Capítulo 35

Narrador

Una nueva mañana en una casa en particular y en una habitación en específico dos chicos dormían juntos una vez más. Se diría que ambos duermen pacíficamente, pero uno de los dos se removía en su lugar soltando suaves quejidos con el ceño fruncido y una pequeña capa de sudor cubriendo su cuerpo.

Luego de unos cuantos quejidos más, uno de los chicos se sentó como resorte en la cama con la respiración agitada y el cuerpo temblando notablemente, una mirada asustada y dolorosa recorrió sus ojos dorados. Pasó su mano por su frente tratando de controlar su acelerada respiración y sus rápidos y dolorosos latidos.

Desde que había estado conviviendo con su Agapē Bill no había vuelto a soñar con su muerte, hasta ahora. El rubio no dejaba de temblar con un dolor permanente en su pecho, cada fibra de su cuerpo dolía por las imagines que pasaban por su mente recordándole su mayor miedo y el motivo por el cual se alejó de Dipper por cuatro años.

Se estremeció al verlo morir soltando un quejido, asustado buscó al castaño rogando que estuviera bien. Un tembloroso suspiro de alivio abandonó su boca al ver a su tierno humano acostado a su lado durmiendo tranquilamente sin nada que pudiera perturbarlo.

-No puede pasarme esto de nuevo -Se quejó pasando su mano por su cabello.

Bill no dejaba de ver esas horribles imagines de la muerte de su Agapē, lo que puede pasar si alguno del consejo o los demonios más fieles a Lucifer le avisan a su jefe lo que encontró. Luchó para alejar esas imágenes de su mente, pero volvieron con el doble de fuerza recordándole su dolorosa realidad.

Miró de reojo a Dipper, un sutil pensamiento asaltó su mente sobre sellarle su memoria y dejar atrás todas las hermosas vivencias que ha compartido con el castaño desde que se volvieron a encontrar. Sintió una fuerte presión en su pecho y un dolor recorrió todo su cuerpo acompañado de un frío arrasador. Es claro que todo su ser no está de acuerdo con esa idea.

Bill sabe que no puede sellarle tantos recuerdos se derrumbaría solo de ver que Dipper no lo recuerda, ya es difícil su situación actual y no quiere ni imaginar lo que puede pasarle si decide seguir esa idea. Sacudió su cabeza alejando esos pensamientos para levantarse de la cama mirando de reojo y sutilmente la puerta de color azul.

El demonio se transportó al otro lado de la habitación alejándose rápidamente de la puerta al sentir un dolor más notable, como su cuerpo se estremeció de solo pensar reemplazar el dolor emocional por el físico. Trató con fuerza de descartar la idea, se había prometido no volver a hacerlo.

-Cálmate, respira, so-solo fue un su-sueño -Se dijo a sí mismo respirando agitado.

Él más que nadie sabe que sus sueños pueden convertirse en visiones de muerte, no tardó en tomarse la cabeza soltando un quejido cuando su don de visión futura se presentó dándole una punzada de dolor en su cabeza

-¿Por qué no te estabilizas? -Gruñó enojado para luego soltar un quejido.

El cuerpo de Bill se sacudió con fuerza cuando su mente le mostró las diferentes muertes de su lindo Agapē, era un vil engaño, sabe que él está bien, pero eso no quita el miedo a que algo como eso pueda ocurrirle por su culpa.

Bill se apoyó en el ventanal dejándose caer hasta el suelo tratando de controlar las punzadas de dolor que siente, ese sofocante dolor y el frío que calaba su pecho, sintiendo su corazón latir con fuerza como si estuviera recordándole lo cerca que estaba de Dipper.

¿Bill? ¿Estas bien? -Se acercó su conejito.

-N-no -Susurró ocultando su rostro en sus brazos y piernas las cuales apegó a su pecho.

¿Soñaste con...?

-S-sí -Lo interrumpió temblando con fuerza.

¿Por qué estás aquí? Tu Agapē...

-No, no quiero. -Negó moviendo la cabeza de un lado a otro.

Lo necesitas.

-Ya me vio a-así una vez, no qu-quiero que lo haga de nuevo.

Bill detesta verse tan débil frente a Dipper, no quiere que él lo vea en este estado tan destrozado. Por eso trató de calmarse repitiéndose una y otra vez que él estaba bien, que sigue vivo y seguro.

No obstante, las imágenes que pasaban por su mente no ayudaban en lo más mínimo y el dolor creciente tampoco. Se estaba aferrando a su posición para no ir a cierta habitación, sabe que solo verla querrá sacar lo que siente, pero se negaba a preocupar a su Agapē de esa manera.

Сосна viendo que su amo estaba sufriendo demasiado dejó una suave caricia en su pierna con su cabecita para luego saltar hacia la cama, luego de unos cuantos intentos pudo subir para caminar hacia el rostro del castaño, empezó a moverlo insistentemente viendo de reojo a Bill quien iba de mal a peor cuando su cabello antes rubio paso a ser celeste, no quería ni imaginarse de que color estarían sus ojos.

Bill por su parte, sofocado y ahogado se levantó con el cuerpo tembloroso y movió apenas su ventana para salir al balcón, sintió el aire en su rostro dando una bocanada de aire, pero la agradable brisa no hizo nada por él. Caminó hacia una de las sillas y se sentó tratando de respirar, trataba de cancelar las imágenes, pero en su estado actual controlar sus dones y soportar sus propios sentimientos se le estaba haciendo más difícil de lo que pensó.

(Para los que no se acordaban este es el balcón) (Créditos)

El conejito desesperado por lo que podría sentir el demonio movió con mucha más fuerza al castaño, este desorientado se sentó y miró adormilado al animalito, pero ni siquiera pudo concentrarse en eso cuando un dolor se posó con fuerza en su pecho, eso no era suyo. Exaltado por la intensidad buscó con la mirada a Bill espantándose al no verlo por la habitación.

-¿Dónde está? -Miró agitado a Сосна.

El conejito ni lo dudo cuando saltó de la cama al suelo yendo directamente al ventanal que daba al balcón. Dipper se levantó caminando apresurado hacia allá. Cuando corrió las cortinas se encontró con el demonio sentado tranquilamente leyendo, frunció el ceño y de inmediato tocó su pecho, la imagen que ve ahora no coincide con los sentimientos que siente y que sabe son de Bill.

Dipper bajó la mirada hacia el conejito, con la penetrante mirada del humano supo identificar su pregunta ¿Es una ilusión? Eso es lo que gritaban sus ojos, ante eso el animalito asintió retrocediendo hacia la habitación moviendo su patita apuntando al rubio indicándole que fuera con él.

El castaño no tardó en acercarse llamando la atención de Bill, este estaba peleando aún con lo que estaba sintiendo, las diferentes visiones que tuvo a lo largo de los años lo atormentaban, pero no quiere mostrarle a Dipper lo deshecho que esta. Debido a lo anterior es que le mostró una ilusión, tratando en lo que se puede mantenerla.

-Buenos días, Pinetree -Saludó tan normal como pudo peleando para que su voz no temblara.

Dipper frunció el ceño, no puede ser que vea a Bill sonriéndole y dejando el libro a un lado cuando no coincide para nada con lo que está sintiendo del rubio. Al acercarse más pudo sentir una ansiedad no propia indicándole que su demonio estaba peleando con la necesidad de tenerlo cerca mucho más fuerte que las otras veces que lo sintió.

Cuando Dipper se acercó lo suficiente para estar frente a Bill apoyó una de sus manos en la pared, que sirve como baranda, y su otra mano la dejó en el hombro del demonio sintiendo de inmediato como su cuerpo tembló, fueron solo unos pocos segundos, pero eso le aseguró que el rubio no estaba bien.

-Eres un mentiroso -Lo miró enojado.

-¿Qué? -Vio a la ilusión fruncir el ceño, pero con su mano tocando su hombro lo sintió temblar.

-¿Qué te dije ayer? -Se acercó a su rostro.

-No tiene nada que ver -Se defendió, pero no había dejado de temblar.

-Sé lo que estás haciendo, sácalo. -Miró fijamente al rubio dejando unas pocas caricias en su hombro eso provocó que su cuerpo temblara con más fuerza.

-No sé a qué te refieres.

-Es una ilusión -Aseguró mirándolo con intensidad- Puedo sentir como estas temblando, pero no puedo verlo.

-Creo que sigues dormido Pinetree. -Se medio burló.

-Bill -Suspiró tratando de calmarse, le enojaba que le mintiera justo en la cara cuando puede sentir lo mal que esta- Te duele, estas sufriendo mucho justo ahora ¿Por qué no me dejas ayudarte?

-Estoy bien. -Sonrió.

Dipper bufó, recorrió con su mano el brazo de Bill hasta que llegó a su mano y en todo ese recorrido el cuerpo del rubio no hizo más que temblar. Lo dejó de lado por un momento para tomar su mano y jalar con fuerza provocando que se levantara.

-¿Qué estas-?

-Ven -Trató de guiarlo a la habitación.

-No.

Dipper se sorprendió de que Bill pusiera tal resistencia en entrar a la habitación, fue que recordó que donde durmieron tan tranquilamente también existe un lugar el cual se ocupó durante cuatro largos años para sacar todo el dolor del demonio. Frunció el ceño al entender lo que le está pasando al rubio y porque se encuentra en el balcón.

-Si dices que estas bien ¿Por qué no me sigues? -Lo miró serio.

-Me gusta estar aquí.

-Bueno si quieres estar aquí, yo iré a cierta habitación de puerta azul.

Bill amplió sus ojos al escucharlo decir esas palabras y no solo eso, se estaba alejando de él. La poca paz que sintió se fue al diablo, aunque infiere que lo hace solo para forzarlo a cooperar, no puede soportar que su Agapē este en esa habitación cuando el mismo se retiene a acercarse.

Dipper se sobresaltó cuando el rubio tomó su mano y jaló con fuerza provocando que quede pegado a su cuerpo, sintió angustiado al rubio temblar de pies a cabeza, pudo escuchar más claramente su respiración irregular y al estar en su pecho pudo escuchar los acelerados latidos de su corazón.

-¿Bill?

-¿Por qué no solo me dejas ser? -Se quejó aferrándose a su cuerpo.

-Porque no te dejaré sufriendo solo -Lo abrazó pasando sus brazos por su espalda- ¿Hace cuanto estas así?

-Por lo menos una media hora -Murmuró bajo.

-¿Y ni siquiera se te ocurrió despertarme? -Lo regañó sintiendo su cuerpo temblar.

-No quería. -Susurró bajo, Dipper tuvo que esforzarse para escucharlo.

-Vamos adentro. -Trató de separarse.

Bill puso cierta resistencia, pero lo dejó ir, Dipper antes de llevarlo adentro miró fijamente al demonio quien aún mantiene la ilusión viéndose serio, pero sabe que no es así.

-Sácala.

-No.

-Bill sácala -Se acercó un poco- Quiero ver como en realidad estas.

-Ya lo sabes ¿Para qué quieres...?

-Por favor.

Bill miró esos ojos chocolate viéndolo con determinación y seriedad, a regañadientes subió su mano libre y chasqueo los dedos suavemente. Dipper vio que la ilusión se deshizo lentamente, se tensó cuando vio los ojos del demonio estar tan celestes que faltaba muy poco para que fueran blancos, no así su cabello que mantuvo un celeste muy claro.

Mientras que su cuerpo no dejaba de temblar y cada tanto lo vio fruncir el ceño con una mueca de dolor.

Dipper se acercó un paso para levantar su mano dejando una suave caricia en su mejilla, Bill cerró sus ojos disfrutando del toque. El castaño tomó su mano y lentamente lo guio a la habitación, noto cierta resistencia al principio, pero lo consiguió luego de varios pasos llevándolo a la cama. Durante el camino lo sintió temblar bastante y los sentimientos que siente de él iban de subida y bajada constantemente.

El castaño vio al rubio sentarse donde antes él estaba recostado dándole la espalda a la puerta de color azul asegurándole con esa acción que siente una leve tentación a ir en su dirección cuando se negó en todo el camino a verla manteniendo sus ojos siempre en el suelo.

-¿Puedo saber que provocó que estés así?

-No -Negó de inmediato.

-Bien ¿Qué puedo hacer para ayudarte?

Bill bajo la mirada alejando esas imágenes de su mente, sabe que necesita para poder calmarse y que el dolor junto con el frío bajase su intensidad, por eso estiró sus brazos rodeando la cintura del castaño para abrazarlo apegándose a su cuerpo. Al Dipper estar de pie la cabeza del rubio quedo en su abdomen muy cerca de su pecho, el demonio no tardó en cerrar sus ojos dando respiraciones lentas.

-¿Estas bien? -Murmuró el rubio apenas audible.

-Eso debería preguntarlo yo -Lo abrazó buscando su mirada.

-Solo responde ¿Lo estas?

-Sí, estoy bien.

Dipper se impresionó de que Bill se relajara visiblemente apenas escuchar esas 3 palabras de su parte, frunció el ceño confundido. Sin embargo, no hizo ninguna pregunta referente al tema, sino que con un sonrojo en sus mejillas por lo que haría.

Bill se sobresaltó cuando Dipper puso una pierna a un lado de la suya, intuyó lo que haría y lo ayudó a sentarse en su regazo, ahogó un jadeo sorprendido cuando su lindo Agapē rodeo con sus piernas su cintura apegándose mucho más a su cuerpo. Todo el movimiento concluyó con el castaño abrazándolo tanto con piernas como con brazos dejando el espacio totalmente nulo entre ellos.

-¿Por qué? -Susurró estremeciéndose un poco.

-Qu-querías que es-estuviera ce-cerca ¿No? -Murmuró muy bajo sintiendo su rostro arder.

-Sí, pero...

-P-pu-puede que es-esto te a-ayude.

Bill sonrió leve sin cuestionar y lo abrazó mucho más muy contento de tenerlo tan cerca y sobre su cuerpo. Las sensaciones que antes lo abrumaban se calmaron poco a poco siéndole más fácil respirar, sus latidos empezaron a tranquilizarse y la necesidad se esfumó de su cuerpo al igual que las imágenes que atormentaban su mente.

Dipper se sorprendió cuando el cuerpo del demonio se relajó por completo, dejó de temblar y ya no estaba tan tenso. Sonrió muy feliz de haber conseguido que Bill pudiera calmarse y que el dolor constante que sentía en su pecho se haya ido tan rápido como empezó a abrazarlo.

-¿Estas mejor?

-Sí, gracias Pinetree -Frotó un poco su mejilla en su hombro.

-Eres muy terco -Lo regañó acariciando su cabello- ¿Qué te dije ayer?

-Lo siento -Susurró bajo dejando escapar un suave suspiro ante el aumento de las caricias en su cabello.

-¿Te gusta? -Se atrevió a preguntar sonrojado.

-Sí~

Dipper se sorprendió mucho, creyó haber escuchado al rubio ronronear por un segundo, lo miró curioso para seguir con las suaves caricias en sus ahora rubios cabellos, enterraba sus dedos, hacía círculos y repetía la acción sintiendo al demonio deshacerse con sus caricias.

El castaño sonrió alegre de que Bill fuera honesto con lo siente, mostrándose muy feliz y cómodo con la posición y las caricias, definitivamente estar con su demonio en su casa fue la mejor decisión de su vida.

Podría conocer al verdadero Bill Cipher, jamás volvería a creer en la palabra de su tío referente al demonio, y quien sabe, tal vez pueda querer de la misma forma en que el rubio lo quiere, poder recuperar sus recuerdos y su conexión.

Pelearía por recuperar sus recuerdos y permanecer a su lado.

Continuará.

Hola gente!

Por lo que yo tengo entendido, publiqué en la madrugada, pero para mi fue viernes de ahí el motivo de esta publicación de día Sábado ¿Ok? Ok.

En fin, espero que les haya gustado este capítulo, agradezco los comentarios del anterior y que este maratón les guste tanto como a mi.

Disfruten su fin de semana y nos veremos mañana con otro capítulo. Cuídense y tomen agüita.

Bye bye 💕✌

Maratón 2/9

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