CAPITULO II
No sé cuánto tiempo a pasado desde que estoy aquí, solo puedo escuchar el canto de los pájaros a mi alrededor y loa gritos del los que están practicando. Lo único que sé es que por fin pude calmarme.
Estoy seguro de que Anna está muy preocupada justo ahora, y también sé que llamarán a mi madre por haber golpeado a un estudiante en mi primer día de escuela.
«Aunque se lo merecía»
Las cosas no están saliendo para nada como lo imaginé. Muy en el fondo de mi corazón esperaba poder darle una oportunidad a este lugar. Pero el destino no lo quiso así, y volvió a poner a ese idiota en mi camino...
Pensé que al menos su actitud de mierda cambiaría, pero sigue siendo el mismo imbécil de siempre.
«Pero está aún más guapo que en la primaria»
¿Qué mierda acabo de pensar?
Debo estar volviéndome loco, claro que es guapo —mucho más de lo que recuerdo— pero todo eso pierde valor en cuanto abre la boca y ves su carácter.
«Y sus ojos... son tan hermosos como les recuerdo»
—¡Que alguien me mate por favor! —exclamo—. Me estoy volviendo loco.
Doy un suspiro y recuesto mi cabeza en la pared. Cierro mis ojos y me dejo llevar por el canto de los pájaros.
—¿Entonces quieres que alguien te mate? —Anna aparece frente a mí logrando asustarme—. Que bien, yo quiero hacerlo desde hace como una hora.
Anna se acerca y se arrodilla junto a mí, azota sus manos a ambos lados se mi cara. Puedo ver la ira desbordar de ella.
—A-Anna ¿No crees que estás exagerando?
—¿Exagerando? No debería de estar molesta si el idiota de mi mejor amigo sale de la clase de arte todo alterado, justo después de golpear a otro idiota sin decirme por qué.
—B-Bueno en eso tienes razón...
—¿Y cómo me lo recompensarás Thomas?
—Te compraré toda la comida que quieras —susurro asustado.
—Es por eso que eres mi mejor amigo —Anna me abraza y me da un beso en la mejilla—. Ahora vamos, tengo que llevarte a la dirección.
—¿Estoy en problemas verdad?
—Tal vez. —Me ofrece su mano y me levanto del suelo—. Pero no se puede evitar, le rompiste la nariz al imbécil.
Salimos de atrás de las gradas y comenzamos nuestro camino hacia la oficina de la directora.
—Se lo merecía —susurro.
—Lo sé, pero podrías haberlo resuelto de otra manera, lo que más me sorprendió fue que lo golpearas. —Ella se detiene y me da una mirada de preocupación.
Desvío la mirada y aumento la velocidad de mi caminar.
Ella sabe sobre todo lo que pasó en primaria, e incluso estuvo a mi lado y siempre me dio su apoyo, pero dudo que lograra reconocer al idiota de Logan. Aún es un tema difícil de mencionar para mí, y recordarlo es aún peor.
—¡Hey Thom! ¡Espera! —me grita Anna, y yo me detengo y volteó a verla.
—No lo dije para molestar o algo parecido, solo lo dije porque somos amigos y me preocupa. Se que para que actuaras debe haber una razón, y no tienes que decirmela ahora mismo, —Me sonríe— solo recuerda que somos amigos y estaré aquí para cuando decidas contármelo.
Asiento como respuesta y sigo avanzando, con Anna caminando unos pasos por detrás de mí.
«Te lo diré Anna, solo dame un poco de tiempo»
(...)
Llegamos a la oficina de la directora y lo primero que veo es a Logan recostado en una banca, con una bolsa de hielo cubriendo su nariz. Anna toma mi mano y nos sentamos en la otra. Un segundo después salen unos chicos de la oficina y al verme comienzan a murmurar; yo me cubro con la capucha del suéter para esconder mi incomodidad.
El silencio reina en el lugar y lo agradezco, lo último que quiero es lidiar con otro escándalo.
Logan se voltea y cuando me ve se sienta tan rápido que casi se cae de dónde está.
—¡Tú, imbécil! —grita—. Me las pagarás, ¿Cómo te atraves a golpearme?
—Te lo merecías. Además, tú lastimaste a Anna primero.
—Ella se metió donde no la llamaban. Es su culpa. Me rompiste la nariz... eres un completo estúpido
—Oh, perdóname ¿Debí perdir permiso para golpear a un idiota como tú? —pregunto con tono sarcástico—. Lo tendré en cuenta para la próxima.
—¡Tú hijo de...!
—Muchachos. —La directora Janet sale de su oficioma y los tres nos tensamos al escucharla—. Que bueno que están aquí. Pasen.
Ambos no levantamos, el primero en entrar es Logan, luego sigo yo, y Anna se queda fuera y me susurra un «suerte» antes de entrar. Nos sentamos frente al escritorio de la directora, ella se pasea a nuestro alrededor y nos observa con atención —probablemente juzgandonos en silencio—. Lo hace como cinco minutos antes de sentarse y regalarnos una mirada congelada.
—Bueno, intenté calmarme lo más que pude. Ahora quiero que me digan qué pasó exactamente. —Ella se cruza de brazos y mantiene su mirada desafiante.
—Este imbécil fue el que empezó— se apresura a decir Logan—. Solo le pregunté cual era su nombre y me golpeó.
—¿Solo preguntaste mi nombre? Si llegar a clases como si fuera tu casa, lastimar a Anna y tratar de intimidarme es solo preguntar por mi nombre, pues perdóneme por el golpe su exelencia, no lo volveré a hacer —respondo con evidente sarcasmo—. Solo te di lo que te merecías, imbécil.
—¡Cállate! Aún me debes un golpe. —Logan se levanta de su silla y se acerca para intimidarme.
—Inténtalo, no tardaré ni un poco en devolvértelo. —Yo también me levanto y me acerco.
Le demostraré que he cambiado, ya no soy aquel niño de primaria al que podía intimidar como si nada. El miedo aún sigue presente dentro de mí, tengo pánico de regresar a aquellos días oscuros de burlas, pero no me dejaré caer sin luchar.
—¡Basta los dos! ¡Siéntense de una vez! —ordena la directora.
Los dos obedecemos de mala gana y nos sentamos. La directora tiene el ceño fruncido, suelta un largo suspiro y pasa sus manos por su cabello en señal de frustración.
—Sabía que esto iba a pasar tarde o temprano, pero no esperaba que fuera el primer día de clases —masculla—. Chicos, los dos se transfirieron a esta escuela a tan solo unos meses de poder graduarse.
—Sí ¿Y eso qué tiene que ver? —pregunta Logan.
—Este año, junto con los demás profesores decidimos hacer trabajos en tríos para todas las materias, y esos trabajos equivalen a la mitad de su nota.
—Pero, ¿qué pasará con nosotros y el resto de la nota? —pregunto confundido.
—Harán los trabajos grupales y unas tareas individuales, para que así puedan graduarse de la preparatoria.
—Entonces no hay problema. Buscaremos a nuestros equipos, haremos los trabajos y no tendré que volver a hablar con este idiota —agregó Logan.
La directora niega y se levanta de su escritorio.
—Los equipos ya están decididos, los únicos que sobran son ustedes dos y la señorita Anna Martínez. Ella esperó a la llegada del joven Garkson y no hizo equipo con nadie más.
Eso quiere decir que...
—¿Tendré que estar con este imbécil el resto del año? —preguntamos al mismo tiempo.
—Así es —contesta ella.
No, no, no.
Justo cuando pensé que podría librarme del él. ¿Qué pasa con mi vida? El destino me odia tanto que se ha encargado de juntarme con Logan. ¿No le fue suficiente que estuviéramos en la misma escuela? Dime ¿Qué más quieres de mí?
Anna, de verdad necesito que entre por esa puerta y me mates, o que me digas que esto es un mal sueño. Por favor.
—Me niego a trabajar con él —dice Logan enfadado—. ¿No hay otra manera de conseguir lo que nos falta de la nota?
—Es eso o reprobar el año, joven Anson— responde la directora, casi divertida con la situación.
Logan aprieta sus puños y se levanta exaltado de la silla. Lo entiendo. Esto es frustante, solo tenemos dos opciones, aceptamos o reprobamos.
¡Ja! Esto a mi parecer ya estaba planeado mucho antes de la pelea. Son muchas cosas a favor de la directora y no creo que solo sea obra del destino.
—Esta bien —acepto—. Nada hará que repruebe mi último año de preparatoria. —Me levanto y volteo a ver a Logan—. No se tú, pero yo prefiero aguantarte por lo que resta del año a reprobar. Así que tendrás que acostumbrarte a mí. —Tomo mi mochila y le doy la espalda—. Directora, ¿eso es todo, verdad?
Ella asiente como respuesta.
—Castaño, te veo mañana en clases.
Me despido de ambos y salgo de la oficina. Anna sigue esperando fuera y en cuanto me ve corre preocupada hacia donde estoy.
—¿Te castigaron?
—No, pero de ahora en adelante trabajaremos junto a Logan en los proyectos.
Paso al lado de Anna y comienzo mi camino hacia la última clase de hoy.
«Al menos asistiré a esta, me salte las otras clases»
Anna camina a mi lado y en silencio, —Algo muy raro en ella—. Quizás sea mejor contarle lo que pasó, se siente raro verla así.
—¡Hey capucha! —Logan me llama, pero lo ignoro y sigo mi camino—. ¡No me ignores imbécil!
Él trata de tocarme nuevamente, pero le doy un manotazo antes de que lo lograra.
—¿Ahora que quieres? ¿No fue suficiente lo que pasó está mañana? —dice Anna molesta.
—Solo quiero hablar con tu amigo pelirroja, no quiero salir lastimado otra vez.
—¿De que quieres hablar? —pregunto.
—Acepté hacer los proyectos con ustedes, pero solo quiero dejar claro que nunca los llevaré a mi casa. Puedo reunirme con ustedes en un parque, en una cafetería y hasta en una biblioteca, pero jamás en mi casa —sentencia.
—¿Algo más? —habla Anna.
—Sí. —Él se acerca un poco más a mí, pone su mano en mi hombro y se agacha a mi altura—. Dejaré pasar lo del golpe por ahora, pero encontraré una manera de que pagues por lo que me hiciste —susurra en mi odio.
Se separa de mí y me empuja a un lado.
—¡Imbécil de mierda! —le grita Anna.
Aún cuando te odio por todo lo que me hiciste, ¿por qué mi corazón late tan rápido? Tus palabras no fueron cariñosas, ni siquiera amables. Solo fue el roce de tus labios, pero siento que mi corazón podría explotar.
Odio este sentimiento. De verdad lo odio.
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Por fin actualice jaja, perdón por la espera, pero espero que les guste y lo hayan disfrutado tanto como yo los hice.
Estén muy pendientes que muy pronto les traeré el capítulo tres.
Eso sería todo por el día de hoy, y no olviden que los quiero.
Atte: ❤️ FerLemuz ❤️
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