Capítulo 36

Amy se sentó en el suelo de su celda, intentando concentrarse. Algo dentro de ella le decía que había algo importante que recordar, pero cada vez que intentaba alcanzar esos recuerdos, se esfumaban como humo.


Se golpeó la frente con frustración. ¿Por qué no podía recordar? ¿Qué había pasado con su memoria?

Amy se rindió, exhausta. No podía recordar nada. Se sentó en el suelo de su celda, con la cabeza entre las manos, y se permitió sentir la desesperación.

Se acostó en el suelo frío de su celda, cerró los ojos. No tenía fuerzas para luchar más. La desesperación la había vencido.

Mientras yacía allí, intentó dejar de pensar en sus recuerdos perdidos. Pero su mente seguía vagando, intentando agarrarse a algo, cualquier cosa que le diera una pista sobre su pasado.

Finalmente, el cansancio la venció y se durmió, sumergida en un sueño sin sueños.

Mientras dormía, su mente seguía trabajando, intentando reconstruir los pedazos de su memoria. Pero era un rompecabezas sin solución.

Ella escuchó una voz que decía su nombre, se despertó y volteó, frente a ella estaba Sonic.exe.

Amy tomó las rejas.

- ¿Qué he hecho? ¿Por qué estoy encerrada?

Sonic.exe sonrió.

- Tuvimos una discusión, pero ya pasó.

Amy miró a Sonic.exe, intentando recordar.

- ¿Una discusión? - repitió. - No recuerdo... ¿Qué pasó?

Sonic.exe se encogió de hombros.

- No importa. Ya pasó. Lo importante es que estás a salvo aquí.

Amy se aferró a las rejas, desesperada.

- No, no es cierto. Quiero recordar. Quiero saber qué hice para merecer esto.

Sonic.exe se acercó a ella.

- Corvus, confía en mí. Estás mejor sin tus recuerdos. Créeme.

Amy lo miró fijamente, su expresión cambió a neutral.

- Te creo.

Sonic.exe abrió las rejas y se hizo a un lado, permitiendo que Amy saliera de su celda.

- Puedes salir, Corvus. Eres libre de moverte por el castillo.

Ella se lanzó a los brazos de Sonic.exe, abrazándolo con fuerza. Sonic.exe la abrazó también, su expresión suave.

- Recuerda, siempre estaré vigilándote.

Amy asintió y caminó por los pasillos del castillo, sintiendo la mirada de Sonic.exe sobre ella. Sabía que la estaba vigilando, pero no podía verlo. Se sentía como un animal en una jaula, con Sonic.exe como su dueño.

Mientras caminaba, Amy notó que los pasillos estaban llenos de retratos de ella misma. Retratos que mostraban su vida en el castillo, sus momentos felices y tristes. ¿Quién los había pintado? ¿Y por qué?

Ella siguió caminando y encontró una sala con un trono.

Sonic.exe estaba sentado en el trono. Amy se acercó a él, sintiendo una mezcla de miedo y fascinación.

- ¿Quién pintó estos retratos? - le preguntó Amy, señalando las pinturas en las paredes.

Sonic.exe sonrió.

- Los pinté yo mismo. Quería capturar tu belleza y tu esencia en cada uno de ellos.

Amy se sintió incómoda.

- ¿Por qué? ¿Por qué me pintaste así?

Sonic.exe se levantó del trono y se acercó a ella.

- Porque eres mi Corvus, mi posesión más preciada. Quiero recordarte siempre así, bella y mía.

Amy quería escapar, pero no sabía cómo. Sonic.exe la rodeó con sus brazos, atrayéndola hacia sí.

- No te preocupes, Corvus. - le susurró al oído. - Estás a salvo conmigo. Siempre estaré cuidándote.

Amy se sintió sofocada, como si estuviera perdiendo el control. Quería recordar su pasado, quería ser libre. Pero Sonic.exe la tenía atrapada en su red de manipulación y control.

- Si tú lo dices...

Sonic.exe acarició su mejilla.

- ¿Qué te parece si nos casamos?

Amy, con la mente aún nublada por la manipulación de Sonic.exe, solo pudo mirarlo con una mezcla de confusión y sumisión.

- Sí... sí, como tú quieras. - respondió con voz débil.

Sonic.exe sonrió, satisfecho con la respuesta.

- Excelente, Corvus. Serás mi reina, y juntos gobernaremos este reino. Nadie podrá separarnos.

Amy asintió, sin entender completamente lo que estaba sucediendo. Su mente estaba llena de preguntas, pero no podía recordar nada de su pasado. Solo sabía que Sonic.exe era su dueño, y que debía obedecerlo.

Sonic.exe se acercó más.

- Te amo, Corvus.

Amy se estremeció, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

Sonic.exe tomó sus mejillas y la besó.

Amy se sintió invadida por una sensación de repulsión y miedo. El beso de Sonic.exe era como un sello que sellaba su destino.

Ella trató de apartarse, pero Sonic.exe la sujetó con fuerza.

- No te resistas, Corvus. - le susurró al oído.

Amy estaba un poco asustada, pero poco a poco se relajó. Sonrió débilmente, convencida de que Sonic.exe era su novio y que la amaba.

- Sí, mi amor... te amo también. - respondió, sin saber que estaba siendo manipulada.

Sonic.exe se rió, satisfecho con la respuesta.

- Excelente, Corvus. Pronto seremos marido y mujer, y nada podrá separarnos.

Amy asintió, sin darse cuenta del peligro que se cernía sobre ella.

****

Shadow lideró el grupo hacia la guarida de Eggman, un lugar que conocían bien.

- Eggman siempre tiene información valiosa. - dijo Shadow. - Esperemos que sepa algo sobre Sonic.exe.

Silver asintió, nervioso.

- Sí, pero también es peligroso. Eggman no es de confiar.

Blaze se puso en guardia, lista para luchar.

- No te preocupes, Silver. Estoy aquí para protegerte.

Llegaron a la guarida de Eggman y se infiltraron sin ser detectados.

Una vez dentro, Shadow, Silver y Blaze se movieron sigilosamente, evitando detectores y robots. Llegaron al salón principal, dónde estaban Eggman, Knuckles, Rouge y Metal Sonic, rodeados de pantallas y máquinas.

- ¿Knuckles, Rouge? - habló Shadow.

Los tres voltearon, sorprendidos, Knuckles se acercó.

- ¡Chicos, regresaron!

Justo cuando Shadow estaba a punto de hablar, Metal Sonic se acercó a Shadow con una expresión enojada.

- Shadow, ¿dónde has estado? - preguntó Metal Sonic con una voz severa. - Te he enviado como diez mensajes de urgencia y no has respondido ninguno.

Shadow se encogió de hombros, sin preocuparse.

- Ah, perdón Metal. Estaba ocupado.

Metal Sonic puso los brazos en jarras.

- Ocupado ¿haciendo qué? ¡Eres el líder de este equipo y no puedes ignorar mis mensajes!

Rouge se rió por lo bajo.

- Parece que Metal Sonic está un poco molesto contigo, Shadow.

Knuckles se unió a la risa.

- Sí, parece que Metal Sonic te está regañando como a un niño.

Shadow se sonrojó ligeramente.

- Bueno, Metal. No era mi intención ignorarte. Estaba ocupado planeando nuestra estrategia para derrotar a Sonic.exe.

Metal Sonic cruzó los brazos.

- Bueno, espero que tu plan sea bueno, porque si no, voy a tener que tomar el mando yo mismo.

Después de la pequeña discusión, Eggman se aclaró la garganta para llamar la atención del grupo.

- Bueno, bueno, chicos. No tenemos tiempo para peleas. Tenemos un plan para detener a Sonic.exe y salvar a Amy.

Knuckles asintió, serio.

- Sí, Eggman. ¿Cuál es el plan?

Eggman sonrió, orgulloso de sí mismo.

- He creado un dispositivo que puede absorber el poder de Sonic.exe y debilitarlo lo suficiente para que puedan derrotarlo.

Rouge se impresionó.

- Eso es genial, Eggman. ¿Cómo funciona?

Eggman explicó su plan, y el grupo escuchó atentamente. Cuando terminó, Shadow asintió.

- Está bien, Eggman. Vamos a hacerlo. Metal Sonic, ¿puedes llevar el dispositivo?

Metal Sonic asintió, todavía un poco molesto con Shadow.

- Sí, puedo llevarlo. Pero espero que no te distraigas de nuevo, Shadow.

El grupo se rió de nuevo, y la tensión se disipó por completo.

Eggman se percató de la presencia de Infinite.

- Un momento ¿Quién es él?

Blaze se puso en jarras.

- Es una larga historia. Pero en resumen, es el amigo de Xandros. Infinite.

Eggman se sorprendió.

- Infinite...

Infinite se acercó, con una sonrisa enigmática.

- Sí, estoy aquí para ayudar. Solo te puedo decir que mi amigo Xandros ha poseído el cuerpo de Sonic para hacer de las suyas.

Eggman dirigió la mirada a Sugar y a Luna.

- ¿Y ellos?

Luna se puso firme.

- Él es Sugar. Mi nombre es Luna. Éramos parte de la organización de Fiona.

Eggman se sorprendió.

- ¿Fiona? ¿La misma Fiona que solía trabajar para mí?

Luna asintió.

- Sí, esa misma. Pero Sugar y yo decidimos dejar la organización y seguir nuestro propio camino.

Infinite se volvió hacia Eggman.

- Entonces, Eggman, ¿estás listo para unirte a nosotros y detener a Xandros?

Eggman se encogió de hombros.

- Estoy dispuesto a unirme a ustedes para detener a Xandros. No puedo permitir que un ser como él se apodere de todo y arruine mis planes para dominar el mundo. Además, si podemos detenerlo, quizás podamos encontrar una manera de utilizar su poder para nuestros propios fines.

Blaze sonrió.

- Excelente. Entonces, tenemos un plan. Infinite, tú liderarás el grupo que atacará por detrás y tratará de liberar a Sonic. Eggman, tú te encargarás de los aliados de Xandros y nos ayudarás a abrir camino.

Shadow asintió.

- Y yo lideraré el grupo que atacará por delante. Estoy listo para enfrentar a Xandros.

Infinite los miró con una expresión de gravedad.

- Recuerden, nuestro plan es peligroso. - dijo. - Xandros no se rendirá fácilmente. Y para empeorar las cosas, aún no tenemos las Esmeraldas del Caos.

Eggman frunció el ceño.

- Sí, las Esmeraldas son clave para detener a Xandros. - dijo Eggman.

Infinite continuó.

- Hay algo que deben saber. Cuando derrotemos a Xandros, el cuerpo de Sonic no se podrá recuperar. Xandros ha fusionado su alma con la de Sonic, y la conexión se romperá cuando lo derrotemos.

El grupo se sorprendió.

- Entonces... no podemos salvar a Sonic. - dijo Blaze, con tristeza.

Infinite asintió.

- Lo siento. Pero podemos evitar que Xandros continúe destruyendo el mundo.

Metal Sonic se puso en guardia.

- Estoy listo para luchar.

Shadow asintió.

- Vamos a hacerlo. Debemos encontrar las Esmeraldas del Caos antes de enfrentar a Xandros.

Infinite sonrió misteriosamente.

- Traje las máquinas de Fiona. - dijo, mientras abría una burbuja mágica que había protegido las máquinas durante el transporte. - Están listas para usar.

El grupo se sorprendió al ver las máquinas.

- ¿Cómo las trajiste aquí? - preguntó Shadow.

Infinite se rió.

- Usé esta burbuja mágica para transportarlas. - dijo. - Ahora, podemos utilizar una de ellas para viajar al pasado y evitar que Xandros posea a Sonic.

Blaze se acercó, curiosa.

- ¿Qué máquina vamos a usar? - preguntó Blaze.

Infinite señaló una de las máquinas.

- Esta es la Máquina Cronológica de Fiona. - dijo. - Puede llevarnos al pasado y permitirnos cambiar el curso de los eventos.

Eggman se impresionó.

- Es increíble. - dijo. - Nunca había visto una máquina como esa.

Metal Sonic se puso en guardia.

- ¿Estás seguro de que funcionará? - preguntó.

Infinite asintió.

- Confío en Fiona. - dijo. - Ella era una genio. La máquina funcionará.

El grupo se preparó para usar la Máquina Cronológica de Fiona y viajar al pasado.

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