CAPITULO III
Estar sentado desde hace más de una hora en el mismo lugar, estar viendo un video sobre la historia del óleo y tener que tomar apuntes, resumía mi estado de ánimo a una sola palabra: aburrimiento. Después de tomar una ducha y cambiarme, con Bruce solo habíamos tenido que esperar que nuestra siguiente clase comenzará y es que a pesar de ser el primer día, ya tenía tarea hasta para un mes.
Si muchos dicen que el primer día era solo presentarse a los nuevos profesores y tener una pequeña introducción de cómo sería las clases, pero es totalmente falso, así como nosotros estamos en el último año, es más crucial para nosotros y desde el primer día comenzaba nuestro sufrimiento...o al menos para mí, ya que mi querido amigo Bruce se quedó dormido después de cinco minutos de clase.
Entonces llevaba casi una hora escuchando sus ronquidos a mi lado y estaba comenzando a irritarme.
Además mi profesor no colaboraba para nada, creo que estaba igual o aún más aburrido que nosotros, ya que no dejaba de bostezar a cada segundo.
El vídeo termino y pude escuchar algunos suspiros de alivio viniendo de mis compañeros, incluso de nuestro profesor.
—Muy bien, ahora ya saben la importacia del óleo y los usos...
Nuestro profesor comenzó a explicar el tema de nuevo, como si el vídeo no hubiera sido suficiente, pero está vez en lugar apuntes, deje volar un poco mi meente y bloquear los ronquidos de mi amigo a mi lado, y por alguna razón los ojos del chico de antes vinieron a mi mente, ¿Era posible que sus ojos fueran tan verdes? No lo creía, talvez usaba lentes de contacto o algo que los hacía así.
Y además, no importaba cuántas veces lo recordará, su sonrisa y sus ojos me parecían tan familiares, pero ¿Donde los había visto? ¿Fue alguien con quién pase una noche? ¡Imposible! De ser así nunca habría olvidado ese color esmeralda.
«Thomas, te amo»
Me levanté de mi asiento de manera brusca al sentir la punzada que había llegado a mi cabeza, llamando la atención de todos en el salón y también despertando a Bruce a mi lado.
—¡Garkson! ¿Que le pasa?—me reprendió el profesor.
Pero lo ignore, tome mi mochila y saque todo en ella, buscando el pequeño bote de mi medicina, pero no estaba. Lo había olvidado por la salir corriendo está mañana.
—¿Thomy? ¿Que sucede?—me pregunto Bruce.
—¡Nada!—Conteste tajante.
El dolor en mi cabeza estaba aumentando y quería calmarlo, sin la medicación en mis manos, solo me quedaba una opción. Salí de la fila de asientos, baje las escaleras y fui directo hacia la puerta, sin molestarme en responderle a Bruce.
—¡Garkson! ¿A dónde cree que va?
—¡No le importa! —le grite al profesor, saliendo de clase.
No pare hasta llegar a las afueras de la universidad, y aunque algún profesor podía verme, saque un cigarro y lo encendí, aspire un poco del cigarro y cuando el sabor a tabaco llegó a mi boca, me sentí más tranquilo—no tanto como quisiera—pero el dolor al menos disminuyó un poco.
«Siempre recuerda llevar tus medicamentos»
La voz de mi madre inunda mi mente y no puedo evitar molestarme—porque se muy que tienen razón—con decirme que soy muy despreocupado cuando se trata de mi medicamento. El tiempo pasó y después de fumar dos cigarros, mi labios y gargantas me suplicaban por agua.
Retire mi espalda del muro, dónde estaba y comencé a caminar hacia una de las máquinas que había aquí. Compré la botella de agua, y cuando estaba apunto de tomar un poco de ella, alguien me tomo del hombro y me hizo girar de manera brusca, haciendo que la botella resbalara de mis manos
—Pense que solo habías sido una ilusión.
Era el chico castaño de la mañana, pero está vez no me había quedado embobado con sus ojos, más buen estaba molestó, solo quería una puta botella de agua y este chico raro aparece para arruinar eso.
—Thomas, se que ha pasado mucho y todo lo que pasó años atrás, todo lo que vivimos, quiero que...—se detuvo por un momento y pensé que soltaría mi hombro o se alejaría de mi, pero en lugar de eso se lanzó a abrazarme, tomándome por sopresa—De verdad perdón por todo—Susurro.
¿Que le pasaba? ¿Porque de repente me abrazaba? ¡No lo conocía! ¡Nunca había hablado con el! Ni siquiera sabía su nombre y aquí estaba el abrazándome.
—Oye chico...—murmure, apartandolo de mi—¿Cómo sabes mi nombre? Nunca te había visto, además de esta mañana cuando chocamos.
—¿Que nunca me habías visto?—pregunto confundido.
Lo ignore y terminé de apartarlo, poniendo distancia entre nosotros.
—Si es por lo de esta mañana ya te pedí perdón, y te pido que no vuelvas a abrazarme o algo así...No te conozco y es raro.
—Thomas...soy Logan.
¿Logan? Ese nombre no estaba en mi radar, trate de recordar a alguien con ese nombre, pero mi mente se quedó en blanco, tampoco recordaba que Anna me lo haya mencionado a alguien con ese nombre.
—No, no te conozco.
—P-Pero nosotros hace años fuimos...
Lo interrumpí.
—Mira chico, justo ahora mi cabeza está mantandome y lo único que quiero, es tomar un poco de agua y seguir fumando.
—¿Tu fumas?
—Lo hago, entonces adiós y de nuevo perdón.
Comencé de nuevo a caminar, pensando que por fin me liberaría de chico raro, ¡Pero me equivoqué! Volvió a detenerme.
—¡Thomas! Acaba con este juego.
—¿Que juego?—pregunte, comenzando a enfadarme.
—El de no conocerme.
—¡Pero si no te conozco!
—¡Mentiroso!
—¡Me importa un carajo lo que pienses!—grite volteandome—¡Estúpido!
—Tho...
—¡Thomy!
Escuché el grito de Bruce y puedo jurar que pude ver alguna luz saliendo de el, era mi salvación de este chico.
—¿Que te pasó?
—Lo mismo de siempre—me encogí de hombros.
—¿No trajiste tu medicina?
—La olvide, ¿Nos vamos? Quiero llegar a casa.
—Claro vámonos.
—¿Y tú quién eres?—volvio a hablar el castaño.
—¡Hola! ¿Es tu amigo Thomy?—me pregunto Bruce—Soy bru...
—No tienes porqué contestarle, no lo conozco. Y vámonos, no aguanto la cabeza.
—Thomas ¿Enserio no me recuerdas?
—En mi vida te había visto, imbécil.
Luego de eso tome a Bruce del brazo y lo obligue a caminar a mi lado, le di una última mirada al castaño y me sorprendió un poco, ver qué un mirada había algo como ¿Dolor? ¿Tristeza? No supe descifrarlo, pero aún así no me quedé para descubrirlo. Y está vez por fin, no intento detenerme, y lo agradecí.
Llegamos al estación y subimos al auto, saliendo de la universidad, el dolor de mi cabeza no paraba, y en algún momento mis párpados comenzaron a pesarme por el sueño.
«Te amo»
¿Porque estaba recordando esas palabras ahora?
Al final el cansancio pudo más conmigo y me quedé dormido.
«Te amo Thomas, te amo más que nadie en el mundo »
Esas...son mentiras.
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¡Feliz navidad chic@s! Perdón por la tardanza, pero aquí el nuevo capítulo y perdón que se cortó, pero no me estamos sintiendo bien. Y hice lo mejor que pude, aún así espero que les haya gustado.
Espero que se la pasen bien cos sus familias, amigos, novios, y con sus libros favoritos, hoy en noche buena.
Les mando muchos abrazos
Atte 🖤 FerLemuz 🖤
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