Mujer



¿Qué tal? Aquí yo en el trabajo y actualizando, espero que hasta horita les esté gustando

En esta parte es donde quiero que vean un poco más sobre Mangle, e es bueno



Después de que el sol saliese se asomó por su ventana, los intensos rayos de luz chocaron en su rostro haciendo que lentamente comenzara a despertar.

Abrió sus ojos revelando una joya amarilla intensa, su otro ojo lo tenía tapado con su pelo blanco y se sentó en la cama antes de mirar su habitación vacía. Estiró sus manos hacia arriba para luego bostezar, después de quedar unos segundos mirando a la nada por fin retiró las mantas de su cuerpo y se levantó de la cama, caminó al baño y se echó agua a la cara.

Mirando unos momentos su reflejo, camino a la ducha, abrió el agua caliente y luego la fría para dejarla a una temperatura tibia, se desnudó y entró a la ducha, dándose un baño rápido, salió del agua con una toalla amarrada a la cintura y otra en su cabeza para secar su cabello.

Después de peinarse y arreglarse se vio en el espejo que estaba en su cuarto, agarrando el parche que cubría su ojo derecho.

— Es hora — Se dijo a sí mismo mientras caminaba a la salida de la casa que anteriormente compartía con su abuela.

Caminó por las calles y miró el cielo gris, de seguro iba a llover, regresó la mirada al camino y siguió caminando, con sus manos dentro de los bolsillos de su chamarra.

Su mirada estaba un poco perdida, sus piernas lo guiaron a una florería, comprando unos tulipanes amarillas y un ramo de rosas color rosa, después de pagar y despedirse con una sincera sonrisa se retiró de ahí, caminando tranquilamente hacia el panteón. Acomodó los tulipanes en la tumba y se quedó unos momentos parando admirando la cripta, leyendo la información que estaba plasmada en esta para después de unos minutos se retirarse de ahí.

— Luego nos vemos — Se despidió mientras caminaba a la salida de ese fúnebre lugar, dejando atrás dos criptas, una donde estaban los tulipanes y a su lado una tumba maltratada y rota.

Al salir tomó un taxi y le dio la dirección de su siguiente parada, al llegar le pagó al hombre y salió del vehículo. Miró la fachada de ese lugar, en el muro de al lado estaba el nombre del asilo, Mounte Massive. Suspiró profundo antes de entrar y después de hablar con la recepcionista caminó hacia la habitación.

Al abrir la puerta pudo ver una mujer que miraba por la enorme ventana, su cuarto era de un blanco brillante, luego de mirar la deprimente habitación caminó hacia una pequeña mesita de noche, esta tenía un jarro de plástico donde colocó dentro las flores.

— No me permiten rosas — Habló la mujer sin quitar la mirada de la ventana.

— No tienen espinas, no podrás herir a nadie — Dijo Mangle acomodando las rosas en el jarrón, tenía en cuenta que sin agua no sobrevivirían mucho tiempo.

— Prefiero que se las lleves a mi amor — Dijo mientras acercaba su mano al vidrio, sus ojos comenzaron a humedecerse.

— Le lleve tulipanes amarillas.

— Ambos preferimos los morados — Mangle hizo caso omiso a lo que le dijo la mujer.

— Hace cuatro años que no me visitabas.

— Foxy fue internado aquí — Dijo mientras acomodaba las rosas.

— Sí... los primeros días escuchaba sus molestos gritos, luego lo veía en el patio, era escoltado por varios hombres, llegaron a encerrarlo en el sótano, mató a un hombre y estuvo a punto de matar a una mujer. ¿Por eso dejaste de venir? — Preguntó ahora mirando a Mangle, sus ojos eran de un amarillo intenso, una mirada que hipnotizaba a cualquier hombre — ¿Cómo está mamá?

— No sé si recuerdas que la mi abuela murió ya hace seis años y su última voluntad fue que me encargara de ti, que no te sintieras apartada.

— Te crio bien.

— La considere una madre

— Entiendo — Volvió a mirar a la ventana.

— ¿Cómo está el bastardo?

— Es la primera vez que preguntas por él.

— Tengo curiosidad, logró salir siendo que su enfermedad era fuerte.

— Supongo que bien, se enamoró — Gracias al reflejo que proporcionaba el cristal pudo ver el reflejo de la mujer dibujaba una sonrisa que daba miedo.

— ¿Y quién es la chica?

— Es un chico, que tiene novio — Se quedó parado mirando a la mujer, a pesar que muchos le temían a él simplemente le daba igual, era indiferente con ella, sólo estaba ahí porque su abuela se lo pidió en su lecho de muerte, susurrándole en secreto que visitara a esa hija que había resultado una completa psicópata y enferma de un amor que creía sincero.

— Un amor sincero siempre es difícil — Dijo la mujer cerrando los ojos, recordando a ese hombre del que se había enamorado — Siempre nos ponen una gran prueba para saber si puedes luchar por su amor, y ese niño se enamoró de un chico que ya tiene pareja.

Mangle cruzó sus manos y siguió mirando a la mujer, no fue hasta que ella se levantó de la silla y caminó a la cama, hincándose en esta a la par que se acercaba a Mangle. Al estar cerca acarició con su mano derecha el rostro del peliblanco, quitándole el cabello del ojo que cubría, con su pulgar acaricio el parche negro que tenía encima de su ojo.

— ¿Ya me has perdonado?

— No lo sé... me dolió mucho.

— No era mi intención... era lo mejor.

— Creo — Agarró la muñeca de la mujer y la separo de su rostro — Foxy es muy listo — Dijo a la par que caminaba hacia la puerta — Temo que mate a alguien — La mujer soltó una sonora carcajada, pero a pesar de la carcajada psicópata Mangle no se estremeció.

— Créeme... lo hará — Fue la última palabra que dijo ya que el peliblanco se marchó de la habitación.

Después de salir de la habitación quiso correr de ahí, huir, el dolor de cabeza era insoportable y el zumbido de sus oídos inaguantables.

....

No quería que sus movimientos se vieran inquietos, recorría todos los rincones de la pizzería y simplemente no encontraba a ese hombre ¿Dónde se ha metido?

— Estúpido — Susurró — Ya revise toda la maldita pizzería y no lo encuentro. Mangle, ¿Dónde estás?

Después de unos segundos decidió preguntarle, por desgracia, a Golden. Sin perder tiempo camino hasta la oficina y tocó la puerta.

— Adelante — Abrió la puerta y notó como la sonrisa del rubio se volvía de amable a una forzada — ¿Qué sucede?

— ¿Sabes dónde está Mangle?

— Dijo que llegaría tarde

— ¿Dónde está?

— No lo sé, sólo me dijo eso.

— Gracias — Dicho eso se marchó de la oficina.

Al salir se encontró con aquel castaño de hermosos ojos azules, al sentirlo casi cerca, los dos intentaron abrir la puerta al mismo tiempo.

— ¡Foxy! — Se escuchó sorprendido y su mirada lo delataba — ¿Qué haces aquí?

— Preguntaba por Mangle — Sonrió, en ese preciso momento se le había ocurrido una gran idea.

— ¿Qué no tienes su número?

— No — Sonrió — nadie aquí me lo ha dado, quizás aún no me gano su confianza... o no creen que me merezca ser parte de su familia.

— Emm... creí que ya te los habían pasado — Dijo sacando su celular después de darle el de Mangle, el de Bonnie, Chica, Mike y Jeremy.

— Hasta ahí — Dijo de repente.

— ¿Eh? Pero.

— Tranquilo, no importa, aún no creo que me haya ganado la confianza de Golden, esperare a que él mismo me lo pase al igual que el tuyo, según él te estoy acosando.

— Yo pienso que lo estás haciendo — Habló Golden.

— Mejor espero hasta que me considere un amigo — Sonrió a la par que se marchaba de ahí.

Después de unas horas Mangle apareció y luego de que le explicara algunas cosas el día transcurrió normalmente.

Foxy llegó a su casa, comió algo rápido y se fue a su habitación, sentado en la orilla de la cama mientras su mirada se perdía en las múltiples fotos del castaño y después de dedicarle una sonrisa, esperó la llamada de Mangle.

Se escuchó el sonido del celular que se había comprado esa tarde, mirando el número desconocido.

— Habla.

— Puedes explicarme, ¿Por qué me obligaste comprar un teléfono desechable?

— Sólo pásame el número de Freddy.

— ¿Qué planeas?

— Que se dé cuenta que me intereso en él.

— Te descubrirán.

— Sólo mandaré mensajes, ¿Ya puedes pasármelo? — Escucho atento el número que le dicto, apuntándolo en un papel — Bien, ahora deshazte del teléfono — Al terminar, Foxy colgó y pasó el numero al celular desechable.

Después de escribir rápidamente un mensaje y mandárselo al castaño, por fin dormiría en paz al desearle buenas noches a Freddy.

...

Escucho como su celular sonaba debido a la llegada de un mensaje, Freddy caminó sin preocupación pues había salido de la ducha. Las gotas de agua caían de su cabello hasta la bata que tenía encima de él, con tranquilidad agarró el móvil y pasando sus dedos por la pantalla lo desbloqueo.

— ¿Pero qué? — Miró el mensaje confundido, su primer pensamiento fue algo automático, quizás se habían equivocado.

Buenas noches, amor~

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top