Capítulo 24
Shadow y Silver luchaban contra Sally, su corazón pesaba al tener que enfrentar a su amiga. La corrupción la había transformado en una sombra de su antiguo yo. Silver la miró fijamente, intentando encontrar un rastro de la Sally que conocían.
- Sally, ¡esa no eres tú! - gritó Silver.
Sally se detuvo.
- ¡No te conozco! - gritó Sally.
Shadow y Silver intercambiaron una mirada preocupada.
- Tenemos que encontrar una forma de sacarla de este estado. - dijo Shadow.
Silver asintió.
- Pero ¿cómo? - preguntó.
Sally atacó de nuevo, y Shadow y Silver se vieron obligados a defenderse. La lucha continuó, con la esperanza de encontrar una solución para salvar a su amiga.
De repente, Sally se quedó quieta. Shadow y Silver se acercaron, esperanzados.
- Sally, ¿estás ahí? - preguntó Silver, con suavidad.
La expresión de Sally cambió.
- Sh... Shadow... - susurró.
Shadow se acercó más, su corazón latiendo con emoción.
- ¡Sally! ¡Estamos aquí!
Sin embargo, Sally frunció el ceño y alzó sus garras.
Shadow retrocedió y apuntó su arma, su corazón pesando por la decisión que debía tomar. Silver lo miró, horrorizado.
- ¡No, Shadow! ¡No puedes hacerlo! - gritó.
Pero Shadow sabía que no había otra opción. Sally era una amenaza para ellos y para sí misma.
- Lo siento, Silver. No tengo otra opción.
Y disparó.
Sally cayó al suelo, su cuerpo inmóvil. Shadow y Silver se quedaron en silencio, el eco del disparo resonando en la habitación.
- ¿Qué hemos hecho? - preguntó Silver, su voz temblorosa.
Shadow se acercó a Sally, su corazón lleno de dolor.
- Lo hice para protegerte, Silver. Para protegernos a todos. - dijo, con tristeza.
Pero justo cuando pensaban que todo había terminado, Sally se levantó.
- ¡Ustedes pagarán! - gritó, antes de desaparecer en la oscuridad.
Shadow y Silver se miraron, horrorizados.
- ¿Qué ha pasado? - preguntó Silver.
Shadow sacudió la cabeza.
- No lo sé. Pero debemos encontrar una forma de detenerla.
De repente, un grupo de militares apareció, liderados por Valtor, quien contemplaba la escena con una mezcla de curiosidad y preocupación.
- ¿Qué sucedió aquí? - preguntó Valtor, su voz firme y autoritaria.
Blaze se acercó a Silver, su voz baja y reconfortante.
- ¿Estás bien? - preguntó, su mirada llena de preocupación.
Silver asintió, aún conmocionado.
- Sí... gracias - dijo, su voz temblorosa.
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Amy corría por el bosque, buscando dónde esconderse, estaba consciente que pudo haber ido con Shadow, pero el miedo no le permitió pensar antes de actuar. Escuchó al demonio pronunciar su nombre, ella fue a otra dirección, pero de la nada apareció Sonic.exe.
- ¿Crees que puedes escapar de mí? ¿Crees que puedes esconderte? Soy el más rápido, soy el más fuerte. Y ahora, voy a demostrártelo.
Amy se detuvo en seco, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Sonic.exe se acercaba a ella con una sonrisa malvada y burlona.
- ¡No! - gritó Amy, tratando de retroceder, pero sus piernas no respondían.
Sonic.exe rió.
- ¿No? ¿No qué? ¿No puedes escapar? ¿No puedes esconderte? - se burló, acercándose cada vez más a Amy.
Amy trató de encontrar las palabras para detenerlo, pero su mente estaba en blanco. El miedo la había paralizado. Sonic.exe se había acercado lo suficiente para acariciarle la mejilla.
- Vas a ser mi juguete, Amy. Vas a hacer todo lo que yo te diga.
Ella agarró con fuerza su martillo y atacó.
- ¡Jamás!
Sin embargo, Sonic.exe esquivó su ataque, saltando hacia atrás.
- ¡Eres tan predecible, Amy! ¡Tu valentía es admirable, pero inútil!
Amy, enfurecida y desesperada, ataca de nuevo con más fuerza. Sonic.exe la provocaba y se burlaba más de ella.
La eriza intentaba golpearlo, pero Sonic.exe con su poder, la elevó por los aires, dejando a Amy atrapada entre el miedo y la rabia. Sonic.exe aprovechó para golpearla muchas veces, luego hizo que ella cayera al suelo.
Amy, a pesar de sus heridas, intenta arrastrarse lejos de él, pero Sonic.exe la atrapa de nuevo y la arrastra de vuelta.
- Amy, Amy, Amy... - suspiró. - No entiendes. No puedes escapar de mí. Soy tu dueño ahora.
- No... - gritó Amy. - ¡Nunca seré tuya!
Sonic.exe soltó una risa fría y sin emoción.
- Oh, Amy... ya lo eres. Y pronto, te darás cuenta de que ya no hay escape.
Amy, con lágrimas en los ojos, mira a Sonic.exe con una mezcla de miedo y desafío.
- Nunca me rendiré. - susurra. - Nunca seré tuya completamente.
Sonic.exe se encoge de hombros.
- Ya veremos. - dijo. - Por ahora vamos a jugar un juego. Un juego de obediencia.
Amy se estremece al escuchar las palabras de Sonic.exe ¿Qué tipo de juego tiene en mente? ¿Qué le hará hacer?
Sonic.exe sonríe con una sonrisa malvada mientras levanta la mano y toca la frente de Amy.
- ¡Vamos, Amy! ¡Vamos a jugar un juego!
Amy siente un dolor intenso en su cabeza y, de repente, se encuentra en una colina verde, frente a ella estaba Sonic junto a un gran anillo, él volteó con una sonrisa.
- ¡Hola, Amy! ¡Bienvenida a mi juego!
Ella estaba confundida, se da cuenta que sus heridas desaparecieron y ya no sentía dolor, volteó hacía Sonic, decidió acercarse.
- ¿S-Sonic? ¿Qué pasa? ¿Dónde estoy?
Sonic ríe.
- Estás en mi juego, Amy. Un juego donde tú eres la protagonista... y la víctima.
Amy se detuvo, su instinto le decía que algo está mal.
- ¿Qué quieres decir?
Sonic señala el anillo.
- Este es el anillo de la muerte. Y tú, Amy, eres la elegida para pasar a través de él.
Amy retrocedió, su corazón comenzó a latir con miedo.
- ¡No! ¡No voy a hacerlo!
Pero Sonic soltó una risita.
- Oh, si. Lo harás. Por qué en este juego, tú no tienes elección.
De repente el cielo se oscurece y el aire se vuelve feroz. Amy siente que está siendo atrapada por una fuerza invisible.
- ¡No! ¡Suéltame! - gritó.
La fuerza la arrastra hacía el anillo de la muerte, Amy intentaba resistir, pero es demasiado débil. Sonic saltó hacía el anillo y desapareció mágicamente. La fuerza obligó a Amy a saltar y apareció en un mundo completamente rosa, rodeada de caramelos y dulces. De repente, escucha una voz familiar.
- ¡Bienvenida, Amy!
Amy se vuelve y ve a Sonic sonriendo y rodeado de caramelos.
- ¿Qué es este lugar? - preguntó, intentado mantener la calma.
- Este es el mundo de dulces. - respondió Sonic. - Te explicaré el juego, consiste en saltar sobre los caramelos hasta el final.
- ¿Qué tiene que ver este juego conmigo? - preguntó, intentando ganar tiempo.
Sonic se ríe.
- Tú eres la jugadora principal, Amy. Debes completar los niveles para avanzar en el juego.
Amy sintió un escalofrío.
- ¿Y si no quiero jugar? - preguntó, intentando mantener su voz firme.
Sonic se acerca a ella.
- No tienes elección, Amy. Debes jugar. Y si pierdes... nunca saldrás de este lugar.
- ¿Qué pasará si gano? - preguntó, intentando encontrar una salida.
Sonic se ríe de nuevo.
- Si ganas, te daré un premio especial. Pero no creas que podrás escapar tan fácilmente.
Amy se da cuenta de que no tiene otra opción que jugar el juego. Comienza a saltar sobre los caramelos, intentando completar el primer nivel. Pero mientras juega, no puede dejar de pensar en cómo escapar de ese lugar y regresar a la realidad.
Sonic también saltaba, paró en uno de los caramelos para observarla.
- Muy bien. Lo estás haciendo bien.
Volteó para mirar a otro lado.
- Mira. - señaló unas esferas azules. - Esos son unos goals, si los tocas, pasarás de nivel.
Amy sigue saltando sobre los caramelos. Ve las esferas azules que Sonic le señaló y se dirige hacia ellas. Al tocarlas, aparece en un mundo completamente oscuro y vacío.
Ella se detiene, mirando a su alrededor. No hay nada que ver, solo oscuridad. De repente, escucha pasos detrás de ella. Se vuelve, pero no ve a nadie.
Sintió que su cuerpo se elevaba en el aire, a su vez sus brazos y sus piernas estaban siendo controlados por hilos.
Amy intenta luchar contra los hilos, pero no puede moverse. Está atrapada, suspendida en el aire. De repente, ve una figura emergiendo de la oscuridad. Es Sonic.exe.
- Ah, Amy. - dice, su voz es baja y amenazante . - Ahora eres mi marioneta. Bailaras para mí, y solo para mí.
Amy intenta resistir, pero los hilos son demasiados fuertes. Sonic.exe comienza a reír, su voz es cada vez más alta y maníaca.
- Baila, Amy, baila. - dice con una mirada siniestra.
Amy siente que su cuerpo se mueve contra su voluntad, bailando al ritmo de la oscuridad. De repente sintió que los hilos presionaban y comenzaban a jalar las extremidades de su cuerpo. Un brazo y una pierna fueron arrancados, la sangre fluyó como simples gotas de dolor y sufrimiento.
Sonic.exe se acercó y le arrancó un ojo. Amy siente un dolor insoportable y un miedo extremo. Ve su propio brazo y pierna y su ojo siendo extraído. Sonic.exe se ríe maniáticamente, disfrutando de su sufrimiento.
- Eres mi juguete, y haré contigo lo que quiera.
Amy intenta gritar, pero su voz es silenciada por el dolor. Se siente como si estuviera siendo destruida, pieza por pieza.
El cuerpo de la eriza se palideció por perder demasiada sangre, su visión se volvió borrosa. Ella intenta moverse, pero su cuerpo no responde. Está paralizada por el dolor y la debilidad. Sonic.exe agarró bruscamente sus mejillas.
- Es el final, Amy. Nunca escaparás de mí.
Amy cierra los ojos, esperando el golpe final. Recordó toda su vida, incluso los momentos que pasó con Sonic, especialmente uno.
Flashback.
Ella estaba siendo perseguida por E-102 Gamma, un robot creado por Eggman. Sonic llega justo a tiempo para salvarla y, después de derrotar al robot, Amy abraza a Sonic, agradecida y aliviada. Sonic, visiblemente incómodo pero también contento de ver a Amy segura, la rodeó con sus brazos.
- Tranquila, Amy. Estás a salvo ahora.
Amy mira hacía arriba y sonríe, con una expresión de admiración y afecto en su rostro. Sonic, a su vez, mira arriba hacia abajo y sonríe también, con una expresión suave y cariñosa.
Fin del flashback.
Amy sonrió levemente, los hilos comenzaron a moverse bruscamente, despedazando por completo su cuerpo. Sonic.exe soltó una risa malvada que poco a poco su voz fue desvaneciéndose.
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