Querido karma:

Hoy al final te pregunte, después de tanto insistir me contaste. Me dijiste que tu abuelo, el que tanto te cuido y te amo, se suicido. Cuando me dijiste eso note que te estabas aguantando las lagrimas y extendí mis brazos. Vos sin dudar te refugiaste en ellos y te largaste a llorar.

¿Quien habría dicho que algún día podría abrazar a Karma Akabane?

Nagisa Shiota.