Capítulo 48
Sonic se lanzó hacia adelante, determinado a detener a Sonic.exe.
- No te dejaré hacerlo - dijo, su voz firme.
Pero Sonic.exe simplemente sonrió, su sonrisa cada vez más amplia. Y con eso, desapareció en un instante, dejando a Sonic desconcertado.
En su mente, la voz de Freya resonaba con claridad.
- Es hora de liberarte de tu dolor. - decía. - Destruye todo.
Sonic.exe sonrió, su corazón lleno de oscuridad.
- Sí. - respondió. - Lo haré.
Sonic se quedó atrás, sin saber qué hacer a continuación. De repente, escuchó una voz detrás de él.
- Sonic, ¿estás bien? - preguntó Amy, preocupada.
Sonic se dio la vuelta, mirándola con gravedad.
- No puedo creer que se haya ido. - dijo.
Knuckles se acercó, su rostro serio.
- Tenemos que encontrarlo. - dijo. - Antes de que cause más daño.
Rouge asintió.
- Estoy de acuerdo. - dijo. - No podemos dejar que destruya el mundo.
Blaze y Silver se unieron al grupo, su determinación evidente.
- Vamos a detenerlo. - dijo Blaze.
Shadow se puso serio.
- No importa lo que cueste. - dijo. - Tenemos que proteger este mundo.
El grupo se preparó para la búsqueda, determinado a encontrar y detener a Sonic.exe antes de que fuera demasiado tarde.
- Vamos. - dijo Sonic. - Tenemos que encontrarlo.
Mientras el grupo se lanzaba hacia adelante, Tails y Sally se unieron a ellos, ya libres del control de Sonic.exe.
- Tenemos que ayudar a detenerlo. - dijo Tails, determinado. - No podemos dejar que Sonic.exe destruya el mundo.
- Estoy con Tails. - agregó Sally. - Conocemos su debilidad, podemos ayudar a encontrarlo.
El grupo asintió, unido en su determinación.
- Vamos. - repitió Sonic. - Tenemos que encontrarlo.
La búsqueda comenzó, con el destino del mundo en juego.
Mientras el grupo de Sonic buscaba a Sonic.exe, este último comenzó su misión destructiva.
Con un gesto de su mano, una ola de energía oscura se extendió por la ciudad, destruyendo edificios y estructuras.
- Esto es solo el comienzo. - dijo Sonic.exe, su voz llena de odio.
La ciudad se convirtió en un infierno, con llamas y humo por doquier.
La gente corría por las calles, gritando de terror.
- ¡Ayuda! - gritó una mujer.
- ¡No podemos dejar que siga así! - dijo Sonic.
Pero Sonic.exe estaba en todas partes, destruyendo todo a su paso.
La tierra temblaba, los cielos se oscurecieron.
- Esto es el fin. - dijo Sonic.exe, su voz triunfante.
****
Amy no podía evitar sentir una mezcla de miedo y preocupación mientras recordaba su relación con Sonic.exe. La relación que una vez pareció emocionante y llena de vida se había convertido en una pesadilla tóxica que la había dejado marcada. Revivía los momentos en que Sonic.exe la había manipulado, engañado y lastimado, utilizando su influencia para controlarla y hacer que ella hiciera cosas que no quería hacer.
Pero ahora, Amy veía la verdad. La esperanza que había alimentado durante tanto tiempo, la creencia de que Sonic.exe podría cambiar, se había desvanecido.
- Ya no hay vuelta atrás para él. - se dijo a sí misma, su corazón lleno de tristeza y resignación. - Me engañé a mí misma pensando que podría salvarlo, que podría hacer que cambiara. Pero ahora entiendo que siempre fue un camino sin salida.
La voz de Knuckles la sacó de sus pensamientos.
- Amy, tenemos que mantenernos fuertes - dijo. - No podemos dejar que Sonic.exe nos venza.
Amy asintió, secándose las lágrimas.
- Tienes razón. - dijo. - Tenemos que proteger a Sonic y al mundo. No podemos permitir que Sonic.exe destruya todo lo que nos importa.
En ese momento, Amy supo que había llegado el fin. No podía salvar a Sonic.exe; la oscuridad lo había consumido por completo. Su prioridad ahora era protegerse a sí misma y a los que amaba.
****
Scourge se acercó a Fiona.
- Creo que es hora de intervenir. - dijo Scourge, su voz baja y seria. - No podemos dejar que Sonic.exe destruya el mundo.
Fiona asintió, su rostro determinado.
- Estoy contigo, Scourge. - dijo. - Pero debemos tener cuidado. No sabemos qué planes tiene Sonic.exe.
Caspian y Lysander, los aliados de Scourge y Fiona, se unieron a la conversación.
- Estoy listo para ayudar. - dijo Caspian. - No podemos permitir que Sonic.exe siga destruyendo.
Lysander asintió.
- Debemos encontrar una forma de detenerlo sin poner en peligro a los demás. - dijo.
Scourge sonrió, su mirada astuta.
- Dejemos que Amy y los demás piensen que están solos. - dijo. - Mientras tanto, nosotros podemos trabajar en secreto para ayudarlos.
Fiona sonrió, comprendiendo el plan de Scourge.
- Vamos. - dijo. - Es hora de actuar.
El grupo se movió sigilosamente, siguiendo a Amy y los demás desde las sombras.
****
Sonic.exe se encontraba en un lugar oscuro y desolado, rodeado de ruinas y escombros. Su mirada estaba fija en la figura de Freya, que flotaba frente a él.
- Continúa. - dijo Sonic.exe, su voz llena de ansiedad. - ¿Qué más debo hacer?
Freya sonrió, su voz suave.
- Debes destruir todo lo que te rodea. - dijo. - Debes eliminar cualquier rastro de bondad y amor.
Sonic.exe asintió, su corazón lleno de oscuridad.
- Sí. - respondió. - Lo haré.
Freya se acercó más, su voz susurrando en el oído de Sonic.exe.
- Recuerda, eres el más poderoso. - dijo. - Nadie puede detenerte.
Sonic.exe sonrió, su mirada brillando con malevolencia.
- Nadie me detendrá.
Con un gesto de su mano, Sonic.exe desató una ola de energía oscura que se extendió por la ciudad, destruyendo todo a su paso.
- Esto es solo el comienzo. - dijo Sonic.exe, su voz triunfante.
Freya se rió, su voz ecoando en la mente de Sonic.exe.
- Excelente. - dijo. - Continúa, Sonic.exe. Destruye todo.
Sonic.exe se lanzó hacia adelante, determinado a cumplir la voluntad de Freya.
Después de buscar durante horas, el grupo finalmente encontró a Sonic.exe en el corazón de la ciudad devastada. La destrucción era impresionante, y el aire estaba lleno de humo y cenizas.
Amy se adelantó, su corazón latiendo con ansiedad y miedo. Knuckles y los demás la siguieron, listos para intervenir si era necesario.
- Sonic.exe - llamó Amy, su voz firme pero temblorosa.
Sonic.exe se dio la vuelta, su mirada fija en Amy. Por un momento, pareció que había un destello de reconocimiento en sus ojos, pero luego se apagó, reemplazado por una sonrisa cruel.
- Amy, mi reina... ven conmigo. Podemos volver a ser lo que éramos. O quizás, algo mejor.
Amy sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar las palabras de Sonic.exe. Su voz era suave y seductora, pero Amy sabía que era una trampa.
- No. - dijo Amy, su voz firme. - Nunca volveré contigo.
Sonic.exe se rió, su sonrisa ampliándose.
- Oh, Amy. - dijo. - Siempre tan decidida. Pero sabes que no puedes resistirme.
Knuckles se adelantó, su rostro serio.
- Déjala en paz, Sonic.exe. - dijo. - No vas a hacerle daño de nuevo.
Sonic.exe se volvió hacia Knuckles, su mirada desafiante.
- ¿Y quién eres tú para interferir? - preguntó. - ¿El héroe de Amy?
Amy sintió un destello de gratitud hacia Knuckles, pero sabía que no podía dejar que Sonic.exe lo manipulara.
- No, Knuckles. - dijo. - Puedo manejar esto.
Sonic.exe se rió de nuevo.
- Ah, Amy. - dijo. - Siempre tan valiente.
Sonic.exe se transformó en una forma oscura y distorsionada, su cuerpo cubierto de espinas y energía negra. Su mirada se volvió aún más intensa y peligrosa.
- Amy - dijo, su voz ahora un gruñido. - Es hora de que regreses conmigo.
Amy retrocedió, aterrorizada, mientras Sonic.exe se acercaba a ella con velocidad sobrenatural.
- No. - gritó Knuckles, lanzándose hacia Sonic.exe.
Pero Sonic.exe era demasiado rápido. Atrapó a Amy y la sostuvo en el aire, su mirada fija en el cristal que brillaba en su pecho.
- Este cristal. - dijo Sonic.exe. - Es la clave para nuestro destino compartido.
Amy intentó liberarse, pero Sonic.exe era demasiado fuerte.
- Nunca volveré contigo. - dijo Amy.
Sonic.exe comenzó a absorber la energía del cristal, y Amy sintió su resistencia debilitarse.
De repente, una figura azul relampagueó en el horizonte. Sonic había llegado.
- ¡Sonic.exe! - gritó Sonic. - ¡Deja a Amy en paz!
Sonic.exe se volvió hacia Sonic, una sonrisa cruel en su rostro.
- ¡El héroe ha llegado! - dijo. - Pero es demasiado tarde.
Sonic se lanzó hacia Sonic.exe, y los dos se enfrentaron en un choque de velocidad y energía.
Amy cayó al suelo, libre de Sonic.exe.
- ¡Sonic! - gritó. - ¡Ten cuidado!
Knuckles se acercó a Amy, ayudándola a levantarse.
- Estoy bien. - dijo Amy. - ¿Qué podemos hacer para ayudar a Sonic?
Knuckles miró hacia la batalla.
- Necesitamos encontrar una forma de debilitar a Sonic.exe.
Sonic.exe sonrió maliciosamente y creó una ilusión perfecta de Amy, que se colocó junto a él.
- ¡Mira, Sonic! - gritó Sonic.exe. - ¡Amy está conmigo ahora!
La ilusión de Amy sonrió seductoramente a Sonic, y por un momento, este dudó.
- ¿Amy? - preguntó Sonic, confundido.
Knuckles se adelantó.
- ¡No, Sonic! - gritó. - ¡Es una trampa!
Pero Sonic.exe ya había ganado ventaja. Su ilusión de Amy comenzó a distraer a Sonic.
Sonic se sacudió la confusión y se enfocó en Sonic.exe.
La ilusión de Amy desapareció, y Sonic.exe se rió.
- ¡Mi trabajo aquí está hecho!
Sonic.exe desapareció en un destello de energía oscura, dejando atrás una ciudad en ruinas.
- ¿Dónde ha ido? - preguntó Knuckles.
- No lo sé. - respondió Sonic. - pero debemos encontrarlo.
****
Sonic.exe reapareció en una ciudad lejana, listo para continuar su destrucción.
- ¿Qué ordenes tienes para mí, Freya? - preguntó Sonic.exe, su voz llena de devoción.
La voz de Freya resonó en su mente.
- Destruye la ciudad de Station Square. - dijo Freya. - No debe quedar nada en pie.
Sonic.exe sonrió, su mirada brillando.
- Como desees, Freya. - respondió.
Sonic, Knuckles y Amy llegaron a la ciudad, listos para detener a Sonic.exe.
- ¡Sonic.exe, detente! - gritó Sonic.
Pero Sonic.exe no se detuvo, siguiendo las órdenes de Freya.
Sonic.exe se elevó en el aire, su mirada fija en la ciudad de Station Square. Una sonrisa cruel se extendió por su rostro.
- Es hora de que esto termine. - dijo, su voz llena de malevolencia.
Con un gesto de su mano, una bola de energía oscura comenzó a crecer frente a él. La ciudad se iluminó con un resplandor siniestro.
- ¡No! - gritó Sonic, corriendo hacia Sonic.exe.
Pero era demasiado tarde. La bola de energía se lanzó hacia la ciudad, listo para destruir todo a su paso.
La ciudad se sumió en la oscuridad, y todo quedó en silencio.
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