CAPITULO V
Estaba en mi habitación, terminando de meter todo en mi mochila y cambiándome para ir al gimnasio. Iba cuatro veces a la semana y hoy era uno de esos días, por suerte ya había acabado con todo lo que tenía pendiente, entonces cuando regresara podría descansar como se debía.
Me puse una camiseta dejando a la vista en la tatuaje de mi brazo y hice un coleta dejando que algunos cabellos libres en el frente, tome una sudadera y mi mochila y salí de mi habitación y me encontré a mi amigo, en la sala sentado en el suelo—a pesar que tenía los sofás cerca—rodeado de varios bocetos y fotografías. Me causo gracia el verlo así, pero se lo merecía por dejar las cosas a último momento.
—Me voy al gimnasio, regresare en unas horas ¿Quieres que te traiga algo para comer?
—Lo que quiero ahora es que me ayudes con esto Thomy, ya no se que hacer, entre en un bloqueo por el estrés.
—Entonces descansa y distraete, ninguna idea llegará a tu mente si te sigues presionando.
—Pero este proyecto es para el lunes. ¿Cómo es tu siempre consegues tener todos a tiempo? Si siempre estar entrenando o llendo al bar.
—Eso tiene una respuesta Bruce—me cruce brazo y le sonreí—Se llama "Responsabilidad"
El bufo molesto.
—La responsabilidad no es lo mío.
—Entonces no te quejes—le reclame—Como sea, hazme caso y descansa, regresare en un rato princesa...
Sali del apartamento lo más rápido que pude y llegué al ascensor, desde ahí pide ver cómo Bruce salí de nuestro cuarto, con las mejillas sonrojadas y el ceño totalmente fruncido.
—¡Te he dicho que no me llames así!—me grito.
—¡Nunca podré olvidar tan original apodo que te dió tu madre princesa!—le grite de vuelta.
Bruce tuvo la intención de venir por mi—y seguro darme un golpe—Pero las puertas comenzaron a cerrarse y antes de que lo hicieran por completo, le di una sonrisa y le saque el dedo miedo a Bruce.
—¡Tho...!
Las puertas se cerraron y no pude evitar reírme de la expresión de molestia que tenía mi queridos amigo.
Salgo de elevador y voy hacia la cochera donde está mi auto y el de Bruce, subo a mi auto lanzando mi mochila a la parte trasera. Enciendo el auto, salgo del edificio y conduzco hacia el gimnasio, que está un poco lejos. Una hora después llegó a las instalaciones del gimnasio y me estacionó.
Bajo y tomos mis cosas, al entrar me topo con el mismo escenario de siempre personas alrededor, haciendo sus ejercicios, metidos en sus propios mundos, con la música de sus audífonos de fondo.
Y en una de las esquinas estaba mi entrenadora Janet, hablando con otros hombres—que seguramente estaban coqueteando con ella—no me preocupe para nada, ya que ella era pequeña, pero contaba con una fuerza y carácter muy... especiales, así que fui a mi locker y dejé mis cosas ahí, cuando regrese a dónde estaba Janet los hombres ya no estaban.
—¿Hoy no tuviste que golpearlos?
—Por desgracia no—suspira—Queria golpear algunas caras hoy.
—Tan cariñosa como siempre Janet—ironice.
—Ya me conocés—ella vio el reloj en su muñeca de manera ansiosa—¿Thomas porque no empiezas a calentar? Tengo que ir a la entrada por unos minutos.
—¿Paso algo?—pregunte preocupado, era raro verla ansiosa por algo.
—No, bueno no algo por lo que debas preocuparte—me sonrió—Mi sobrino vendrá hoy, llegó hace poco tiempo a Londres y mi hermano me lo encargo.
—¡Oh! ¿Tienes que cuidarlo? Si estás muy ocupada, puedo ayudarte con eso, sabes que me gustan los niños.
—Com gusto aceptaría tu ayuda Thom, pero mi sobrino tiene tu edad y no lo he visto desde hace como tres años.
—¿Entonces que es lo que te tiene nerviosa?
—Que no sé como lidiar con el...creo que me odia.
Solté una carcajada al ver a Janet tan nerviosa por ello ¿Odiarla? ¿A ella? Eso era algo imposible, ella puede parecer algo intimidante cuando la ves por primera vez, pero cuando convives con ella y van conociendola, es una amor de persona...pero eso tampoco quitaba su fuerte carácter. Recuerdo cuando una vez un chico intento hacer un movimiento con ella, todo iba bien, hasta que el chico tocó fibras sensibles para mí querida amiga y solo digamos que el chico salió del gimnasio con la nariz rota y el ojo morado.
Además que ella odiaba que me saltara la dieta que ella me había puesto, por eso aprendí a cumplir con ella—solo algunas veces—y me salvaba de una buena paliza. Así era Janet, alguien muy amable y cariñosa con quién se lograba ganar su corazón, pero un dolor de cabeza si llegabas a ofenderla.
Una alarma sonó y Janet dió un salto asustada, y se dió cuenta que lo que sonaba era su reloj, ella la apagó de inmediato y su ceño se frunció a leer algo en él.
—¡Carajo! Olvide que tenía una reunion hoy en la escuela—ella comenzó a rascar su cabeza en señal de desesperación—¿Ahora que haré? Mi sobrino llegará en cualquier momento.
—Si quieres yo puedo atenderlo—me encogí de hombros—Dices que tiene mi edad ¿No? Le explicaré la situación y le haré compañía.
—¿Estás seguro de ello...?—pregunto insegura.
—Lo estoy Janet, no te preocupes.
—Gracias Thom—me agradeció dandome un abrazo.
—Ya, ya, mucho cariño en un solo momento, vete de una vez o llegarás más tarde.
Ella asintió y me apretó más fuerte, antes de soltarme y salir corriendo como loca hacia los vestidores. Negué divertido por su actitud, pero no le puse mucha importancia, en lo que llegaba su sobrino, me puse mis audífonos y comencé mi calentamiento, unos minutos después y sin el sobrino de Janet sin aparecer, hice mi rutina.
Aún cuarenta minutos después, ya había perdido la esperanzas de que el apareciera, así que dejo de importarme. Estaba haciendo algunos ejercicios con las pesas, completamente concentrado, y dejándome llevar por la música de mis audífonos, cuando sentí una mano apretar mi hombro logrando asustarme y por ello dejé caer las pesas, haciendo un escándalo.
Me quite los audífonos de inmediato y voltee para poder insultar—mucho—a la persona que me había asustado. Pero pare el seco cuando ví esos ojos verdes que el día de hoy no estaban cubiertas por las gafas que siempre llevaba y su mata de cabello castaño que siempre estaba bien peinada, hoy estaba apuntado a todas las direcciones, y ese pequeño sonrojo en sus mejillas, me desconcertó un poco.
—¡Lo siento! No quería asustarte, es solo que te ví y pensé en saludarte—me dijo, apenado.
Pero no lo conteste, seguí analizando al castaño de pies a cabeza y me fijé que llevaba ropa de gimnasio y le quedaba—muy—apretada. Resaltando algunas partes de su cuerpo, que me parecieron... interesantes. ¿Este el mismo chico que veía en la universidad casi todos los días? Era como si frente a mi tuviera a otra persona completamente diferente, es que...su aura en la universidad era la de un chico bueno y correcto, pero hoy si aura me dice que es un chico rebelde y sexy.
«Muuuuy sexy»
—No importa—le contesté después de unos minutos—Pero para la próxima es mejor si te poner frente a mi, para que pueda verte.
—Lo tendré en cuenta—murmuro tímido.
Una sonrisa quiso escapar de mis labios, pero tome mi toalla y seque el sudor de mi cara para poder disimularlo. Me causaba algo de gracia ya que su actitud tímida, no concordaba nada con su apariencia de ahora. Y me daban ganas de molestarlo.
—¿Y? ¿Desde cuándo vienes a este gimnasio? Nunca te había visto. No me digas que solo vienes para poder ligar con alguien.
—¡No! Claro que no, es la primera vez que vengó...tenía que reunirme con alguien, pero no la encuentro.
—¿Es así?—observe a todas las personas que estaban en el gimnasio—Si quieres puedes decirme su nombre o algo, vengo aquí hace unos años, prácticamente conozco a todos los que vienen a aquí.
—Eh...bueno ella es entrenadora aquí, se llama Janet Thompsons.
Voltee a verlo enseguida y ahora sí me fue imposible no sonreír.
—¿Eres el sobrino de Janet?
—Podria decirse que si...
—¡Por fin llegas! Ella me dijo que no tardarías en venir, pero chico me hiciste esperar mucho por ti.
—¿P-Por mi?—pregunto sonrojándose—¿Por qué esperaría tu por mi? ¿Y porque conoces a Janet?
—Bueno, Janet es mi entrenadora y ella me pidió que te dijera, que tuvo una reunión en la escuela de sus hijos.
—¡Oh! Es por eso—dijo algo decepcionas.
Eso me pareció extraño, pero lo ignore y me fijé en la hora, ya había tenido suficiente por hoy con el ejercicio y aún era buena hora para poder ir al bar y paser un buen rato ahí. Además podría conseguir una muy buena compañía ahí...Pero me sentía mal por el castaño, lo ví de reojo y la tristeza en su rostro era obvia—aunque no sabía bien por estaba asi—y me sentí mal por el, ademas le había dicho a Janet que le haría compañía.
¿Llevarlo como sería algo malo? El no se veía como alguien que tuviera prejuicios y al bar que iría sería exclusivamente para personas de la comunidad.
—¡Hey castaño! ¿Tienes algún prejuicio sobre las personas de la comunidad LGBT?
Mi pregunta pareció sorprenderle y su rostro cambio a uno de pánico en segundos. ¿No me digan que si era un estúpido homofóbico? Si el justo ahora me decía alguna mierda sobre ello, juro que le acertaría con golpe en la nariz y otro en el ojo.
—No lo tengo—contesto aún dudoso—¿Porque lo preguntas?
Con esa respuesta fue suficiente y me acerque a el poco a poco, con una sonrisa traviesa en mi rostro. Hasta que estuve lo suficientemente y me incline un poco hacia el, sus mejillas enrojecieron de golpe.
—Porque hoy—susurre de manera suave en su oído—Vamos a divertirnos Logan.
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Después de mil años de no actualizar aquí está el capítulo cinco. ¡Chic@s de verdad perdón! La verdad escribir para mí está siendo difícil justo ahora. Porque:
1. Aún tengo problemas con mi electricidad.
2. La escuela y mis tareas.
3. El ahorrar batería es mis dos dispositivos para mí día a día es algo difícil.
Y se que dije que le sábado (bueno aquí uam es sábado) pero tuve problemas¿Por?
Mi teléfono se quedó sin batería y tuve que pedir ayuda a mi familia para poder cargarlo.
Pero ya pasó, de todos modos espero que les guste el capítulo y espero poder actualizar lo más pronto posible.
Les mando muchos abrazos
Atte 🖤 FerLemuz 🖤
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