capitulo 10: Que siente Celestia
C
rédito a su creador.
Querido amigo imaginario, has oído la frase "y me quise arrancar los pelos de allá abajo" Pues fue lo que quise a hacer cuando, estando todo a punto de caramelo, Celestia junto conmigo en la cama de la tienda, y yo con mi mano en su mejilla, casi a punto de besarnos… Me sonó el pinche celular.
-¿qué?- pregunte algo enojado cuando lo tome para contestarlo.
-¿entonces vendrás al baile?- me pregunto la voz, que le pertenecía a mi amigo, pancho.
-¡no lo sé!, ¿Por qué tanto interés?- Pregunte un tanto enojado, porque me habían destruido el momento.
-debemos de hacer una cuenta de la bebida y comida que va a haber- se explicó mi amigo
-como si eso importara de todos modos ¡me la van a vender!, todavía si fuese gratis, te contestaría de inmediato-
-¿vas o no vas?- aclaro colocando un ultimátum
-¿con la banca?- conteste a su ultimátum con una tontería, muy típica de mí
-¿y si es la banca o puro pedo?- Hablo contestando, mi tontería con otra
-no se dime tu, para mí que es puro pedo- conteste empezando a reírme, por las tonterías que hacíamos
-te daré otro día, pero si no me contestas, pues asumiré que no iras, por cierto en ¿dónde estás?- me contesto después de reírse un rato.
-en un centro comercial, estoy comprando una cafetera- le conteste
-bueno, yo también estoy en un centro comercial, puede que quizás nos encontremos-
-ojala dios y con suerte satanás no lo quieran- dije sarcásticamente, y algo cortante para terminar la llamada.
Colgué la llamada, voltee y mire a Celestia sentada ya en la cama, sonriendo, y saludando con una mano, voltee a ver al lugar a donde mandaba su gentil saludo y encontré a Pancho, y a Pablo. Justo a mi amigo, (que le acababa de colgar) y a mi compañero (el cual se creía mi amigo).
-hola- hable acercándome a donde estaban ellos, después de haberle hecho una seña de espérame aquí a Celestia.
-me llamo Celestia- dijo ella, acercándose a donde estábamos los tres, desobedeciéndome.
-me llamo Cristóbal, pero todos me dicen Pancho, y él es la perra- dijo señalando a Pablo
-soy pablo- hablo "la perra" de mala gana.
-bueno, ella es Celestia, tu pancho, y tu pablo. Pues yo soy yo, todos nos conocemos, adiós- dije jalando a Celestia del suéter
-¿y que eres de él?- pregunto Pablo, acercándose.
-pues… somos amigos-
-¿y ya le pusiste un numero?-pregunto, Pancho, acercándose a mí por mi lado. Haciendo que yo y Celestia fuésemos en medio de Pancho y Pablo. Pero eso estaba mal porque principalmente se acostumbra que la mujer camine del lado derecho o más bien del lado donde este la acera (reglas de caballerosidad) y en segunda porque una chica no puede ir rodeada de hombres.
-¡haber, quítense de aquí!- dije quitando a mis dos amigos, después jale a Celestia de la mano, y baje las escaleras eléctricas junto a ella.
-¡y para su información nunca le pongo número a mis ex!- grite cuando ya íbamos a mitad de la escalera.
-gracias por salvarme- hablo ella sosteniendo mi mano
-debes de ir de mi lado derecho… Es una regla social, como yo te invite a salir, se supone que viajes junto a mí, y que debo de cuidarte, a parte de mi lado derecho siempre está la banqueta y no la calle- dije explicándole la situación.
-¿aquí también es mal visto que una yegua valla acompañada por muchos sementales o viceversa?-
-sí, y por cierto se usa la palabra chico o hombre para semental, y chica o mujer para yegua- le mencione, antes de colocarnos a charlar sobre que cafetera debería comprar para al fin irnos de ahí.
-ya los encontramos- dijo una voz que solamente podría ser la de mi antiguo compañero de secundaria, Pablo. Respire, de manera muy profunda, y me tranquilice algo al sentir la mano de Celestia en mi espalda.
-solamente asegúrate de no acosar ni incomodar a Celestia, ¿por favor?-dije volviendo la cara para verlos, y dirigiendo mis ojos a los de pablo.
-lo dices como si acosara a todas las chicas que conozco- se defendió el
-pues ya hubieses tenido novia, si no las incomodaras- me ayudo, mi amigo Pancho.
-¡el también las incomoda!- renegó Pablo algo enojado, y refiriéndose a mí.
-no, yo me comporto como un cretino e incómodo a todos, en cambio tu eres raro solamente con las chicas, lo que les da miedo-dije tomando al fin una cafetera, y dirigiéndome junto a Celestia (quien ahora me estaba siguiendo) a las cajas registradoras.
-¡¿entonces porque ustedes dos han tenido novia?!-me pregunto, algo indignado.
-no lo sé- conteste levantando los hombros, al igual que Pancho lo hacía.
Una vez, que compre la cafetera, note que mi amigo, y mi antiguo compañero salieron de la tienda casi al mismo momento en que yo lo hice. Lo que me daba a entender que solamente me fueron a buscar a la tienda de electrodomésticos.
Continuamos los cuatro caminando juntos al momento de salir de la tienda hasta que me dio un poco de hambre, y creo que a Celestia también le había dado hambre, porque le había tenido caminando todo el día. A pesar de que yo estaba cargado las bolsas de su ropa, y la de la cafetera, ella también debía de haberse cansado tanto como yo.
Y tengo la mejor idea del mundo, sé por experiencia propia que Celestia es fanática de los pasteles, así que pensé en darle una buena sorpresa.
-¿tienes hambre?-le pregunte, parándome un momento.
-un poco- contesto secamente.
-yo si la tengo- interrumpió Pablo.
-acompáñame-hable, sonriéndole y tomando un nuevo camino al previsto.
PRESPECTIVA DE CELESTIA
-se cree una estrella de rock ¿verdad?- le pregunte al primer muchacho que nos encontramos y con el que parecía tener una mejor amistad. ¡Oh Twilight!, mi pequeña Twilight, ojala le pudieses dar un par de clases de amistad y de modales a "el" porque en verdad las necesita.
-pues desde que salimos de la secundaria- hablo el humano apodado Pancho
-en la secundaria era mucho más enojón, y también algo tímido- menciono el otro humano, a quien apodaban de una manera algo grosera, por lo que le llamare Pablo.
-estoy oyendo- hablo "el" volteando a vernos, y empezando a caminar hacia atrás, sin caerse a pesar de ser una calle en ruinas y con algunos bordes de cemento saliéndosele.
-aparte no era tímido- termino defendiéndose, y doblando de calle ¡aun estando hacia atrás!
-¿entonces?- pregunto su amigo Pancho.
-pues como lo dice la canción, es difícil de explicar - termino de caminar, y nos detuvo enfrente de un local de comida casera que olía delicioso a decir verdad.
-claro Casablancas- dije sarcásticamente, riendo junto con él. Mas al parecer o no era graciosa o sus amigos nunca había escuchado a The Strokes. Personalmente creo ser (de vez en cuando) una yegua graciosa. Por lo que estos humanos no comparten mis gustos musicales.
Abrió la puerta dejándome pasar, y la cerro de manera casi inmediata (creo que para molestarlos a ellos), porque después de unos segundos en los cuales elegí mesa, los dejo pasar.
Vi que los otros muchachos humanos, se sentaron en una mesa al lado de la nuestra, y empezaron a llamar a la mesera con ¿besos?
-este par de monos cilindreros- dijo "el", levantando y haciendo un pequeño gesto con la mano, como se debe de hacer según las reglas de etiqueta, y no mandándole besos a un mesero. Después pidió un par de cafés y la especialidad de la casa, sin preguntarme lo que quería y la chica se fue, a atender a la otra mesa.
-espero que me guste lo que pediste por mí porque si no, no me lo voy a comer- le amenace algo divertida.
-¡chingo a mi madre si no te gusta!- contesto, riéndose. Y perdiendo todo el encanto que había ganado, hasta ese día.
Que molesto, ¡porque los sementales son tan complicados!, y en especial este. Cuando ya tiene algunos puntos ganados, los pierde en cualquier tontería, oh mi querida sobrina Cadence, ojala le pudieses dar clases de caballerosidad. Así no perdería todo el encanto que con mucho trabajo consigue, en tan solo un par de minutos.
-¿por qué le llamaban con besos a la mesera?- le pregunte, a "el".
-pues en la capital del país, así se le llama a los meseros, aunque creo que lo hacían para molestarme o bien intentar llamar la atención a la chica-
-por cierto tienes que cerrar los ojos cuando llegue la comida- a completo sus palabras mientras la mesera nos servía el café
-¡cuidado! te va a dar cianuro- grito Pablo, interrumpiendo nuestra conversación nuevamente.
-como eso podría llegar a molestarte ¿acaso no eres de aquí?- le pregunte algo interesada por lo que me había contado y sacando algunas conclusiones.
-no, soy de la capital del país y no del norte- me contesto. Es raro, pero creo que esas palabras hacen que me sienta ¿comprendida por el?, quizás sabe, en una menor escala lo que se siente estar en un lugar al que no perteneces y el cual no está hogar, a pesar de que el está con su familia, supongo que también ha de extrañar su "patria" (por decirle de alguna manera). Quizás si Luna, y el resto de mi familia estuviesen aquí, aun me sentiría mal, aun me sentiría como una extraña, entonces ¿no me siento sola?
Wow, pero ¡wow!, valla revelación que acabo de hacer, estando en donde este, este lugar o Equestria, me siento sola… Aunque tenga a mi familia me siento sola. Me siento sola porque sacrifique toda mi vida, sacrifique maravillosos momentos por un reino. Y al final, después de todo, ese reino daño a mi hermana, al final después de todo, perdí también mi reino.
Me siento sola, porque cada vez que peleo en mí, el deber y el amor gano el deber. ¡Por los dioses!, ¿que hice en tanto tiempo?
Después de eso estuvimos charlando un rato, y sintiendo algunas interrupciones por parte del otro par de humanos, interrupciones que eran tan variadas como la personalidad de cada uno de ellos. El muchacho llamado Pancho podría llegar a ser una versión masculina de la portadora llamada Rainbow Dash, con pequeñas diferencias, y por otra parte estaba el otro chico. Solamente tienen que imaginarse el ser más egocentrista del mundo y que se crea graciosa. Es como si, un narcisista intentara copiar la personalidad de Pinkie Pie. Pero sin lo graciosos, y si soy honesta Pinkie pie si es graciosa.
-ahora sí, cierra los ojos- me dijo, sonriendo, y volteando a ver a la mesera que ya nos estaba sirviendo. Le hice caso, al mismo tiempo que abrí la boca, y probé el más delicioso Hot Cake que jamás en el mundo creí encontrar.
Abrí los ojos sonriéndole, y el también hizo lo mismo, creo que si me pudiese haber visto desde otra perspectiva, hubiera visualizado que los ojos de ambos brillaban, y nuestras bocas, sonreían cómplices como si de dos muy buenos amigos se tratase.
Y entonces… ¡Los humanos nos volvieron a fastidiar!
Después de comer, y siendo sincera, algo enojada. Salimos los cuatro y los apresure con la excusa de que no quería que el sol bajase mientras no estoy en casa. Lo que aparte de ser verdad es una muy buena excusa. Aun puedo decir que siento algo de culpa, por haber enviado a mi hermana a la luna. Y el no verla, levantando so astro me da un poco de miedo.
Nos despedimos en la parada del camión, de ellos, porque nuestros caminos tomaban destinos diferentes. Así que nos entretuvimos viendo la nieve bajar en todo el camino, y personalmente me maraville con su mundo tal y como lo había hecho en la mañana.
Llegamos a su casa, casi por la tarde. Y después de que cada uno se diera un buen baño, que yo acomodase mi ropa junto a la suya y probásemos la nueva cafetera. Me pregunto:
-¿irías conmigo?-
-¿a qué?-pregunte, haciendo que me ruege, ahora es su turno de sufrir. Pense con ganas de buscar algo de venganza.
-al baile que organiza la secundaria- me contesto de mala gana y sentandose en una silla.
-mmmmmm no creo tener ropa para algo así- respondí, convirtiéndome en alicornio, y acostándome a lo largo de la cama.
-a mí me no me molestaría verte desnuda- me contesto cínicamente
-estúpido- bufe algo molesta
-por cierto la mujer de la tienda me pregunto si éramos novios- me comento acostándose en la cama junto a mi
-raro- comente quitándole la importancia al tema, porque obviamente no la tenía, solo un estúpido creería que yo la princesa más longeva y más sabia de Equestria se está enamorando.
-¿te pusiste celosa al verme con Eclipse?-me pregunto, con una cara que decía: "te tengo"
-no estaba celosa, tenía miedo… Creí que me abandonarías-
-¿miedo?-pregunto antes de echarse a reír, lo que me molesto bastante porque no sabía cómo me sentí en esos momentos. Y le avente de la cama… otra vez, y sin que me lo esperase, me jalo de una pierna y me caí encima de él.
Después de que me bajo de él, explique:
-eres la única persona que me conoce, y que me ha ayudado en este mundo, es normal que me dé algo de miedo que me abandones-
-¿qué somos?-me pregunto después de un rato.
-amigos- conteste mirando hacia a otro lado.
-estábamos a punto de besarnos en la tienda-
-tendrás que esforzarte mucho más-hable riendo
-¿acaso no crees en el amor a primera vista?-me pregunto sonriéndome, cosa que me sorprendió porque creí que se enojaría, ante mi negativa.
-no, siendo sincera, creo que el amor a primera vista se basa más en el físico que en otra cosa- respondí
-lo dice la yegua que gobierna una sociedad, que se basa en un tatuaje en el trasero para elegir tu trabajo y definir tus talentos-
-¡Touché!- conteste, empezando a reír
-pero a lo que me refiero, ¿es que nunca has sentido ese algo?, ¿ese sentimiento especial de querer permanecer junto a alguien?, ¿como si fuese tu alma gemela?, ¿nunca has sentido que quieres pasar todo el resto de tu vida junto a alguien aunque no lo conozcas?-me pregunto, recostándose en la cama.
-no, nunca me he enamorado de alguien a primera vista-conteste.
-pero nunca has sentido ¿como si ya conocieras a alguien de quien te enamoras?, es como si escucharas una canción y sabes que va a ser tu canción favorita por el resto de tu vida- pregunto, sonriéndome.
-no… me enamore alguna vez, y pero no funciono-conteste divagando en mi mente y en mis recuerdos.
-¿y fue a primera vista?-
-no la verdad es que… pasó mucho tiempo, antes de que lo notase-
-que aburrida vida- exclamo antes de empezar a reír.
-pues es mi vida, haz lo que quieras con la tuya- conteste algo molesta.
-es solo que preferiría vivir enamorado a no sentir el amor nunca-
-¿porque?, cuando te enamoras haces locuras, y tonterías- pregunte por la creciente curiosidad que me causo su frase.
-porque el amor transforma todo, le da fin a los libros que no entiendes, hace que las cosas que no tienes no las ocupes, siendo sincero el estar enamorado cambia tu visión de la vida-
-sí, y es por eso que es peligroso enamorarse-
-y lo que más da miedo es que solo basta un segundo para enamorarse ¿no?-pregunto sonriendo de una manera sincera
-no, no lo basta- conteste intentando dejar claro mi punto.
-bueno, solo un momento basta para morir ¿porque no lo debería bastar para enamorarse?-
-digamos que hay una yegua casada, y se "enamora" de otro semental que no es su esposo, es obvio que no solo ha de bastar un momento para eso, deben de bastar días sin ver a su esposo o días peleándose con el- dije, haciendo las comillas con mis patas
-mira yegua, si te enamoras de dos personas, o en tu caso si te enamoras de dos ponis, te quedas con el segundo, porque si de verdad amases al primero no te hubieses fijado en el segundo, y para fijarse en alguien basta tan solo un momento- contesto a la suposición que le plantee.
-apuesto que le serias infiel a una chica con esa excusa-
-lo hice- dijo, tomando su pose de "estrella de rock"
-¡tú eres el que no cree en el amor!-grite ante su desvergüenza.
-¿sabes?, ojala en tu mundo, existiera una princesa del amor, que te diga que no se ocupa mucho tiempo para enamorarse y locamente de un ser, que te diga que es mejor vivir enamorado que no amar nunca, ojala esa misma princesa te demostrase que como viene el amor se va, y sobre todo que te digiera que existen diferentes tipos de amor, quizás no ames a una pareja pero si a un hermano, hermana, sobrina, amiga, maestra o a una alumna ya que eres maestra, pero al fin y al cabo todo es amor- me contesto, con una seguridad que pocos seres de su mundo tenían y creo que también algo harto de mi escepticismo.
-pues… si existe, y creo que le caerías bien. Es solo que no creo que el amor sé de tan rápido- le confesé la existencia de mi querida sobrina Cadence, la cual por cierto de seguro ya estaría por parte del chico y también me estaría cuestionando.
-¿por?-me interrogo de nueva cuenta el
-no lo sé, es solo que nunca lo he sentido, ¿y tú lo has sentido?- pregunte interesándome por la vida del chico.
-una vez, pero también perdí, y a pesar de que he tenido otras parejas no he perdido esa esperanza de volverme a enamorar. Pero en fin, creo firmemente que las personas, pony o lo que sean que piensen que el amor no se puede dar en poco tiempo, nunca se han enamorado-
-quizás, quizás nunca sentí esa magia, al fin y al cabo nunca me pidió que fuese su novia formalmente- conteste divagando aún más en mi memoria
-es que ¡joder!... tenemos algo mal en nuestra forma de relacionarnos, ahora quien se enamora en poco tiempo es tonto, quien quiere un compromiso es arriesgado, es que simplemente la vida está mal. Quien sabe a quién se le metió en la cabeza que el amor debe de tardar mucho y durar mucho, cuando puede ser al revés o una mezcla de ambos-
-¿no tienes miedo que si el amor llega rápido durara poco?-pregunte algo emocionada con su respuesta.
-querida la vida es demasiado hija de puta como para no sufrir por amor, demasiado larga como para tener poco sexo, demasiado aburrida para no enamorarse, y demasiado corta como solo para pensar en una cama- me contesto, emocionándome aún más, algo tenían sus palabras y la manera en la que las usaba para hacer que me emocione
-creo que le caerías bastante bien a mi sobrina, hablas como hablaban mis padres, toda si vida se la pasaron enamorados. Y si, quizás sí, quizás el amor se pueda dar en poco tiempo, y solo se tenga que cuidar- dije acostándome en donde debería de ir, y bostezando
-el amor es como los audífonos, depende de cómo los cuides es lo que te van a durar- me contesto apagando el foco para empezar a dormir.
Este humano, de verdad que me sorprendió, no solo porque acaba de cambiar mi manera de pensar, sumado a eso también está que no solo actúa como estrella de rock si no porque podría llegar a hablar como una, y aparte de eso, lo que más me sorprende es el hecho que me hable como una persona real. Que no se dirija como si fuese una princesa, y como si no me tuviese miedo alguno a la hora de discutir (porque es más que obvio que puedo hacerle daño)
No sé ni que pensar, y tampoco sé cómo afecta esto a mi manera de ver el mundo, y tampoco sé a ciencia cierta lo que siento por él, mucho menos lo que él siente por mí. Pero sé que lo averiguare.
Solamente espero que Equestria y mi querida familia, estén bien.
IMAGINACION DE CELESTIA
La princesa Luna, estaba corriendo por todas partes en el salón real completamente desordenado, y a fuera de ella un sol a medio salir, pero su emergencia no era para menos, su cola y también parte de su pelo se estaban quemando.
La única que intentaba hacer algo era Twilight quien le perseguía con un bote de agua mientras el resto de las portadoras intentaba calmar a una turba furiosa que amenazaba con entrar aun así tenga que romper la puerta.
-¡ayúdame Cadence o Luna se va a rostizar!- grito Twilight por la ayuda de la princesa de rosa
-espérate… la cosa con Celestia se puso interesante- dijo la de rosa mirando una bola de cristal donde estaba Celestia en su forma humana y el humano, a punto de besarse en una cama de supermercado
-¡beso!, ¡beso!, ¡beso!- exclamaba una y otra vez la de rosa divertida
FIN DE LA IMAGINACION
Solo me estremecí de pensar eso, y me acomode para dormir mejor.
-buenas noches- dije para empezar a dormir
-oye… la princesa del amor ¿que hizo para llegar a ser eso?-me pregunto ignorando el sueño que yo ya tenía.
-¿a qué te refieres?-
-me dijiste que la princesa de la amistad, resolvió un complicado hechizo, y logro desatar un poder mayor al que ya conocían. Acaso esa tan sobrina tuya invento algo así como un Kama Sutra.-hablo dejandome con la boca abierta por lo atrevido que era.
-Quizás le pudiéramos ayudar, inventando un par de poses humano-alicornio, ya sabes por la ciencia- dijo cínicamente echándose a reír, y recibiendo un golpe de mi parte que lo tiro de la cama.
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