Capitulo 27

Me duele el cuerpo como el infierno, ¿Acaso estoy en alguna maldita sesión de acupuntura?, Siento un dolor palpitante en mi cabeza y me siento atrapado en un sueño profundo del cual quiero despertar y mis ojos no obedecen las ordenes de mi cerebro, escucho a alguien gritar mi nombre y llorar, quiero decirle que estoy bien, y que cierre la boca porque no me gusta como se escucha el dolor en su llanto y también porque hace mas agudo mi dolor de cabeza.

Trato de calmarme internamente y empiezo a concentrarme en los sonidos de mi alrededor para poder determinar en donde estoy, a lo lejos escucho el sonido de una maquina como las que te marcan el ritmo cardíaco y por el dolor que siento en mi cuerpo, el olor a desodorante ambiental y los llantos anteriores puedo casi adivinar que me encuentro en un hospital, pero no recuerdo porque razón estoy aquí, si tuve algún accidente no lo recuerdo ahora mismo.

Comienzo a preocuparme, todo esto es muy confuso ¿y si la persona que lloraba es mi hermana? no, no puede ser, necesito despertar, por un demonio que necesito hacerlo, me estoy volviendo loco, trato de recordar, como he llegado y porqué motivo estoy en un hospital pero nada se viene a mi memoria, siento nuevamente como mi cuerpo comienza a dejarse llevar por el cansancio, hasta que ya no soy dueño de mis propios pensamientos.

Me veo corriendo en los viñedos sonriendo animosamente como solíamos hacer siempre por las tardes después de clase con mi mejor amiga, Lize, con ella todo siempre fue mas fácil, mas sencillo, solo nos teníamos el uno al otro, luego de sufrir por los comentarios abusivos de nuestros compañeros nos hicimos inseparables, todo se hizo mas fácil de manejar al estar juntos y cuando teníamos un día muy pesado, veníamos aquí, correteábamos y después nos acostábamos en la hierba a mirar el cielo, y hablar del futuro, recuerdo cuando le decía que el cielo era el limite de nuestros sueños, era un sentimiento tan ameno y reconfortante poder  verlo y sentir que algún día sentiría lo mismo al ver a la persona que se llevaría mi corazón y mi vida , la mujer que apagaría todos mis miedos de volver a sufrir, una mujer igual de inalcanzable que el cielo, que me haga luchar por ella con uñas y dientes, desde hace mucho tiempo que tengo una lista imaginaria de cualidades que debería de tener  y que buscare hasta el cansancio hasta dar con una que cumpla al pie de la letra todos los requisitos. 

Sigo corriendo tras de Liz y la veo bajo la lluvia con un chico muy parecido a mi de joven, trato de hablarle pero no me escuchan, no me ven, yo solo estoy aquí como espectador.

—Prometelo Liz, promete que te casaras conmigo y seremos felices sin que nadie nunca rompa nuestros corazones — recuerdo esa conversación, soy yo, me acerco mas a ella y trato de decirle a Lize que no acepte, la veo tan infeliz, fui muy egoísta, ella pago por mis errores en la secundaria.  

—Te lo prometo Nico — Veo una lagrima y el dolor que le causo al solo pensar en mi en esos momentos no me importaron los sentimientos de ella, ¡como pude ser tan idiota!  

Soy absorbido en mi propio sueño y ahora veo a una mujer abajo del árbol esta de espaldas y corro hacia ella, tiene un vestido blanco manchado de vino y el viento hace volar su cabello color miel, dejo de correr y me quedo paralizado, ella da la vuelta como si pudiera verme y sonríe, tiene los ojos color azul y su tez blanca con unas diminutas pecas y labios carnosos y al verla solo un pensamiento me inunda "tiene el cielo en la mirada"  de pronto ya no esta y no pude preguntarle su nombre, ni quien era, quiero volver encontrarla y sigo corriendo al ver a varias mujeres reunidas, pero no recuerdo su cara, solo se como me sentí al verla y tengo la fuerte necesidad de encontrarla porque me hace sentir tan vulnerable, tan vivo, tengo un nudo de sentimientos encontrados, de pronto escucho nuevamente su risa, la veo bailando y pisoteando uvas, pero desde donde estoy no puedo ver su cara, camino hasta alcanzar el lugar donde ella esta, pero cuando llego no esta y tengo una sensación de vació y tristeza, escucho que alguien dice mi nombre y trata de despertarme pero yo no quiero despertar yo quiero seguir aquí hasta encontrarla, necesito verla una vez mas, noooooooo grito pero no me escuchan, siguen llamándome y me niego a hacerles caso, tengo una sensación tan extraña en mi pecho y siento las lagrimas caer, siento una tristeza invadiendo cada cédula de mi, no quiero estar en un lugar donde ella no este, necesito encontrarla, no me despierten, por favor, caigo de rodillas derrotado y las lagrimas desgarran mi alma , siento que si abro los ojos la olvidare y nunca podre encontrarla

—¿Nicolas me escuchas?

Intento hablar pero solo murmuros incoherentes salen de mi boca.

—Nicolas, soy el Dr. Garcia,  el cirujano traumatólogo de este hospital.

—¿Don...de? —. Es lo único que puedo vocalizar.

—Bien, ese es un comienzo, ¿sabes por qué estas aquí? —pregunta.  Trato de negar con la cabeza pero un dolor agudo me lo impide

—Esta bien, no te esfuerces, tuviste un accidente en carretera y sufriste un fuerte golpe en la cabeza, te llevaste la peor parte, ahora necesito que trates de estar bien despierto y tranquilo para hacerte algunas preguntas.

Abro un poco mas los ojos y comienzo acostumbrarme a la luz, veo un poco borroso y el tipo de la bata que esta junto a mi empieza a revisarme.

—Sigue la luz —manda. Hago lo que me dice y trato de no moverme mucho porque me duele horrores todo el cuerpo.

Luego me hace una serie de preguntas, que pensé que solo hacían en las películas, mi nombre, el año, que presidente tenemos, que mes estamos, si recuerdo el accidente y la persona que me acompañaba, respondo la mayoría con la mayor confianza posible, no creo que haya olvidado nada aparte del accidente, pero supongo que es normal por el golpe que me di así que lo dejo pasar, alguien toca la puerta y se asoma.

—Adelante Lize — el doctor la saluda con una sonrisa y mi amiga sonríe de oreja a oreja al verme despierto, supongo que les di un buen susto

—¿Como esta el? — se dirige al doctor, mientras se acerca junto a mi y me da un pequeño beso en la frente para saludarme y susurrarme —casi me matas del susto— le sonrió pero fallo en el intento siento dolor hasta con hacer el mínimo esfuerzo de hacer una sonrisa y me sale una mueca, el doctor empieza a leerle las respuestas que le di a sus preguntas y Lize me mira con un poco de horror.

—¿Sabes por que regresaste de Italia Nico? — pregunta Lize, que tipo de pregunta es esa, por qué esta tan espantada.

—Tengo una reunión con mis padres y una compañía financiera para tomar la presidencia de toda la marca y empresas de la familia, por qué me preguntas eso si tu me convenciste de venir aquí —digo alarmado pero trato de no levantar la voz

—Nico,.. pasa que.. — estoy seguro que lo que me dirá no me va gustar nada

—Lo mejor es dejarlo descansar, mientras no baje la inflamación del cerebro, no podemos aturdirlo o confundirlo, recuerda eso Lize, confió en ti y en tu buen juicio, los dejo solos, si me necesitan solo le avisan a la enfermera, ¿vale?

—Vale —responde ella un poco desanimada.

—Lize, ya dime, me vas a volver loco, si es una broma, esto no es gracioso. 

—Pasa.... que .. bueno..¿por qué no duermes un rato? — le doy una mirada de no me jodas mas y al parecer la capta.

— La reunión ya paso Nico, esa reunión fue hace casi seis meses — lo dice casi en un susurro pero le escuche perfectamente,  todas las maquinas empiezan a pitar, si no me calmo Lize no querrá contarme nada mas así que empiezo hacer los típicos ejercicios de respiración inhalo, exhalo y así...

—Que paso en la reunión —pregunto confundido, me importa un carajo eso, pero al menos ese tema no me va alterar tanto, o eso espero.

—Te dieron la presidencia —responde sonriente, eso es bueno, son buenas noticias —. Con una condición—susurra. 

—¿Y ahora que se le ocurrió a mi padre para avergonzarme? —. Me equivoque, este tema me va sacar de control, estoy sintiéndome exasperado.

—Tendrías a la mejor asesora financiera del país a tu lado por seis meses y dependía de ella...

—!!!Niñera¡¡¡ — grito ni siquiera la deje terminar y la cabeza me empezó a palpitar, Liz comenzó a reírse y eso me puso mas alterado.

—Cálmate Nicolas, que el doctor me va sacar de aquí y no te contare nada y dejare este vació de casi seis meses en tu cabeza como venganza —amenaza,  no se que le parece tan divertido.

—¿Por que es tan gracioso?— pregunto molesto.

—Porque fue exactamente lo mismo que dijiste ese día al salir de la reunión —responde divertida intentando disimular seriedad, Lize tiene cara de yo se algo que tu no y eso me molesta porque obviamente sabe seis meses de mi vida que yo ignoro, y es algo sumamente horrible no acordarte de algo y que tu memoria se niegue a cooperar.

—¿Que mas dije?— estoy seguro de que la odio, por arruinar todo este tiempo donde pude demostrarle a mi padre por mis propios méritos que soy lo suficientemente bueno para la empresa, veo a Lize sonreír de oreja a oreja, caminando a la puerta, me va dejar sin saber, como odio cuando juega así conmigo.

—Solo dijiste "tiene el cielo en la mirada", voy a traerte algo de comer, ya lo recordaras, no seas tan obsesivo —Se encogió de hombros y salio cerrando la puerta.

"El cielo en su mirada" por qué me suena tanto esa frase pero aun así no logro saber de donde.


Ya estoy aquí, las extrañe bellezas :) comenten el capitulo para saber que les pareció, vieron que soy linda y no mate a nadie ¡amenmeee!







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