Capitulo 29


Nicolas

—Es tan extraño estar aquí y que todos te saluden —digo bajito para que solo mi padre me escuche. El dolor de cabeza se esta haciendo inmenso, cada vez que alguien me habla con tanta confianza empiezo a querer recordarlo y eso hace que me altere y sienta que un martillo me esta dando en el cerebro

—Solo ignóralos, hijo —contesta animado, mi padre es tan sabio, no se me había ocurrido, volteo los ojos.

Debo de admitir que algunas veces es gracioso que traten de hablarme despacio como si estuviera retardado, pero cuando ponen un tono condescendiente siento que soy capaz de expulsar fuego por la boca, llevamos algunos minutos de retraso esperando a la encargada de la reunión, y mientras tanto todos los abogados y contadores de mi padre están tratándome como un niño pequeño que se lastimo al caer de su bicicleta.

—¿Siempre es igual de impuntual—digo con fastidio, el dolor de cabeza nunca termina y cuando estoy con mas personas siento que se hace mas fuerte y molesto, no puedo evitar mi mal humor y vaya que se me debe notar para que mi padre me rete a cada momento con la mirada. 

—Disculpen la demora —dice alguien desde la puerta, vaya, es hermosa, Lize tenia razón al describirla, el destello azul de sus ojos me atraviesan con premura, y me dejan deseando mas que una simple mirada que corre rápidamente al dirigirse a mi padre.   

—Celeste, mi cielo —llama mi padre, el cual se levanta y le extiende los brazos con cariño, no puedo evitar verlos con un poco de escepticismo cuando ella le corresponde con una sonrisa. 

—Arturo, disculpa llegar tarde —excusa con una sonrisa a la que mi padre hace gestos con la mano que no pasa nada, juro que casi escupo el agua que tenia en la boca ¡el odia los impuntuales! Me lo dice siempre.

—Nicolas, mueve tu trasero a otro lugar, quiero que Cele este a mi lado, para poder escucharla mejor, ya sabes, este viejo ya le fallan los sentidos —riñe mi padre.

¿QUE MIERDA? ...¿desde cuando le fallan los sentidos? Estoy seguro que puede escuchar mejor que todos los que estamos aquí, me levanto de mi lugar y me corro para que la "señorita especial" tenga un lugar quedando entre mi padre y yo.

Ya no la soporto y estoy empezando a sentirme aliviado de no recordar estos meses de tortura a su lado.

—Lo siento —dice tan bajito al tomar asiento, que no se si fue mi imaginación.

Minutos después Lize entra a dejar varias bandejas con bocadillos para la reunión y una taza de té rojo que huele malditamente bien, la deja en mi lugar guiñándome un ojo, lo cual me parece extraño, pero lo dejo pasar para no perder el hilo de la reunión que para ser sincero no me di cuenta en que momento comenzó.

Mi padre habla y habla sin parar de todo lo bien que ella ha trabajado para la empresa, de las múltiples ideas que tuvo que aportar para lograr un mayor progreso en las utilidades, como ha sido una influencia positiva en el crecimiento de mi carrera y como yo he desarrollado nuevas habilidades y mejorado la producción en las bodegas.

Al parecer hicimos un buen equipo, aunque no me gusta que recalque que todo fue por ella.

Me asombro al escuchar a mi padre hablando de mi con tanta devoción y orgullo, disimulo lo mejor que puedo para no llorar como un niño mimado que esta feliz de lograr y superar las expectativas de su padre.

Celeste lleva un buen rato perdida entre escuchar a mi padre y comerse sin disimulo los bocadillos que dejo su asistente en la reunión, veo como humedece sus labios y hace sonidos de aceptación o reprobación al probar cada uno, me provoca un cosquilleo familiar, un extraño sentimiento que me dice que esto ya lo he vivido, que no es la primera vez que me pierdo en los movimientos de sus labios, aunque al parecer no es un secreto para nadie que esta mujer tiene un problema con la comida, tiene los cachetes llenos como una ardilla, no puedo evitar poner una sonrisa socarrona en mi cara al ver que observa mi te humeante con deseo.

Me regaño mentalmente y presto atención a mi padre, aunque es difícil ignorarla del todo, el discurso ya casi acaba y en unos momentos mas estarán anunciando mi cargo en la presidencia, que no recuerdo como, pero se supone que la tengo muy bien merecida, he leído los informes que la gerencia de esta compañía le presentaba mensualmente a la junta y he quedado asombrado de mi mismo. Nunca pensé que pudiera trabajar en equipo, aunque me alegra de haber sacado todas las ideas que traía desde Italia, para compartirlas con Celeste y lograr todas las metas alcanzadas. La observo una ultima vez, porque no puedo resistirme, se me hace tan familiar, tan concentrada e imponente con inteligencia y belleza, sonríe calmada al tomar sorbos de té, como si tuviera el mundo en sus manos, como si...

¡Epa, epa! !ESA ES MI TAZA DE TE! ............    !SE ESTA TOMANDO MI TAZA DE TE! Que se cree la Piccola  desvergonzada, que puede hacer lo que se le da la gana, ¡pero que demonios! me le quedo mirando como un asesino en serie hasta que escucho mi nombre y a mi padre animándome a levantarme, todo a terminado, me perdí mi nombramiento. 

¡Grazie, grazie... por nada, principessa!

Todos aplauden, y me siento un tanto orgulloso y al mismo tiempo decepcionado de no recordar como fue que pude lograr tanto en tan poco tiempo.

Lo ultimo que recuerdo fue tomar un avión desde Italia, una decisión de ultimo momento, después de la voz de urgencia de mi padre, quien estaba completamente fuera de si al darse cuenta que su hijo había abandonado los negocios y se gastaba la vida lamiéndose las heridas por el abandono de una mujer.

No recuerdo mas que eso, tomar un avión sin esperanzas, sin ninguna motivación, amargado, y con el único objetivo de encontrar a mi ex que también regreso donde su familia por tomar cargo en la empresa de moda mas importante de este país, estábamos a punto de formalizar nuestro compromiso cuando me acobarde y ella destrozada decidió venirse, abandono todo y yo aun me siento culpable.

En mi defensa, no estaba preparado, no me sentía listo y aun así me deje presionar por ella y después de años de noviazgo compre el anillo y tuvimos una cena romántica en casa, todo iba de maravilla hasta que no pude dárselo, ¡me arrodille y no pude abrir la puta cajita del anillo!, no pude imaginarme estar para siempre con alguien de esa manera, entre en pánico, me levante y trate de excusarme de muchas maneras pero no pude detenerla, ella no entendió, nadie me entiende pero yo estoy seguro que uno no puede ir por la vida pidiendo matrimonio tan fácilmente, osea ¿que loco haría eso? 

Obviamente, yo no.

Pero aun así la culpa se apodero de mi y decidí venir a buscarla, no sé como han sido estos meses para ella, mi teléfono quedo destruido en el accidente así que no tengo idea si logre mi propósito y siendo un poco positivo tal vez al fin supere esa culpa de todas maneras Lize insiste en que no era amor, solo estaba demasiado acostumbrado a su presencia, y aunque ellas nunca se llevaron bien, confió completamente en mi amiga. 

—Muchas felicidades Nicolas, estoy segura que tendrás muchos mas éxitos en el futuro —sonríe  su vos me desconecta de mis pensamientos, tomo su mano en un apretón fuerte, sentir la suavidad de su piel me deja aturdido y tengo que retirar la mano rápidamente, me aclaro la garganta y salgo junto con los demás dejándola a solas con mi padre que la envuelve en un abrazo de oso que la hace sonreír.

Conozco a las de su clase, siempre van detrás del interés

Holisssssssssssssssssss si, ya se que me tarde mas de lo que prometí pero , es tann dificil ser yo, jajaja oc. no, solo paso agradecerles por ser como siempre tan lindas y lindosss  (hay un chico por aquii yeiiih) llenarme de sus comentarios amorosos de "quiero mas" jajaja los amo , también dar la bienvenida a los nuevos lectores que he visto que se han cruzado por aquiii, (no huyan)  ennn finnn agradezco su geniales comentarios, no son muchos pero me encanta poder compartir y cruzar palabras con ustedes.  







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