CAPITULO X
IMPORTANTE: Chicos no soy una experta en escenas +18, no estoy acostumbrada a escribirla, puedo imaginarla, pero redactar una se me hace difícil ya que siento que pondre expresiones o cosas que talvez no se lleguen a atender.
Así que les pido perdón si la siguiente escena—aunque corta—sea un poco de su agrado y entiendan que estoy empezando a aventurarme fuera de mi zona de confort.
Sin más los dejo con el capítulo nuevo.
Hago algunos trazos antes de dejar el pincel de lado y observar la pintura frente a mi, mi idea principal era hacer algo alegre y que demostrar paz, pero al final termine pintando la silueta de un niño en tonos grises, blancos y negros y en la parte superior una mariposa y ella tiene los colores posibles. La silueta del niño se estira hacia ella anhelando tocarla, pues ella tiene tantos colores que nunca habían Sido vistos por el, queriendo que la mariposa se quede con el...
O al menos esa es mi interpretación.
Siendo el creador de varios cuadros, a veces me preguntaba cuál era su verdadero significado, yo podría darle alguno pero otras personas le darían otro. Eso lo maravilloso del arte y al ver este cuadro la describiría en una sola palabra: soledad.
Jay sale del baño con sola una toalla alrededor de su cintura, observa lo que estoy haciendo y me da un sonrisa.
—¿Lo terminaste mientras me duchaba?
—Estabas tardando y me aburría.
—Que malo eres Cariño.
—Como sea—le resto importancia—¿Estás listo?
Una sonrisa pícara atraviesa la cara de Jay y sin descaro alguno, quita el nudo de la toalla quedando completamente desnudo ante mí.
—Para ti siempre estaré listo.
Me acerque a él y fue Jay que tomo quien comenzó devorando mis labios de manera agresiva, le correspondo de la misma manera, haciendo que nuestras lenguas danzen una con la otra, en un beso lleno de pasión y lujuria. Llevo mis manos directo hacia su trasero y lo aprieto sin ningún descaro, Jay se sorprende pero eso no lo detiene para nada.
El pelirrojo se separó de mi dejando un leve mordisco en mis labios. Toma mi mano llevándome directo a mi cama y hace que me siente en ella, lo veo expectante a sus siguientes movimientos, el se acerca a mi de y sin que me lo espere comienza a repartir besos húmedos en mi cuello hasta mi pecho. El lame, muerde y chupa mi piel de mi cuello, sus besos ban bajando poco a poco hasta que llega a mi erección y deja un beso sobre ella, haciendo que suelte un suspiro.
—Se cuáles son tus intenciones, sabes lo que pasará si lo haces—le advierto.
—No me importa—Lleva sus manos hacia el elástico de mi ropa interior y comienza a bajarlo—Destrozame cariño.
Jay quita por completo mi ropa interior, liberando mi erección, dejando mi miembro frente a el que se relame sus labios, ansiosos por poder chupar mi miembro.
—Hazlo—le ordenó.
Jay toma mi miembro y se toma un momento para acariciarlo, ni siquiera tengo que guiarlo o pedirle que haga algo, deja un beso sobre mi punta y...
Mi teléfono suena matando el ambiente por completo, intento ignorarlo y concentrarme por completo en el pelirrojo, por suerte deja de sonar...pero vuelve a hacerlo unos segundos después. Jay se levanta del suelo completamos irritado, y se acuesta en mi cama, matandome con la mirada.
—Apaga es cosa.
Ni siquiera le contesto, me levanto de la cama—con el mal humor comenzando a encenderse en mí—y cuelgo la llamada sin siquiera ver de quién se trataba.
—¿Podemos seguir? ¿O el rey necesita algo más?
—Con eso me basta.
Jay se arrastra hacia mi y comienza a besarme, llevo mi mano hacia su nuca y intensificó...
—Mami...Mi hermano se está besando con otro chico.—escucho una voz que conozco muy bien.
Empujo a Jay—talvez un poco más fuerte de lo previsto—haciendo que se caiga de la cama, pero no le pongo atención a ello, volteo a ver la pantalla de mi teléfono donde veo el rostro de mi hermana pequeña confundido, luego de eso veo el rostro de mi madre claramente molesta, alarmandome enseguida.
—Thomas Garkson...
—¡Espera unos minutos mamá!
Pongo la pantalla en negro y pauso el video, también apagó el micrófono, busco mi ropa en el piso comenzando a vestirme como puedo. Mientras Jay me observa desde el suelo totalmente confundido.
—¡Vístete!
—¿Qué? Pero si estábamos...
—Solo hazlo joder.
—Okey,Okey
Jay se va al baño y termino de arreglar mi ropa y mi cabello, aún sabiendo que mi madre ya se hizo una idea muy clara de lo que posiblemente estaba haciendo con el pelirrojo,trato de verme lo más decente que puedo. Tomo mi teléfono y vuelvo a la llamada con mi hermana y mi madre—quien no ha cambiado su cara de enfado para nada—le doy mi mayor sonrisa.
—¡Mamá! ¡Pequeña! ¿Qué tal todo?
—Por aquí todo muy bien hijo y por lo que veo tu también te la estabas pasando en grande.
—¿Yo? ¡Que va! Si tengo un montón de tarea encima.
—Me imagino—contesta mi madre y el tono que usa no me gusta para nada—El chico pelirrojo seguro estaba ayudante con ello ¿No?
—Solo un poco...
—¿El es tu novio?—Pregunta mi hermanita, ajena al doble sentido en la conversación que tengo con nuestra madre.
—No pequeña es solo un amigo.
—¿Los amigos se besan?—Pregunta confundida.
—Es...es una manera de saludarse.
—¡Ooooh! ¡Entonces comenzaré a saludar a Dylan así!
—¡No!—le gritamos mi madre y yo al mismo tiempo.
—¿Porqué no?—pregunta—Mi hermano lo hace, ¿Porqué yo no puedo?
—Es cosa de mayores—le contesto yo.
Hago una mueca al solo pensar a mi hermana de seis años besandose con un chico, se que talvez algún día tenga que suceder...pero por ahora prefería no preocuparme por ello.
—¡Eso es injusto!—exclama—¡Yo quiero besar a Dylan!
—¡Ni se te ocurra Helen!—le advierto—Eres muy pequeña para ello.
—¡Pero...!
—¡Nada! Eres pequeña, aquí se acaba el tema.
Helen hace un puchero y se cruza de brazos, antes salir del enfoqué de la cámara, solo esos actos me hacen saber que ella se ha enfadado conmigo.
Pero esto me pasa por no ver lo que hacía, creyendo que había colgado la llamada y en su lugar conteste.
Solo estás cosas me suceden a mi.
—Bueno...te llamábamos para saludarte, pero por lo visto estás muy ocupado hijo.
—Mama, no te enfades—mascullo.
—No lo estoy, solo quisiera que convivieras más con tu hermana...que la llames más seguido, pero veo que hay cosas más importantes.
—Mamá
—Quiero a Helen, lo sabes ¿No?
—Lo se hijo, pero Helen si será una pequeña para siempre y para cuando te des cuenta será todos una señorita—suspira—Comprendo que me evites a mi y a tu padre porque somos muy pesados y te recordamos aquel accidente...pero tú hermana no tiene la culpa de ello.
—Yo no hago...
—Si lo haces—me interrumpe—En fin, comunícate más seguido con ella, sigue "haciendo tu tarea" nos vemos.
—Mamá...
Ella cuelga sin dejarme explicar la situación, aunque ella no se estaba equivocando del todo...pensé que había Sido bastante discreto con el hecho de que los estaba evitando. Pero al parecer no había sido así, mi madre lo sabías muy y eso quería decir que mi padre lo sabía también, me dolía pensar que ellos fueran consientes de que evitaba, pero sabía lo que pasaría si iba a Nueva York.
Empezarían las preguntas, los recuerdos me golpearían, el hostigamiento y hacer como si mi hermana no existiera, preferiría evitar aquella situación a toda costa.
Jay sale del baño y ahora va completamente vestido, el me ve y trato de transmitirle con mi mirada todas mis disculpas.
—No te preocupes, ya habrá otro momento para reunirnos—el se acerca a mi y se sienta a mi lado—Deja que tú madre se calme un poco y llámala mañana.
—Estaba realmente enfadada—mascullo.
—Bueno...yo también lo estaría si hubiera visto a mi hijo desnudo y en una situación comprometedora—suelta una risa nerviosa—Pero como sea, dale un tiempo y haz lo que ella dijo, llama más a tu hermana y si tienes tiempo visitala.
—No puedo hacer eso Jay.
—Si puedes cariñosa—deja un pequeño beso en mi cuello—Solo tienes miedo a tu pasado y los recuerdos del accidente.
—Yo no tengo miedo.
—Lo tienes, aunque intentes ocultarlo a veces con esa actitud de idiota, le tienes miedo a recordar.
—Jay...
—¡Ya se! "No toques esos temas"—se encoge de hombros—Solo te doy mi opinión.
—Ya te ibas ¿No?
—Si ya me voy grosero.
Jay se levanta y va directo hacia la puerta y se gira para lanzarme un último beso antes de desaparecer por completo.
Suelto un suspiro y me dejó caer sobre mi cama, lo único bueno de esto es que Bruce no estaba en el departamento, seguro el habría hecho el último acto de y agregarle aún más drama a esta situación. Me quedé sin mi tarde de sexo y no tengo ganas de ir al gym, Bruce aún está en la universidad y complete todas mis tareas pendientes.
Entonces en un acto de aburrimiento, tome mi cajetilla de cigarros y decido subir a la terraza de mi edificio, cuando llegó el aire frío me golpea y una sensación de paz me llena por completo. Me recuesto sobre la barandilla, enciendo mi cigarro y me dedico a ver el paisaje de la ciudad frente a mi.
Mi plan para esta tarde era completamente diferente a lo que estoy haciendo ahora, se supone que debería estar teniendo una sección de sexo con el pelirrojo y termine en una pelea con mi madre y solo en la azotea de mi edificio. ¿Que tan patético puedo ser eso? Saco mi teléfono y comienzo a buscar entre mis contactos, para cuando me doy cuenta tengo el nombre de Logan en la pantalla, dudo un momento antes de marcar.
¿Estaré haciendo mal? No habíamos hablado mucho desde el incidente de la cafetería, pensar solo de nuevo en el rostro de Zed me hacia enfadar, además en la universidad casi no nos habíamos visto. Y otra de las cosas...eran aquellas palabras que había recordado cuando lo deje frente a su casa, tenía un mal presentimiento sobre ello pero estaba intentando no pensar mucho en ello.
Pero aún así quería llamarlo, quería escuchar su voz y como se ponía nervioso, solo quería hablar con él...
Sin pensarlo más marco su número, espero y escucho lo tres tonos, haciendome la idea de que no va a contestar, pero lo hace, cuando casi el cuarto tono estaba sonando y escucho su voz.
—¿Hola?
Las palabras se quedan en mi boca, mientras un extraño sentimiento de extiende por mi pecho ¿Porqué me siento así? ¿Porqué siento alivio al escucharte?
—¿Thomas?—vuelve a preguntar Logan, seguro pensando talvez que seguro la llamada no es para el.
—Castaño—digo después de unos segundos.
—Thomas...no esperaba tu llamada.
—Yo...—trato de hacer una pregunta o pensar un tema de conversación pero nada bien a mi.
Esto es lo malo.
Cada vez que intento hablar con Logan siempre me pongo incómodo, no sé cómo comenzar una conversación con el y si lo hago, todo termina en un silencio demasiado denso. Es como si hubiera alguna barrera entre nosotros que no nos permite avanzar...o mejor dicho, hay algo entre nosotros, algo que no me permite conectar, algo que me dice que es mejor alejarme.
—Thomas—la voz de Logan inunda mis oídos y reacciono.
—Adios.
Cuelgo sin esperar su respuesta.
Logan...¿Que me pasa contigo? Algo me atrae hacia ti y a la vez hay algo que me aleja. No te conozco, no hay nada que nos conecté, no hay nada por lo que deba huir de ti ¿O si?
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