CAPITULO VIII

La brisa entra por la ventana de mi auto, mientras se lleva el humo del cigarro que estoy fumando, la radio está sonando de fondo con la canción "This Love" de Camila Cabello suena de fondo y Bruce la canta a todo pulmón, como si de verdad estuviera sufriendo por amor. Y tiene como micrófono una banana y en una parte de la canción me acerca su "micrófono" invitandome a cantar.

Lo hago sin reclamar y sigo su juego, catando una parte de la canción.

Calling my name Get out of my veins
If you need your space
Then just walk away
You know how to fuck me up
Then make it okay
I guess that's your just game
And I'm the one who gets played
Again, and again, and again, and again

Me quita el micrófono y el sigue haciendo su concierto privado.

You know how to fuck me up
Then make it okay
I guess that's just your game (that's just your game)
And I'm the one who gets played
Again, and again, and again, and again, and again

Y no es por bromear pero puedo jurar que casi me deja sordo al final de la canción, pero aún así no puedo evitar reírme.

—Todo un cantante profesional.

—¡Lo sé!—Sonrie con orgullo—No se porque no me dedico a esto en lugar de estudiar arte.

—¿Verdad?—le sigo el juego—Pero dándote mi humilde opinión, si no  quieres tener que  quedarte en la calle sigue estudiando arte.

Bruce tuerce sus labios y me da un golpe en el brazo.

—¡Idiota!

—Solo te digo la verdad.

—¿Y no puedes seguirme el juego?—se cruza de brazos—No sé al menos dime algo como: "Bruce nunca escuché una voz como la tuya"

—En eso tienes razón—el sonríe—Nunca había escuchado algo tan espantoso como tú voz.

El vuelve a golpearme.

—Que grosero eres conmigo Thomy, pero lo dejo pasar porque se que lo que habla es la envidia y no tu.

—¿Cuál envidia?—pregunto divertido

—En fin—me ignora por completo y apaga la radio—Apaga tu cigarro y estacionate.

—¿Apagarlo? Pero si aún me queda medio...

Bruce voltea a verme y me da una mirada que logra asustarme—tan solo un poquito—.

—Apagalo.

No le contesto y aplastó el cigarro en el cenicero. Por ahora era mejor no discutir, me había costado mucho que Bruce se le pasará el enojo, tuve que ayudarlo con su tarea—cosa que nunca hago—para que el notará que mis disculpas iban encerio.

Los bajamos de mi auto y nos ponemos la mochila al hombro, avanzamos hasta los pasillos de la universidad y cada uno se va por su lado, hoy no compartimos clases si no hasta la tarde.

Llegó al salón de clases y me voy hacía los últimos lugares y me recuesto mi cabeza sobre la mesa, no había querido decirle nada Bruce pero no soportaba el dolor de cabeza. El día que fui al bar no tome mi medicamento en todo el día y no había sufrido de dolores algunos—en parte porque mis sentidos habían estados adormecidos por tanto alcohol—pero al día siguiente y el día se hoy las cosas no habían Sido nada lindas.

El dolor me martillaba la cabeza de una manera intensa y había tomado el medicamento, pero el dolor no quería irse así de simple.

Mi humor estaba esperando a niveles máximos.

Y decirle eso a Bruce sería tener una nueva pelea con el y no quería volver a eso. El profesor entro y me obligue a levantar la cabeza de la mesa y ponerle atención.

«Puedo aguantar el dolor»

Las clases pasaron y el dolor en mi cabeza no cesaba, las horas se me hicieron eternas, cuando por fin escuché el timbre que anunciaba nuestro receso, sali de clase y mi plan inicial de ir a los jardines y fumarme un cigarro se fueron a la mierda cuando ví las lluvia torrencial que había afuera.

¡Se veía que el universo me amaba!

Justo cuando me estaba sintiendo de la mierda y quiero aire fresco el mundo me manda una de las tantas lluvias de Londres. ¡Perfecto! Simplemente perfecto. Aún así no deje la idea de dejar de fumar y aunque mi cuerpo aclamaba comida, sabía que no me pasaría un solo bocado gracias al dolor que sentía.
Me fui a una de las áreas de fumadores de la universidad y prendí el cigarro, después de unas caladas aún no me sentía mejor.

—¡Dolor de mierda!—grite, aferrando mi mano a mi cabeza por el dolor.

Odiaba la lluvia y odiaba el jodido dolor de cabeza.

Decide faltar a mi siguiente clase—aunque tendría que inventar una buena excusa para mí profesor—y ir a la enfermería, ahí podría descansar un poco y talvez el dolor disminuiria, pero si no lo hacía tendría que ir a clases, ya estaba arriesgando una de ellas no podía faltar a las demás o mi promedio bajaría.

Cuando llegue me encontré con la sala voy completamente vacía, aproveche eso para recostarme en algunas de las tantas camillas vacías que había, cerré mis ojos y trate de no pensar en nada. Pasaron algunos minutos y me quedé completamente dormido, siendo despertado por el ruido de afuera, tome mi celular y me fijé que solo había pasado quince minutos, el dolor de cabe había disminuido—no tanto como quisiera—siendo soportable, pero aún así mi humor no era el mejor aún.

El ruido seguía, me di vuelta acomodandome en la camilla e ignore las voces, hasta que escuche una voz en particular.

—¡Por favor! La necesitan arriba, yo puedo curarme solo, mi compañera es la que está grave.

Era Logan y por alguna razón, el sueño que tenía se fue y abrí mis ojos de golpe.

—¡Muchacho necio!—lo reprendió Adela (enfermera)—Pero está bien iré, lo haré lo más rápido que pueda y regresare para ayudarte.

—Gracias.

Escuché el traqueteo de algunas cosas y luego el sonido de la puerta cerrandose, eso significaba una cosa, Logan y yo estábamos solos y eso no me importa en lo mas mínimo.

«Si, claro »

Tu cállate.

Tenía que perdirle perdón...pero no tenía que ser justo ahora ¿Cierto? Me sentía incómodo y no estaba en mi mejor estado.
Cerré mis ojos de nuevo y me propuse a volver a dormir pero, los queijos de Logan de fondo y el dolor que tenía no estaban siendo una buena combinación.

—¡Mierda!—se quejo como por decima vez.

Y ya no aguanté, me endereze de golpe y abri la cortina que nos separba.

—¿Podrías quejarte en silencio? Algunos aquí intentamos descansar.

Logan pego un brinco de la silla donde estaba, tropezando con sus propios pies y callendo al suelo, y por si no fuera poco se llevó encima algunos cajas de gasas y un recipiente con alcohol. Ni si quiera me inmute ante eso, lo seguí viendo con ojos asesinos.

—¡Thomas! No sabía que estabas aquí, ¿Te sientes mal?

—¡No! Solo estoy aquí porque me siento de maravilla y me gusta ver a los demás enfermos—suelto con sarcasmo.

El aprieta sus labios volviendolos una línea recta sin saber cómo contestarme.

—¿Qué es lo que tienes?—pregunta después de unos segundos.

—Nada que te importe—contesto tajante.

—Okey...

El silencio reina y como me doy cuenta que ya no podré volver a dormir, me acerco a una de las ventas que hay y la abro, sacando un cigarro.

—¿Qué estás haciendo?

Me volteo hacia Logan.

—¿No es obvio? Fumar.

—¡No puedes fumar aquí!

—¿Y quién me detendrá? ¿Tu?—suelto una risa y prendo el cigarro.

Ignore la mirada de Logan sobre mi y me dedique a fumar.

«Te estás comportando como un idiota»

Era cierto pero no podía evitarlo.

Logan al ver mi actitud, siguió hacían lo suyo. Comencé a verlo de reojo y cuando levanto la manga de su playera me di cuenta de el raspón que tenía, ni te nada grave pero aún así se veía que solía que dolía.

—¿Que fue lo que te paso?

No pude evitar preguntar, el alzo su mirada hacia mi y comenzó a negar.

—Nada importante, solo un pequeña discusión con alguien de la facultad de economía.

—Eso quiere decir que te peleaste.

El se sonrojo un poco.

—Se puede decir que si.

—¿Al menos ganaste?

—Eh...Más o menos.

—Perdiste—deduje y su sonrojo aumento.

—P-Puede que así hata Sido, pero le devolvi el golpe.

—Bueno, al menos no te quedaste sin hacer nada—sonrei.

El hizo lo mismo y pasaron solo unos segundos antes de que me decidiera a hablar, tenía que disculparme, aunque en la actualidad pedir perdón era una de las cosas más difíciles en mi vida.

—Logan, lo siento por todos lo que te hice pasar el fin de semana—mascullo.

—No tienes que disculparte.

—Si tengo que hacerlo, te invite para pasarla bien y al final solo fui una molestia.

«Como lo soy para los demás»

—No digas eso, para mí fue un gusto ayudarte...además me hizo recordar la s viejos tiempos.

—¿A qué te refieres con eso?

Logan me da una sonrisa y comienza negar.

—Son solo cosas mías Thomas.

—Eres un chico un poco raro Logan.

—Al igual que tú.

Doy una última calada antes de apagar mi cigarro.

—Me iré ahora castaño, pero ¿Tienes planes para la tarde?

—No, no los tengo.

—Te espero en el estacionamiento a las tres.

—¿A dónde iremos?

—A un lugar especial.

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Hola! Se que había prometido un maratón, pero por motivos personales lo retrasare un poco, cómo escritora espero que me entiendan ya que no quiero que lean algo forzado. Mis chicos y ustedes no se merecen eso.

Además aclaro algunas dudas.

¡No abandonare la historia! Eso nunca pasará, si tardo con las actualizaciones es porque estoy intentando acomodar mis horarios.
Lo siento de verdad por el retraso, pero de verdad hay situaciones donde no puedo o me siento muy cansada como par escribir.

Otra de las dudas ¿Anna, Jonah y Nathan aparecerán en la historia? ¡Lo harán! Pero no es este momentos, si mucho más adelante.

Por ahora me estoy concentrando en:
Logan y Thomas.
Bruce.
Jay.
Y el siguiente personaje que aparecerá en el maratón.

Ellos serán por ahora los más importantes chicos.

Si hay alguna otra duda, pueden dejarla y con mucho gusto la contestare.

Sin más que decir me despido.
Abrazos.
Atte 🖤 FerLemuz 🖤

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