós.  Me quedo mirando la puerta por la que se han ido.  Recapacito... ¿mañana?

No podía creer lo que acababa de pasar.  René me había besado. Bueno, aunque ya lo había hecho antes pero no así...  Y yo he sentido algo.  Algo que no había sentido antes.  Algo que no sabía cómo describir.  Pero era algo bueno.

Era...Algo especial.

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Fin del capítulo.

Espero les guste, espero sus comentarios y me gusta.

Pronto desenlace... La historia está por concluir.   ¿Qué sucederá?

Acontecimientos importantes se acercan....

Les espero en el próximo capítulo.

Les quiero, besos robados.

Aini_m




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