CAPITULO XXVI

Debo estar soñando, esto no es real. Lo que he visto allá debe ser mentira. Pensé que aprendería la lección la última vez que pasó. ¿Es que acaso no entiende que es pésimo en esto?

—Fresita, tu novio está poniéndome los pelos de punta.

—Solo ignóralo, se cansará en algún momento.

Jonah y yo pasamos cerca de una de las tantas tiendas del centro comercial, puedo escuchar sus pasos de nuevo, así que me detengo otra vez y volteo a verla. Logan corre como loco hacia una de las columnas y trata de esconderse, y lo hubiera logrado... ¡pero puedo ver su maldita cabeza sobresalir de la columna!

No puedo sentir más vergüenza ahora. Además, Jonah también se dio cuenta de esto desde que nos reunimos en la entrada. Y él trata de ignorarlo también, pero no miento al decir que podemos sentir cada vez que nos sigue.

No he contestado sus mensajes desde el viernes. ¿Acaso no es una clara señal de que no quiero hablar con él?

Tomo la mano de Jonah y hago que me siga hasta una de las tiendas y así perder a Logan de vista. Lo logramos y nos escondemos detrás de unas perchas de ropa, observo como Logan ve hacia todos los lados tratando de buscarnos y luego se va. Salgo de donde estoy y dejo salir un suspiro de frustración por la situación.

«Qué alguien me de paciencia».

—Jonah, en serio lo siento, no esperaba que él apareciera aquí.

—Fresita, no te preocupes, esto es algo que no puedes controlar. Además, Logan no es el único que nos está siguiendo, Nathan también nos sigue desde hace un rato.

—¿Tu enamorado? —pregunto sorprendido, ya que no me di cuenta en ningún momento.

—Yo también me sorprendí cuando lo vi, pensé que no le importaba que yo saliera con alguien más... pero cuando lo vi, sentí algo raro en el pecho.

Bueno, creo que perdimos por completo a este peliblanco, estar con él en esta situación por las personas que llaman nuestra atención —aunque en mi caso él es un idiota y tiene un carácter algo confuso—una parte de mí se alegra de que esté aquí, pero la otra no puede olvidar su actitud. Además, que por lo que pasó ayer no sabía si era buena idea venir a esto, pero Anna me llamó en la noche, casi de madrugada, y pude ver con mis propios ojos que no le había pasado nada malo, excepto el corte en su mano.

Me contó que fue lo de siempre. Sus padres discutieron por un rato, luego su padre se fue y su madre se encerró en su cuarto, y ella escribió... es algo que desarrolló desde pequeña para poder sacar todas aquellas palabras que estaban retenidas en su pecho. Tal vez ser escritora es la profesión que Anna está buscando tanto.

—¿Dónde está tu enamorado?

Trato de cambiar de tema y olvidar que Logan está aquí, para concentrarme en el ahora y ayudar a Jonah en su plan de darle celos al pobre chico.

—Ahora está cerca de uno de los botes de basura y está fingiendo leer algo en una revista.

Volteo lentamente y finjo estar viendo la ropa de la tienda, levanto mi vista y en efecto, el chico rubio está ahí leyendo lo que parece ser una revista y cuando puede nos da algunas miradas. Y pienso lo mismo que cuando lo conocí, se ve muy tierno, el gorro de lana y las gafas de sol solo lo hacen ver aún más lindo.

—Bueno, ahora que Logan ya no nos sigue, ¿vamos al cine? Si corremos, aún podemos llegar a la función de la tarde.

Él toma mi mano y luego me da un pequeño beso en la mejilla.

—Vamos, fresita.

Salimos de la tienda y a paso apresurado llegamos a la sala del cine. Por suerte aún quedaban unos minutos para que iniciara la película, unos segundos después nos damos cuenta de que Nathan también nos siguió y aunque pensé que lo había perdido, casi me atraganto con la gaseosa que estaba tomando cuando vi entrar a Logan detrás de Nathan. Jonah se da cuenta y aunque le pido disculpas por eso, el lo único que hace es darme una sonrisa y decirme que no me preocupe.

La función empieza y entramos a la sala, nos acomodamos en nuestros asientos y yo comienzo a rezar para que pueda pasar una buena tarde con mi amigo, sin que Logan interfiera en nada.

(...)

—Lo siento, Jonah. —Pongo la bolsa de hielo en los ojos de Jonah y él hace una mueca de dolor.

—Te duele mucho, ¿verdad? —Nathan se pone a su lado, sus mejillas están coloradas por la frustración y por algunas lágrimas derramadas hace unos minutos.

—Ya les dije a los dos que no es nada.

—Pero tus ojos se están poniendo morados —hablo yo esta vez.

—Se lo merece por tratar de besar a Thomas —murmura Logan.

—¡Tu cállate, imbécil de mierda!—gritamos al mismo tiempo Nathan y yo.

—Solo daba mi opinión.

—¡Pues no tienes derecho a opinar! —me acerco a Logan y le doy un golpe en la cabeza.

Esto es poco para lo que se merece. ¿Cómo se le ocurre golpear a Jonah? Estábamos de lo más tranquilos —más o menos—. Nathan estaba sentado frente a nosotros y Logan atrás, y bueno... los dos hacían muchas cosas para evitar que se creara un «ambiente romántico» y todo estaba bien, hasta que Jonah se fijó en que tenía algunas palomitas en el cabello y se acercó para quitármelas.

Fue ahí donde se desató. Cuando abrí mis ojos de nuevo, Logan ya estaba encima de Jonah golpeándolo y Nathan no tardó en reaccionar y se fue contra Logan para defender a su amado. Todo se volvió un embrollo de golpes y comida por los aires, mientras trataba de separarlos a todos.

Al final seguridad vino, nos sacaron a los cuatro del cine y nos prohibieron la entrada. Después me di cuenta de que Jonah tenía un golpe en el ojo y fui a comprarle hielo, y ahora estamos aquí...

—Por si no lo ves, yo también salí herido, capucha, y fue el estúpido albino —dice Logan con fastidio.

—No, ese fui yo —le contesta Nathan con una sonrisa—. Y viendo el rostro de Jonah, aún me falta emparejar el tuyo.

Nathan intenta acercarse a Logan, pero es detenido por Jonah que lo agarra de la cintura.

—¡Suéltame! Tngo que dejarle morado los dos ojos para que esto sea parejo.

—Logan, ve para allá, yo arreglaré las cosas.

Él intenta negarse, pero al ver mi mirada, levanta sus manos en forma de rendición y hace lo que le digo.

—Creo que lo mejor será irme. De nuevo, perdón las molestias, Jonah.

—No te preocupes, fresita, creo que esto hubiera pasado de todos modos.

Le doy una sonrisa apenas y luego volteo para poder a Nathan que se escondió detrás de él.

—Fue un gusto conocerte, Nathan, aunque las circunstancias no fueran las mejores, cuida bien de mi amigo.

Avanzo un poco, pero siento como tiran de mi camisa, haciendo que me tambalee un poco.

—¿Amigos? ¿Jonah y tú no son pareja?

—No, somos amigos, para mí Jonah es como un hermano.

Él me suelta y se va, murmurando «no son pareja» hasta llegar de nuevo detrás de Jonah. Vuelvo a despedirme y voy hacia donde está Logan, paso frente a él y unos segundos después comienza a seguirme.

«De repente siento dolor de cabeza».

(...)

El columpio donde estoy sentado rechina con cada balanceo que doy, haciendo obvio que está muy gastado. El cielo estrellado de la noche y el ruido de algunos grillos nos acompañan. Logan está sentado en el pasto a unos cuantos metros de mí, luego que salimos del comercial, solo dimos vueltas y vueltas sin siquiera hablar y terminamos aquí.

—¿Seguirás callado?

—Tal vez, no veo nada interesante por aquí.

—¿Por qué no contestaste mis mensajes?

—Creo que la respuesta es obvia, ¿no?

Logan vuelve a quedarse en silencio, veo la hora en mi celular y decido irme. Las cosas aquí no han avanzado nada y no le veo caso a seguir aquí perdiendo el tiempo.

—Me voy —anuncio.

—¡Espera, Thomas! —Logan se pone frente a mí y evita que me vaya—. ¿De verdad te irás? Necesitamos hablar.

—Está bien, habla. Si dices algo que me interese, entonces me quedaré.

Él abre y cierra su boca, indeciso por no saber qué decir.

—Tu... ¿te acostaste con tu ex novio? —masculla.

—Okey, me voy.

Hago a un lado el cuerpo de Logan y avanzo lo más rápido que puedo para poder salir de ahí, pero él vuelve a interceptarme.

—¿Por qué no contestas?

—¿Por qué quieres saberlo? —Él se queda callado, logrando desesperarme más—. Si con esto te quedas tranquilo, te lo diré. Sí lo hice, él fue el primero y el único en mi vida, ¿feliz?

Trato de irme, pero él toma mi mano.

—¿Ahora qué quie...

Logan se abalanza sobre mí y me besa sin previo aviso, pero este beso no se compara a ningún otro, es rudo y posesivo, es casi como si quisiera marcarme y dejar claro algo absurdo. Lo empujo molesto y jadeo por aire.

—¿Qué es lo que te pasa? Casi me ahogas.

—Tengo miedo...

—¿Qué? —pregunto con dificultad.

—¡Tengo miedo! —repite, noto que aprieta sus manos hasta dejar sus nudillos blancos—. Thomas, sé que mi actitud ese día no fue la mejor y tú lo dijiste, no tengo derecho a reclamar nada ya que estoy... bueno... con Rosy, pero ese día... —Él levanta su mirada, noto que tiene los ojos cristalinos y me deja en blanco—. Cuando me dijiste que tuviste un novio, algo se removió en mí y llegaron preguntas como: ¿Cómo habrá sido su relación? ¿Eras feliz con él? ¿Aún lo quieres? ¿Él te hacía daño al igual que yo lo hago?

—Logan...

—¡Por eso me asusté! No quiero que te alejes de mí, eres lo único bueno que tengo en mi vida llena de oscuridad y no sabes cómo me aterra que te vayas y me dejes solo. Pero a pesar de eso, no paro de arruinar cada momento que tenemos y aún me da miedo lo que las personas piensen —deja escapar unos pequeños sollozos y parte aun más mi corazón—. ¡Pero no quiero perderte!

Avanzo poco a poco hasta llegar a él y poder abrazarlo, él hace lo mismo y oculta su rostro en mi cuello. Puedo sentir la calidez de sus lágrimas caer sobre mí piel, pero no lo aparto, me dedico a consolarlo y a dejar algunos besos sobre su cabeza.

—Idiota, te lo prometi, ¿verdad? Me quedaré a tu lado hasta que mi corazón ya no pueda más.

Él se aferra aun más a mí y ante la situación solo puedo dejar salir una sonrisa forzada. ¿Qué es este sabor amargo en mi boca?

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