Capítulo 2
Cuando amaneció, Sonic abrió lentamente los ojos, recordando la pesadilla que lo había perturbado. Decidió olvidarla y se dirigió a la cocina a preparar hot cakes. Los colocó en un plato y les echó miel. Estaba a punto de comer cuando escuchó una voz.
- Tú cuerpo será mío.
Sonic se volteó, pero no había nadie. Se encogió de hombros y siguió comiendo. Al terminar, lavó el plato y salió a correr.
En el camino, pensó en ir a comprar algo especial para Amy, ya que su cita era un momento importante.
- Ella será mía.
Sonic se detuvo, mirando a la nada, y comenzó a temblar.
- ¿Quién eres?
De pronto, todo se puso oscuro. Sonic no comprendía qué estaba pasando, pero apareció una versión de él mismo con la apariencia que había visto en su sueño. Se acercó y tomó su brazo.
- Soy...
Sonic despertó tirado en el suelo, tocando su brazo, donde había sentido el tacto de aquel ser. Quería creer que se lo había imaginado, pero era imposible.
- ¿Sonic? - escuchó una voz.
El azulado volteó, y vio a Sally, una ardilla de cabello rojizo y ojos azules.
- ¡Qué milagro! - exclamó Sally. - ¿Cómo has estado?
- Estoy bien. - mintió Sonic.
- Qué bien. - sonrió Sally. - Voy a desayunar, ¿quieres venir?
Sonic dudó, pero no quería preocuparla.
- Sí.
Ambos corrieron a una cafetería, eligieron una mesa junto a una ventana y se sentaron. Comenzaron a platicar de sus aventuras, pero Sonic estaba distraído, analizando la voz en su cabeza y la visión.
- Y entonces le dí su merecido. - dijo Sally.
- Como con Eggman. - comentó Sonic.
Sally notó su tensión.
- ¿Seguro que estás bien?
- En realidad... - Sonic se detuvo.
- ¿Crees que te va a creer?
- Eggman no ha aparecido este año. - cambió de tema Sonic.
- Cierto. Quizás está tramando algo.
- Tal vez deberíamos ir a investigar.
- ¿Y si es una trampa? - cuestionó Sally.
- Solo hay una forma de averiguarlo.
Después de desayunar, pagaron la cuenta y salieron a caminar.
- Me gustó pasar el rato contigo, Sonic. - dijo Sally.
- A mí también.
- Espero que nos encontremos pronto.
Sally sonrió y agitó la mano.
- Adiós.
- Nos vemos.
Sonic recordó su cita con Amy y corrió hacia las tiendas. Entró en una joyería y vio un collar plateado con gemas rubíes. No dudó y lo compró.
Al salir del local, todo se puso oscuro y cayó al piso.
****
Sonic despertó en una cama, analizó el lugar, se encontraba en una habitación.
- ¿Cómo llegué aquí?
Volteó y a su lado había una gata con el cuello degollado.
- ¡Oh chaos!
Se dió cuenta que estaba manchado de sangre, se levantó rápidamente y buscó el baño, se limpió y salió del cuarto.
- No vas a dejar el cuerpo ahí... ¿O sí?
- ¿Tú fuiste?
- Sí. Oh, finalmente estás hablando conmigo.
- ¡¿Por qué lo hiciste?!
- Por qué de eso se trata el juego.
- ¿Qué juego?
- No hay tiempo de explicaciones. Debes esconder el cuerpo.
- No... ¡Yo no soy un asesino!
- Técnicamente lo eres.
Sonic pensó, tomó las sabanas y enrolló el cuerpo entre estas. Podía tomarla y correr con su súper velocidad para ocultarla en dónde nunca puedan encontrarla o dejarla ahí.
- ¿Sabes qué?
Sus ojos se volvieron negros con pupilas rojas y alzó las manos, de repente la cama se incendió junto con el cadáver, el azulado volvió a sí mismo.
- ¡Oh no!
- Vamos, escapa, no tardará en venir la policía. - rió.
Sonic estaba a punto de escapar, pero vio el collar en un pequeño mueblecito que estaba a un lado de la cama y corrió a recogerlo rápidamente y escapó.
No importaba que fuera lo que pasara, la mente de Sonic estaba poco a poco llegando a su límite de locura, su voz interior repetía su nombre en repetidas ocasiones, causando que comience a llorar, no lágrimas, sino sangre, todo mientras poco a poco comenzaba a perder la cordura y se tapará los oídos con tal de sacarlo de su cabeza.
- ¡Cállate, cállate, cállate!
En medio de su desesperación, unas patrullas aparecerían y comenzarían a apuntarle con sus armas, con tal de atraparlo.
- ¡Señor, baje el collar y ponga las manos en alto! ¡Es una orden!
En medio de su miedo y confusión, Sonic comenzaría a reír macabramente, lentamente sus ojos se tornaban negros mientras sus pupilas tornaban rojas, elevándose por los aires y lanzándoles un ataque lo suficientemente fuerte como para matarlos en tan poco tiempo.
****
Mientras tanto, Amy estaba en una sala, tenía ojeras y bebía una taza de té, a su lado estaba una conejita llamada Cream.
- Entonces ¿Estás viendo cosas extrañas?
- Sí, te lo aseguro.
- Emm, podría ser esquizofrenia.
- ¡Te juro que estoy viendo cosas!
Cream comenzó a ponerse nerviosa.
- Si quieres, vamos al psiquiátrico.
- Si no me crees, entonces-
En ese instante Vanilla apareció.
- Creo que es mejor que regreses a casa.
Amy no podía creer que la tomaran por loca, se levantó sin decir una palabra.
- Supongo que nadie me cree.
Caminó rápidamente a la puerta principal y salió de la casa, dejando a Cream y a Vainilla en la sala, la conejita suspiró.
- Alguien debe ayudarla.
- Déjala. Ya se le pasará.
****
Amy caminaba sin rumbo, no sabía adónde ir, entonces vio un hospital psiquiátrico ¿Quizás estaba loca después de todo?
Paro en medio del camino, quizás se estaba volviendo esquizofrénica, comenzó a cuestionar lo que era real y no.
- Sonic...
Solo podía pensar en él, tal vez le creería.
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