Capítulo 23

Knuckles se recostó en la cama del refugio, su mente consumida por dudas y reflexiones. Su mirada se perdía en el techo, mientras pensaba en su capacidad para proteger a los demás de la amenaza de Sonic.exe. Su pasado como guardián de la Esmeralda Maestra y sus enfrentamientos con enemigos poderosos parecían insignificantes frente a la fuerza y crueldad de Sonic.exe.

En otra parte del refugio, Amy se sentaba sola, sumida en un mar de tristeza y arrepentimiento. La muerte de Cream la había dejado un vacío en el corazón, y no podía dejar de pensar en lo que podría haber hecho para evitar su trágico final. Su mente estaba llena de preguntas y dudas sobre su identidad y propósito.

Shadow se recostó en la pared, con los ojos cerrados y los brazos cruzados, evaluando la situación. La llegada de Metal Sonic podría ser una oportunidad para cambiar el curso de los eventos, pero también aumentaba el riesgo de traición. Su mirada se dirigió hacia Amy, sabiendo que ella estaba sufriendo mucho.

Rouge se acercó a Metal Sonic, estudiándolo con una mirada analítica. ¿Qué habilidades y capacidades podría aportar a la lucha contra Sonic.exe? ¿Podrían confiar en él?

En un cuarto apartado, Vanilla yacía en la cama, mirando el vacío con una expresión ausente. Su corazón estaba roto, y no podía encontrar la fuerza para levantarse.

Silver se acercó a Shadow, su voz baja y confidencial.

- Me he comunicado con Blaze. Le compartí la ubicación del refugio y ella vendrá con un grupo de aliados que parecen tener la clave para entender qué sucedió con Sonic y Tails.

Shadow arqueó una ceja, intrigado.

- Eso significa que saben qué pasó con ellos.

Silver asintió.

- Posiblemente. Por ahora, debemos esperarlos. Blaze no me dio muchos detalles, pero parecía segura de que su grupo puede ayudarnos.

****

Scourge se acercó a Sonic.exe con una sonrisa astuta en su rostro.


- He encontrado algo que podría cambiar el juego, Sonic.exe.

Sonic.exe lo miró intrigado.

- ¿Qué es?

Scourge se encogió de hombros.

- La base de operaciones de Fiona. Podríamos aliarnos con ella.

Sonic.exe arqueó una ceja.

- ¿Crees que estaría dispuesta a ayudarnos?

Scourge sonrió.

- Fiona tiene sus propios intereses, y creo que podemos llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso.

Sonic.exe se interesó.

- ¿Qué tipo de beneficios podríamos obtener de esta alianza?

Scourge se rió.

- Acceso a recursos, información y personal capacitado. Podríamos utilizar su organización para nuestro beneficio.

Sonic.exe asintió, pensativo.

- Muy bien, Scourge. Establece contacto con Fiona y explora las posibilidades de una alianza.

Scourge sonrió y desapareció entre las sombras, listo para llevar a cabo su misión.


Sonic.exe tenía la mirada perdida en el horizonte mientras consideraba las opciones que se le presentaban. La alianza con Fiona podría ser la clave para derrotar a sus enemigos, pero también significaba correr riesgos.

- Pronto. - se dijo a sí mismo. - pronto tendrás lo que quieres.

Su mirada se dirigió hacia el refugio, donde Amy y los demás esperaban inocentes. Una sonrisa cruel se dibujó en su rostro.

- Es hora de aclarar algunas cosas. - pensó, su voz interna llena de maldad.

Se puso en marcha, seguido por sus seguidores corrompidos, listos para enfrentar lo que viniera.

****

Amy miró el reloj, las 11:25 de la noche. La oscuridad y el silencio la rodeaban, pero su mente estaba llena de recuerdos y dolor. Recordó los momentos felices con Cream y Sally, y las lágrimas comenzaron a caer. La culpa la hundía, y su corazón parecía pesar.

Mientras tanto, Silver exploraba el refugio, su mirada escaneando cada rincón. Encontró una ventana y se acercó, observando la oscuridad exterior. De repente, vio puntos rojos acercándose. Su corazón se aceleró al darse cuenta de que era una amenaza.

- ¡Shadow! - gritó, pero su voz se perdió en la explosión que sacudió el refugio.

Rouge y Knuckles se miraron, alarmados.

- ¡¿Qué fue eso?! - exclamó Knuckles.

Entre el humo, una figura emergió. Sonic.exe, con ojos rojos y una sonrisa cruel.

- ¿Dónde está Amy? - preguntó, su voz llena de maldad.


Los guardias del refugio reaccionaron rápidamente, sacando sus armas y apuntando a Sonic.exe.

- ¡Alto! ¡No te muevas! - gritó uno de los guardias.

Sonaron varios disparos, pero antes de que las balas alcanzaran a Sonic.exe, Sally y Tails aparecieron de la nada.

Sally se lanzó sobre los guardias, degollándolos con facilidad. Tails, con una risa psicópata, atacó a los guardias restantes, desmembrándolos con una motosierra.

- ¡No! - gritó uno de los guardias, antes de caer al suelo.

Los disparos cesaron, y el silencio se apoderó del refugio. Sonic.exe sonrió, satisfecho.

- Excelente trabajo, Sally y Tails. - dijo, su voz llena de aprobación.

Sally y Tails se acercaron a Sonic.exe.

- ¿Qué ordenas, amo? - preguntó Sally.

- Quiero encontrar a Amy. - respondió Sonic.exe, su mirada escaneando el refugio.

Shadow y Silver llegaron al área, listos para enfrentar a Sonic.exe y sus aliados.

- ¡Están aquí! - gritó Silver, señalando a Sally y Tails.

Sally y Tails se volvieron hacia ellos, sonriendo con crueldad.

- ¡Bienvenidos! - dijo Sally, sus garras afiladas brillando.

Tails se rió, su voz psicópata resonando en el refugio.

- ¡Vamos a jugar! - gritó, lanzándose hacia Shadow y Silver.

Sally se unió a la lucha, atacando a los dos héroes con su velocidad y agilidad.

Shadow y Silver se defendieron con dificultad, intentando mantenerse enfrente de los dos oponentes.

Mientras tanto, Sonic.exe se deslizó hacia un lado, sin ser notado por los combatientes.

- Voy a encontrarla. - se dijo a sí mismo, su mirada fija en la dirección donde creía que estaba Amy.

Sonic.exe se movió con sigilo, su corazón latiendo con emoción.


Tails se separó de Sally.

- Me divertiré un rato. - dijo, riendo mientras se alejaba de la lucha.

Sally se encogió de hombros y continuó luchando contra Shadow y Silver.

Tails recorrió los pasillos del refugio, su risa resonando en las paredes. Su mirada roja escaneaba cada rincón, buscando a sus próximas víctimas.

- ¡Nadie se salva! - gritó, su voz llena de locura.

Con la motosierra, Tails atacó a los que se hospedaban allí. No hubo piedad ni compasión. La matanza fue brutal y rápida.

Los gritos y los llantos llenaron los pasillos, mientras Tails continuaba su carrera de destrucción.

Shadow y Silver luchaban contra Sally, intentando mantenerse enfrente de ella.

- ¡Tenemos que detener a Tails! - gritó Silver.

- ¡Primero, tenemos que acabar con Sally! - respondió Shadow.

Knuckles y Rouge se miraron, alarmados por las risas que provenían del pasillo.

- Maldición, ¿justo ahora? - dijo Knuckles, frunciendo el ceño.

Rouge se levantó, decidida.

- Quédate aquí - dijo, mientras se dirigía a la puerta.

Knuckles se levantó, preocupado.

- ¡No vayas! ¡No vas a poder contra él! - gritó.

Rouge se volvió, sonriendo con seguridad.

- Estaré bien. Confía en mí - insistió.

Rouge salió de la habitación, miró a todos lados y escuchó atentamente. De repente, Tails apareció, con una cabeza decapitada en la mano y soltando risitas.

- Hola, vamos a jugar. - dijo Tails, con una voz psicópata.

Rouge se puso en posición de pelea, pero sonrió con seguridad.

- ¿Quieres jugar? Te presento a un buen jugador. - dijo, mientras Metal Sonic aparecía detrás de ella.

Metal Sonic lanzó rayos láser y misiles contra Tails, que se defendió con dificultad.

Rouge aprovechó la distracción para volver con Knuckles.

- Vámonos de aquí. Ya no es seguro. - dijo, mientras sacaba a Knuckles de la habitación.

Metal Sonic activó su super velocidad, rodeando a Tails en un instante. Disparó una ráfaga de láseres, que Tails logró esquivar con dificultad.

Tails contraatacó con la motosierra, golpeando a Metal Sonic con fuerza. Sin embargo, el robot se recuperó rápidamente y lanzó una serie de misiles que Tails apenas pudo esquivar.

Metal Sonic continuó su ataque, lanzando lásers y rayos de energía. Tails comenzó a sentirse abrumado por la potencia de fuego del robot.

- ¡No puedo mantener esto! - gritó Tails, mientras retrocedía.

Metal Sonic se acercó, su mirada roja brillando con intensidad.

- ¡Es el fin! - dijo, mientras preparaba un ataque final.

****

Amy corría por el refugio, su corazón latiendo con ansiedad. Tenía que encontrar a Vanilla antes de que fuera demasiado tarde.

Al llegar al pasillo donde estaba el cuarto de Vanilla, se detuvo en seco. Sonic.exe estaba ahí, su mirada fija en ella.

- Hola Amy. - dijo, su voz baja y peligrosa.

Amy se sintió un escalofrío recorrer su espalda.

- ¿Qué quieres? - preguntó, intentando mantener la calma.

Sonic.exe se acercó, su rostro distorsionado por una sonrisa.

- Sólo quiero aclarar unas cosas. - dijo, su voz llena de maldad.

Amy retrocedió, nerviosa por la actitud de Sonic.exe.

- ¿Qué soy para ti? - preguntó, su voz llena de deseo.

Amy se sintió atrapada, sin salida.

- ¿Por qué preguntas eso? - respondió, intentando ganar tiempo.

Sonic.exe apareció detrás de ella y agarró sus brazos, su aliento en la nuca de Amy.

- ¿Podrías decirme qué somos? ¿Me elegiste a mí o a Sonic? ¡Dime de una maldita vez! - gritó, su voz llena de desesperación.

Amy se sintió intimidada, pero no se rindió.

- ¡Suéltame! - gritó, intentando liberarse.

Sonic.exe aumentó su presión, su fuerza sobrenatural insoportable.

- No te dejaré ir.

- ¡¿Sólo para eso me buscaste?! - gritó Amy, su voz llena de indignación.

- ¡Responde a mi pregunta! - insistió Sonic.exe.

Amy se armó de valor.

- ¡¿Quieres saber?! ¡Elijo a Sonic! ¡Jamás estaría con alguien como tú! - gritó.

Sonic.exe se quedó paralizado, su rostro distorsionado por el dolor y la rabia.

- ¡Te obligaré a amarme! - gritó, lanzando a Amy a otro lado.

Amy se levantó, invocó su martillo piko piko y se preparó para luchar.

- ¡No te dejaré hacer esto! - gritó.

Pero Sonic.exe esquivó sus ataques con facilidad y lanzó energía contra ella.

Amy chocó contra la pared y gritó de dolor, Sonic.exe se acercó y agarró su cuello.

- Por favor... suéltame - rogó, mientras Sonic.exe apretaba su cuello.

Sonic.exe presionó más, su fuerza sobrenatural aplastando el cuello de Amy.

- No... - susurró Amy, su voz débil y desesperada.

Pero de repente, algo en la mente de Sonic.exe cambió. Su mirada se perdió en el vacío, y su presión sobre el cuello de Amy se relajó.

Un recuerdo lejano emergió en su mente. Una figura femenina, con ojos tristes y una sonrisa débil.

- ¿Por qué siempre tienes que hacer esto? - le decía la figura.

Sonic.exe sintió un escalofrío recorrer su espalda. Recordó la sensación de culpa y arrepentimiento que había sentido en ese momento.

Su mirada volvió a enfocarse en Amy, que yacía debajo de él, su rostro pálido y asustado.

Sonic.exe se sintió repentinamente enfermo. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué siempre repetía el mismo patrón?

Su fuerza se desvaneció, y soltó el cuello de Amy.

- Lo siento... - susurró, su voz llena de confusión y dolor.

Amy se alejó de él, jadeando y temblando de miedo.

Rápidamente huyó, sabía que tenía que llevarse a Vanilla. Entró en la habitación, se acercó a la cama y levantó a Vanilla a la fuerza.

- ¿Qué está pasando? - preguntó la mujer asustada.

- ¡No hay tiempo de explicar! - respondió Amy, mientras arrastraba a Vanilla.

Corrieron por los pasillos, buscando un lugar seguro. Después de perderse, encontraron una biblioteca. Amy buscó por todas partes un escondite hasta que vio a un gato antropomórfico.

- ¡Ustedes! - las señaló. - ¡Vengan rápido, conozco un lugar dónde nos podemos esconder!

El gato las guió a un armario, sacó unas llaves y abrió las puertas. Dentro había un cuarto más.

- ¡¿Qué esperan?! ¡Entren! - dijo el gato.

Amy hizo que Vanilla entrara, pero alguien la agarró del cabello y la lanzó a otro lado. Cuando alzó la mirada, Sonic.exe estaba acercándose a ella.

- ¡Entren sin mí! ¡Él me quiere a mí! - gritó Amy.

Vanilla, aunque preocupada, hizo caso y el gato cerró la puerta.

El erizo la pateó, luego soltó rasguños. Amy daba patadas e intentaba alejarse de él, pero Sonic.exe pisó su estómago.

- Ahora vas a pagar por haberme rechazado, Amy. - dijo Sonic.exe, su voz llena de furia.

- ¿Sabes qué tu comportamiento está mal? Tu forma de amar es enfermiza. - respondió Amy.

Sonic.exe frunció el ceño.

- ¡Cállate! ¡No sabes lo que es el amor! - gritó.

- ¡Sí sé lo que es el amor, y no es esto! El amor no es controlar ni lastimar a alguien. - insistió Amy.

- ¡Mentira! ¡Yo te amo y haré cualquier cosa para mantenerte a mi lado! - preparó sus garras para atacarla.

- ¡Eso no es amor, es posesión! ¡Y no voy a permitir que me trates así! - Amy agarró su martillo con fuerza.

- ¡No te atrevas a decirme qué es el amor! ¡Yo sé lo que es mejor para tí! - una aura oscura cubrió a Sonic.exe.

- ¡No puedes decidir lo que es mejor para mí! ¡Yo soy la única que sabe lo que necesito! - exclamó Amy y alzó su martillo, golpeándolo.

Sonic.exe se acercó, le rasguñó el abdomen y la golpeó. Amy se levantó y corrió hacia la salida, salió de ahí y buscó la forma de escapar. Pronto encontró una ventana, se acercó y rápidamente la abrió y salió.

Ella corrió hacia el bosque, mientras Sonic.exe la seguía. La oscuridad del bosque parecía envolverla, pero Amy no se detuvo.

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