Narra Dipper

No sé como todo se volvió tan caótico al punto en que Tío Ford en un ataque de ira o que se yo tiró la daga hacia nosotros, yo me interpuse para que no tocara a Bill ¿En qué termino? Sentí un profundo dolor en mi abdomen debido a la daga que estaba enterrada hasta el mango. Caí con rudeza al suelo escuchando el grito de mi hermana de fondo. 

Narra Bill

Cuando vi a Pinetree caer al suelo con una daga que iba dirigida a mi clavada en el abdomen algo dentro de mi se removió con fuerza, una mezcla de furia y temor se apoderaron de mi pecho. Sentí pánico al ver como sus prendas se teñían de sangre, miré con furia a Fordsy, pero no es momento de hacerlo sufrir. 

Arriesgándome a todo me agache frente a Pinetree y dejé suavemente su cabeza apoyada en mis piernas. Me da pavor verlo medio muerto tan cerca, no permitiré que muera. Chasquee los dedos poniendo a Shooting Star cerca de nosotros.

-Lo salvaré, pero tú debes sostenerlo, no dejes que se duerma y trata de hacer que respire 

Ella asintió con lágrimas rodando por sus mejillas. Dejé a Pinetree apoyado en su hermana con sumo cuidado. Al ver la daga en su abdomen obviamente para sacarla tendré que tocarla, iba a empezar con todo esto, pero repentinamente sentí un golpe en mi espalda. 

Furioso de ver a Ford tratando de volver a golpearme, envolví su cuerpo con magia y lo estampe con rudeza contra el suelo unas cuantas veces para que no se moviera y me aseguré de que quedara lo más lejos nuestro posible, necesito concentrarme si voy a curar una herida de este calibre. 

-No molestes basura -Lo miré con ira.

Volví a poner mi atención en Pinetree, tome aire y acerqué mi mano izquierda para tomar la maldita daga. El solo contacto con mi piel me quemaba solté quejidos de dolor, pero no podía sacarla rápido o le haría daño.

Cuando por fin saque por completo la daga de su abdomen la tire al suelo y rasgue parte de mi playera y cubrí mi herida al tiempo que sacaba la sangre mía de aquella daga, más vale prevenir que lamentar. 

-No importa que pase, no dejes que se mueva Shooting Star.

Levanté su playera con rapidez vi que estaba perdiendo demasiada sangre. Coloqué mi mano sana en la herida y ejercí un poco de presión, cerré mis ojos concentrándome en la magia de curación y sanar cada herida que provoco la daga.

-¡¡¡AAAH!!! -Gritó de dolor.

Pinetree empezó a gritar de dolor y removerse, Shooting Star hacía todo lo que podía para sostenerlo e impedir movimiento. Con cada segundo que pasaba y mientras más lo curaba me sentía cansado no por la misma magia, sino por mi contacto con la daga. Sin embargo, eso no me detendría, voy a salvar su vida, aunque le cause dolor.

Fueron unos cuantos minutos y por fin pude terminar de curar su herida, mi trabajo fue perfecto que logré que no dejara ni una sola cicatriz. Mire mi mano Izquierda y empecé a curar la quemadura de la daga, cuando lo logré apoye mi mano en el suelo dando un suspiro de alivio. Salve a Pinetree. 

-¡¡AHG!!! -Grité de dolor.

El malnacido de Ford me enterró la daga en mi mano al punto de atravesarla y que el filo se enterrara en la madera. Olvidé por completo que ese idiota seguía consciente al solo enfocarme en sanar a Pinetree. Miré mi mano soltando quejidos la saque con fuerza cortando parte de mi palma derecha, estaba viendo el dorso y la herida más grave era de mi mano izquierda, si no hacía algo iba a perder la extremidad entera. 

Trate en lo que más pude y con todas mis fuerzas curar la herida con mi mano derecha, me daba igual que estuviera quemada por la daga, mi prioridad es cerrar la herida. El problema fue que empecé a ver borroso, mi cabeza no hacia más que girar y girar, me sentía tan cansado.

No sé en el estado en el que quedó mi herida, pero me sentía tan cansado que dormir un poco me hará bien. Caí a un lado viendo la imagen de Pinetree en brazos de su hermana, sonreí al ver que abrió sus hermosos ojos chocolate, un suave murmullo con mi nombre fue lo último que escuché antes de que todo se volviera negro. 

Narra Dipper

Casi me da algo cuando veo a Bill caer a mi lado, lo último que recuerdo...inspeccione con rapidez mi abdomen y la daga ya no esta. Me había salvado la vida. 

Tomé la daga que estaba en el suelo con sangre, la envolví en un pañuelo. Me levanté con rapidez y me interpuse entre Bill y Tío Ford para evitar que lo golpeara estando inconsciente en el suelo. 

-¡¿Qué haces?!

-¡Casi me matas y Bill fue quien me salvo! ¡¿Aún quieres matarlo!? -tomé aire tratando de calmarme- Tío olvida el pasado y dale una oportunidad, como yo lo hice.

-¡Jamás!

-Si insistes.

Sonreí orgulloso de que mi Tío Stan golpeara tan fuerte a Ford en la nuca que lo noqueo. Le agradecí con la mirada y me agache a un lado de Bill, sentí pánico cuando no le sentí el pulso, pero me relaje al ver que estaba respirando ¡Sigue con vida! 

Busqué algún rastro de lo que pudo hacer Ford y me sorprendí al ver que de su mano derecha salía sangre, la moví un poco y pude ver una cortada que atravesaba en diagonal toda su palma. Rompí mi playera y envolví su herida, busqué otra y tenia dos pequeñas cortadas a medio sanar con piel quemada de la mano izquierda. Tal vez no sea tan grave. 

Me levanté y recibí un fuerte abrazo de Mabel el cual correspondí con la misma fuerza.

-Pensé que te perdería.

-Pero no paso gracias a Bill.

Me separé y vi sangre cerca del cuerpo de Bill, por lo que sé la sangre de demonio sirve para muchas cosas según mi tío Ford y no dejare que la utilice. Por lo que con ayuda de Mabel y Stan limpiamos todo rastro de sangre y lavamos la daga. Cuando terminamos mire a Bill aún tirado en el piso para luego ver a Ford noqueado. 

-¿Por qué lo defendiste tío Stan? 

-Es diferente a como lo conocimos, así que ayudaré a que cerebrito no se le acerque.

-Gracias tío Stan 

Entre tío Stan y yo llevamos a Bill a la habitación y lo recostamos en la cama. Ellos se fueron a cuidar que tío Ford no despierte y venga a hacer algún tipo de desastre, aprovechando escondí la daga en mi armario entre las tablas para prevenir. Me sobresalte cuando al girarme vi a Will mirando exaltado a su hermano.

-¿Él esta bien? -Me miro con lagrimas en sus ojos.

-Me salvo la vida.

Le empecé a relatar lo que había pasado con anterioridad y por lo que supe de Mabel que Bill fue lastimado por la daga. Claramente Will se exaltó más con la noticia y paseo sus manos por el cuerpo de Bill o a centímetros de este, estuvo así un tiempo. 

- Esta vivo, pero no por mucho.

-¿Qué?

-Ese tipo de daga que describes son muy peligrosas para nuestra especie, sino sacamos el rastro de ella del cuerpo de Bill morirá.

-En-entonces sálvalo -Miré afligido a Bill, no quiero que muera.

-Yo no puedo.

-¿Y quien si? 

-Un ángel.

-¡Busquemos uno! 

-La gran mayoría de ellos lo odia, solo conozco a uno que estaría dispuesto a curarlo.

Will envolvió a Bill con su magia y luego me cargo, no entiendo por qué. Sin embargo, no tuve tiempo de preguntar cuando aparecimos en un lugar completamente diferente, era claro y todo era blanco con nubes alrededor eso sin contar todos los seres alados que volaban por sobre nuestra cabeza. Es impresionante.

Will no dejaba de temblar y lo notaba porque me estaba cargando, tal parece que les tiene bastante miedo a los ángeles.

-¡¿Qué rayos haces aquí demonio?!

Miré hacia arriba y a unos metros en el cielo se acercó un ángel de preciosas alas blancas de plumas, su cabello blanco es largo y sus ojos son celestes, usaba unos pantalones de tela negra y una especie de túnica gris con detalles dorados. Es bastante atractivo.

 (Imagen de referencia) (Créditos) 

-Ayúdalo por favor.

-Me niego a ayudar al maldito Bill, solo sabe esparcir desastre por donde va y yo...

-Señor ángel -Lo interrumpí mirándolo sin miedo o eso quería demostrar.

-¿Qué quieres humano? 

-Por favor, sálvalo, él se sacrifico por mi.

-¿Eres Dipper Pines? -Me analizó más profundamente 

-Sí.

-Fuiste quien lo derroto, bien ayudare, pero si él hace algún desastre aquí - Me miró amenazante- tú morirás primero.

-Hecho.

Lo vi acercarse a Bill y agacharse a su lado cerrando sus ojos, me sorprendí de ver que una luz blanca cubrir a ambos. Segundos después sacó un pequeño pedazo de la daga de su mano Izquierda que al solo hecho de tocar el suelo de nubes se desintegro. Sentí alivio de ver que tras eso la herida se sano dejando dos cicatrices muy finas una en el dorso y otra en la palma de la mano izquierda. 

Cuando lo logró empezó a curar sus quemaduras que seguramente ocasiono tocar la daga, en estas no dejo ninguna cicatriz. Sin embargo, cuando curó la cortada diagonal de la palma derecha dejo una cicatriz de unos cinco centímetros de largo fina como una línea. 

-Su cuerpo humano es fuerte, pero no tanto como para soportar esa daga y se debilito mucho al curarte -Nos miró- conozco al loco de Bill nunca se sacrifica por uno de tu especie te dejaría morir y debió hacerlo.

-¿Por qué? -pregunté ofendido y algo molesto.

-Porque yo sentiría tu dolor por 100 al hacerlo -tosió.

Me giré a ver a Bill al escuchar su voz. Sonreí al verlo sentado en el piso de nube mirándome con una pequeña sonrisa. No lo dude ni por un segundo en saltar de los brazos de Will y caer sobre el cuerpo de este desgraciado. Will no tardo en unírsenos. 

-¡Maldito desquiciado! ¡¿Por qué rayos lo hiciste?! -grité golpeando su pecho entre enojado y feliz.

-Algún día te lo diré -Abrazó a Will que lágrimas caían de sus ojos.

-No es justo -Me quejé, pero no recibí su atención, él miraba serio al ángel.

-Bill.

-Camilo.

-No hagas nada imprudente, eres uno contra cientos -Lo miró casi colérico.

-Sabes que igual puedo ganar, pero por ahora ¿Tregua?

-Por ahora.

Cuando él se retiró Will nos regreso a nuestra habitación, se despidió con un fuerte abrazo y nos dejo solos. En ese momento Bill se dejó caer en la cama suspirando agotado. Me acerque a él preocupado.  

-¿Estas bien? 

-Solo estoy algo cansado, no te preocupes Pinetree.

-¿Por qué me salvaste? Cómo dijo Camilo, debiste...

-Pero te salve ¿De qué te quejas? Deberías estar feliz. 

Bill se levantó lentamente hasta que logró sentarse, lo mire extrañado de que saliera de la cama ¿Qué rayos planea? 

-Ya es tarde, debes dormir y descansar.

Tomé su brazo antes de que siguiera caminando, no iba a permitir que durmiera en el estado en el que esta en el escritorio. Bill me miró extrañado.

-¿Qué pasa?

-Duerme en mi cama -Desvié la mirada cuando sentí un calor en mis mejillas. 

-Pinetree no es necesario, estoy bien.

-Estas cansado sin contar todo lo que hiciste hoy por mí y las heridas que ganaste.

-Si duermo en tu cama ¿Dónde lo harás tu? 

Antes de que pudiera formular una respuesta el sonido de la lluvia llamó mi atención y la de Bill, pero me sobresalte cuando solo unos segundos viendo hacía afuera se tomó la cabeza con una mano. 

-¿Bill estás bien? -Lo miré preocupado 

-De maravilla -me sonrió, pero siento que algo anda mal.

Narra Bill

No podía creer que pudiera recordar sus muertes otra vez, ver a Pinetree me produce una sensación de vacío e incomodidad algo parecido a un profundo dolor. No lo entiendo, si lo tengo aquí frente a mí sano y salvo. 

Creo que necesito descansar, nos cambié de ropa y me recosté en la cama. Él no tardo en recostarse a mi lado mirándome fijamente. 

-¿Sucede algo? 

-No.

Asegurándome de no más preguntas toqué suavemente su frente y no tardo en caer dormido, lo recosté y tapé, pero antes de acomodarme para darle la espalda él me abrazo por el pecho el cual lo tengo descubierto, solo me coloqué un short de todas formas. 

Su tacto es muy cálido, correspondí a su abrazo mirando el techo confundido. No entiendo estas sensaciones y emociones extrañas que tengo junto a Pinetree, la manera en que me afecta su muerte, como lo protegí de mi hermano. No dude en salvarlo y soportar su dolor por 100, no hubiera sido así si fuera una herida normal y yo lo sabía aún así salvé su vida. 

Agité mi cabeza alejando esos pensamientos, apegué a Pinetree más a mi cuerpo para cerrar mis ojos y tratar de buscar descanso en los sueños. 

>...<

Abrí lentamente los ojos al sentir movimiento, vi mi entorno, Shooting Star estaba de pie a mi lado, aún siento el cuerpo de Pinetree apegado al mío y escucho la lluvia chocar contra la ventana. Entre todo eso sigo cansado, pero me siento mucho mejor que hace unas horas. 

-¿Qué sucede Shooting Star? -La miré confundido y somnoliento. 

-Tío Ford quiere verte.

-¿Para qué? -Y ahí se va mi buena mañana.

-Quiere ver tus memorias desde que llegaste.

-No -bufe molesto.

-¿Por qué? 

Antes de responderle me levanté lentamente evitando despertar a Pinetree, cuando lo logré salí de la cama y lo primero que hice fue ponerme un suéter negro sin dibujo con capucha, algo sencillo y cómodo junto con un pantalón simple y negro. 

-Desde que llegué le he contado algunas cosas a Pinetree que no quiero que él sepa ¿Entiendes?

-Sí -Me miró sorprendida.

-Si vas con él dile que no quiero, no le digas mi motivo .

-¡No le diré nada! 

Antes de bajar con ella, no quería quedarme en la habitación. Me acerqué a Pinetree toqué su frente con mi dedo índice envuelto en mis llamas azules. Antes de hacerlo él hacía muecas y se movía de vez en cuando, ahora esta tranquilo y su expresión se relajo. 

-¿Qué hiciste?

-Soy el demonio de los sueños y la mente -Me giré a verla- Por lo que entra en mi campo los sueños y pesadillas los cuales puedo controlar, cambiar y proporcionar a voluntad

-¡Eso es genial! -Le brillaron los ojos! -¿Le diste un sueño a Dip Dop? 

-Sí y no voy a responder a tus preguntas.

Pasé a su lado para bajar las escaleras con ella siguiéndome el paso con un puchero, quería preguntarme porque salvé a su hermano y pues ni yo tengo esa respuesta. Vi a Shooting Star irse donde supongo esta Ford, yo aprovechando que seguía lloviendo me fui a la sala y me senté en el marco de una de las ventanas. 

Ver como las gotas chocaban contra la ventana, me relaja y aún más su sonido. Cerré mis ojos y fue mi error, pude ver con claridad las muertes que me han seguido por este último tiempo. Sus muertes pasaron por mi mente, sin embargo, cuando iba a empezar a ver la de Pinetree abrí los ojos. No quiero verlo.

Me coloqué la capucha del gorro secando mis mejillas húmedas. De verdad no entiendo porque me causa esto ver la muerte de Pinetree como un dolor...que no es satisfactorio. 

-Si pudiera entender...-susurré mirando la lluvia caer, apoyándome en el cristal. 

Todo me resultaría más fácil si ese humano no me hubiera cambiado a esta forma, no me tendría que acostumbrar a ser humano, no me quedaría en este lugar y no estaría sintiendo algo que no conozco que es cálido y a la vez doloroso, todo provocado por Pinetree ¿Por qué?

Es tan extraño querer protegerlo, que este bien y que su muerte me afecte tanto que no es normal. Quiero respuestas y sé que nadie puede dármelas. 

El rumbo de mis pensamientos se vio interrumpido cuando mi brazo derecho fue jalado, me voltee encontrándome con la mirada de odio de Fordsy. 

-¿Necesitas algo cerebrito? 

-¿Por qué no quieres que vea tu mente? 

-¿Por qué yo debería mostrártela? -Rodee los ojos.

-Tienes miedo de que vea tus verdaderas intenciones aquí, con mi sobrino, seguramente después nos...

-Ya cállate, que tu estés tan asustado de tenerme aquí de forma física con todos mis poderes te pone los pelos de punta ¿No es así? -Le sonreí burlón.

-Tú solo quieres matarnos.

-Eres un paranoico -Miré de nuevo por la ventana- Digas lo que digas no iré a que eches un ojo en mi mente.

-Miedoso.

-Ve a matar algo o has una investigación, solo déjame tranquilo. 

Él se fue frustrado, yo solo me acomodé mejor en la ventana pensando en porque no tengo esas ganas de matar a su familia y al pueblo entero, era extraño sentir comodidad aquí, me siento tranquilo. 

La cual no duro mucho cuando dos ángeles estaban fuera del campo, esto es muy extraño, podía escuchar sus pensamientos con mi nombre y que saliera para pelear con ellos, sin embargo, me da pereza. 

Me levanté arreglando las goteras de la cabaña para acomodarme en el sillón, luego de responderles mentalmente que se fueran a joder a otro lado me recosté en el sillón de la sala dispuesto a dormir otro poco. 

Aunque sentía curiosidad de quién les había dicho que me encontraba en este lugar, en especial cuando no hace mucho los del consejo perdieron mi rastro, lo más seguro es que se rindieron después de todo lo que hice no fue tan grave. 

Continuara