Capitulo I Desastre familiar...
"...Nosotros decidimos nuestro futuro...pero también nos intervino el destino..."
Años mas tarde...
-¿Qué estamos que?!-grito una mujer, un grito que se escucho hasta el ultimo rincón de la casa, la gran casa Taisho, la familia mas poderosa del país, con un apellido que hacia digno de respeto a cualquier miembro de la familia, y se utilizaba para diferentes fines, ahora una de ellas lucia totalmente desesperada y furiosa, mientras que su esposo, se encontraba sentado en el sofá un poco mas sereno que su mujer, no tenia otra opción, uno de ellos debía mantener la calma o todo se volvería un completo desastre
-en la ruina, ya te lo dije-dijo de manera seria tratando que su esposa guardara la compostura frente a la nueva realidad que se les avecinaba, en cambio ella se negaba rotundamente al que de ser la mujer que sobresalía entre la elite de la sociedad, ahora seria la burla de todas las personas que consideraba inferiores a su presencia
-¿Cómo puede sucedernos eso?-se preguntaba ella aun sin poder creerlo
-Irasue, son cosas que pasan, negocios-hablo de una manera muy simple el hombre que eligió como compañero de vida enfureciéndola aun mas
-prefiero morirme que ser la burla de los demás!-contesto molesta roja de la ira, tratando de no abalanzarse sobre su marido y golpearlo
-siempre te preocupas el que dirán, nunca te ha interesado ni si quiera la familia, tus hijos -respondió él ya alterado no era fácil de lidiar con los problemas económicos y ahora familiares
-¿Qué no me he preocupado?-le reclamo de manera irónica-¿Qué yo no me he preocupado de ellos? Acaso tu no eras el que siempre no tenia tiempo, solo para tus aventuras-termino de decir alzando la voz
-eso no tiene que ver!-le grito él
-si tiene que ver, y ese fue el resultado de Inuyasha ¿no? Quien llego a nuestra puerta cuando tu amante falleció, ¿te reclame cuando he cuidado de él como si fuera mi propio hijo? ¿acaso no ha recibido los mismos beneficios y cosas que Sesshomaru?-le contesto ella con los puños cerrados mas furiosa de lo normal, dejando a su marido sin palabras, era cierto, ella había criado a aquel pequeño que llego a su hogar de manera muy repentina, teniendo un año menor que su hijo primer hijo Sesshomaru, con una nota en sus manos con su dirección diciendo que su madre Izayoi había fallecido, desde entonces Inuyasha había vivido en la gran casa Taisho y para las apariencias dijeron que todo este tiempo había vivido en un internado en el extranjero
-iré a mi oficina, quizás encontraremos una solución allí-dijo con la mirada hacia abajo dirigiéndose a su sala privada, dejando a su mujer tomando una copa de vino con desesperación y estrés
Una vez en la oficina, solo se limito a sentarse en el gran sillón que tenia en su elegante escritorio, no quería decirle de su situación a ningún miembro de su familia, ni si quiera a sus propios hijos ¿para que atormentarlos con la situación económica que estaban pasando? Inuyasha por un lado estaba saliendo de una separación matrimonial muy bullado entre los medios de comunicación y ya estaba lidiando con eso, y por otra parte Sesshomaru, el mayor, que pronto entraría en el ambiente de la sociedad de elite, nunca envuelto en un escandalo, tan serio y maduro que incluso le atrevía a decirle el mismo que buscara algo para divertirse, como solía hacerlo cuando era pequeño antes de que aquella amiga se había ido al extranjero
-¿Qué hare con ese par?-se pregunto mirando el techo de su oficina, ambos eran completamente diferentes, y necesitaban apoyo y no problemas-¿Cómo superare esto?-se preguntaba mirando los documento inútilmente regados en su escritorio-un mal negocio...-suspiro, como una realidad inevitable, hace una año había invertido sus acciones, la mayor parte de ellas en una empresa que estaba a punto iniciarse, pero después de restablecerse se fue a la banca rota, quedando Inu no Taisho como aval, teniendo que pagar grandes sumas de dinero a los demás socios que invirtieron en ese momento
Por otro lado, Irasue caminaba en círculos por la sala, aun seguía furiosa pero a pesar de eso, se encontraba fría y calculadora con el fin de pensar en un estrategia de como sobrevivir esta crisis que estaba pasando, las opciones eran muy pocas, una vender todas las acciones de las empresas Taisho, sus bienes y propiedades, y ser la burla de la elite social, otra seria ganarse un premio millonario y lo ultimo seria un golpe de suerte-eso jamás pasara-dijo irónicamente para si misma con una sonrisa que reflejaba lo mismo
-tranquila Irasue, ya encontraremos una solución-dijo su marido de vuelta en la sala
-¿Cómo quieres que me tranquilice? ¿Cómo si tuviéramos tanta suerte? -le contesto sarcásticamente y continuo-como si nos llamaran para ofrecernos una fortuna-termino de decir, y casi como un capricho del destino el sonido de su teléfono comenzó a sonar, quedando ambos extrañados mirándose entre si, contestando la llamada
-buenos días con la familia Taisho
-¿señor Nakamasu?...
Por otra parte, tres patrullas de policía sumados a motociclistas, perseguían una motocicleta a gran velocidad por las calles de la ciudad, no era la primera vez que eran perseguidos de esa manera, era ya algo común y se podría decir que al ser atrapados quedarían sin cargo alguno, ellos conducían como profesionales ya que habían tenido la practica en diferentes situaciones involucrándolos en varios problemas con la justicia, arresto, resistencia al arresto, exceso de velocidad y estado de ebriedad, era todo su historial, sobre todo el conductor de la moto, mientras la segunda persona solo se podría decir que se encontraba siempre en los lugares equivocados
En un bloqueo policiaco, ellos se vieron obligados a tomar una segunda ruta quedando sin salida, siendo atrapados por los oficiales
-voy a tener otra multa!-dijo el conductor de la motocicleta, sacándose su casco revelando un cabello oscuro, un poco largo amarrado con una coleta de tez morena y ojos café, un chico de 21 años de edad, vestido con pantalones rasgados, cadenas y artículos de cuero
-no lo digas así Kohaku, saldremos de esta-contesto una joven de 20 años, haciendo lo mismo con su casco, de cabello azabache, ojos avellana, un rostro bello y redondo, labios rosas y sonrisa encantadora, vestida con un short rasgados, zapatillas, top sencillo color azulado y chaqueta de cuero perteneciente al chico
-¿Qué piensas hacer?-pregunto confuso
-solo déjamelo a mi Kohaku-contesto con una sonrisa
-señorita Rin ¿otra vez?-dijo un oficial de policía con una sonrisa algo decepcionante mostrándole su placa, ya no hacia falta, ya que no era la primera vez que la tomaba detenida
-oficial Miroku ¿Cuánto tiempo?-pregunto ella con simpatía
-dos semanas y media, me dijiste que no lo volverías hacer señorita Rin-contesto él-¿también Kohaku? ¿Qué dirá Sango si se entera que los tengo que llevar a la estación?-le pregunto lo ultimo al moreno
-pero no tiene porque enterarse-comento con simpleza y simpatía la azabache, dejando en blanco a Kohaku
-un oficial de policía jamás se soborna-menciono el chico casi como un susurro
-nadie esta hablando de soborno ¿verdad oficial Miroku?
-¿eh? Si nadie...
-Kohaku, tu puedes decirle a Sango que acepte una de las invitaciones que les ha hecho el "muy honrado oficial" ¿puedes hacerlo?-dijo de manera muy persuasiva
-¿de verdad harán eso por mi?-contesto Miroku muy interesado en la oferta
-pues...-dudaba el joven, aunque se encontraba entre una multa y una aceptación a una invitación de su hermana, recibiendo un codazo rápido de su amiga-si esta bien, yo le dire que acepte tu invitación Miroku
-bien-dijo con entusiasmo el oficial, como son tan buenos chicos, solo recibirán una amonestación por lo sucedido ¿Qué les parece?-menciono el oficial, escribiendo el documento entregándoselo a los chicos-y no lo vuelvan hacer ¿les quedo claro?
-si, gracias Miroku, te prometemos que no lo volveremos hacer-dijo con ojitos de cachorrito la joven, con aquel gesto el oficial se retiraba hacia su auto policiaco haciéndola celebrar internamente lo que había sucedido y había salido victoriosa
-es un corrupto-reflexiono Kohaku mientras lo veía marcharse
-¿y eso que? nos salvamos de una multa ¿no?-contesto Rin con una sonrisa
-¿todo los asuntos los negocias de esa manera?-pregunto el con una ceja arqueada sacando una sonrisa a la azabache
-bueno...casi..., ¿pues no íbamos a divertirnos?-propuso la joven
-esta bien-contesto, cuando en ese momento regresa Miroku con un móvil en sus manos diciendo
-lamento esto señorita Rin , pero debe acompañarme-termino de decir tomándola de un brazo de manera suave
-¿Qué? ¿Qué paso?
-sus padres la buscas
-no puede ser...
En ese momento, en la casa de los Taisho, habían encontrado su salvación, ahora solo había que ponerlo en marcha, Inu no, se negaba casi rotundamente, pero al ver la situación que estaban pasando, no tuvo mas opción que tomar la oportunidad que le había mandado el destino, Irasue era la mas dispuesta a hacerlo, no le importaba en lo mas mínimo las consecuencias que podría traer si podía conservar su estatus social, subiendo por las escaleras hasta la habitación de su hijo mayor que casi nunca salía de allí, entrando sin golpear la puerta
-Sesshomaru-lo llamo su madre mientras este joven, de cabellera larga plateada, ojos dorados, tez albina se encontraba recostado sobre su cama mirando al techo de la habitación perdido en sus propios pensamientos, era un lugar muy elegante, con una amplia ventana, un escritorio con algunos documentos de medicina, además de afiches del cuerpo humano y un título universitario de excelencia, como Medico
-no puedes tocar antes de entrar madre-dijo su hijo de forma fría y arrogante, cerrando sus ojos antes su presencia tratando de ignorarla lo mas posible
-no me interesa lo que pienses, yo soy tu madre, y puedo ir a cualquier parte de la casa si quiero, pero no vengo hablar sobre "espacios privados" te vengo a avisar que en un par de horas conocerás a tu futura esposa-comento haciéndolo abrir los ojos enormemente
-hmp!
-recuerdas a la familia Nakamasu, su hija Rin, posee una gran fortuna, es la única hija de su familia y...
-lo se-contesto cortante
-veo que aun la recuerdas, no aceptare una negativa de tu parte, ya es una decisión tomada, así que alístate para verla hoy y salvar a la familia ¿te quedo claro?-ordeno su madre cerrando la puerta escuchándola marcharse entre los pasillos dejándolo sentado sobre la cama
-tampoco me he negado madre...-contesto solo en su habitación con una imperceptible sonrisa en sus labios
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holaaa espero que les guste este primer capitulo, que prontamente estara llena de sorpresas, muchas gracias por sus animos y seguir todas mis locas historias, perdon las faltas de ortografia, las/os quiero un monton, abrazos!!
cualquier duda o consulta me avisan siempre que sea con respeto, gracias
proximamente..........................................................Capitulo II ¿Comprometida?
(perdon me equivoque en el nombre en el prologo aqui viene ese) gracias!
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