Losky subió a aquel avión, sin expresión alguna, estaba cansado e irritado, su cabeza daba vueltas y solo quería dormir un poco, se sentía abrumado por los acontecimientos antes contados, por la cantidad de emociones acumuladas dentro de él que jamás podrían salir, derrumbarse ya era imposible para el pero en ese momento era lo que su cuerpo necesitaba.

Se sentó y tomó algo de vodka para calmar su malestar, sacó un libro y se puso a leer sobre un compañero suyo de la secundaria, el profesor Probeta, el si era de nacionalidad española, así que era más conocido en España.

Suspiro pesado, probeta había conseguido crear el mismo líquido que el ya había creado antes, probeta es un tonto que roba los inventos de otros, que el profesor casimiro nunca le enseño a ser un rival con honor? Ya da hasta pena ajena verlo, no sabe hacer ni su propio desayuno.

Después de eso se quedó completamente dormido durante todo el vuelo, su cuerpo estaba cansado, su espalda dolía y sus párpados pesaban como si fueran pesas de 100 kilogramos, estaba al borde de desmayarse, y era normal, puesto que no había dormido y tuvo un arranque de emociones.

Al llegar al destino bajó del avión y cargo sus maletas, poniendo a cargo al monstruo a que llevará todo lo demás a su casa, pasaría a ver a su familia al día siguiente pues ya era algo tarde, mientras tanto volvería a la casa que compartía con poldo, lo más probable era que el pequeño gato ya no se encontrará allí por todo lo sucedido, posiblemente estaría en brazos de otro profesor y bañandose en el dinero de este.

Rió entre sus pensamientos y luego rodó los ojos mientras recordaba aquellos instantes en los que se perdían completamente en el mirar del contrario, momentos en los que el mundo parecía detenerse y sus corazones se aceleraban como el motor de una moto de carreras, tan rápido que parecía que se saldría de su lugar en cualquier momento.

Recordaba aquellos momentos en los que se perdían en el calor del otro, abrazados en la misma cama y sumergidos en el aroma de su contrario un aroma que los hacia volar, un aroma que los hacia sentir tan felices.... Un aroma que los llenaba de ilusiones y esperanzas vacías que sabemos que nunca se iban a realizar, momentos de un cuento de hadas pero este sin un "y vivieron felices para siempre" como esos clichés de cuentos.

Aunque en cierto momento el gran sueño de losky era conseguir un lindo felices para siempre, eso ya no existía dentro de el, solo existía una especie de sed por ser el mejor que el mundo pueda nombrar, por ser el único al que el mundo pueda alabar ser un Dios para toda esa pobre gente que cree en la religión, que todos lo aprendido, si porque así debe de ser.

El a hecho tanto por la gente pero nadie se da cuenta, los automóviles que conducen el los creo, la ropa que visiten el la hizo, todo lo que usan el lo inventó, el es un verdadero genio! Todo lo que planea le sale a la perfección! A salvado incluso a ciudades! Todos deben de adorar lo así debe de ser.

Salió de sus pensamientos y notó que ya había pasado de su destino, volvió unos cuantos pasos y entró al jardín de su casa, le sorprendía lo bien cuidado que estaba todo por fuera, Miró un árbol y tomó una manzana de este, la mordió y era la manzana más dulce y Rica que haya probado en su vida, y por alguna razón le recordó al aroma de poldo, movió la cabeza hacia los lados.

Miro su pequeña casita por fuera y le extraño ver todo absolutamente cerrado y las ventanas con las cortinas corridas, sacó su llave y abrió la puerta que también se encontraba con seguro, todo estaba completamente oscuro, y lo poco que alumbraba la luz que entraba por la puerta se notaba un gran desastre, platos rotos, cuchillos en el suelo, ropa en el sofá, y un extraño líquido rojizo en el suelo, haciendo charcos y algunas salpicaduras en la pared que posiblemente no se quitarían por el tiempo que ya llevaban ahí.

Losky se sentía algo incómodo al ver dicho desastre, pero se alzó de hombros y encendió la luz, para poder ver más, caminó por la sala y observó el montón de ropa, el bowl con algunas palomitas y la taza de chocolate caliente casi intacta, siguió caminando hacia el comedor viendo una silla tirada y la huella de la mano de alguien con sangre en la mesa, posiblemente alguien herido se recargo ahí.

El frutero tenía la fruta podrida y estaba algo roto y artillado con gotas de esa misma sangre, evitó la cocina un poco y decidió ir a la habitación ya que estaba y abierta y con la luz encendida, entró.

Vio otro mondon de ropa, acomodado como un pequeño nido, eso le dio algo de ternura a losky, después observo un montón de fotos y recortes del periódico donde aparecía el, también estaba un montón de papelitos bien doblado sobre la mesita de noche, siguió en esa misma habitación y entró al baño, observando que ahí estaba todo bien, sin embargo en el suelo estaba el botiquín y las cosas esparcidas por todo el suelo, se agachó, acomodó todo y dejó el botiquín en su lugar.

Volvió y entró a la cocina por el arco que dividía la cocina del comedor y la Sala, encendió la luz, y explicar lo que vió es casi imposible, sangre por todos lados, cuchillos por aquí y por allá, en la pared las manchas de sangre y un pequeño corazón roto hecho de sangre, además de ver al lado de la pequeña isla de la cocina una pequeña cola que apenas y se movía, estaba erizada, se acercó más a quella colita y notó al gatito que hace mucho tiempo le había robado el corazón.

Poldo estaba ahí, tirado, sin vida posiblemente, y su colita daba pequeños movimientos por su sistema nervioso, losky se sentó en el suelo de rodillas y tocó el cuerpo de poldo, estaba frío, muy frío, las heridas de poldo eran grandes y estaba desangrado, cargó al pequeño entre sus brazos, pero antes de ayudarlo o hacer algo al respecto, se sentó bien recabado en la pared con poldo entre los brazos, acariciando esas mejillas algo regordetas, y admirando al pequeño gatito.

Losky no sabía bien porque lo estaba haciendo, pero verlo de nuevo, aunque fuese de esa manera le daba cuenta tranquilidad que no había podido encontrar, pero verlo muerto le acusaba tal dolor que no podía expresar, después de unos cuantos minutos así, se levantó aún con el pequeño en brazos y se dirigió al sótano de la pequeña casa.

El sótano era un pequeño laboratorio, al bajar dejó a poldo en una camilla de metal y comenzó a quitar delicadamente cada cuchillo y navaja, afortunadamente o desgraciadamente ya no salía ni gota de sangre.

Al quitar todo puso aquellos artefactos en una charola de aluminio y los lavó, identificando que por el tiempo y la sangre el Fierro de los cuchillos ya se estaba oxidando y eso podría causar infecciones en el cuerpo de su estimado gatito.

L - poldo, no se que fue lo que te haya sucedido, pero parece que me estuviste esperando por bastante tiempo, y no entiendo porque, si me dijiste que me odias, a que se debe tu espera?

Manzana~