Capitulo 55
No puedo evitar sentir unos nervios horribles oprimir mi pecho, estamos esperando nuestro turno en la clínica, y ya no tengo mas uñas que comerme, no es nada mas que uno mas de mis controles pero aun así me siento extraña, aparte del cansancio que he tenido en los últimos días, también tengo esa sensación extraña en mi vientre, pero debe de ser normal estoy a escasas ocho semanas de mi fecha de parto y ya siento que no soporto el peso de mi bebe, incluso tengo momentos donde me cuesta mucho respirar, y si a eso le sumamos todos los nervios de mama primeriza, es un total desastre, al menos Nicolas aparenta calma, y digo aparenta por que se nota que por dentro esta igual o mas ansioso, dentro de la sala de espera hay mas señoras esperando su turno, nuestra doctora es una de las mas cotizadas y me siento en buenas manos, puedo ver de todo tipo de barrigas, grandes, muy grandes, pequeñas, cada una luce un tamaño diferente y cada una se ve espectacular, definitivamente esta es la mejor faceta de una mujer.
—Tienes muy hinchados los pies, te aconsejo que los acomodes en una almohada para darles un poco de altura y ayudarle un poco a la circulación —. Me sorprendo con el consejo de la mujer embarazada que tengo justo a la par.
—Gracias, eres muy amable, la verdad no me había dado cuenta, con esta panza difícilmente puedo verme los pies —. Ambas reímos e incluso se nos unen mas mamás.
—¿Tú también estas en las ultimas semanas?— le pregunto curiosa a una de ellas que tiene una barriga muy crecida.
—Oh no, aun me falta —rie— . Son gemelos —agrega.
—¿Y tu esperas niño o niña? —pregunta Nicolas a una de ellas para disminuir la tension.
—Yo solamente estoy acompaño a mi hermana —responde seria, Nicolas parece una paleta de colores en este momento, tengo que morderme la lengua para no estallar en una carcajada y hacerlo sentir peor.
—¿No es extraño que sea el único hombre aquí? —pregunto ignorando a la mujer que quiere asesinar a Nicolas con la mirada —. Trate de convencerlo que no era necesario acompañarme, estas son cosas de chicas ¿cierto?
Intento un cambio de tema con las demás madres que se ven mas cariñosas.
—No cariño, ser padres es responsabilidad de dos, nuestros maridos están en la sala de al lado, hay una maquina de café y siempre hay deportes en la televisión —señala el lugar al que se refiere y Nicolas se levanta de un salto aliviado.
Por un buen rato, platicamos de cosas de bebes , de embarazo, de paternidad, de la época escolar, consejos a primerizas, anécdotas de las mas experimentadas, hasta que la sala de a poco se vacía y Nicolas regresa con un jugo para mi, ya estamos próximos a pasar y le sonrió agradecida.
—Nuestro turno —anuncia dándome una mano para ayudarme a ponerme en pie, con una sonrisa me despido de las que aun quedan en la sala.
—Celeste, es siempre tan agradable verte —mi feliz doctora me abraza con entusiasmo, nos hemos hecho muy cercanas después de que me ayudo a no perder a mi bebe hace unos meses.
Mientras Nicolas y ella se saludan, camino directo a la habitación del fondo y me quito la ropa para colocarme la bata, ya conozco el procedimiento.
—Cuéntame como te has sentido, desde la ultima revisión.
—Le cuesta un poco caminar, y hace una cara de dolor de vez en cuando —Nicolas responde por mi, y esta serio muy serio, me ayuda a tumbarme en la camilla y le cuenta a la doctora todo lo que le ha parecido extraño de mi en los últimos días, ella parece agradecerle hasta el mas mínimo detalle y yo me siento ignorada.
¡Es mi consulta!
—¿Dolor de cabeza? —pregunta ella con seriedad.
—Solo un poco —respondo resignada, igual Nicolas me delatara si miento.
—Vamos a ver como te estas portando pequeño —dice al mismo tiempo que derrama gel y pasa el sensor del ultrasonido por mi panza, me llena de dicha que mi bebe tenga gente que lo cuide y lo estime aun sin conocerlo.
Normalmente, mi doctora es una parlanchina de lo peor, pero hoy esta muy seria y concentrada en la pantalla, si no fuese por que escucho los latidos del corazon de mi bebe y siento sus movimientos por encima de mi carne, estaría aun mas preocupada, varias veces al colocar el sensor mi bebe lo patea buscando el movimiento, y eso me hace mucha gracia.
—Parece que a alguien no le gusta que lo molesten —bromea suavizando el rostro, yo siento que vuelvo a respirar aire.
—Bien, todos los indicadores están favorables con el bebe, pero lo que tengo que decir quiero que se lo tomen con calma.
A juzgar por la cara de Nicolas estoy segura que escucho, ¡Lo que tengo que decir es para que griten y corran por sus vidas!
—¿Pasa algo malo? —pregunta él con cautela, yo todavia sigo en panico.
—Tiene la presión muy alta, y esta comenzando a hincharse.
—Pero eso es normal en mi estado ¿cierto?
—Para todo hay limites Celeste, y cuando la presión de una mujer en embarazo es muy alta, hay muchos factores que pueden presentarse, en este caso quiero descartar una preeclampsia.
Muy asustada con toda esta información me siento en la camilla con ayuda de Nicolas y como ha sido costumbre en los ultimos dias siento que mi estomago se contrae y se pone muy tenso, trato de respirar esperando que pase la sensación y en segundos nuevamente esta normal.
—Desde cuando aparecieron esas contracciones —llama nuestra atencion la doctora.
—¿Contracciones? —pregunto asustada — . Yo no tengo dolor, solamente siento mi estomago encogerse y luego soltarse como si estuviera haciendo ejercicios de relajación.
—Eso que acaba de pasar, comenzó hace mas de una semana —responde Nicolas, sigo sorprendida de como este hombre pasa pendiente de todo lo que me rodea.
—Pensé que era algo normal, no he tenido dolor te lo prometo, solo una leve molestia en la parte baja pero que la relaciono mas al peso de mi bebe, al menos así lo siento yo — digo mas preocupada y la doctora asiente con la cabeza y vuelve a colocarme otros aparatos esta vez mi estomago tiene varios cables conectados
—Este bebe tiene mas de una semana en trabajo de parto y en cualquier momento puede comenzar a sentir sufrimiento fetal, tu cuerpo al igual que una mínima cantidad de la población en mujeres embarazadas no siente los dolores normales de una contracción.
—¿Que hay que hacer? — Nicolas parece recuperar el habla yo todavía sigo en trance queriendo asimilar todo lo que nos ha dicho
—Intervenir de inmediato, primero tenemos que deshacer el cerclaje cervical, procedimiento que se hizo hace unos meses para evitar la perdida del bebe, y luego suministrar un suero para que su cuerpo reaccione y comience un trabajo de parto como debe de ser— Veo a Nicolas soltar un suspiro de sustracción, en el fondo se sigue culpando por todo lo ocurrido hace meses.
—Vamos a trasladarla inmediatamente a la sala de cirugia por mientras llamo a las enfermeras para que que la preparen, puede ir haciendo algunas llamadas para que traigan cosas para ella y el bebe, es posible que hoy mismo lo tengan en sus brazos —Nicolas sale de la habitación un poco mas aliviado al escuchar que pronto conoceremos a nuestro hijo y yo agradezco con la mirada a la doctora que no profundizo en los riesgos para nuestra vida como consecuencia de los eventos del pasado, no quiero que Nicolas siga con esa carga sobre sus hombros.
....
Una ves retirado el cerclaje, rompí fuente y ya tenia colocado el suero para inducirme el parto, los dolores se fueron intensificando a medida que el liquido entraba a mi cuerpo, según avanzaban las horas me sentía cada vez mas cansada, y con mucho, mucho sueño, todavía me faltaba mucho para alcanzar la dilatación necesaria y tenia hasta los dedos de mi mano hinchándose y tenia esa sensación horrible de miles de hormiguitas recorriendo todo mi cuerpo, a penas y pude balbucear cuando la doctora entro a revisar mis signos.
— No...puedo...mas
Sentí todo mi cuerpo ceder al cansancio y al sueño tan delicioso que me abrazaba, podía escuchar, podía distinguir la voz de la doctora pidiéndome un poco de fuerza pero era imposible, el sueño me atrapaba, me elevaba y sentía que volaba fuera de mi misma, pude sentir la vibración de la camilla al moverse y podía escuchar enfermeras que murmuraban muchas cosas al correr a la par, intente con toda mi fuerza abrir los ojos, pero era imposible la obscuridad me arrastraba a cada segundo, una de las enfermeras me hablaba todo el tiempo, podía escucharla pero no tenia el control de mi cuerpo, ella me acariciaba el cabello mientras lo trenzaba y decía que pronto recibiría a mi bebe y tenia que verme muy linda, quería agradecerle el gesto pero estaba a punto de llegar a ese lugar donde el sueño te vence y todo comienza a tornarse obscuro, poco a poco el sonido de las maquinas del hospital fue desapareciendo, y luego todo fue una profunda paz, quede atrapada entre el sueño y la obscuridad, no había ruidos, no había dolor, no sentía nada, no tenia el control de mi, solo sentía que levitaba en ese lugar y era succionada hasta una pequeña luz despacio, muy despacio.
Por un momento me entregue al vació y la obscuridad la vida se me iba en un suspiro, no se si fue un minuto o si fueron incluso horas cuando un pequeño pero agudo llanto me regreso a mi realidad, volví a tener conciencia de los sonidos de las maquinas, las voces de las enfermeras y mi doctora, ese llanto potente que se hacia notar por toda la habitacion y me habia regresado a la vida era el de mi amado bebe.
—Gracias por no dejarnos, Cielo —susurraba Nicolas con la voz ronca y rota por el llanto, no dejaba de agradecerme por volver y aun desorientada comprendi que en algun momento y no se por cuanto tiempo, los deje.
Un pequeño pero agradable peso en mi pecho me hizo abrir los ojos, podía sentir la calidez de su cuerpo, quería tocarlo pero mis brazos estaban sujetos a la mesa quirúrgica, derrame una lagrima al verlo ahí, junto a mi, mi bebe había nacido, y junto con el nacio una nueva mujer, fueron miles de sensaciones dentro de mi que no sabia que se podían sentir, era inexplicable, era único, era amor, un amor nuevo, un amor puro y bonito que se queria salir de mi pecho.
—Te amo...Sebastian —el sonido de una fotografia exploto nuestra pequeña burbuja.
—La primera fotografia de esta bella familia —rio la doctora, Nicolas se acerco mas a dejar un beso en mis labios y otro a Sebastian que era retirado por una enfermera para terminar su revision.
Me han robado el corazon, unos ojitos azules, una boca de cereza y una mirada de ángel.. mi pequeño Sebastián ha nacido y con él, una aprendiz de mamá que guiara sus pasos hasta que alcance sus sueños.
Hola, espero que les guste el capi, déjenme saber que les pareció, me voy corriendo por que tengo que salir de la ciudad y manejar por algunas horas, hoy por la noche tengo toma de fotografías de boda, y no, no soy la novia jajaja soy la fotógrafa ♥
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top