El seguimiento del trauma.

Hola que tal, tanto tiempo 

Como siempre no tengo pretexto ante mi tardanza pero bueno que les quede una cosa clara, no dejare ninguno de mis fic.

Y bueno también tengo planeado en subirlo a amor yaoi peo haciendo otra cuenta por que no se que le paso a la que tenia, ya no me deja abrirla, en fin, disfruten el capitulo que gracias a xK1rarax tienen un capitulo mejor redactado, te aprecio mucho <3

Disfruten del capitulo.

La canción creo que llega a un punto en donde te dice que ya eres mío, se me hizo perfecto para este ambiente 7u7

Una vez escuchó la puerta cerrarse mantuvo su mirada en la televisión, cambiando de canal sin prestarle atención realmente a la programación. Al paso de una hora por fin se levantó. Estiró sus brazos y miró hacia la puerta, silbando mientras se acercaba a la misma, giraba la perilla y salía del departamento perteneciente al detective.

Salió caminando, sin dejar de silbar hacia la puerta que estaba al lado, no sin antes cerrar el departamento.

Hincándose en el suelo mientras abría el cerrojo de la puerta, no se preocupaba por los demás vecinos, se había aprendido sus horarios; eran tan rutinarios y aburridos que por mucho que quisieran "cambiar su día" al final no pasaban de la hora y media.

Una vez abrió la puerta cerró la misma con las llaves que estaban justo en un recipiente de vidrio al lado de la puerta, encima de una bonita mesa negra.Las guardó en su bolsillo una vez aseguró la única salida.

Como si fuera su casa, caminó entre la sala, desconectando el teléfono fijo y buscando el celular del hombre.

Entró a su habitación notando la cama ocupada, era un colchón grande envuelto con sábanas rojas y una manta café que lentamente subía y bajaba por la respiración de quien se encontraba dentro, al acercarse para tomar el celular que estaba justo al lado de la cama en un pequeño buró pudo ver el rostro intranquilo del de cabello negro, de seguro lo atormentaba una pesadilla, un mal sueño del que esperaba fuera el protagonista.

Salió de la habitación siendo lo más silencioso posible y fue directo a la cocina comenzando a preparar dos tazas de café mientras silbaba.

El ruido provocó que se despertara, tallando sus ojos y gruñendo por qué no pudo volver a dormir una vez acompañó a su pareja a la salida para que se fuera a trabajar.

Colocándose sus pantuflas salió del cuarto arrastrando los pies sin dejar de bostezar y tallarse los ojos, en ese momento por su mente no pasaba el que algún extraño estuviera en su casa, al menos hasta que llegó al lugar donde provenía el ruido, se quedó en el marco de la puerta, sus piernas querían correr pero el miedo lo paralizó.

— Creí que durarías más tiempo dormido— Habló el intruso haciendo que se le helada la sangre, era la misma voz, esa voz que le susurraba en el oído mientras sentía su asqueroso aliento.

— Quería prepararte café, pero parece que tienes problemas para dormir.

El sonido de las tazas de porcelana siendo levemente golpeadas por la cuchara al momento de mezclar el té era lo único que se escuchaba una vez dejaba de hablar.

— Quería sorprenderte — Declaró, golpeando la cuchara suavemente en la orilla de la taza para finalmente dejarla de lado y tomar ambas. Volteó para verlo, tomando ambas bebidas — No todos los días puedo seguir de cerca a una víctima.

Todo rastro de sueño se esfumó, sus labios temblaban y su cuerpo falló de repente, cayendo sentado en el suelo sin dejar de ver a aquella persona que se atrevió a abusar de él dentro del tren.

— Conque té relajante, ¿Problemas para dormir? — Caminó hasta la pequeña sala, la cual estaba justo al salir de la cocina, colocando las dos tazas encima de la mesita negra en medio de la misma sala.

— No seas tímido y ven — Volteó a verlo, aun sonriéndole.

El de cabellos negros miró hacia la puerta pero el sonido de las llaves lo hizo nuevamente voltear hacia el rubio.

— No creo que siquiera debas considerarlo — Dijo manteniendo esa sonrisa amable — Ven, sólo tomaremos té.

Se levantó aún con temor, sentándose justo enfrente del hombre. Una vez el de cabellos negros tomó asiento, éste agarro su taza de té y le dio un sorbo.

— Comencemos desde el principio, ¿Cuál es tu nombre? Creo que no tuvimos mucho tiempo en presentarnos la primera vez. — ¿Qué clase de juego retorcido era ese? Bromeaba con lo sucedido y habla de ellos como si realmente fueran amigos, y lo peor de todo es que actuaba como si fuera buena persona.

Se negó a hablar, eso y que tampoco era capaz de articular palabra.

Springtrap se recargo mejor en el sofá, cruzando las piernas sin dejar de mirarlo.

— Vamos, sólo te pregunté tu nombre, ¿O prefieres que te llame lindura o amor?

—Nightmare — Habló rápidamente, no soportaría escuchar una palabra amorosa o amable viniendo de esa boca tan sucia.

—Nightmare, te queda — Tomó de su taza de té.

—Vete de aquí... —No fue una orden, más bien una petición, una súplica —Ya no quiero verte... No quería volver a verte.

—Entiéndelo, yo nunca tengo el privilegio de seguir el estado mental de mis víctimas — Dio otro sorbo —Todo queda en lo que pasó y ya, las dejo en paz. Bueno, eso sí no las mato —Escuchó un chillido ahogado de su garganta.

—Llamaré a la policía.

—Oh, cariño. Nightmare, Nightmare, Nightmare, tu vecino es la policía, tienes protección cerca y aun así estoy aquí, soy libre, en estos momentos soy intocable — Dejó su taza en la mesa para recargar sus codos en sus rodillas mientras se inclinaba un poco más hacia adelante — No sirvió de nada tu patética denuncia.

Nuevamente ese lloriqueo desesperado de saber que quizás estaba a merced de la muerte.

—Calma, tranquilo, no te voy a hacer nada — Y era cierto, al menos en ciertos aspectos.

—Mi novio...

—Llegará a la misma hora de la tarde. No quieras engañarme, Nightmare, llevo muchos años en esto.

Sin pudor alguno, se recargó en el sofá mientras bajaba un poco su pantalón mostrando su pene, comenzando a frotarlo con su mano.

El de cabellos negros miró de reojo antes de negar con su cabeza y, ahora sí, llorar de manera silenciosa.

—Tenemos, mucho, mucho tiempo por delante... — Volteó a verlo, no quería, no quiera pasar por eso nuevamente. Sin pensar en las consecuencias en que podía matarlo, se levantó rápidamente provocando un movimiento brusco en la mesa que hizo derramar la taza de té. Corrió a la puerta cerrada mientras gritaba por ayuda.

Cómo había dicho su captor, llevaba mucho tiempo haciendo eso, no tardó en derribarlo y tapar su boca con una mano.

—De verdad que quería evitar esto— No le convenía golpearlo ya que al final no acabaría matándolo, con mucha dificultad bajo el pantalón de su pijama quitándolo por completo mientras todo su peso se concentraba en mantener quitó al pelinegro justo en el suelo.

Tomando primero el pantalón de la pijama. Ató sus manos detrás de su espalda de una manera improvisada, sabía que quizás no duraría ese amarre pero podía darle un poco de tiempo para pensar en algo que detuviera sus manos sin problema, lo mantendría el tiempo suficiente para poder llevarlo a la habitación.

Ya ahí, pasó los mismos pantalones por detrás del tubo de la cama y ató ambas manos con la parte de las piernas de la pijama.

Una vez inmóvil, el de cabello largo se retiró y observó desde su posición. Era una maravilla ver las secuelas de lo que había provocado esa mañana en el tren. Se veía tan hermoso y desesperado, ese miedo que le carcomía al no saber qué es lo que haría después.

Una pequeña risilla salió de sus labios para después acercarse y besarlo, algo que el de ojos rojos negó rápidamente; desviando su cabeza a otro lado.

—Eres tan feroz — Declaró levantándose de la cama y caminando alrededor de la habitación mientras tarareaba una canción que estaba muy metida en su cabeza, los gustos musicales del detective lentamente comenzaban a gustarle. Ignoró por completo la lucha de Nightmare en la cama.

Rebusco cajones encontrando con un par de juguetes que de seguro disfrutaba la pareja.

—Vaya, qué gustos tienen — Habló, sacando un par de balas vibradoras y unas esposas con peluche alrededor —¿Son tuyas o de tu novio? — No obtuvo respuesta.

Regresó a la cama, colocando sus rodillas a cada costado de su cabeza, una posición que no era necesaria si solo pretendía colocarle las esposas. Frotando con tanto descaro el bulto de su entrepierna en el rostro del pelinegro. El contrario se preguntaba por qué tardaba tanto en colocarle las esposas.

Una vez las puso volvió a sentarse en la cama mientras con su dedo índice y pulgar tomaba la bala vibradora y con su mano libre la encendía y la apagaba, repitiendo esa acción por un buen tiempo, algo que desesperaba aún más al de cabello negro que ahora se mantenía bien sujeto a la cabecera de la cama.

Maldecía no haber tirado todas esas cosas, después de su "accidente" en el metro había mencionado que no quería nada de eso pero su pareja se negaba a tirarlos, no se lo decía directamente pero sabía que no quería deshacerse de ellos - "tan solo no los usamos" - fue lo único que dijo esa noche en la que mencionó no querer nada de lo que tenían para entretenerse.

Su mirada rojiza se fijó en el aparato que vibraba, percatándose de ello Springtrap, quien de inmediato sonrió y volteo a verlo.

—¿Qué? ¿Quieres que lo meta? ¿Te gustaría, no?

—Aléjate de mí... — Cerró sus piernas pero la manera tan divertida en la que el de cabello rubio lo veía era una clara señal de que eso era inútil, sin necesidad de abrir al joven atado, tomó sus piernas por debajo de las rodillas llevando las mismas hasta su pecho mientras introducía aquella bala vibradora, intento removerse pero fue inútil, de una o de otra manera lograba mantenerlo en su lugar. Una vez lo introdujo no tardó en encenderla en el nivel más bajo.

Su cuerpo se estremeció pero no dejaba aun que se relajara, quería sacarlo pero las ataduras no lo permitían.

—Oh, vamos. A qué se siente muy bien — Se inclinó para comenzar a besar su cuello —¿Esta vez vas a llorar? — Habló en un susurro con un tonó de voz que no había oído al menos desde esa mañana en el metro —escuchaba tu respiración, como intentabas no llamar la atención.— Parecía burlarse — Pero... ahora, ¿Aceptarás y llorarás? — Se incorporó para observarlo.

Sonreía admirando ese rostro que intentaba aguantar no sólo el placer sino la impotencia que sentía en esos momentos, y eso lo demostraba en sus expresiones.

—Prometo que no te haré nada — Y por nada se refería que no lo penetraría— Simplemente quiero jugar, tranquilo. Pero para que lo hagamos tienes que ser sincero contigo mismo y admitir que quieres llorar — Su mirada se mantenía fija en el pelinegro— Tenemos un par de horas más por delante, puedes reflexionar —se incorporó de la cama, tomando el mando de la bala que el de cabellos negros tenía en su interior y aumentándolo al nivel dos, este volvió a estremecerse mientras aguantaba lo que realmente sentía. —Te dejaré unos momentos solo, para que pienses en tu salud mental y no aguantes tu tristeza.— Dicho eso, salió de la habitación dejando solo al contrario.

Revisó, ahora sí, toda la casa; viendo algunas fotos familiares, conociendo al novio de Nightmare en una faceta más amigable. Por instinto llevó su mano a su barbilla recordando como ese rubio lo había golpeado por expresarse así de su pareja, pero tenía que decir la verdad en el juicio y fue lo que hizo.

Como su piel suave se estremecía ante su tacto, como su interior apretaba deliciosamente su pene, claro que había usado palabras más vulgares, y el cómo había gemido tan despacio por miedo a que los descubrieran. Tan sólo en pensar en la cena nuevamente sintió una punzada en su miembro, quería reaccionar.

Mientras por otro lado, Nightmare se retorcía por la sensación. Estaba en su casa con aquella persona que aquella mañana lo había violado. No podía olvidarlo, ni en sus sueños estaba seguro y ahora tampoco en su hogar lo estaría, había hablado como si ese día no sería la última vez que entraría y abusaría de él.

Estaba tenso, asustado y tenía ganas de llorar, esa misma sensación la sintió en el metro pero esa vez no habían tardado demasiado en ayudarlo y ahora todo el día lo tendría con él.

Al cabo de un par de horas, su abdomen estaba manchado de semen, su miembro había reaccionado y se había corrido un par de veces. Estaba exhausto, le dolía un poco la cabeza por el sobreesfuerzo y sus brazos se habían entumecido por estar en la misma posición.

Springtrap se sentó en la cama y con sus dedos saco la bala vibradora sin miramientos, provocando que el de cabello negro se estremeciera por la acción.

Admitía que había llorado, por la impotencia el miedo y la desesperación, y eso lo notó el de cabello largo, quien con una caricia tierna tocó su mejilla sintiendo la humedad de ésta, su rostro estaban sonrosado por el mismo llanto.

—¿Ves? Es mejor ser sincero con uno mismo — Sonrió, colocando su cuerpo sobre el de ojos rojos inclinándose para besarlo.

Sus manos no se detuvieron. Mientras su boca atacaba los labios del pelinegro bajando a su cuello sus manos se ocupaban del resto del cuerpo.

Escuchó cerca de su oído el llanto nuevamente, era lo más delirante que podía escuchar en esos momentos, sentirlo y ver cómo su víctima estaba totalmente indefensa.

—Terminaremos mejor lo de esa mañana — Declaró incorporándose, quitándose la camisa y volviendo a inclinarse.

Su cuerpo se movía al compás de los movimientos de las caderas del rubio. Sus manos apretaban cada vez más, haciéndose daño a si mismo por tan fuerte apretón, sus lágrimas se habían secado, pero aún el llamado era notable.

Springtrap cerró los ojos y se corrió por tercera vez ese día en el interior del de cabello oscuro.

Exhausto cayó encima del cuerpo pelinegro mientras el de ojos rojos sentía como sus piernas temblaban provocando que se abrieran más al momento de dejarlas caer de manera floja.

—Será mejor que te duche. No intentes nada, Nightmare,o habrá consecuencias.

Lo desató, lo cargó hasta el baño y lavó todo su cuerpo, fue difícil tomando en cuenta que el contrario no podía o no quería pararse, estuvo en el piso de la ducha mirando como el agua se iba por el drenaje.

—Oh, vamos. Sólo fue el primer día, no me digas que sólo eso me puedes ofrecer — Ne negaba a qué lo había roto por dentro — Te ves fuerte, puedes aguantar más — Con eso dicho, lo sacó de la bañera, vistiéndolo con la pijama que le había quitado y no había manchado, una ventaja de tenerlo completamente desnudo, el pelinegro mantenía su mirada bastante perdida.

— Nightmare, no me hagas esto, no me decepciones, sé que puedes ofrecer más que esto — el contrario se negaba a hablar o responder sus preguntas, era mejor dejar que hiciera lo que quiera, parecía que el rubio se estaba aburriendo, pero no podía más.

— Sólo vete...

— Oh... — sonrió aliviado antes de incorporarse — Sabía que no me decepcionarías— Caminó fuera de la habitación y, después de unos segundos, fuera de la casa dejando por fin a su víctima sola.

Nightmare no hizo más que tumbarse en la cama analizando lo que había vivido ese día, se sentía asqueado justo como la primera vez que había estado con el contrario. Pasó una hora antes de escuchar la puerta abrirse y la voz de si pareja mencionado su llegada.

—¿Estuviste todo el día acostado? — Preguntó el rubio y como respuesta, Nightmare  tapó su cabeza. El contrario suspiró— Haré la cena... Te llamo cuando esté lista — Declaró pero nuevamente no obtuvo respuesta.

Una vez estaban ambos comiendo, Nightmare no había probado nada de su comida y eso preocupo mucho al rubio.

—¿No te gusta?

— Vámonos... — Habló, ya después de cuatro horas.

— ¿Que?

— Vámonos, de aquí, mudémonos...

— Pero aquí estamos bien... La renta de este lugar no es tan cara y está en una buena zona.

— ¡Vámonos de aquí!

—Pero, ¿Porqué? — El de cabello negro se quedó callado ante la pregunta, era fácil decirle que aquel hombre había regresado, era su vecino y estaba protegido por la policía o eso es lo que pensó por lo dicho por Springtrap. Conocía demasiado a Fredbear como para saber que haría un alboroto, que iría a enfrentarlo y eso los dejaría mal parado a los dos.

—No tengo hambre — Retiró su plato y se levantó de la silla para ir a su cuarto.

El rubio suspiro cansado, colocando sus dos manos en su rostro antes de mirar hacia donde se había ido su pareja, intentaba entenderlo, lo habían violado pero estaba muy distante y eso le dolía, no quería renunciar, el contrario no se lo merecía pero cada vez era más difícil seguir adelante en su relación.

Se levantó de la silla para ir directamente hacia la habitación donde había ido Nightmare viéndolo acostado en la cama antes de sentarse a su lado y colocar su mano en ese bulto que solo se veía a causa de las mantas.

—Estaba pensando... ¿Y si vamos a terapia? — Preguntó con la esperanza de que el pelinegro respondiera, tan sólo vio esos ojos rojos descubriéndose por las cobijas, al notar su atención se atrevió a continuar — Ambos... quiero ayudarte Nightmare y no estoy seguro si hasta ahora lo he hecho bien, te ayudaría a superarlo y a mi hacer lo correcto.

Se incorporó de la cama mirando a su pareja, realmente se esforzaba en entenderlo, en ayudarlo pero lo que había pasado y lo que le ocurrió esa tarde había sido demasiado y quizás había descargado toda su frustración en el pelinegro.

—Quizás nos ayudaría a ambos — Sabía que no pasaría nada, que no aliviaría su dolor pero al final tampoco quería afectar a su pareja como lo había hecho hasta esos momentos.

Fredbear siempre había sido más sentimental que él y se notó al momento de abrazarlo, no lo rechazó simplemente palmó su espalda intentando decirle con ese acto de que todo estaría bien, o al menos para él.

...

Vincent suspiró cansado abriendo la puerta y cerrándola una vez entro, dejando sus llaves a un lado para después dejarse caer en el sofá en donde había dormido Springtrap. Al ver hacia la cocina notó como este salía del lugar con un vaso que humeaba, teniendo un líquido caliente que soplaba lentamente.

—Detective — El nombrado frunció el ceño antes de desviar la mirada —¿Mal día?

—Es difícil el trabajo y aparte hacer otro voluntariamente, teniendo como consecuencia mantener a un hombre que no trabaja.

—Si me dejas salir puedo ayudarte — Dejó el vaso justo encima de la mesita en medio de la sala, abrazando al detective como si fura su pareja.

—Claro que no —habló separándose de Springtrap.

—Pensé que ya teníamos confianza, detective.

—Pues pensaste mal — Habló quedándose en la otra orilla del sofá, manteniendo sus brazos cruzados mientras miraba la televisión a la par que el de cabello largo tomaba su taza de café, disfrutando también del programa...

...

Era impresionante la cantidad de detalles que guardaba en su memoria, ya había pasado tres meses desde que juró visitar al pelinegro cada martes, se divertían, disfrutaban de su compañía y a esas alturas no había logrado aburrirse. Claro que tenía la primera vez siempre presente, notando el cambio en Nightmare.

—¿Qué paso? — Preguntó Vincent una vez entró al cuarto de lavado, Springtrap se mantenía sólo en bóxer, algo que a ninguno de los dos incomodaba.

—Me vomito tu vecino — Encogió sus hombros desinteresado, le había dicho la verdad, Nightmare lo había vomitado de repente, además, pesaba más de lo que recordaba.

—¿Cómo pasó eso?

—Vino a pedirme algo, no recuerdo el qué, ahí sintió mareo y vomitó — No era exactamente eso pero sí una parte.

No muy interesado por el tema nada más asintió y se marchó de esa pequeña habitación dejando a Springtrap solo.

—Nightmare, Nightmare... — Sonrió de manera cínica—¿Qué me estás ocultando?

Continuará...

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