Cicatrices

Era la herida que mas dolía,
la vieja primavera asomaba en las ventanas
de cualquiera,
mientras que en nuestra mente todo era muy
intenso,
como esa tormenta apunto de alcanzar
mar adentro.
Cansamos cada amanecer,
Lloramos en un largo camino
el cual no supimos ver,
ni tampoco entender.
No entendimos la parte del otro
sus truenos, sus guerras, sus idas y venidas
fueron
apagando el epicentro de un corazón ardiente,
además de un tardío perdón.
Entendimos que cerrar una cicatriz era hacerlo
a cámara lenta, era
saber bordar el corazón mas de la cuenta
y sobre todo, saber hacerlo bien.
En ese instante entendimos
que lo nuestro nos arrasó,
nos quebró la rutina,
se rompió la leña que yacía
en el suelo 

y fuimos ceniza. 

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