Capitulo II ¿Comprometida?...
"...Tu tienes un imperio sin ser reina...Yo soy un rey sin un imperio..."
Mientras Irasue bajaba por las escaleras de su casa después de la orden hacia su hijo, ignoraba completamente lo que ocurría al interior de la habitación de su primogénito peli plateado, allí se encontraba bajo llave aquel espacio que consideraba suyo y de nadie mas, no le importaba lo que decía su madre sobre el espacio privado, aunque en su mente sabia que este espacio le pertenecía a alguien mas, pero nunca se atrevería a decirlo a viva voz o a solamente a aquella persona que correspondía hasta el ultimo lugar de su ser, se puso de pie con un rostro serio de concentración caminando lentamente hacia su escritorio, abriendo el cajón con lentitud y elegancia, hallando un par de cosas dentro de el, bolígrafos algunos documentos, y mas al fondo un dibujo acompañado con una fotografía de dos niños, a las orillas del mar, también una cajita terciopelada color carmesí, sonrió de lado guardando aquel objeto en su bolsillo
Al salir de su habitación lo esperaba su padre cruzado de brazos, antes de bajar por las escaleras, con un rostro reflexivo y extrañado a la vez
-hace mucho que no sales, Sesshomaru-dijo su padre haciendo detener el andar de su hijo
-¿Qué quieres, padre?-respondió él volteando para verlo a la cara, a pesar de que ya era un adulto tenia respeto por su padre
-¿aceptaste lo que dijo tu madre?
-si
-¿Qué? Pero tu...
-no tiene que importarte padre, ya es una decisión tomada-dijo serio y decidido, comenzando a bajar por las escaleras
-¿Dónde vas?
-a salir, no voy a escaparme-contesto para caminar hacia la salida cerrando la puerta encontrándose con su chofer quien estaba preparado para partir
-señor Sesshomaru-dijo haciendo una reverencia
-andando Jaken-dijo subiéndose al auto
-¿Dónde quiere ir, señor?
-al centro de la ciudad
-¿Por qué señor?-pregunto sorprendido, todos los años a su servicio solo lo llevaba a una que otra reunión, tal vez alguna fiesta obligado por sus padres y lo demás a la playa, pero nunca a la gran ciudad
-no tengo que decirte, andando-dijo mirando por la ventana con tono amenazante
-si, señor Sesshomaru...-dijo resignado, sin saber que estaba siendo mirado por su madre desde la ventana viendo como se marchaba a rumbo desconocido
-no se como lo hiciste para converserlo-dijo Ino no detrás de ella apoyado en el lumbral de la puerta
-yo no hice nada, solo se lo dije-volteo para verlo sacando su abanico moviéndolo sutilmente sobre su mentón-es que no lo entiendes...-dijo cerrando el abanico apoyándolo sobre su barbilla
-¿Qué quieres que entienda?
-pronto lo sabrás Ino no, pronto lo sabrás...-dijo avanzando hacia él dándole un casto beso en la comisura de sus labios para luego marcharse de la sala dejando al esposo totalmente confundido, saliendo tras de ella-¿Por qué no hiciste lo mismo con Inuyasha? ¿Por qué no le dijiste a él que lo hiciera en lugar que Sesshomaru? Puede que pase lo mismo que con Inuyasha otro matrimonio fallido entre los medios-reclamo él
-¿para qué quieres saber Inu no? Inuyasha está a puertas de su divorcio con Kikyo y quieres involucrarlo en otro escándalo, no sabes pensar
-¿entonces por qué la familia Nakamasu? ¿quieres repitir la historia con Inuyasha?
-pensaba que eras bueno en los negocios ahora veo porque estamos en la ruina-respondió sarcásticamente -el padre de la señorita Rin, esta siendo candidato para ser gobernador del país, tiene mucho dinero pero no es muy influyente, si casa a su hija con Sesshomaru tomaría el apellido de nosotros y así tiene mas influencias y nosotros tenemos parte de su fortuna, ambos salimos ganando, además son nuestros amigos ¿lo recuerdas? solo perdimos el contacto un poco cuando Rin enfermo y Sesshomaru al parecer no la olvida-dijo de modo de convencimiento
-supongo que tienes razón en lo ultimo, nuestro hijo no ha sido el mismo desde que Rin se fue al extranjero-contesto pensativo casi como un susurro mirando por la ventana
Por otra parte, Sesshomaru emprendía el rumbo a la gran ciudad, limitándose a solo mirar por la ventana del asiento trasero de su auto en el cual era conducido por Jaken, un silencio profundo había allí, él no quería hablar y su chofer tampoco, de vez en cuando fruncía el ceño en señal que pensaba algo negativo, para luego cerrar los ojos y desviar la mirada al otro costado
-¿Qué le pasara al señor Sesshomaru?- pensaba desde sus adentros el chofer, confuso de la situación, tomando una esquina sobresaltándose al ser detenido por su jefe
-detente Jaken-ordeno frívolamente, obedeciendo enseguida la petición, descendió el joven peli plateado del vehículo poniéndose lentes oscuros frente a una estética, ingresado junto con él sin mayor problema, de forma inmediata una de las señoritas que atendía el lugar se acerca rápidamente captando un nuevo cliente
-buenos días joven ¿Qué necesita?-pregunto amablemente una señora de edad adulta, con cabello castaño con rizos atado en una sola coleta
-un corte de cabello-contesto secamente, haciendo caer la mandíbula inferior de Jaken al suelo de la impresión
-vaya es un cabello muy largo-comento la peluquera sorprendida por lo hermoso y longitud de la cabellera plateada de Sesshomaru, invitándolo a sentarse, quitándose los lentes atrayendo la atención de todas las señoritas que atendían el local, que incluso llegaban a cometer errores el los cortes de los demás clientes-usted es un joven muy guapo-menciono la peluquera mientras comenzaba a cortar su cabello buscado una conversación -se puede saber ¿Por qué este cambio tan repentino? ¿alguna ocasión especial tal vez?-pregunto casi indiscretamente, no cayéndole muy bien aquellas preguntas a Jaken quien miraba con rostro amargo la situación
-no creo que le responda...-pensó con facilidad y con una pequeña risita saliente de sus labios
-si tengo una-respondió dejándolo caer estilo anime
-¿así? ¿y cuál sería la razón joven?
-ver a mi prometida...
-¿¿¿Qué???!!!!!
Mientras tanto, la joven azabache estaba siendo llevada en el auto de la patrulla policiaca, se encontraba algo extrañada, que sus padres hayan llamado a la policía para buscarla, era algo muy poco habitual, ellos sabían que podía cuidarse sola, además siempre avisaba donde iba y con quien, Kohaku y su grupo, aunque no le caía en gracia esa clase de juntas para su hija, con los años permitieron que tuviera su propias amistades y evitar que haga cosas a escondidas de ellos
-¿Por qué oficial Miroku? ¿mis padres? ¿ocurrió algo malo?-pregunto preocupada
-no señorita Rin, solo quieren asegurarse que regrese a casa-contesto
-¿Qué? Siempre llego a casa-confeso-aunque no siempre a la hora, pero llego-respondió jugando con sus dedos-¿Por qué ahora es tan importante?
-no lo se señorita, lo que si se es que para que me hayan llamado es que debe ser algo importante-comento el joven policía -¿se saco su chaqueta?-pregunto con infinita curiosidad
-¿eh? No era mía era de Kohaku, no quiero tener problemas con mis padres-respondió con una risita, pero a la vez pensaba en lo que estaba sucediendo en su casa -vaya...-susurro mirando a través de la ventana el cielo despejado que aun señalaba que el día no se terminaba, si no...recién daba comienzo
Sesshomaru, al salir de la estética no dejaba indiferente a ninguna mujer que pasaba frente, al lado, costado, detrás u delante de él, suspiros, y mas suspiro robaba de los labios de cualquiera perteneciente del sexo opuesto, su cambio a un cabello corto, lo hacían lucir mas atractivo de lo que era, y lo demostraba en su simple andar por las calles, entrando seguido por Jaken a un atienda de trajes de vestir finos, apenas tomo asiento esperando su turno, un grupo de vendedoras lo rodearon para captar su mas completa atención, atrayendo hacia él la envidia de los hombres quienes se encontraban esperando ya hace bastantes minutos para ser atendidos
Las mujeres corrieron para buscar un traje adecuado para el, juvenil, elegante y soberbio, llevando consigo un sinfín de colores y nuevas tendencias, además de los zapatos que combinaran, no se discutía en gastos, a pesar de que su familia estaba en la completa ruina, poseía varios vienes a su nombre, gracias a su carrera e inversiones en algunas empresas pequeñas y prosperas, eligiendo un clásico traje negro, con una camisa blanca delicada y una corbata con diseños finos
-perfecto-musito, pagando con efectivo dejando varios delirios entre las vendedoras del local
-mujeres-contesto sarcásticamente Jaken, mirando hacia atrás con algo de incomodidad
-andando Jaken
-si señor Sesshomaru...
Al regresar a su casa, se encerró en su habitación hasta que fue la hora acordaba para visitar a la familia Nakamasu, alistándose con el traje adquirido, y mirando al espejo con satisfacción con el recuerdo que había provocado su nuevo cambio en la ciudad, sonriendo de lado imaginándose en los posibles escenarios que se vera envuelta su futura esposa que lleva años sin verla, saliendo de su cuarto bajando por las escaleras dejando boquiabierta incluso a su madre
-¿te cortaste el cabello?-pregunto su madre con sorpresa y una risa muy disimulada gracias a su abanico
-¿y eso que?-respondió él cortante
-nada, solo que te ves bien, hijo-comento su padre, para quitar la tensión en ambiente, lo vio de soslayo para seguir su camino al auto en completo silencio, tomando el vehículo Inu no para manejarlo sin necesidad de su chofer ya que esto se trataba de un problema meramente familiar, dejando caer varias lagrimas en el rostro Jaken
El camino fue un total y profundo silencio, Inu no, tal vez quiera preguntarle algo a su hijo como ¿estas nervioso? O ¿estas seguro de lo que piensas hacer?, pero no nada, ni si quiera un suspiro o una tos disimulada, su madre por su parte lucia indiferente a lo que pasaba a su alrededor, su mente estaba completamente cegada a salvar su estatus social sin importar que sacrificar para conseguirlo, de manera muy mentalizada, y por ultimo Sesshomaru mirando hacia la ventana completamente perdido en sus pensamientos tal como cuando fue a la gran ciudad, llegando a unas haciendas muy remotas de la ciudad con verdes valles y hermosos paisajes, abriéndose ante ellos un gran portón dejándolos ingresar y mas lejos una casa enorme con variados balcones y espacios libres, piscina, campos de tenis y jardines con flores, y un invernadero
Al llegar uno de los sirvientes de la casa, les abrió la puerta de su auto, con el fin de que descendieran todos los miembros de la familia Taisho, siendo reverenciados con mucho respeto en su camino, siendo recibidos por Rita, la madre de Rin con un abrazo en la puerta de la casa
-bienvenidos, que bueno que están aquí-dijo ella de manera amable dejándolos pasar, los años aun no pasaban por la mujer de melena oscura como su hija, ojos esmeraldas y mejillas rosadas, teniendo un encanto tan especial como el de su hija
-lo mismo decimos-respondió Irasue con un susurro incomodo para ambos hombres que la acompañaban
-Sesshomaru! Mírate estas tan cambiado, grande y guapo-dijo saludando al joven que solo asistió con la cabeza
-buenas tardes-respondió él dando un leve vistazo en la casa, no hallando a su principal objetivo y motivo de estar allí, Rin
-hola Inu no, ¿Cuánto tiempo?- bajando por las escaleras un hombre alto, de cabello castaño y ojos almendrados con anteojos, vestido de manera elegante al igual que su mujer, dirigiéndose al jefe de la familia Taisho
-ya son varios años ¿Cómo esta Rin?-pregunto Inu no, captando toda la atención de su hijo con el fin de que le diera una pista de donde estaría en este momento, volviéndolo un tanto impaciente -se supone que estaba en casa-pensó con rapidez Sesshomaru frunciendo el ceño, mirando a través de la ventana disimulamente buscando a su amiga de infancia
-ella esta muy bien-contesto
-no te impacientes hijo-susurro su padre Inu no
-hmp!
-¿Dónde esta tu hija?-pregunto sin rodeos Irasue
-esta en camino-suspiro Rita, invitándolos a pasar a la sala, un amplio lugar con muchas ventanas y plantas que daban como un momento de relajo a cualquier conversación y cristales que se podía ver plenamente la entrada al recinto
-¿en camino?
-si...ella...-en ese momento el sonido de una patrulla de policía llega al lugar con su característico sonido, bajando del auto una joven azabache con una enorme sonrisa en su rostro, vestida con short, polera y algunas cadenas que colgaban de adorno con sus atuendos
-oficial Miroku! Gracias por traerme, pero para la próxima me gustaría utilizar las esposas, así tendría un efecto dramático -le grito al oficial mientras se marchaba la patrulla con agitando escandalosamente sus manos como despedida alegremente, entrando a la casa como si nada estuviera pasando
-hola mamá! Hola papá!-dijo con una sonrisa entrando a casa, viendo que todo lucia extraño, siendo atraída rápidamente por su madre
-hola hija, mi vida...- contesto recibiéndola
-¿Qué ocurre aquí? No vas a regañarme, -pregunto confusa- el oficial Miro...
-no me importa,-fue interrumpida- vino a visitarte la familia Taisho ¿los recuerdas?
-si, si hace mucho tiempo que no sabia nada de ellos-comento dejándola entrar a la sala quien estaban sorprendidos por el cambio tan repentino que tuvo aquella niña dulce que jugaba con su hijo, omitiendo cualquier tipo de comentario
-sabes ellos vinieron a visitarte y a felicitarte
-¿Cómo? ¿Por qué?
-porque vas a casarte
-¿¿¿Qué??? Ya lo hemos hablado no seré como las demás, que se casan sin amor y no me harás casar con un vejestorio-contestos cruzándose de brazos
-lo sabemos por esa razón, hemos conseguido el prometido perfecto para ti
-¿eh?-comento boquiabierta
-el joven Sesshomaru Taisho-dijo señalando al joven sentado al lado de sus padres
-¿¿¿¿¿Qué????
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Holaaaa espero que les guste este capitulo, muchas gracias por sus bellos mensajes y estrellitas, perdon las faltas de ortografia, besos y abrazos!!!
cualquier duda o consulta me avisan siempre que sea con respeto, gracias!
proximamente..............................................................................Capitulo III Una promesa...
les recuerdo que los personajes y los medios audiovisuales no me pertenecen gracias!!!
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