25

Capítulo 25; El comienzo del tormento.

Ambos chicos caminaban en dirección al comedor de la U.A.

Al parecer iban a tener una demostración de un héroe prodigio, que venía desde otro país sólo para darles consejos a los estudiantes y motivarlos a ser los mejores.

Obviamente a la castaña le importaba poco o nada, tenía otras cosas en su cabeza como para pensar en un héroe cualquiera.

Lo único que le agradaba era que iban a perder clases.

La conch...— Dijo metiendo su mano a su bolsillo.— Me he dejado el monedero en el salón. — Se pasó su mano por el rostro con desespero.

—Has estado muy distraída estos días, ¿Todo va bien?—

Ella asintió sin darle importancia.— Sí, sí, ya vengo, nos vemos allí. — Dijo avanzando antes de que siguiera el tema.

Él sólo suspiro y siguió su camino, observando una pequeña mancha de alumnos alrededor de un chico.

I am sorry, I don't speak japanese.— Rió nervioso mientras trataba de quitarse a las chicas más atrevidas de encima.

Usaba su traje de héroe, ropa negra y roja que se ajustaba perfectamente a su cuerpo, tenía sus audífonos, seguro había estado escuchando música antes de que vinieran a acosarlo.

En una mano su celular, la otra estaba tratando de poner distancia entre los más curiosos.

Su cabello castaño y sus ojos miel, al igual que sus facciones delataban que era un extranjero.

Tal vez por eso se le acercaban a bombardearlo con preguntas.

El peli-morado observó una cabellera verde entre todos, reconociendo a Midoriya, el chico con el que congenió en el festival deportivo.

Se acercó para saludarlo más que nada.

—¡Oh, Shinsou, hola!— Lo saludó al verlo.

—¿Qué está pasando?— Preguntó viendo alrededor.

—Él es el héroe que nos va a dar una charla más tarde, se llama Starking, es muy famoso en América. —

—¿América?— Preguntó dirigiendo su vista al extraño.

—Ajá, creo que dijo que era de... ¿Argentina?— Llevó un dedo a su barbilla, pensando.— Bueno, en realidad no lo entiendo, no sabe hablar japonés, así que es muy difícil hablar con él... — Se llevó una mano a su nuca.

—Ya veo...— Pensó en que tal vez era buena idea que Aleska viniera e hiciera de traductora, a lo mejor congeniaban.

De pronto observó como el chico levantó la mirada y se quedó hipnotizado viendo un punto fijo, sus ojos comenzaron a brillar con intensidad y su boca quedó separada levemente.

El oji-morado, como los que estaban cerca, dirigieron su vista hacia donde este veía, encontrándose con la figura de una castaña de cabello corto buscándo algo con la mirada por todas partes, aún no se daba cuenta de que era el centro de atención de todas las miradas.

El pro héroe inhaló y se quitó de encima a todos para ir hacia donde esta estaba.

—¿Aleska?— Dijo con la voz esperanzada, la nombrada dirigió su mirada hacia él, quedándose helada.

Alain.— Habló con una sonrisa fingida.— ¿Qué haces aquí? — Comenzó a procesar todo.

Podría decir lo mismo de vos.— Rió carismático.— Pero ya sabes, trabajo de héroe y todo eso, pero habláme de vos, han pasado...

Dos años.— Mordió su labio aún buscando a su novio con la mirada, tratando de no ser tan obvia.

Ajá, pasa muy rápido el tiempo, hasta hace unos años ambos estábamos en la secu, nos íbamos al parque con la pandilla, ¿Recuerdas a Eric? Que digo, obvio sí, ¿Aún te hablas con él? — Comenzó a preguntarle con claro entusiasmo.

—Ugh, que persistente.— Sonrió de la misma manera.

El más alto la miró confundido.— Supongo que se te ha pegado el bicho de estos pibes, son todos unos acosadores, en especial las minas.— Suspiró.

—¿Di?— Se acomodó mejor, él rió.

Ay, Ale.— Observó la hora en su celular. —¿No te parece ir a comer algo? ¿Un sándwich?— Guardó el celular en su bolsillo.

Ya quisieras, Lopez.— Levantó el rostro con superioridad.

Vamos.— Se acercó y comenzó a acariciar su mejilla, ella lo miró desafiante con la expresión sería.— ¿O acaso tu novio te pega?— Dijo con intención de molestarla.

Un golpe en seco se oyó en todo el lugar.

Ahora sí eran el centro de atención.

El chico se acarició la mejilla mientras se lamía los labios.

La chica ni se tomó la molestia en cachetearlo por sí misma, había usado su quirk.

A él se le había olvidado la fuerza que tenía.

Que agresiva. — La observó con gracia.

Y que quedé claro que quien te botó fui yo.— Dijo ya con intención de irse, Shinsou podía esperar.

.— Rió con burla. — Sólo te faltaba el aro en la nariz, porque los cuernos ya los tenías.— Esperó su reacción.

Ahora sí, hijo de tu madre, ¿Quieres que te diga tus verdades, ah? ¿Eso es lo que quieres? — Se volvió a girar mientras se alteraba.

Quiero una oportunidad.— La tomó entre sus brazos, sorprendiéndola de vuelta.— He cambiado, De La Cruz.— La miró directo a los ojos con determinación.

Eso dices siempre, te di una oportunidad antes, y juré nunca volver a confiar en ti.— Dijo con asco.

El primer amor nunca se olvida.—

—¡Me engañaste tres veces!— Le reclamó.

Y me arrepiento totalmente de eso.—

—¡Me manipulaste!— Su voz tembló.

Nunca más, he cambiado, Ale, lo he hecho porque te amo...— Tragó saliva al ver sus ojos llorosos. — No te he podido superar.

Los ojos de la castaña comenzaron a derramar lágrimas.

—¡Idiota! ¡Justo cuando he encontrado a alguien! ¡Alguien que sí me ama de verdad! ¡Y no me tiene en una relación tóxica como me tuviste tú!— El chico la soltó nervioso sin saber que hacer.

Yo...— Observó a todos lados, todos los veían.

El oji-morado, quien se había quedado al margen, comenzó a acercarse, no sabía que estaba pasando, pero había hecho llorar a su novia.

Se quedó quieto al ver que ella se estaba riendo mientras secaba sus lágrimas sin problema.

JAJAJAJAJA.— Se burló de su ex.— ¿Creíste que aún sentía algo por ti?—

—¿Q-Qué?—

Te he superado hace como, no sé ¿Dos relaciones?— Se llevó una mano a la barbilla.— Yo no soy como tú, "clavo que saca otro clavo".— Usó sus dedos para hacer las comillas.— Ya no soy la misma niña idiota que te perdonaba todo.— Sonrió.

Las mejillas de Alain se tiñeron de rojo por la vergüenza. —Coño, ¡Sos una enferma, Aleska!— La chica rió. — Me había asustado.—

Ingenuo.— Dijo encontrando a Shinsou al fin.— Por cierto, Lopez, dejame presentarte a mi novio.— Pasó hasta donde estaba.

—¿Entonces era cierto?— Se volteó observando al peli-morado.

La chica se sujetó al brazo de su novio. — Y besa mejor que tú. — Le sacó la lengua.

—¿Ah?— Observó desentendido lo que pasaba.

JAJA, claro, claro.— Rodó los ojos.

Ahora me voy a buscar algo de comer, ojalá nunca te vuelva a ver, pelotudo de mierda.— Sonrió, para irse a comprar algo de la máquina expendedora.

—¿Aleska?— Observó aún confundido como se iba.

—Hey, amigo.— Puso su mano en el hombro de este.

—¿Entonces sí hablabas japonés? — Él asintió.

—Aunque lo básico, sólo por el trabajo.—

—¿Qué eres de ella?— Preguntó directo.

—Su ex.— Sonrió.

—¿El que odiaba?— El argentino rió.

—Mm, puede ser.—

—Aleska es mi novia, así que te recomiendo mantener tus distancias con ella.— Lo miró con molestia.

—Sí, sí, ya me di cuenta.— Rodó los ojos.— Y me quedó claro que la eché a perder con ella, así que suerte, campeón. — Mostró su dedo pulgar como aprobación.

—¿Así tan fácil? — Levantó una ceja.— Esperaba tener que enfrentarme a un rival, celos y pelea por la atención de Aleska.— Dijo sorprendido.

El más alto rió.— Ya tengo 19, amigo, no estoy para eso, y como dijiste, Aleska me odia.— Se encogió de hombros.

—¿19 años? ¿Cómo rayos conociste a Aleska?—

—Ibamos en grados diferentes, pero mismo colegio, amor a primera vista, que te puedo decir.— Suspiró al recordar ese tiempo.— Ella tenía 13 años cuando nos hicimos novios, fui su primer beso.— Dijo orgulloso.

—Que desgracia. — Volvió a reír ante la seriedad de este.

—Y bueno, eso, fui un inmaduro y la lastimé mucho, pero cambio totalmente luego de eso, son cosas que yo no te puedo contar, ya sabes.— El otro asintió.

—Ya veo.— Dijo tranquilo de haber terminado este episodio con el rival.

—Ya me tengo que ir a alistarme para la charla.— Observó su celular.

—Adiós.—

—Ah, por cierto, yo no soy el ex del que deberías preocuparte. — Sonrió de lado.

—¿A qué te refieres?— Hizo una mueca.

—¿Qué opinas sobre si los ex pueden ser amigos?—

—¿Ales...— No pudo acabar.

Adiós, chico.— Salió disparado y de un momento a otro ya no estaba.

.
.
.

El chico bufó molesto pensando en que había otro rival más odioso que este.

—Hitoshi, lo siento por el show de más temprano.— Dijo comiendo.

—No es tu culpa, descuida.—

—Eres muy comprensivo.— Sonrió tranquila de no tener que dar explicaciones.

El chico observó esa sonrisa, aceptando que haría cualquier cosa por ella.

Y que ningún ex se interpondría entre su relación.

—Por cierto, Hitoshi, en unos meses vendrá mi mejor amigo a visitarme.— Dijo con total alegría.— Dijo que quería conocerte.—

—¿De verdad?— Ella asintió.

—Aunque fuimos novios hace tiempo.— Shinsou casi escupe lo que tenía en su boca.

—¿E-Es tu ex?— Dijo helado.

Ella asintió.— Pero ya no sentimos nada, yo sólo te quiero a ti.— Sonrió.

Las palabras del chico de la mañana hacían eco en la cabeza del joven.

Dejó caer su cabeza en la mesa mientras se preparaba mentalmente para lo que vendría.

—¿Oye, Shinsou, estás bien?— No recibió respuesta.— Pff, que dramático. —

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top