(2)Cap. 5
-No me siento muy seguro con esto -ella me empuja, evitando mis evasivas para no encarar esta situación-. ¡No estoy listo!
-¡Hace un minuto dijiste que estabas listo! ¿Me vas a demostrar que no eres un hombre de pelo en pecho y salir corriendo de ella?
-¡No tengo pelo en el pecho siquiera! -creía que estaba listo para acercarme a saludar a Maya, pero la veo tan feliz con sus amigas que me da miedo estropear su recreo con mi asistencia.
-Hugo, eres fuerte y ya has demostrado valor como para dejar que Henry estuviese en tu habitación toda una tarde. ¡No puedes tener vergüenza después de eso!
Es cierto, Henry en mi cama, conmigo en sus brazos... Nos quedamos dormidos sin saberlo y, cuando despertamos, teníamos un hambre de diez lobos rabiosos por el estómago vacío.
El despertar fue precioso, no dejaba de abrazarme incluso somnoliento. Era... como si no quisiera soltarme nunca.
FLASHBACK
-Henry, hay que ir al instituto -digo, estando en sus brazos, con mi rostro en su pecho.
-Es que estoy tan cómodo -esa voz somnolienta me saca una sonrisa de buena mañana-. No quiero levantarme aún.
-Hay que desayunar, cambiarse e irse. Además, tú no tienes ropa aquí, por lo que vas con prisa.
-¡Mierda! ¡Es verdad! -corta el abrazo y se levanta, estirando su espalda, y se pone los zapatos.
En mitad de la habitación, observa mis movimientos adormilados, mis ojos de recién despierto y mi cabello alborotado. Una leve risa escapa de sus labios.
-Te ves tan adorable de esa forma -me levanto, acercándome al armario.
-¡No digas eso! Me pone incómodo que me lo digan -me sonrojo.
-Al menos me hablas con más soltura -se acerca y acaricia mis mejillas con ambas manos-. ¿Me prometes que ya no tendrás miedo de acercarte a mí y hablarme? -esa mirada...
-Yo... Te lo prometo -será difícil de cumplir, pero lo intentaré con toda mi alma.
-¿De verdad de la buena?
-¡Sí! Te lo prometo -me vuelve a abrazar, pero esta vez con más fuerza.
-¡Me alegra oír eso! -su abrazo me hipnotiza, podría estar con sus brazos en mí durante horas.
Alzo los brazos, intento con ganas el abrazarle, pero la vergüenza me puede una vez más y las deja caer al aire, la cual no ha parado de rozar mi cuerpo.
-¿Por qué no me abrazas? -su pregunta me sobresalta-. Ya estás fallando a tu promesa -las vuelvo a alzar-. Ten más fe en ti y en mí, que no muerdo -rodeo su cintura y hundo mi rostro en su pecho para que no se vea mi rojez-. ¡Así me gusta! No fue para tanto, ¿verdad? -¡lo ha sido!
-Esto... ¿No deberías irte a casa a cambiarte? -no quiero que se vaya, pero es por su bien, esa ropa huele extraña ahora.
-¡Cierto! Entonces me voy. Nos vemos en el instituto, si tenemos suerte -otra leve risa antes de pasar por mi puerta-. Ah, y buenos días, Hugo.
-Buenos días -y se va de mi habitación para luego escucharse la puerta de casa cerrarse.
FIN FLASHBACK
Fue un bonito momento, pero dudo que se vaya a repetir en alguna ocasión casual.
Me veo más cerca del grupo de Maya y Larry. La fuerza que pone Yelin para que me acerque es sobrenatural a las proporciones de sus músculos. ¡¿Cómo es siquiera posible?!
Larry corta el contacto con una del grupo con la que parece estar teniendo una charla divertida y acaba por verme.
Con una sonrisa, hace una seña para que me acerque. ¡Ya no hay vuelta atrás!
-Te voy a odiar por un largo tiempo, Yelin..
-Sé que me amarás más de lo que ya me amas. Ahora, a divertirse.
Mi amigo se acerca, sus gafas siguen fijas en mi mirada y su sonrisa se ensancha al tenerme ya a un par de metros.
-¡Me alegro de verte, Hugo! Al final, te has decidido por venir.
-En realidad, quería huir como una rata por su vergüenza -explica Yelin.
-La verdad, le entiendo -me agarra la mano y me arrastra también-. Vamos, estoy seguro de que le encantará verte -claramente habla de Maya.
Observo a Maya hablar con sus amigas. Ella es tan guapa ahora mismo con su cabello rubio más brillante que nunca y sus ojos azules marinos tienen mucha más personalidad que hace cuatro años.
Debe de haber vivido muchas experiencias con sus amigas, tantas que me he perdido por no estar a su lado. Me siento responsable de todo esto, pero una parte de mi mente me dice que, si no los hubiers dejado estar, no serían los que son ahora. Henry no sería tan popular, Maya no tendría esa personalidad que todos dicen es aventurera y Larry no habría destrozado su vergüenza a base de conocer gente con ella.
En parte, me alegro, por otra me siento mal. Pero es lo mismo de todos los días.
La llamada de Larry hace que la rubia se dé la vuelta para llevarse una sorpresa agradable, o eso quiero pensar. Sus ojos se abren como platos y su boca es tapada con ambas manos.
-¡Dios mío, Hugo! -se lanza y me abraza con fuerza-. ¡Qué de tiempo sin verte!
-Yo también me alegro de verte -ha sido extraño, es como si mi mecanismo de vergüenza se hubiera esfumado con su abrazo.
-Yo... Lo siento muchísimo. Te hemos dejado sólo todo este tiempo y no se me pasaba por la cabeza el ir a verte al árbol. Pero tenía tantas ganas de saber de ti cuando Larry me contó que habíais hablado que quería que me sorprendieras.
-¿Acaso esperabas que yo me acercara?
-Fue idea de nuestro amigo, quería que la valentía se instalara en ti y te acercaras por voluntad propia.
-Pues eso ha sido un poco fallido, ya que ellos dos me han estado arrastrando.
-Lo importante es que ha funcionado, ¿no crees? -Larry saca un par de pulgares, dando aprobación a lo que ha dicho él mismo.
-¡Claro que ha funcionado! Ven, te presentaré a mis amigas para que cojas un poco más de confianza -me agarra de la mano y me lleva junto con sus amigas, las cuales parecen majas, pero dudo que quedemos o nos encontremos seguido-. Chicas, os presento a mi mejor amigo, Hugo.
Se acercan y me saludan amistosamente, al igual que me dicen sus nombres. No se me queda ninguna, son demasiados para memorizar en un instante.
Sus sonrisas son cálidas, pero noto que son frías por dentro. ¿Por qué siento que ninguna me va a caer bien en el futuro? Todas ellas cogen confianza y hablan sobre sus vidas, intentando que las conozca, pero me repito de que no voy a memorizar ninguno de sus recuerdos por la misma razón.
Después de una pequeña charla que se ha hecho eterna, me alejo y vuelvo al lado de Larry y Yelin, los cuales hablaban y reían.
-Veo que os lleváis bien -suelto al verlos.
-Tu amiga es graciosa.
-Querrás decir "demonio".
-Tenía miedo de decirlo -aparta la mirada.
-¡No tengas miedo! Muerdo si me molestan.
-Bueno saberlo -y se aleja un paso.
-Por cierto, Yelin, la fiesta del "innombrable" se hará la semana que viene. ¿Vas a ir?
-¿Quién te habló de la fiesta? -pone el índice en mi nariz, apretando.
-Me lo dijo Henry, quien me ha invitado ir con él.
-¡¿Sigues viendo a Henry?! -me pregunta Maya, sorprendida.
-Sí, ayer vino a mi casa y hablamos de varias cosas -omitiendo que se quedó a dormir en mi cama.
-Me alegra que volváis a estar juntos -si no fuera porque es mi amiga, pensaría que se le ha aparecido una imagen pervertida-. ¿Volveremos a estar todos juntos?
-Aún no se sabe, pero espero que sí.
-¿Podría ir con vosotros? -rodea mi brazo-. No me gusta ir a una fiesta sola.
Esa mirada inocente que no veo desde que el chico que le gusta se le acercó para pedirle ayuda con los deberes vuelve a aparecer. ¡Ah! Esa mirada me derrite el alma.
-¡Vale! Pero te pido que no hagas cosas que me incomoden.
-¡Qué soso eres! Pero está bien, intentaré que nonte perjudique lo que haga.
-Tampoco vayamos a tal extremo. Lo que pido es que no te emborraches.
-¡Yo no me emborracho! -saco la mirada de si es verdad lo que dice-. Una poquita.
-Mientras nos vomites por cada paso que des...
-¡Basta! Te mostraré que puedo ser muy responsable en una fiesta.
-No seas un policía tampoco.
-Si vosotros vais a la fiesta -Maya pasa su brazo por mis hombros-, entonces nosotros también iremos. ¿Tú quieres venir, Larry?
-¿Yo? -¿soy yo o acaba de sonrojarse?-. Esto... ¡Claro! Una salida en grupo, como en los viejos tiempos.
-Solo que ahora hay un miembro más -sonrío al verla, se ha sonrojado también.
-¿Yo? ¿En vuestro grupo? -se señala a si misma.
-¿Acaso no eres mi amiga? -mi pregunta la deja pensando.
-Si ganase algo con todo esto...
-¿En serio?
-¡Es broma! Me encantará ser de vuestro grupo.
-Bien, pues queda decidido. Todos juntos iremos a la fiesta de Sebastian Ramos. ¡Somos un grupo! -pongo mi mano en medio-. ¿Estáis conmigo?
-Hasta el final -Larry es el primero en ponerlo.
-Los viejos tiempos vuelven -Maya pone la suya.
-Por disfrutar juntos -y Yelin es la última.
Lanzamos las manos al aire y nos miramos de nuevo. El grupo se ha reunido, pero falta la pieza clave para que esté al completo. Un gordito que me gusta y quiero esté a mi lado cada día, disfrutando juntos los días y las noches.
Henry... Volvamos a ser un grupo unido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top