CAPÍTULO 8: LA SALIDA "ME ESTOY ARREPINTIENDO"


   Observaciones: La salida como verán tendrá varias partes, puesto que es el evento que esclarece algunas cosas entre ellos, por eso estará fragmentada, aun así espero la encuentren entretenida y por eso también hoy habrá doble actualización ;)


A pesar de la extraña forma en que habían concretado aquella salida, Jin se había mentalizado en abandonar sus esfuerzos por tener al escurridizo vecino en su cama, por su propia salud mental y física, pero sobre todo por su polla que no soportaría otro golpe de rechazo.

No es que el fuera un jodido animal que solo pensaba en follarse al bonito fotógrafo. Honestamente desde un inicio ese comportamiento extremadamente distante y apagado, le había dejado claro a Jin que el muchacho no la estaba pasando bien, y tenía que reconocer que la idea de una mala ruptura pasó por su mente, aunque al final no haya sido del todo mala, por como el muchacho hablaba de su ex.

Ahora bien, a pesar de ese carácter apático, Jin intentó por todos los medios acercarse y ser lo más sociable que se podía con el chico, en el afán de conocerlo. Pero nada le resultó como esperaba, pues su inexistente relación pasó de la indiferencia a la hostilidad, debido a su descuidado comportamiento con sus visitas.

Sus enfrentamientos no solo se tornaron frecuentes, sino carentes de sutiliza en especial por parte suya y contrario a lo cualquiera esperaría, eso solo alimentó más su interés en el fotógrafo. Había mucha tensión entre ellos eso era innegable, y podía jurar que era en ambas direcciones, pero no canalizaba en ninguna oportunidad con el chico y estuvo a punto de perder las esperanzas de un acercamiento agradable, si no hubiera sido por el deplorable estado de su casa—bendita sea esa tubería rota— Pues a ella le debía que por fin hubieran podido relacionarse sin discusiones y que las cosas fueran mejorando de a poco, haciéndolo abrigar la posibilidad de que llegaran a algo más. Porque Jin debía aceptar, que el chico le había atraído mucho desde la primera vez que lo vió hace un año, aun sabiendo que tenía pareja.

Sus esperanzas murieron la tarde de ayer, cuando percibió en su vecino la firme decisión de atesorar y considerar como irremplazable lo que había perdido. Porque no era su intensión reemplazar a nadie, tampoco buscaba ofrecerle lo mismo. Partiendo de que Jin no se creía capaz de enamorarse, mucho menos quería enamorar a nadie, y aunque así fuera, no pretendía competir contra un maravilloso ex, eso sería un dolor de cabeza.

El chico le gustaba mucho, pero esa tensión que había entre ellos no era suficiente para asumir el riesgo, mucho menos después de aquella charla y es que luego de ella empezó a considerar, que probablemente eso que creyó bullía en el interior del muchacho, no fueron más que el reflejo de sus propios deseos, pues el chico en realidad nunca estuvo interesado.

Lo había entendido ayer y en mala hora se la había ocurrido invitarlo a tomar algo ¿cómo se suponía que entendería su pene, que no iba a ver acción con el fotógrafo? — cuando el niño se vestía, como el puto modelo Gucci de sus fantasías sexuales más calientes— solo para ir a un tranquilo bar en un pueblo playero —¿lo estaría haciendo a propósito? —esperaba que no, por su propia salud mental.

Eso era en todo lo podía pesar Jin, mientras conducía hacia el local con su vecino como copiloto. Y probablemente sus gestos reflejaban su desconfianza, pues a lo largo del camino continuó mirándolo de reojo, apretando el volante del auto y haciendo sonar su cuello ocasionalmente. Pero mientras más lo hacía y lo veía detalladamente, más motivos encontraba para suponer que el chico había venido vestido así solo para joderlo. Camisa manga larga holgada en estampados florales, jeans negros ajustados en especial en ese portentoso culo que marcaba deliciosamente sus muslos, botines negros y unas gafas transparentes. Todo en conjunto lo hacían ver como a ese secretario que te quieres follar, contra el escritorio más cercano —¡Mierda! mal momento para tener una fantasía erótica Jin

Pero es que la situación simplemente no colaboraba para controlar sus pensamientos, porque si no era lo caliente que se veía su vecino, era su aroma. El castaño no sabía que fragancia era, seguro era uno de esos perfumes caros de marca, pero olía tan malditamente bien, que tendría que beber como animal, para ignorar todo lo que le provocaba la esencia del chico que lo acompañaba.

Sacudió su cabeza ligeramente aparatando esas ideas, esperando que realmente estuviera equivocándose, al juzgar a su vecino solo por ser lindo. Y es que si no lo hacía, esta podía terminar siendo la peor salida de su vida.

—¿Pasa algo? —preguntó Tae luego de unos minutos en el auto, notando el ceño fruncido en su vecino y su poca comunicación

—¿De que hablas? —

—No sé, luces tenso—

—No— respondió Jin serio— no es nada—

Jin volvió a verlo de reojo, notando el gesto cohibido de Tae por su parca respuesta y en el acto se retractó de su tono. Pues lo cierto era que, independientemente de si el muchacho lo había hecho intencional o no, mostrar enojo o frustración por ello, acabaría con la salida antes de que comenzara y ese no era el objetivo. Jin en verdad deseaba que Tae encontrara diversión fuera de esa casa, ya era un logro que al menos quisiera socializar. Debía encontrar la forma de disfrutar de la noche, y hacer sentir cómodo al chico, anulando completamente su interés en él—deja de pensar con la polla Jin—en eso habían quedado por deseo del fotógrafo y su propio bienestar.

—Por cierto, te ves muy bien—intentó amable esta vez. Su vecino le sonrió, pero aún no parecía relajado

—¿Tú crees? ...yo... no estoy muy seguro—

—¿Por qué lo dices? —

—No sé... ¿no piensas que es como mucho? —contestó Tae viéndose inseguro a sí mismo— tengo bastante tiempo que no salgo y como es un bar de pueblo... yo no pensaba salir—

—¿Era en serio? el chico venía a matar y ¿le preguntaba eso? pero lucía realmente preocupado por ello

—Estas perfecto Tae, no te sientas mal por eso—lo animó Jin con una sonrisa que Tae no pudo evitar corresponder.

—Gracias...—

Tae sabía que Jin le estaba restando importancia a su look solo por hacerlo sentir cómodo, porque él realmente se sentía —too much— para una tranquila salida a un bar. Pero en verdad, él no había venido preparado para salir, pues aislarse era su único objetivo cuando decidió su viaje a la playa. Su maleta constaba de outfit totalmente opuestos, de los mas sofisticados para una ciudad como Seúl para su regreso, a los caseros para una temporada en Narnia lejos del mundo.

No tuvo más remedio que hacer una mezcla intermedia entre ambos estilos, tratando de no parecer uno de los niños perdidos de Peter pan, pero tampoco llamando demasiado la atención. Al final no resultó ni lo uno, ni lo otro. Se suponía que debía ser discreto—se suponía— por lo menos su camisa de flores lo intentó, pero ¿Cómo terminó embutido en los jeans más ceñidos de toda su maleta? —hasta para ser discreto eres un fracaso Tae

Lo más mortificante de todo era que en realidad, jamás contempló verse pasable o regular. No, Tae quería lucir bien —extremadamente bien— lo que no entendía aún era —¿Por qué? —Quería pensar que era por su falta de habilidad social y su deseo de agradar a las amigas de Jin. Pero, ¿en realidad quería agradarles? O lo que quería era lucirse delante ellas, para fastidiar a su vecino—¿Quién dijo toxico?

Aunque Tae no se sentía mal por eso, pues lo consideraba una mera respuesta a las provocaciones ridículas de Jin, insinuando que a él le afectaba la presencia de sus amiguitas—Si eso debe ser—El problema era que, para demostrarle lo contrario, bastaba con ser amable con ellas ¿no tenía que vestirse como para ir al bar gay más caliente de Seúl? como si buscara llamar la atención de alguien—llamar la atención de Jin—

—¡No! —

—¿Disculpa? —

Tae giró el rostro en pánico, había gritado su negativa en voz alta y ahora el tipo, se distraía del camino, solo para mirarlo como si fuera esquizofrénico. Sentía que estaba actuando más idiota que nunca—Cálmate Tae estás haciendo del payaso

—Nada—aclaró su voz y dibujó la sonrisa falsa más relajada que pudo—q-que tú...también luces muy bien—el hombre sonrió y el chico se sentó todo lo recto que pudo en su asiento.

— ¿Que le sucedía? ¿porque estaba tan nervioso? —Supuso que era debido a su escasez de citas últimamente— ¡citas! por favor Tae, esto no es ninguna cita Definitivamente eso no estaba ni siquiera considerado para él salidas Tae... tú vas a una salida de buenos vecinos —porque viéndolo fríamente, era más probable que fuera la cita de Jin con esas dos chicas, algo muy lógico y que no debe ser motivo de diferencias entre ellos, sin importar lo que le toque observar.

—Les vas a gustar—soltó firme y ampliando la sonrisa

—¿Qué dices? —

—Digo que les vas a gustar a esas chicas—

— Ohh bueno—contestó tranquilo Jin, aunque un poco descolocado por el comentario— eso espero—

Tae apretó los dientes por el tono modesto del mayor, sumado a esa sonrisita estúpida que lo sacaba de quicio. Era como si el infeliz no supiera lo tremendamente sexy que veía, con ese polo gris con estrellas sobre relieve que marcaba su pecho, jeans negros ajustados y una chaqueta con diseños tribales que lo hacía lucir salvaje y seductor, completando su atuendo con un llamativo pendiente en su oreja. El tipo era adonis reencarnado y lo cierto era que debía estar muy acostumbrado a gustarle a todos, porque podía hacerlo hasta vistiendo harapos con solo sonreírles. Para su mala suerte Tae podía dar testimonio de ello y por eso se sentía más irritado.

Probablemente esa noche tendría que ser testigo del habitad de caza natural de su vecino, el hombre venia preparado para eso y Tae debía manejarlo maduramente, no solo por haberlo rechazado, sino porque sus diferencias ya habían quedado atrás.

— Jin... solo quiero decirte que a pesar de que dijiste que no, si te surge algún plan, no dudes en decírmelo, yo puedo regresarme en taxi—

—Si ese fuera el caso Tae, vendría a traerte y luego regresaría por mi plan... ¿porque plan es cama, cierto? —

Jin rio con ganas y Tae frunció el ceño

—Idiota—soltó reactivo, y aunque se resistió terminó correspondiéndole con una sonrisa. El tipo era estúpidamente gracioso hasta cuando reía.

—Tae ¿quieres relajarte? ...te estoy invitando a una sana distracción, con un par de personas agradables ¿sí?... trata de pasarla bien—terminó de decir Jin captando la mirada de menor un momento antes de devolverla al camino.

Pasarla bien, si claro como si fuera tan sencillo— pensó Tae repasando a su vecino con los ojos nuevamente sin que se diera cuenta, mientras humedecía sus labios y desviaba su mirada otra vez a la ventana, respirando profundo.

Tae tenía claro lo difícil de esa petición, pues no solo era la ansiedad de una primera salida después de su ruptura, su falta de habilidades sociales o la posibilidad de ver a Jin en situaciones incomodas a su alrededor, era la misma presencia del hombre lo que más le afectaba.

El fotógrafo había considerado cancelar aquella salida, al segundo de haberla aceptado por soberbia. Pero le ganó el orgullo y la culpa, pues también era cierto que después de haberlo rechazado abiertamente, creía que al menos le debía eso al hombre, y viendo que no estarían solos, supuso que no estaría tentado. Había olvidado que el propio Jin era una tentación y es que así, con ese look tan masculino, su vecino era la definición exacta de esa palabra.

Porque si antes de conocer sus intenciones ya era complicado ignorarlo físicamente, peor era ahora, estando el hombre tan interesado como le había dicho y luciendo como un maldito Dios griego. Todo en conjunto, terminó de convencerlo de lo mal que la pasaría esa noche en verdad. Sin embargo, ya era tarde para arrepentimientos.

Llegaron a un local a la orilla del mar, con exteriores y estacionamientos bordeados de barandales con vista al océano. Era un Bar&Discotec con acabados rústicos en madera y su nombre Black Summer en neón. Prácticamente su parte delantera estaba al aire libre y repleta de mesas, excepto las paredes laterales. Hacia la parte posterior estaba el área de discoteca más cerrada, y en el centro, la barra en forma O para brindar el servicio a ambas áreas. Para ser un bar de un pueblo costero, estaba abarrotado de personas. Algunos locales y otros parecían turistas.

Ingresaron rumbo a la parte trasera del Bar con Taehyung aún sintiéndose nervioso y sin siquiera Jimin a su lado para relajarlo. Era tanta su ansiedad que en el camino tropezó con una mesa, haciendo caer un par de botellas y generando quejas y ceños fruncidos entre algunos de los presentes—¡Mierda! —pretendía hacer una reverencia en disculpa, pero no pudo hacer nada porque una mano conocida, lo tomó de la muñeca para guiarlo entre las personas, levantó la mirada y la sonrisa de Jin, lo hizo volver a respirar con calma.

Avanzaron y a la distancia divisaron a dos chicas que les hacían señas y Tae se vio halado nuevamente por su vecino, dándose cuenta entonces de que el hombre seguía sujetando su muñeca. Con un leve sonrojo en sus mejillas se zafó del agarre, evitando la mirada confundida de Jin por el acto. Ninguno de los dos comentó nada, porque ya estaban a un par de pasos de la mesa y las chicas de minúsculos bikinis, se levantaban para recibirlos muy animadas, corriendo hacia su vecino.

Tae las observó detenidamente, notando que ambas eran bastante jóvenes, menudas pero muy formadas. La castaña en un minivestido rosado de hombros descubiertos, totalmente ajustado y sandalias tipo gladiador, la otra rubia con un crop top negro transparente manga larga que dejaba ver su sostén también negro, jeans rasgados a la cintura y tennis

—¡Jinnie cariño! ya estás aquí—soltó la castaña enganchándose del cuello de su vecino y plantándole un beso en la mejilla

—Yo lo prometí linda—

—Menos mal querido, Rosé ya estaba inquieta preguntando por ti—intervino la rubia, saludándolo también de beso, pero menos efusiva

El hombre sonreía de par en par, viéndose cómodo y satisfecho con aquellas chicas a su alrededor, y ellas correspondían de la misma forma. Lo extraño para Tae, fue notar lo mucho que parecían agradarse, a pesar de que su vecino no llevaba mucho tiempo en aquel lugar, por lo que muy probablemente no tenían mucho de conocerse. El muchacho reconoció entonces que la sonrisa de Jin, tan molesta para él, no solo lo hacía ver aún más atractivo, sino que lo ayudaba a socializar sin problemas donde sea. Prontamente la sensación de estar desubicado en ese lugar lo invadió, volviendo reprocharse a sí mismo, por haber aceptado tamaña estupidez. La voz de aquella que aún permanecía colgada del cuello de su vecino, lo saco de sus pensamientos.

—Veo que trajiste siempre a tu vecino —

—Claro chicas, él es Teahuyng, Taehyung ellas son Lalisa y Rosé—

—Llámame Lisa por favor—aclaró la rubia

La muchacha le brindó una amplia sonrisa que confundió a Taehyung, pero que igual correspondió. Y rápidamente los planes de un saludo formal del fotógrafo se vieron destruidos por la espontaneidad de ellas, pues se le abalanzaron para saludarlo de beso y los arrastraron junto a su vecino, a la mesa que ya ocupaban.

En aquella área las mesas eran sofisticadas, pequeñas y redondeadas con sobrepuesto de cristal, y alrededor, un solo sofá amplio en forma de media luna, de color blanco.

Los cuatro chicos se acomodaron, pidiendo el alcohol requerido. L:as chicas prefirieron tragos de vodka y naranjilla, Tae como mal bebedor se conformó con cocteles suaves, daiquiris para ser más específicos, y Jin siempre fiel a su cerveza. La música era amena y las conversaciones se fueron dando fluidas y graciosas. En un inicio no fue fácil para Tae, pues ser abierto y sociable con personas que recién conocía se le complicaba mucho, pero la familiaridad con que las chicas empezaron a tratarlo, pronto lo arrolló como un camión.

—Queríamos conocerte desde hace un tiempo Taehyung, Jin nos ha hablado mucho de ti—comentó Lisa sonriendo

—¿En serio? y ¿qué les dijo mi querido vecino? —el muchacho miró con malicia a Jin

—No me mire así, no es lo que crees—

—Y ¿qué es lo que creo? —

—Que les dije lo del baño de agua fría, a las 11 de la noche—dijo tranquilo y Tae abrió muchos los ojos y la boca—y aunque sí se los dije, fui bueno contigo—

Las chicas estallaron en risas y al menor se le tiñeron rápidamente las mejillas en vergüenza —Este imbécil...— Estaba dispuesto a contratacar, pero inesperadamente no fue necesario que él lo hiciera.

—Yo diría que Tae lo fue contigo, sinceramente yo hubiera hecho algo mucho peor—

—Cierto, Lisa lo hubiera grabado y subido a las redes—

—O a un sitio porno quién sabe—agregó la rubia guiñándole un ojo con complicidad a Tae quien no pudo evitar reír por ello, relajándose y dispuesto a acompañarlas en contra de su vecino.

—Ya basta no le den más ideas... créanme que no las necesita—

—En realidad no tenía el celular a la mano... pero mentiría si dijera que no paso por mi mente—comentó Tae encogiéndose de hombros

—A la próxima no olvides el celular y nos taggueas por favor—agregó Rosé—ese espectáculo no me lo puedo perder—

Tae notó que Jin no parecía para nada avergonzado. Por el contrario, parecía divertido

—Me estoy sintiendo en desventaja... ¿porque nadie me defiende a mí? yo fui el agredido—

—Si hablamos de agredidos, mis oídos sufrieron por dos semanas... en realidad fui muy amable —soltó Tae con simpleza y Jin le entrecerró la mirada

—Amable sí, claro—

—Por supuesto si hubiera sido malo, le hubiera pedido a Tannie que te mordiera el culo—todos, incluso Jin reía—pero jamás le pediría una cosa así a mi bebé—

—Lo peor de todo es que te creo capaz... tienes una mente peligrosa—

—No exageres Jinnie, un poquito de agua no mata a nadie ... menos con este clima—comentó Lisa divertida por la postura mártir del mayor.

—¿A las 11 de la noche? pude haber pescado una pulmonía—

—¿Por el agua o por coger en un balcón? —preguntó Tae bebiendo su coctel y haciendo reír a todos nuevamente mientras Jin negaba

—Es imposible, contigo siempre perderé miserablemente—

—En eso tienes toda la razón —confirmó Lisa mientras Rosé al lado Tae lo abrazó por los hombros

— Sabemos que Jinnie se ha portado mal Tae... te entendemos totalmente—y agregó acercando sus labios al oído del muchacho—la próxima vez castígalo con unas buenas y ricas nalgadas

Tae se ahogó con la bebida en respuesta, mientras la castaña se reía de su travesura dirigiéndole un nuevo guiño de ojo, para después mirar a su amiga con diversión. En cambio, su vecino lo hacía con confusión y el fotógrafo, aunque nervioso se recompuso a medias.

—Gracias...—respondió con apenas voz para luego carraspear—pero tranquilas no habrá una próxima vez. Hemos llegado a un acuerdo de paz—

—¿En serio? Y ¿cómo es ese acuerdo? ...tengo curiosidad—preguntó la rubia mirando a ambos chicos con una sonrisa de lado.

—Jinnie... puede hacerlo con quien quiera y donde quiera, ya no armaré lio por eso—

—Me parece perfecto, sino puedes contra el enemigo... debes unírtele—agregó en tono insinuante Rosé, moviendo las cejas y ocasionado un nuevo sonrojo en el menor, por el juego de palabras. Y es que él no sabía si se lo estaba imaginando, o la castaña parecía creer que entre ellos había algo.

—¡Exacto!... puedo recomendarte una buena página porno, donde pagan bien los videos... y la próxima vez le sacas provecho—

Ante el comentario de Lisa, Tae pasó de la inquietud a la risa, pero de sí mismo. Su conciencia le estaba jugando una mala pasada, eso era obvio. Debía desviar esos pensamientos.

—No es mala idea, al menos me cobraría algo por los shows gratis—

—¿Ya ves que no todo es malo? —preguntó Lisa moviendo sus cejas

—Estoy preocupado sinceramente por el rumbo de esta conversación—

—Es más deberías cóbratelo todo... esta noche—le susurró Rosé nuevamente y Tae volteó a verla notando su mirada intensa y su sonrisa de lado, quiso contestar algo pero la chica se levantó como resorte del sofá—¡Vamos Tae! ¡tomémonos el alcohol más caro que vendan aquí! —propuso la castaña levantando su trago para un brindis y la rubia copio el gesto.

—¡Divierte querido, que esta noche Jinnie paga! —

—Estoy arrepintiéndome seriamente de haberlas invitado—se lamentó el mayor entornando los ojos,

¡Salud! —




Primer capítulo de la doble actualización,  un poco de pensamientos introspectivos pero necesarios para entender.

¿Que les parecieron Lisa y Rosé? 😉 Apuesto a que no se lo esperaban... y creo que son mejor de lo que muchos creían

Adjunto Looks de fiesta😋😋

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