CAPÍTULO 3: PUNTO DE QUIEBRE
Último capitulo del mini mataron de estreno 😉
Ya eran las 11 de la noche y Tae daba vueltas en la cama sin poder dormir, lamentándose una y otra vez por hacerse quedado embobado viendo a su vecino coger con esa mujer.
—¡Pero que idiota fui! — soltó llevando sus manos a su rostro
De solo imaginar en lo que estaría pensando el pervertido ese, y recordar esa sonrisita a medias que le dirigió, tenía ganas de matarse. —¿Con que cara lo iba a mirar ahora? ¿cómo iba justificar que no se haya movido aun cuando ya tenía a su perro en las manos? Tannie... sí, él tenía la culpa ¿porque tenía justo que meterse en esa casa? —hizo un puchero, no su bello bebé no era responsable de nada, pero— ¿porque esa ducha no tenía puerta o cortina o lo que fuera? —
—¡MALDITO EXHIBICIONISTA! —
Tae estaba molesto con el tipo y estaba molesto con el mismo por todo, pero más aún por seguir caliente a pesar de haber pasado ya un par de horas, e incluso después de haberse desahogado en su propia ducha haciéndose una necesitada paja que terminó en un intenso orgasmo, nunca había agradecido tanto que casi no tuviera agua caliente probablemente estaría peor.
Eran tan equivocado todo lo que en su cuerpo se había despertado justo por aquel hetero enfermo, porque no podía olvidar la forma en la que chica disfrutaba de las caricias de su vecino, como parecía perdida en el placer, su boca se hacía agua de recordar como el tipo le apretaba el cuerpo con esas fuertes manos, como él hace mucho no sentía en un amante. La pelirroja solo se limitó a recibir las atenciones, cuando él en su lugar habría repasado ese pecho y esos abdominales hasta el cansancio.
No fue consciente de su mano que volvía a viajar al sur bajo su pijama, hasta que mordió sus labios con demasiada fuerza y con gemido de frustración sacó su mano azotándola contra la cama. La primera vez en meses que fantaseaba con alguien distinto de Hobi y tenía que ser el imbécil hetero de su vecino.
—¡¿POR QUÉ TENIAS QUE SER TU?! —gritó al techo
Apagó su lampara de noche, se giró y aporreo su almohada en el proceso, proponiéndose firmemente dormir y alejar su mente el cuerpo de su vecino.
Jin corría por la playa de regreso a la casa, tomó un respiro para estirar antes de subir las escaleras y sin poderlo evitar sus ojos fueron a parar a la terraza vecina y su puerta cerrada. El fotógrafo llevaba tres días que no se asomaba, no se lo cruzaba para nada, ni regando sus plantas, ni siquiera sacando a pasear a su mascota, era más que obvio que estaba evitándolo y él no podía negar que estaba ansioso por encontrárselo, después del incidente de aquella tarde.
Subió las escaleras y fue directo al minibar de su terraza por una cerveza, el calor arreciaba por el ejercicio, pero también por su mente, en estas noches no había podido sacarse de la memoria los ojos hambrientos del chico, mientras lo observaba en la ducha con Ashlee. El nombre de ella a veces hasta lo olvidaba, pero nunca podía sacarse los labios del chico pasando su lengua por ellos o cuando los mordía con intensidad sin siquiera percatarse. Era perturbador notar que su libido había subido diez décimas solo por la mirada oscura de su vecino, más que por la hermosa mujer que lo acompañaba.
Sabía que aquello no había sido planeado, ni por él, ni por el escurridizo fotógrafo, su cara de pánico y su reacción se lo habían dicho, pero había sido increíblemente erótico para él, tanto así, que Ashlee podía agradecer a ese suceso todos los orgasmos que recibió esa noche. Sin embargo, seguramente el muchacho no se sentía nada bien por eso, considerando sus antecedentes y Jin no quería agregarle más motivos de incomodidad a su tensa situación.
Los días siguientes Tae procuró salir lo solo justo, evitando a toda costa encontrarse con el molesto y caliente vecino, trabajó horas continuas sobre el revelado de las fotos para entregarlas los antes posible, incluso el pobre Tannie resintió el encarcelamiento voluntario.
Esa noche ya era tarde cerca de las 10:30 pm, había tenido que sacar a su perrito a esa hora, para no arriesgarse, ni a ver al individuo, ni a presenciar algo que no debía nuevamente. Se encontraba sentado en las escalinatas de su terraza sostenido la correa de Tannie, mientras el cachorro olisqueaba el área para encontrar donde hacer sus necesidades.
Observó la luna y la playa nocturna, era injusto tener que ser recluso en su propia casa, había decidido revelar las fotos rápidamente y desaparecer del lugar hasta que el irritantemente sexy vecino se fuera, como él mismo había dicho, afortunadamente era temporal.
Aprovecharía esa ausencia y contactaría al señor Min para reclamarle por su mala selección de arrendatario y al mismo tiempo pedirle el contacto de quien le hizo su remodelación, porque su estilo era interesante— sobre todo por esa ducha y jacuzzi—pensó Tae sonriendo, y distrayéndose de paso, porque la correa de Tannie se le zafó de las manos.
Lo más rápido que pudo Tae fue tras él, solo para bufar con frustración y es que el perrito nuevamente tomó hacia la propiedad vecina—Que manía tenía su mascota de buscar siempre para allá— pero para su suerte el can se quedó vagando en el límite de ambas casas, aunque peligrosamente cerca del balcón de la terraza enemiga.
—Tannie bebé, termina rápido antes de venga el imbécil—susurró Tae inclinado mirando a su mascota y es que el área estaba en penumbras.
—Tarde... el imbécil ya está aquí—soltó Jin de repente desde su balcón ocasionando que muchacho pegara un brinco—deje que el perrito haga tranquilo lo que tenga que hacer—
—Casi me mata de un susto—contestó frió, aunque no reflejaba sus emociones
—Así tendrá la conciencia—
Tae lo fulminó con la mirada, aunque sabía que en la oscuridad probablemente su vecino no lo notara, no contestó siguió mirando a su mascota, buscando la correa para largarse.
—¿No le parece que usted y yo tenemos una conversación pendiente? —
Y el fotógrafo suspiró, no tenía sentido evitarlo más, era ridículo seguir viviendo confinado en su propia casa cuando él no había hecho nada malo, no entró en su terraza con ese objetivo, sí miró un poco, pero el tipo lo había hecho escuchar sus orgías todos estos días y él se lo aguantó, estaban a mano ahora.
—Si lo dice por su clase de sexualidad en vivo, no creo que haya mucho de qué hablar señor, no fue nada del otro mundo, créame—dijo Tae indiferente
—¿En serio? sus ojos no parecían decirme eso—
—Soy un hombre gay señor, he visto los suficientes hombres desnudos, para decirle con propiedad que no vi nada especial—
—Por eso se tardó tanto, supongo—
Tae no podía verlo con mucha claridad por la oscuridad de la noche, pero podía adivinar su sonrisa, sin embargo, él saldría dignamente de esto.
—Buscaba a mi mascota, no entré para verlo, no soy un pervertido como otros—aclaró firme— pero tampoco soy responsable de su exhibicionismo y su falta de inhibiciones, no me culpe por ello—
—El que entra aquí, lo hace bajo su propio riesgo, puedo hacer lo quiera dentro de esta propiedad, mientras no haga ruido... ¿cierto? —replicó Jin con sorna
Tae resopló con mas fuerza de la debida, pero no cedió ante la provocación conservando su tono frío
—Por eso le digo que no fue nada del otro mundo, su falta de vergüenza no es nueva para mí—
—Es usted demasiado pudoroso para ser gay—
—¿Qué quiere decir con eso?... —soltó irritado— que por ser gay ¿tengo que estar feliz de verle la polla, aunque sea por accidente? —
—No, pero al menos podría reconocer libremente cuando algo le gusta —
—¿Que está diciendo? —
—Que yo sé lo que vi vecino, ni siquiera trate de ocultarlo—Jin sonrió abiertamente no muy seguro que el chico lo viera, pero satisfecho y se dio la vuelta— buenas noches—
El maldito vecino se perdió en la obscuridad y Tae estaba que echaba chispas del enojo, se había atrevido a burlarse de su estúpida calentura, seguramente felíz de poder desquitarse sabiendo que era él quien había entrado en su propiedad y no podía reclamar nada. Y ademas porque sí, se le había quedado viendo como un imbécil. Tomó a Tannie en sus brazos y encamino a su casa, con un sentimiento bipolar en su pecho y en su cuerpo, que solo lo irritaba más.
Pasaron dos días, y Tae ignoraba tajantemente a su vecino, cosa que él hombre también hacía. Observó que no había recibido en esos días a ninguna nueva amiguita, por lo que todo estaba en bastante calma, igual no podía confiarse, para el próximo fin de semana se iría, cerrando este episodio ridículo con su vecino y dejando de verlo de una maldita vez. Olvidó recordar que la calma siempre viene antes de tormenta.
Tae veía una película en Netflix, que ya había dejado de ser entretenida, su bebé dormía a sus pies, pero él no tenía sueño a pesar de lo cansado que estaba por haber trabajado duro en aquellas fotos, que afortunadamente ya casi estaban listas. Decidió ayudarse con leche tibia para el descanso, pero de regreso no fue a su habitación sino a su balcón posterior en el segundo piso. Ya una vez allí, se acomodó de lado en un pequeño sofá disfrutando de la brisa fresca del mar, el silencio era agradable, lastimosamente eran en estos momentos a solas frente al mar, cuando los recuerdos más bellos de su pasada relación lo invadían, hasta apretarle el pecho.
Ese silencio pronto se vio interrumpido por un estruendo, seguido de un quejido de dolor y risas, asustado se levantó con la intención de regresar rápido al interior de su casa, cuando escuchó los susurros.
—Auch eso dolió—dijo una voz femenina
—No hay placer, sin poquito de dolor—soltó riendo una voz conocida
Tae se asomó por la parte lateral su balcón y miró hacia abajo entornando los ojos. La luz de la luna era clara, por lo que fácilmente pudo distinguir en el balcón de la terraza de los Min, a su vecino con la amiguita de turno, no veía sus facciones ni le importaban, estaba claro que el vecino no tenía un tipo de mujer específico, porque todas eran su tipo.
El hombre había llevado a la chica contra la baranda de madera alzándola según parecía y ella le había enroscado las piernas en la cintura, se besaban con desesperación por lo que él solo veía un enredo de brazos y piernas. El tipo tenía su rostro enterrado en el cuello de la mujer, pero Tae claramente escuchó cuando le propuso hacerlo allí mismo—maldito infeliz desvergonzado—
La chica parecía negarse, mientras su vecino insistía, y el fotógrafo no salía del asombro, porque ese no era su baño privado —era un puto balcón— a la vista de cualquiera. Pero peor aún, casi se cae de culo con la respuesta final de la chica, ante las maniobras del hombre bajo su falda.
—¿Tienes condones? —
—¿En serio lo iban a hacer allí? —pensaba Tae y es cualquiera diría que él debía retirarse porque volvía a parecer el fisgón, pero—¿porque debía hacerlo? —si antes él había tenido la culpa por haber entrado en propiedad ajena, ahora no era el caso, él estaba en su propio balcón. Entonces su mente trabajó rápido y sonrió para sí mismo, sabiendo que su momento de desquite había llegado.
Jin no pensaba tener más aventuras nocturnas, no quería arriesgarse a que su caliente vecino el pudoroso, tuviera nuevamente excusas para un ataque. Pero Ivone había llegado de improviso triste por el rompimiento de su más reciente novio, solo pensaba consolarla de la forma normal en la terraza, pero una cosa llevó a la otra, y siendo la chica tan sumisa como a Jin le gustaban en la cama, no pudo resistir. Había levantado su falda, corrido su ropa interior y estaba buscando el condón en su pantalón, cuando una cantidad inmisericorde de agua helada cayó del cielo, provocando un grito de espanto en la mujer y una maldición suya mientras saltaba hacia atrás por mero instinto.
—¡PERO QUÉ DEMONIOS! —
Jin se sacudía, acomodando su maltrecha y expuesta ropa en el proceso, mientras miraba a todos lados sin entender, cuando levantó la vista y vio al bonito fotógrafo inclinado sobre su balcón, con una mano sosteniendo su rostro y en la otra un enorme recipiente.
—¡Upps! disculpe vecino regaba mis plantas, no creí que hubiera nadie en su balcón—
—¡¿QUÉ LE PASA IDIOTA, SE VOLVIÓ LOCO?! —gritó la chica
—No se señorita, dígame usted, yo no soy el que esta con el culo al aire en un balcón a media noche—
La chica no respondió y haciendo un berrinche de frustración se metió rápido a la vivienda. Jin no había dicho nada más, solo respiraba forzado observando a su vecino y controlando un espasmo de frió, mientras el muchacho le sonreía complacido de su travesura. Su mandíbula estaba tensa de irritación, pero estúpidamente no podía dejar de contemplar la belleza en las facciones del chico, contra la luz de la luna, incluso con esa sonrisa de diversión.
—Buenas noches vecino—
El fotógrafo se retiró y Jin resopló empuñando sus manos— tantas cosas que quisiera hacerle a esa boca —negó con la cabeza y entró tras la histérica chica.
A la mañana siguiente Tae estaba de excelente humor y Tannie lo sabía, y eso no cambio en el resto del día. Ya para la tarde había salido con su bebé al super, encontrándose con la morena cajera, que como siempre desde el incidente rehuía su mirada, sentía algo de pena por la chica, no era su intención hacerla sentir incomoda, pero dudaba que lo que le dijera cambiara las cosas.
La tarde era agradable y mucho menos calurosa que a menudo, por lo que Tannie disfrutaba del paseo desde el super, cuando un auto, específicamente un jeep disminuía la velocidad justo a su lado, Tae bufó.
—¿Que tal vecino? ¿Lo acerco a su casa? —
—No gracias, a Tannie le gusta el paseo—respondió Tae con gesto de fastidio mirándolo de soslayo, pero el auto lo seguía
—Insisto, necesito cruzar unas palabras con usted—
—En cambio, yo no tengo nada que hablar con usted—soltó indiferente el muchacho mientras continuaba avanzando y Jin se ofuscó
—Usted sabe que sí... ¿Por qué no nos dejamos de juegos y sube ya? —
—¿Quién está jugando, yo paseo con mi perro? —
—Oiga me lo debe ¿sabe? ...vengo de la farmacia me está empezando una gripe después del baño de anoche—dijo Jin mostrándole una bolsa con el logo de la farmacia local.
Tae se detuvo a encararlo con seriedad por unos segundos, botó una cantidad de aire de sus pulmones y subió al jeep colocando a Tannie en la parte de atrás
—Le advierto que no respondo por lo que haga Tannie en su auto—
—No se preocupe—
Jin observaba por el retrovisor, mientras el cachorro sacaba la cabeza por un costado y el silencio reino por unos segundos en el vehículo, Tae aprovechó y se inclinó en medio de ambos asientos para llamar a su mascota, cuando la voz de su vecino lo hizo levantar la mirada en su dirección.
—¿Tenía que ser justo con agua helada? —
—Tengo problemas con el agua caliente—
—Aja... y ¿Era necesario? —
—No sé de qué está hablando, yo solo regaba mis plantas—respondió el muchacho con indiferencia por la ventana
—A las 11:30 de la noche... si claro—
—Si, algunos regamos plantas, otros cogen en un balcón, cada quien con sus horarios y gustos—soltó encogiéndose de hombros
—¡Exacto! Ese es justo mi punto —exclamó Jin en voz alta sobresaltando a Tae—cada quien es libre de hacerlo lo que se le antoje, pero aquí el que recibió el agua helada fui yo ¿porque no respeta lo que usted mismo dice? —
Tae rió divertido y su risa le gustó a Jin
—¿Usted me habla de respeto? ¿no se le cae la cara de vergüenza? —
—Vamos... reconozca que anoche se pasó—
Tae perdió la sonrisa y frunció el ceño, ya casi llegaban a sus casas y él no veía la hora de bajarse de ese jeep
—Quien se pasó fue usted, porque ya ni siquiera puedo tomar aire en mi propia casa, sin topármelo en plena escena porno, agradezca mejor que no lo grabé y lo lleve a la policía—
—Entonces acepta que lo hizo con toda la intención—
Estacionaron y Tae lo miró con molestia
—¡Si lo acepto!... estoy harto de soportar por más de 15 días desde su llegada, su desenfrenada y escandalosa vida sexual, porque usted puede hacer lo que se le pegue la gana en la propiedad que arrendó, pero yo no tengo que ser testigo de ello—soltó bajando a Tannie y azotando la puerta de jeep.
Jin cerró los ojos y se estremeció cuando el fotógrafo casi desprende la puerta de su auto, pero se bajó para seguirlo, no pretendía dejar las cosas así
—¡¿Cual su problema con mi vida sexual eh?! ¡¿No será que esta celoso?! —soltó llegando cerca del muchacho antes de que abriera la reja de su casa, logrando que se detuviera mirándolo con ojos muy abiertos — ¿no será que le gustaría estar en lugar de ellas? —terminó diciendo más bajo y más cerca.
Tae estaba en shock, y es que estúpidamente sabía que algo de verdad tenían sus palabras, porque él había fantaseado con eso y porque también era consciente de que el tipo solo las utilizaba para desquitarse el baño helado, lo que consiguió enfadarlo más.
—¡¿Que está diciendo idiota?! ¡¿celoso de qué?!... ¡de estar con el culo al aire en pleno balcón, por que el animal de mi amante ni siquiera intimidad puede darme?! —dijo Tae con furia—¡No sea estúpido! — pero Jin no se amedrentó y se acercó mirándolo fijamente
—Quizás es lo que le hace falta vecino, alguien que le dé algo distinto a su culo, y créame con un uno como el suyo, yo estaría más que dispuesto—
Tae correspondía su mirada y otra vez podía ver ese fuego extraño en los ojos de su vecino, causándole un escalofrió inesperado, pero también era capaz de ver la burla implícita en esas palabras y gestos, porque si algo tenía claro, era que el tipo era un jodido heterosexual. Su mirada se volvió filosa
—Mire hetero imbécil, si cree que me va incomodar con sus comentarios está muy equivocado, pero si le diré algo— se acercó hasta reducir al mínimo su distancia—disfrute sus últimos días en la casa de los Min, porque para el próximo fin de semana me reuniré con ellos—giró sobre sus talones para entrar en el jardín, sin percatarse del gesto de contrariedad en el rostro de su vecino.
—¿Qué quiere decir con eso?... ¿s-se va? —
—¡Si! ¡ya me harté de usted!... ¡pero créame me aseguraré de que sea la última vez que le arrenden, porque de seguro a los Min les encantará saber el burdel barato, en que se ha convertido su casa este verano y sus orgías en cada rincón! —
El fotógrafo ni siquiera le volvió dirigir una mirada, entrando a su casa y azotando la puerta, y Jin solo se quedó un momento analizándolo todo, para después suspirar con desgano y es que ahora si la había cagado. El castaño se lamentaba porque no era así como había planeado que salieran las cosas, pero nada resultó como lo esperaba.
Bueno les agradezco mil por la recepción de esta pequeña historia, llegado su momento espero que DO sea igual de entretenida
A mis mentoras del grupo que me apoyan allí 😘 y mis perritas bellas que ellas saben que las amo.
Buenas noches Chummys 😏
🌺
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top