Chapter 12: ¡Y nos sentimos infinitos!

Créditos a :Z. Lawiet Oz


-Vamos, despierta, ya es 21- fueron las palabras de Celestia las que me despertaron el aclamado día. Wow, valla que el tiempo ha volado ¿no?, ¿quizás sea por la compañía o quizás por la época del año?, pero el tiempo ha volado al fin de cuentas.

Al fin era 21 de diciembre, al fin iríamos al dichoso baile, y más importante que todo eso al fin Celestia tendría más contacto con otros seres humanos, tampoco creo que sea muy conveniente que solo hable conmigo, y aunque no son los humanos con los que quisiera que Celestia se hiciera amiga, ella y solo ella tiene que decidir sobre ello.

Me levante y por última vez practicamos las tres canciones, después de eso y que yo fuese a desayunar con mi familia, cosa que me desagradaba, porque Celestia podía tener tanta o más hambre que yo, así que procuraba comer lo más rápido posible e ir casi corriendo a la tienda por un cuarto de manzanas.

-¿las manzanas están buenas?- le pregunte mientras las comía y parecía disfrutarlas.

-sí, de hecho están mejores que las de ayer- me contesto, terminándolas.

-¿y que se supone que se va a festejar?-a completo, preguntando sobre el baile.

-se supone que es una posada- le conteste.

-¿qué es una posada?-

-pues... la verdad son fiestas que se hacen o deberían hacerse cada año, si eres de la religión que tiene esa tradición- conteste intentando decirle lo que era una posada, porque en verdad yo no sabía muy bien que era.

-¿y tú eres de esa religión?-

-la verdad es que no creo en nada, solo nacemos, vivimos, morimos, y el mundo sigue girando, y al universo no le importa tu vida ni en lo más mínimo. Porque al fin de todo el planeta no es más que una partícula de polvo en una gran habitación llena de otras partículas de polvo, y si lográsemos a llegar a significar algo esto se disolverá en el vacío de la inexistencia- le conteste dejándole en claro mi punto.

-¿y si te equivocas?- pregunto enmarcando una ceja.

-pues yo terminaría ganando ¿no crees?- conteste.

-¿entonces bajo qué ley te riges?, inclusive alguien como tu debe de tener alguna ley, digo no dejaste que muriese en la nieve- me contesto.

-tomo todo lo que quiero, hago lo que quiero, y doy lo mejor de mí, básicamente seria como un maquiavelismo filosófico pero siendo esclavo de mis sentimientos- le conteste meditando mis palabras.

-el maquiavelismo requiere aliarte de personas que no puedes vencer o destruir, aparte de que alguien como tú no sería capaz de llevar el maquiavelismo-

-lo sé, es solo que… sé que soy esclavo de mis sentimientos y emociones, es por eso que más bien tomo todo lo que quiero, hago lo que quiero y doy lo mejor de mí mismo. Pero siempre procuro ayudar a las personas que quiero-

-¿y a quien quieres?- Pregunto un poco más complacida, por mis palabras.

-a ti, por ejemplo- dije alzando los hombros, y tomando una toalla para entrar a bañarme. Después que me di un relajante baño (en el cual pensé sobre todas las cosas que había hablado con Celestia) con agua caliente, lo que hacía que el baño se llenase de vapor por los climas tan fríos que estaba haciendo, cosa que me gustaba porque podía dejar mensajes en el espejo o escribir cosas en los vidrios.

Salí, del baño y después de mi entro Celestia, a pesar de que ella comúnmente entraba al baño antes de mí, la persuadía o la distraía con cualquier cosa para ganarle el cuarto de baño. Algo difícil pero no tanto como quitarle un dulce a un niño.

Amigo imaginario, ¿Nunca te ha pasado que esperas todo el día para hacer algo y el tiempo se te hace eterno?, eso fue lo mismo que me paso en ese día para ir al dichoso baile, que sería por lo menos a las siete y media de la tarde. Pero como yo estaba impaciente no dejaba de caminar de un lado a otro, y Celestia lo único que hacía era reírse, la verdad es que soy una persona muy desesperada, se podía decir que a las cinco de la tarde ya llevaba algunas cuatro tazas de café y otras dos de té.

Como ya dije a las cinco de la tarde Celestia, me hizo darme otro baño a base de engaños (lo que me molesto porque por unos minutos creí que se bañaría conmigo)

RECUERDO:

-vas a volver a bañarte ¿verdad?-me pregunto levantando la vista de la divina comedia.

-¿debería?-pregunte terminando mi segundo té.

-sí, y yo también- me contesto tomándose lo que le quedaba de café de un sorbo.

-¿y si lo hacemos juntos?- le dije alzando una ceja.

-ve entrando al baño-

Y obedientemente le hice caso, cuando se acercó a la puerta lo único que hizo fue lanzarme una toalla y cerrarla de un portazo.

FIN DEL RECUERDO.

Como ya dije, me metí a bañar y después de que salí, empecé a cambiarme, mientras por otra parte Celestia estaba dándose un baño, el cual probablemente duraría al menos media hora, así que no me moleste en apresurarme. De hecho lo disfrute, porque a pesar de no querer admitirlo la ropa que eligió Celestia para mí, hizo que me viera bien, o ¿quizás son sus palabras las que hacían que me sintiera apuesto?... En fin, me coloque la ropa que Celestia eligió para mí y por última vez en la noche (espero) me mire al espejo y salí del cuarto para que Celestia se pudiese cambiar.

Después de una media hora de esperar a que Celestia terminase de bañarse y otra hora de espera a que terminase de cambiarse y arreglarse. Oí una voz salir de la puerta:

-puedes entrar-

Una vez lo hice, mire a Celestia en su forma humana, y con un vestido blanco, de espaldas abierto, con claros problemas para subirse el cierre de atrás.

-¿me ayudas?-pregunto haciendo de lado su largo cabello.

-bueno-dije algo anonadado, por lo que estaba viendo.

Me acerque a su espalda, olí un dulce aroma que solamente lo desprendía alguien como ella, era algo como decirlo…. Pues hipnotízante, de verdad que olía bien. Intente subirle el cierre con poca fuerza, pero me di cuenta de la razón de porque no cerraba bien.

-creo que tienes mucho… pues busto- dije algo apenado.

-intenta ahora-hablo al mismo tiempo que se apretaba los senos en contra del cuerpo con las manos. (Cosa que yo podía haber hecho, y ella podía subir el cierre)

-ahí está- hable subiendo por completo el cierre y dando un paso para atrás para verle mejor.

-¿como me veo?- dijo al momento de que se levantó, y decir que se veía bien sería una grosería comparado con lo hermosa que estaba, sinceramente su grácil figura, sus caderas fértiles y suaves, sus dulces manos, lo poco que se le veía de pierna era capaz de dejarte con la boca abierta y por último, sus grandes, hermosos e hipnotizantés ojos. O si también sus senos se veían bastante bien con el vestido y algo sugerente con lo que le apretaba. Tan provocador pero sin llegar a ser indecente y tan casual pero sin llegar a ser aburrido. Era simplemente perfecto. Aparte esos labios, oh que hubiese dado por besarle esos labios, ahí mismo ese pequeño color rosa a penas resaltante, solo adornaba su belleza natural porque ella no es el tipo de chica que ocupa el maquillaje para verse hermosa, ella solo usa maquillaje porque quiere porque aun así es hermosa. Oh eso sin mencionar el bello peinado que se hizo esa noche, creo que no quería batallar porque se fue por lo simple y se hizo un chongo, solo dejando un copete que le adorne perfectamente la cara, que ya sin él era más que hermosa.

No quiero exagerar, pero esa noche parecía haber sido esculpida por los mismos ángeles, si así se veía con ropa ¡¿cómo se verá sin ella?! (Siendo sincero, tuve ganas de arrancársela con los dientes y a besos, junto con un par de cosas más que resumiré en hacerle el amor toda la noche. Y de distintas maneras, espero que notes que digo hacerle el amor y no tener sexo, mi querido amigo ya que hacerle el amor expresaría el cariño y aprecio que le tengo)

-¿pasa algo?-me pregunto con una risa nerviosa, y acomodándose el pelo.

-si… me dejaste sin palabras- le dije sonriéndole, y creo que con un sonrojo en la cara.

Después de eso, fuimos a la fiesta en la motocicleta que "milagrosamente" se descongelo a tiempo, y por "milagrosamente" quiero decir que Celestia utilizo su magia para quitarle el hielo de encima.

Entramos a mi antigua secundaria llamando la atención de todos, inclusive de mis antiguos maestros, puesto que era raro que yo me presentara para eso, y aún más raro que llevase a alguien con la belleza de Celestia.

-al fin viniste-me recibió mi compañero Pancho, en el salón principal donde seria la fiesta ya que gracias a la nieve se había tenido que hacer todo en techado, para que nadie se enfermase o pasara frio. Que por cierto tuve que conseguirle una chamarra blanca (o mas bien gabardina) a Celestia y yo me conforme con mi chaqueta verde.

-¡y mira a quien trajiste!-hablo Pablo alias la "Perra", a quien le decíamos la perra porque siempre andaba como perro en celo pero nunca hacia nada.

-hola chicos- dijo Celestia algo apenada, por la mirada de perros en celo de mis compañeros.

Cosa que hizo que me hicieran de lado y empezarán a hablar con ella. Le reste importancia a eso, porque como dije antes no puedo ser el único humano con el que Celestia socialice.

-¡hey!, ¡hey!- me decía una voz, femenina mientras una chica de cabello rizado y de color moreno, casi tan morena como yo. Me hacía señas con una mano para que yo fuese a su lado, cosa que no hice. En primera porque estaba igual de lejos de donde estoy yo a donde esta ella, que donde esta ella a donde estoy yo. Es decir caminaremos lo mismo, y en segunda Celestia me dijo que no le dejase sola con los perros en celo de mi amigo y mi compañero.

-hola, Aouda- dije al momento en que la chica, al fin se acercó a mí.

-hola, ¿por cierto quien es ella?-

-pues es una amiga mía, como te darás cuenta no es de aquí, ¿por cierto como te va en las vacaciones?- le pregunte.

-lo típico de siempre, tengo que cuidar la tienda que tienen mis padres y ayudarle a mi hermana con sus tareas de la universidad-

-ni que lo digas, yo siempre le hago la tarea de matemáticas a mi hermana, las ventajas de no tener amigos- hable colocando los dedos en forma de asterisco haciendo uno de los ademanes que solía hacer cuando me juntaba con ella.

-por cierto se llama Celestia-le dije mientras me metí entre mis dos compañeros, y le jale la mano a Celestia, para presentársela a Aouda. Después de que ambas se presentaron, y que Aouda le tocase el pelo a Celestia, y que intentáramos convencer a Aouda de que el pelo de Celestia no tenía ningún tinte, empezaron a llegar más personas que ya conocía por la secundaria.

Básicamente todo el "grupo" ya estaba reunido, y empezaron a hablar entre ellos, lo que aproveche para hacer que Celestia socializara con las chicas, especialmente con Aouda, y la aleje o intente alejarla de mi ex. Los que han tenido más de una pareja entenderán el por qué.

-hola, ¿quién es ella?-hablo Zafiro señalando a Celestia.

-pues, una muy buena amiga mía- conteste secamente.

-la voy a ir a conocer- dijo caminando de donde estaba yo, hablando con viejos compañeros a donde estaba el grupo de chicas incluidas Celestia. Camine a su par como diciendo "No, no vas a conocerla". Y principalmente lo hice porque no quede en muy buenos términos con ella que digamos.

Mi mente trabajaba a cien por hora y entonces voltee a ver al "dj", (que lo único que hacia es cobrarle a los alumnos para colocar una canción). Sonreí triunfantemente y camine hacia él. Le di un billete de 20 pesos y le dije la canción.

-rutina de baile de salón- hable mientras le jalaba de las manos a Celestia, interrumpiendo la presentación de Zafiro a Celestia, y eliminando toda posible charla.

Empezamos a movernos entre todas las personas que estaban ahí, moviendo la gente, caminando tomados de la mano. Y cuando llegamos al centro giramos un par de veces, y empezamos a bailar.

Como dije antes era un baile de salón, por lo que no hay mucho que decir en cuanto a nosotros dos. Pero me gustaría poder narrarte las caras de todos cuando nos vieron no solo bailando en medio de la pista si no haciéndolo bien. Inclusive los maestros estaban sorprendidos de verdad. Quizás porque en la secundaria no participe mucho.

Y en ese momento, en esa pista, éramos infinitos, ya que, ya no nos esforzábamos por bailar de manera correcta solo nos esforzamos por divertirnos, como el buen par de amigos que éramos. Y sin darme cuenta ya estábamos a la mitad de la canción. Nos soltamos para caminar lentamente el uno hacia el otro mirándonos a los ojos. Y en nuestras bocas tarareando partes de la canción. Llegamos frente a frente, nos tomamos de las manos y empezamos a girar. Hasta que termino la canción, tengo que confesar que fue bastante divertido en especial porque yo no volvería a esa secundaria y porque nadie la conocía a ella.

Al terminar casi todas las personas nos aplaudieron, y empezaron a pedir a coro que bailásemos otra canción. La verdad es que no estaba muy cansado como pare negarme pero tampoco quería hacerlo. Así que decidí que ella tomaría la iniciativa en todo caso.

-helena, My Chemical Romance- Hablo Celestia, apuntando a donde estaba el Dj, me tomo de las manos, las subió grácilmente, por su figura hasta llegar a su cintura y empezó la canción junto con nuestro baile.

Dimos un par de vueltas antes de empezar y… Empezaron los movimientos estilo tango, pero con toques de rock. Creo que nadie se esperaba que bailásemos de esa manera porque los gritos no se hicieron esperar y mucho menos las otras parejas que intentaban copiarnos o al menos seguir el ritmo de la canción.

Que puedo decir volvió a pasar, otra vez sin darme cuenta llegue a la mitad de la canción o más bien al coro vocal, donde Celestia estaba de espaldas en contra de mí. Mas eso no me sorprendió lo que me sorprendió fue que tomo mis manos y con ellas delineo elegante pero sensualmente su figura, inclusive por pocos segundos pude sostener sus senos. Lo que fue genial, aunque fue por muy poco tiempo.

Terminamos esta canción con un sonrojo y ahora fui yo quien dijo la última y no era nada más y nada menos que "To The End", lo que fue por lo menos curioso ya que era la mas fácil de bailar, principalmente debíamos girar tomados de las manos al ritmo de la canción, y hacer un par de pasos más. Pero a pesar de ser la más fácil, eso no hizo que fuese la menos vistosa, principalmente porque el vestido de Celestia se abría como una flor (aunque sin mostrar más de lo debido) lo que daba un toque único y extravagante. Y al final, después de que nos cansamos y que nos aplaudiesen nos retiramos de la pista de baile no con pocas caras de disgusto.

-eso fue genial-hablo Celestia cuando terminamos y me abrazo.

-bastante-conteste de la misma manera, y solo nos separamos cuando mis ex compañeros llegaron a hablar con nosotros.

Después de una media hora, a casi todo nuestro grupito le entro un hambre terrible por lo que las chicas (con las cuales Celestia estuvo de acuerdo), nos mandaron a comprarles comida.

-¿y cuánto llevas con ella?- me cuestiono Pablo metiéndose en medio de Pancho y yo.

-el Chamaco atolondrado este se está metiendo, profesora Rosy- Grite señalando a Pablo haciendo que todas las personas que esperaban detrás de nosotros se molestasen. Y obviamente haciendo que enviaran a Pablo detrás de toda la fila. Lo bueno es que Pancho cuidaba el dinero que le dieron las muchachas para la comida, Pablo solo iría a cargar o quizás porque no lo quería en una plática de mujeres.

-hola, bailaste genial…. Por cierto- hablo Eclipse, quien se volteo a saludarme, joder ¿cómo no pude darme cuenta que hacía fila detrás de ella?, quizás por esos tacones, esa blusa con espalda tan escotada y esa minifalda que sobrepasaba el límite que muchas otras chicas con minifalda no sobrepasaron. ¡Obviamente no era la Eclipse que yo conocía!, ¡además su cara!, ¡¿qué le paso a esa cara de niña morena y hermosa de rasgos definidos, de ojos soñadores, labios brillosos, y nariz pequeña que conocí?! , ¡Parecía una puta!

-pareces una zorra con esa ropa- le dije sin pensarlo y caminando un paso hacia atrás.

-¿qué?- me dijo sorprendida.

-tienes pinches quince años, y…. te vistes así… ¡que indecente!- conteste a su pregunta.

-pues a mi novio le gusta ¡Y a mí también!- me contesto con algo de enojo.

-tanto que no está aquí-le conteste caminado para delante ya que la fila se había movido un poco.

-la fiesta es para EX alumnos, el aun estudia la secundaria-me contesto, caminando al igual que yo.

-aparte apuesto que también tu novia te vistió a ti-me contesto

-si me vistió, pero no es mi novia… y déjame ver, a mí me gusta como estoy vestido, no tengo puesto nada indecente (como el montón de cholos que me rodeaban) y además tu novio te dijo que te vistieses como zorra y él no va a venir- hable empezando a reír.

-¡cállate!, aparte a todas mis amigas les gusta, y voy en segundo semestre de preparatoria, puedo vestir como yo quiera- me contesto más enojada y evitando que la fila avance.

-¡pero te tienes que querer un poco a ti misma!, mírate, ¡querías ser una escritora famosa!, ¿tú crees que una escritora se viste de esa manera?, desde que sales con ese chico cada vez estas más rebelde y más destapada, ¿acaso no recuerdas que antes de él, nunca te peleabas con tu familia?-le dije empujándola de la espalda, bajo la cabeza, y camino un poco hasta llegar a donde debería de comprar la comida, y se fue, pero antes me dijo:

-¡tú también cambiaste!, en estos últimos días has cambiado, actúas como si tu vida ya estuviese completa, como si no necesitases a tus amigos, como si ya no te importase nuestra amistad, como si alguien me hubiese remplazado- Dijo con un tono que más que molestarme buscaba hacerme sentir mal. ¡Pero no! A mí nadie me va a joder la noche, y mucho menos esta.

-sí, cambie. Y estoy feliz de haberlo hecho, me di cuenta que no vale la pena aferrarse a personas que no se aferran a ti. Como por ejemplo tú, porque las únicas veces que era tu amigo eran cuando te peleabas con tu novio, a eso no le puedes decir amistad, eres una perra ¿sabes?- hable algo molesto por su tono lastimero de voz.

-¡tú eres un cretino!- me grito más enojada de lo que ya estaba.

-solo lo dices porque ya no tienes nada más que decir, porque sabes que tengo razón- hable antes de que Pancho se encargara de separarnos a ambos, porque en primera era amigo de ambos, en segunda no le gustaban las peleas y en tercera ya era nuestro turno de comprar. Creo que mi maestra de historia se quedó sorprendida porque le dije a mi ex compañera (y posiblemente ex amiga) que era una perra, pero se quedó más sorprendida cuando le pedí algunos cuatro rebanadas de pastel para Celestia y una para mí.

Llegamos a donde estaban las chicas, y vi a Celestia, "consolando" o más bien dándole la razón a una enojada Eclipse. ¡Puta Madre pensé!

Le entregue el pastel a Celestia, y después de que se lo comiera, dejando a todo el mundo incrédulo de lo que veía, porque comía mucho para estar muy delgada. Cosa que al principio si me impresiono pero con el tiempo me acostumbre.

-ahora ustedes dos hagan las paces- hablo señalándonos a ambos.

-no- dijo ella.

-me niego- conteste.

Celestia nos miró a ambos con mirada retadora, y en algunos cinco minutos, ya nos había hecho que nos disculpásemos con el otro y que hiciéramos las paces. ¡Wow! (otra vez) de verdad que es muy pero muy buena maestra, porque a pesar de que yo tengo diez y seis y ella quince años, hizo que nos disculpásemos como niños pequeños y que volviésemos a ser "amigos".

Despues de eso no queda algo muy resaltante que contar o al menos no quedo algo muy resaltante que contar que sucedió en la secundaria porque después de haber salido, y que Celestia consiguiese hacerse amiga no solo de mi ex grupo de compañeros, sino también de mi maestra favorita y de la maestra que más odio, (Creo que solo le hablo por cortesía) la verdad es que no me sorprendió ese gesto de Celestia, es decir ella en su mundo es una maestra y yo la lleve con un montón de niñas pijas y taradas en su comparación, es obvio que tarde o temprano iba a buscar una charla más adulta.

Pero bueno, me desvió del tema principal que te estaba contando ¿no?, así que salimos de la secundaria, después de que Celestia se despidiese de todos, y además de eso que dejara mi número de celular para dar clases de regularización como las que me dio a mí. Si, a Celestia se le ocurrió decir que volví a tener las mismas calificaciones que tuve en la secundaria gracias a ella, es decir 9 y 10.

-¿te divertiste?- le pregunte, después de que se subió al sidecar y yo encendiera la motocicleta.

-a decir verdad sí, no fue tan malo que me dejases socializar con humanos- contesto felizmente terminándose el sexto pedazo de pastel en la noche.

-¿quieres hacer algo divertido?- le pregunte mientras encendía mi celular y lo enlazaba vía bluethooth, a una pequeña bocina roja que estaba escondida en un compartimiento especial debajo del asiento.

-¿algo divertido?-me pregunto curiosa, e intentando observar que canción colocaba en mi celular. Arranque la moto y me dirigí a un boulevard lleno de postes de alta tensión y pararrayos. Coloque la canción y empecé a aumentar la velocidad.

-¿cómo se llama la canción?- me pregunto soltándose el pelo, dejándolo libre al viento invernar que nos asechaba. También se desabrocho la chamarra (gabardina), y estiro sus manos como si estuviese volando.

-Ana no te falle-conteste antes de decir el poema que abría la canción al unísono de la melodía.

Celestia volteo a sonreírme y hablo:

-Hoy estoy matando a una sombra.

Luna, te extraño.

Podría esperar eternamente para poder pronto, juntarme a nuestra familia.

No intento cambiar el presente.

La vida ya brilla.

No veo esta estancia dolorosa.

Y no maldigo el atardecer estando en este frustrante lugar.

Perdóname, si te falto.

Intente comprender un hechizo.

Anhelo verlas a todas-

Sonreí al oír esas palabras, porque sabía que las algunas de ellas iban dirigidas a mi (o al menos eso quiero pensar) y que… Le logre ayudar, no sé. Llámame loco, mi querido amigo imaginario, pero sentí como si la vida me diese otra oportunidad de ayudar a alguien y esta vez sí lo logre. Es por eso que recite:

-Esta noche, ya no duele una sombra.

Amada, estoy bien.

Ya no pienso esperar eternamente, y encontré al fin a alguien para poder olvidarme de ti.

La vida brilla.

Veo las perdidas menos dolorosas.

Y sonrió al atardecer después de pasar por una frustrante enfermedad.

Perdóname si te duele.

Intento comprender el amor.

Anhelo tu bendición-

Después de ello (y muy pendejamente) solté una mano del volante y la entrelace con Celestia, quien se paró y estiro sus brazos como si fuesen alas. Al ver esto lo único que hice fue aumentar la velocidad. Y fue ahí, solos en medio de una carretera, que Celestia tomo su forma pony, y aun con el vestido se vio mucho más hermosa que nunca.

-¿cómo se llama este sentimiento?-hablo Celestia, muy felizmente al momento que hacia figuras en el aire con las manos y cerraba los ojos.

-¡somos infinitos!- grite, soltando el volante y alzando las manos (cosa algo peligrosa si no hubiese traído el sidecar, para que me diese estabilidad)

-¡SOMOS INFINITOS!- grito lo más alto que pudo.

En esos momentos, a mitad de la carretera, a mitad de la noche y a mitad de una vida, éramos infinitos. Porque yo estaba con la persona (o pony) que más quería en la tierra, y ella estaba con el humano que le había salvado la vida, en esos momentos, estábamos en el Zwischenraum infinito entre cada libro, entre cada palabra, entre cada acción y entre cada cosa que habíamos hecho. Entre cada decisión que tomamos, entre las cosas buenas y entre las cosas malas, en el cielo y en la tierra. En su mundo y en el mido. Porque eso éramos, éramos dos mundos que chocaban y creaban uno nuevo. Porque al momento en que le tome el casco y ella me tomo la mano, nos estábamos diciendo un "te quiero" más sincero que nunca nadie jamás lograría demostrar.

Porque su vestido le hacía ver como la diosa que era, porque estaba conduciendo a ochenta kilómetros por hora y ninguno tenía el casco puesto. Nos sentíamos infinitos porque en esos momentos no éramos una historia triste, porque ese pequeño paseo curaba algunos de los males que la vida nos había creado a lo largo de los años, porque las luces del boulevard nos maravillaban y la vida, por primera vez en mucho tiempo para mí, ya empezaba a brillar. Nos sentíamos infinitos, porque en esos momentos inclusive David Bowie, se inspiró en nosotros para escribir "Heroes", porque en esos momentos sentía que estaba viviendo entre el espacio que tenía entre pecho y pecho, y ella, ella podía sentir que estaba entre cada uno de mis pulmones, en mi corazón.

-¡I'm, I will be King! , and you, ¡you will my queen! - Grite, cuando me di cuenta que habíamos cambiado de canción. Entonces ella me imito, pero cambiando la frase.

-¡I'm, I will the queen! , and you, ¡you will my King! - Grito felizmente, después se sentó en el sidecar con una gran sonrisa en su cara, pero puedo decir que en todo el camino nunca me soltó de la mano, hasta bajarnos.

-¡somos infinitos!- gritamos por última vez, al entrar a mi calle y con ganas de despertar a todos mis vecinos y joderles el sueño.






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