Capítulo 16

Narrador

Ambos afuera de la cocina estaban por comenzar el tour. Bill cerca de la sala miraba a todos lados tratando de recordar donde estaba cada cosa en su casa/mansión.

No conocía o recordaba mucho sobre las habitaciones y lugares que tiene en su hogar, eso debido a que no suele recorrer su casa. El demonio solo iba del baño a su habitación y rara vez a la cocina.

-Esta es la sala, allá -apunta la puerta reforzada- Esta el sótano, te aconsejo que no bajes

-Después de ver como saliste de allá abajo no pienso ni acercarme a la puerta

-Por allá -apuntó una cortina blanca donde debería ir una puerta- Detrás de la cortina esta el comedor. Al fondo del pasillo esta la habitación que solía ocupar Will antes de mudarse con su pareja -menciono decaído, sentía envidia de su hermano

-¿Qué más?

-No hay mucho que ver en esta planta, lo que si es que al lado del sótano esta el baño de -Se giró a ver al castaño- Es mejor que vayamos arriba

-No recuerdas lo que hay en las demás habitaciones ¿verdad?

-Sí, por eso subamos

Bill se giró y caminó a las escaleras, luego subió otro tramo hacia el lado izquierdo hasta lograr llegar al segundo piso siendo seguido en todo momento por el castaño.

Ya arriba se encontraron con un largo pasillo lleno de habitaciones, el castaño estaba bastante sorprendido por tal cantidad de puertas y que eso solo era un lado del lugar.

-Tu casa es enorme

-Lo sé -Lo miró con una sonrisa apenada- No suelo recorrer mi casa a menudo en especial esta zona, puede que no recuerde que hay en cada puerta.

Bill guio al castaño por la zona que contaba con 11 puertas que conducían a diferentes lugares. Las primeras 5 eran habitaciones para huéspedes de buen tamaño todas iguales y contaban con un baño propio.

(Créditos)

(Créditos)

Las otras seis eran diferentes, la sexta era un baño de gran tamaño, la séptima era una cancha mixta de voleibol y basquetbol. La octava una piscina amplia muy bonita. La novena una sala de juegos, la décima era una de cine con una gran pantalla y sillones cómodos. Y la última era una sala de estar iluminada bastante cómoda y pequeña con una ventana detrás.

(Créditos)

(Créditos)

(Créditos)

(Créditos)

(Créditos)

(Créditos) (ignoren el árbol)

Dipper quedó maravillado con las últimas habitaciones que le mostró, en especial la pequeña sala de estar. Estaba impresionado todo lo que tenía el rubio en su hogar y en desuso.

Cuando terminaron con aquello se retiraron y fueron a la otra zona, a la izquierda la primera puerta era un baño simple y pequeño. La segunda fue otra sala de estar mucho más grande que la anterior y totalmente alfombrada.

Al ver aquella sala le invadieron unas ganas de tirarse en el suelo y leer en compañía del demonio unas cuantas horas. Tal vez se lo proponga después del recorrido.

(Créditos)

(Créditos)

Luego de ver aquello se fueron al lado derecho donde se encontraban tres puertas, las dos primeras más habitaciones de huéspedes iguales a las otras. Sin embargo, la última era la habitación de Bill bastante espaciosa.

Las paredes eran de color blanco y el pis de baldosa del mismo color. En frente había una cama matrimonial de cobertor dorado con negro, al lado izquierdo había un velador, al derecho un poco alejado estaba la puerta del baño abierta, junto a esta pegada a la otra pared estaba una puerta color azul. Junto a esta un closet de pared color café oscuro con varias puertas y cajones.

Al frente de la cama había un sillón puff color negro y junto a este pegado a la pared estaba una cómoda larga café oscuro y sobre esta una televisión de pantalla plana de unas cuantas pulgadas bastante delgada.

A un lado del velador de encontraba una ventana que cubría casi toda la pared decorándola unas cortinas negras que daban a un pequeño balcón con dos sillones una pequeña mesa de cristal junto a otras dos sillas

(Créditos)

Curioso se encaminó al baño encontrándolo bastante más grande que los otros con regadera y una bañera que fácilmente cabían dos personas.

(Créditos)

Dipper al salir del baño recordando cada habitación que visitó se sintió increíblemente pobre. La casa del demonio pasaba más por una mansión pequeña a comparación de su cabaña rustica.

Sentía envidia de como vivía el rubio, pero una cosa cambiaría del lugar. Se podía percibir un aire triste y frío que pudo rescatar del ambiente. Mirando a Bill, debía sentirse muy solo en un hogar así.

Todo su pensamiento se fue al enfocarse en la puerta azul oscuro junto al baño. Se acercó curioso para abrirla, sin embargo, algo tomo su muñeca impidiendo su acción.

-Esta no -Lo miró serio

-Esta bien -murmuró confundido y desanimado

-¿Qué te parece mi casa? -Cambió de tema soltando al castaño

-Es genial, esta equipada con todo lo que uno necesitaría

-Es por eso que me encanta -sonrió alegre

-Pero...

-¿Pero?

-¿Puedo usar tu baño? -Preguntó tímido

-¿Te quieres bañar? -se cruzo de brazos mirándolo curioso.

-¿Puedo? -Lo miró con esperanza

-Claro que si -Desvió la mirada- Puedo prestarte algo de ropa si quieres

-¿De verdad? -Lo miró sorprendido

Bill sin responder se dirigió a su armario pegado a la pared buscando algo que pudiera quedarle al castaño, sacó un pantalón de tela negro, junto con un suéter blanco con gris en partes diferentes, también un bóxer negro y unos calcetines del mismo color.

Con el conjunto en mano se dirigió a otra puerta sacando una toalla. Dipper por su parte miraba todo lo que hacía el demonio con asombro. En toda su estadía se porto muy amable, cocinaron juntos, le mostro la casa y ahora le iba a prestar de su ropa y ocupar su baño.

Sonrió leve, le producía un agradable calor en el pecho ver que el rubio fuera así de considerado con su persona.

-Creo que esto podría quedarte -Le entregó la ropa

-¿De verdad me la prestas? -La recibió sin dejar de mirarlo

-Claro que sí, estas en mi casa, no dejaré que te pongas la misma ropa después de bañarte ¿Qué clase de anfitrión sería si dejara que mi invitado no tuviera todas las comodidades?

Dipper sorprendido por sus palabras, le sonrió agradecido y tomó prestado su baño cerrando tras de si empezó a desvestirse para poder ingresar a la ducha.

Bill por su parte miraba la puerta cerrada donde se encontraba el castaño, dirigió su vista a la puerta azul donde estaba la esfera que podía permitirle ver donde estaba el castaño en tiempo real. Se mordió el labio con unas ganas enormes de verlo en aquel objeto.

- No lo espíes, es de mala educación -Lo regaño el conejo

-¿Cuándo la he tenido? -Se giró a verlo con una sonrisa traviesa

-Bill -Lo miró molesto moviendo su nariz de la misma forma

-Bien bien, no lo espiare, no me tienes que mirar de esas manera -Rodo los ojos

Bill no queriendo tentarse salió de su habitación para dirigirse al baño del pasillo a sacarse la harina de encima. Después de todo, su hogar tenía un sistema que permitía ducharse con agua caliente sin importar cuantos baños estén en uso.

>...<

El rubio volvía a su habitación secando su cabello con una toalla negra rodeando su cintura. Fijó su atención en la puerta donde aún el castaño se bañaba, aprovechando aquello se dirigió a su armario para sacar su ropa y vestirse.

Ya seco se colocó un pantalón de azul oscuro, su antiguo suéter amarillo que le hizo Mabel y que con magia lo modificó para tomar su talla actual. Finalmente, unas zapatillas deportivas negras.

El demonio cansado, luego de secar un poco su cabello con la toalla, se recostó en su cama cerrando sus ojos por un momento con Сосна acurrucado a su lado.

>...<

El castaño apagó el agua y empezó a secarse y vestirse. Al salir vio al rubio cambiado y dormido en la cama tranquilamente con su conejo a su lado le causo ternura.

Bill inconscientemente sintió la presencia de su Agapē cerca, por lo que no tardó en despertar, sentándose bostezo frotando sus ojos para mirarlo notando de inmediato que la ropa le quedaba algo grande al castaño.

-Me sorprende que la ropa que yo usaba hace algunos años te quede grande, siendo que ya tienes 20 años -rio levemente- Debiste creer un poco en ese tiempo

-Mi crecimiento es más lento que el tuyo -se quejó avergonzado y molesto

-Solo quédate quieto

El rubio se levantó y se acercó al castaño a una distancia prudente lo miro fijamente. Luego de unos cuantos segundos en silencio, el castaño vio como las manos del demonio las rodeo su fuego azul. Este movió sus manos ajustando la talla correcta del castaño para más comodidad.

-¿Mejor? -Le pregunto cansado, pero con una sonrisa

-Sí, gracias, Bill

-De nada ¿Puedes quedarte un momento aquí? Iré a lavar nuestra ropa, incluyendo tu gorra

El rubio tomó la ropa y se fue a la lavandería de la casa, mientras el castaño se sentó en la cama acariciando sutilmente al conejo de Bill quién disfruto de las caricias. Desviando su atención de Сосна fijó su mirada en la puerta azul, se levantó y se acercó a dicho objeto estirando su mano a la manilla, pero algo le impidió siquiera tocarla.

-Ya te dije que en esa no -Sujetó su muñeca

-¿Qué hay ahí? -Se soltó apuntando la puerta

-Mi colección de dientes

-No suenas convencido -avanzó hacia la puerta

-No puedes entrar -Le interrumpió el paso- es parte del trato

Bill no quería que Dipper viera el contenido detrás de esa puerta, por lo que usar el trato en su contra era un buen método. El castaño ante ese truco de anclaje se giró a reclamarle, sin embargo, sus palabras murieron al ver el suéter dorado que usaba el demonio que le parecía muy familiar.

-¿Y ese suéter?

-Es mío, lo tengo hace tiempo

El castaño dirigió su atención de nuevo a la puerta, no cree que Bill no le permita entrar a una habitación que solo contenía dientes. Siente algo en su interior que le grita averiguar que hay detrás del objeto de material azul.

-¿Puedo entrar a ver tu colección de dientes?

-¿Por qué?

-Porque en verdad quiero entrar ahí -Lo miró serio

-Tan curioso como siempre -Sonríe leve cruzándose de brazos- Sin embargo, tú no puedes entrar ahí

Dipper bufo, retomando su pensamiento que el demonio había cambiado, pero que una cosa se mantuvo, era tan misterioso como siempre, queriendo descubrir todos sus secretos y misterios que tanto le atraían y llamaba la atención.

Bill por su parte, rodeó con sus brazos su estómago haciendo una mueca al sentir un dolor que le recordaba que tenía hambre y que no se había alimentado bien en los últimos 4 años.

-¿Quieres ir a ver una película? -Preguntó tratando de relajar el ambiente

-Me gustaría

-Genial, tu la escoges

Ambos chicos abandonaron la habitación para ir a la cocina a buscar algunos bocadillos y bebibles para disfrutar de la función. Realizado eso fueron a la sala de cine y el castaño escogió una película futurista Yo Robot.

Se acomodaron en los sillones uno al lado del otro dispuestos a disfrutar la película.

>...<

Luego del tiempo estimado la película había terminado, Dipper quién estuvo atento a cada hecho la disfrutó mucho. Se giró a su derecha con la intensión de preguntarle al rubio si podía poner otra, se llevó la sorpresa de encontrarlo dormido apoyabrazos estando bastante cerca de su cuerpo.

El castaño miró fijamente al rubio podía ver como este estaba tan tranquilo durmiendo, apreciando una sonrisa en los labios y un pequeño rubor en sus mejillas. Dipper dejando de lado lo lindo que se veía el demonio así, pudo notar que estaba cansado.

-¿Porque estará tan cansado?

Mientras el castaño veía fijamente al rubio dormir con su conejo en sus piernas, este estaba soñando con el futuro, por increíble que pareciera las cosas vistas en esa visión iban bastante bien a comparación de los otros que había tenido el demonio.

Sueño

Una hermosa tarde de invierno, había sido un hermoso día, leyó en compañía Сосна, jugaron afuera en la nieve, sin embargo, todo eso desapareció de un segundo a otro. Estaba en ese claro, sufre mucho, los síntomas que siente eran sofocantes, un dolor y frío tan constantes y en aumento pueden con él, pero en toda su oscuridad ve una pequeña luz. Su Agapē aparece en la escena caminando, no lo duda ni por un segundo y se acerca a él.

-Hola Bill -Le sonrió y todo ese malestar desaparece- ¿Estas bien?

-Sí, ahora sí -Sonríe aliviado

-Me alegro ¿Quieres pasear conmigo?

-Me encantaría -Respondió emocionado

-Podemos, pero con una condición

-¿Cuál? Lo que sea yo la cumpliré

-Mátame Bill

La escena de ellos dos en ese hermoso claro cambió radicalmente a una habitación completamente negra, él agachado sosteniendo el cuerpo frío de su Agapē que tenía sus últimos momentos de vida con una espada atravesando todo su pecho. Dipper mirando con ojos cansados a Bill le imploraba que lo matara, este se negaba tratando de salvarlo, pero todo fue inútil.

Fin del sueño

Bill despertó de golpe, sentándose con la respiración agitada, llevó una mano a su pecho que lo sentía tan apretado, un dolor sofocante se instala en el cuando presenció una vez más la muerte de su Agapē, pasó sus manos por sus ojos secando el ratro de lágrimas tratando de borrar eso de su mente.

Dipper por su parte, se giró mirándolo atento y algo extrañado por el movimiento repentino del rubio, hace solo un segundo este dormía tranquilamente en una paz tan tranquilizante sonriendo relajado, ahora parecía todo lo opuesto.

-¿Estas bien? -Preguntó preocupado

La voz del castaño lo hizo volver a la realidad y darse cuenta que no estaba solo, apretó lo ojos tratando de apartar de su mente las miles de imágenes de su Agapē muerto, todas las cosas que vio y temió por años las estaba viendo sin poder contenerlas o evitar verlas.

Sabiendo que no estaría en condiciones para estar frente a Dipper era primordial que él abandonara el lugar. No quería que lo viera tan roto y destrozado como lo había estado los últimos 4 años sin su compañía.

-Estoy bien -Murmuró- Solo pienso que ya deberías volver a Gravity Falls

-¿Qué? Yo no-

-Te tienes que ir -Lo miró desesperado- Deben estar preocupados por ti, es hora de que vuelvas

Bill estiró la mano con la intención de tocarlo y sacarlo de la dimensión, pero Dipper no tenía planeado irse, sentía que debía quedarse, por eso se alejó del toque del demonio negándose a irse cuando una sensación quemaba en su cuerpo, gritaba quedarse.

-No te alejes, tengo que llevarte de regreso -Se acercó con la intención de tocarlo

-Espera -Se alejó pensando- ¡La torta! Nosotros...

-Puedo llevarte la mitad cuando este lista -Lo interrumpió

-No quiero irme aún -Lo miró suplicante- Quiero comerla junto a ti

La desesperación de Bill tomó nuevas alturas cuando su mente le jugaba en contra mostrándole lo que más lo aterraba provocando un dolor tan insoportable que quemaba su cuerpo. Aún cuando tenía a su Dipper vivo y frente a él, le dolía, era tan doloroso querer abrazarlo, que reconfortara la sensación, estar entre sus brazos y sentir que estaba con vida, junto a él. Sin embargo, no podía hacer lo que deseaba y eso lo despedazaba por dentro.

-¡N-No puedes! -Gritó desesperado- ¡Te tengo que llevar!

Bill sin saber que más hacer abrió un portar detrás de Dipper y se abalanzo a él haciendo que ambos entren en la puerta a otra dimensión. Cayeron con rudeza en el lugar donde todo el sufrimiento del demonio inició.

El rubio sintiéndose ahogado, se alejó del castaño viéndolo por última vez para levantar la mano y chasquear los dedos e irse de una vez para poder sufrir en paz en la soledad de su hogar, sin embargo, no fue como espero al ser embestido por Dipper haciendo que ambos regresen y aparecieran en la habitación que yacía detrás de la puerta de color azul oscuro.

Bill al darse cuenta de que estaba con Dipper tapó sus ojos y los teletransporto de regreso cayendo en el pasto. Estando en un limbo donde se sentía bien estar cerca de su Agapē y las sofocantes sensaciones dolorosas que recorrían su ser. El cuerpo del demonio no tardo en empezar a temblar tocando su cabeza, alejándose del castaño aún cuando su alma quemara por él, tomó cada granito de fuerza para tratando de retener su inminente ataque, como solía llamarlo.

-Por favor...ahora no...-Murmuró desesperado

-¡¿Bill?! -Se levantó mirándolo preocupado tocando su propio pecho

Dipper no tardó en acercarse, sentía una necesidad alarmante de estar al lado del demonio, no separarse y estar lo más cerca posible, un frío recorría esa parte volviéndole imposible no hacerles caso a esas sensaciones. Quería estar cerca de Bill y hacerlo sentir bien.

Bill por su parte, vio alarmado como las visiones del pasado se adaptaron a su presente, sintió tanto miedo de que lo que estaba viendo se volviera realidad, de que su solo contacto con el ser que más amaba muriera por su culpa.

-Ya no quiero más -Sollozó apretando su cabello

-¡Bill!

Dipper saltó tratando de alcanzarlo, pero cayó en el pasto totalmente solo. Dio un grito frustrado tocando su pecho sintiendo una necesidad de estar cerca del rubio, quien se escurrió de entre sus dedos.

Bill por su parte apreció en su cama temblando y sollozando, Сосна al verlo abrir sus ojos de un celeste brillantes que proyectaban imágenes. El pequeño animal notó de inmediato que su amo estaba sufriendo, pero eso solo aumento cuando los síntomas se hicieron presentes. El demonio gritó de dolor ante todos esos sentimientos que lo ahogaban, un dolor agonizante que no hacía más que aumentar.

No lo dudo ni por un segundó, envolvió a su conejo con magia en los últimos momentos de control lo sacó de la habitación ante las quejas del animalito. Cuando quedo completamente solo se dio la libertad de gritar, de llorar apretando su pecho en agonía, su cuerpo quemando por la compañía de su Agapē que podría hacer su dolor más soportable, pero negándose a ir con él.

Dipper por otro lado, algo en su interior vibro, instintivamente sacó su celular entrando directamente en los contactos, no sabía que estaba buscando, pero el nombre del hermano de Bill apareció en su visión. No tenía ni la menor idea de porque lo poseía, pero eso se fue a segundo plano.

Viendo sus posibilidades de que la única persona que podría llevarlo donde estaba Bill era su hermano y con eso planteado con la urgente necesidad de estar junto al rubio no dudo ni por un segundo en marcar ese número llevando el celular a su oreja con los nervios a flor de piel.

-¿Dipper? -Contestó sorprendido

-¡Ven a mi dimensión! -Se levantó agitado- Estoy en un claro del bosque de Gravity Falls

Will pudo notar la desesperación dominar en la voz del humano. Sabía que no había forma de que Dipper recordara que tenía su número y si fuera el caso de verlo, lo hubiera borrado al no conocer. Estaba completamente seguro de que no era una casualidad de que el Agapē de su hermano lo llamara directamente a él sonando totalmente confiado y seguro de con quién estaba hablando.

Cortó la llamada disculpándose con su pareja, dejó un beso en sus labios asegurándole que no tardaría en volver, a regañadientes el de ojos azules aceptó. Will con el permiso de su Agapē abrió un portal y apareció donde sabía estaría el castaño. Cuando llegó al lugar vio al Pines caminar de un lugar a otro tocando su pecho, se notaba en su mayoría desesperado y confundido.

Will se sobresaltó cuando el castaño se acercó corriendo hacia su persona al solo tenerlo en su rango de visión, tomó sus manos mirándolo con suplica.

-¡Llévame con Bill!

-Pensé que estabas con él

-Él me dejó aquí y ahora necesito ir con él, te lo ruego

-¿Cómo estaba la última vez que lo viste? -Preguntó preocupado, no era una buena señal lo que decía el castaño

-Cabello azul, estaba llorando -Lo miró serio- Will no te conozco, sé que eres el hermano de Bill y que te preocupas por él, cuando lo vi no estaba bien

-¿Y por qué debería llevarte? -Se cruzó de brazos, sabía que su hermano se enojaría con él por llevar a Dipper cuando se alejó de él

-Siento que debó estar con él, no sé porque tengo esta necesidad -Apretó su pecho, las prendas de la zona- Te lo ruego

Will al ver los ojos del castaño sabía que decía la verdad, que no por él mismo quería ir a ver a su hermano, puede que sí, pero algo en su interior debería ser lo suficientemente fuerte para rogarle llevarlo con Bill.

-Lo haré -Suspiro derrotado- Será perturbador ver a Bill como esta ahora ¿Igual quieres ir?

-Si -Lo miró completamente serio y seguro de sus palabras

Mientras ellos hablaban, Bill estaba en su cama llorando desconsolado y desgarradoramente con la cabeza pegada una tela húmeda, trataba de hacer que, lo que sentía, fuera más soportable aferrado a una toalla que tenía una poca esencia de Dipper aún impregnada en ella.

Volviendo con Will y Dipper, ellos dos atravesaron un portal apareciendo en la sala del primer piso, siendo recibidos por un gritó lleno de dolor.

-¡YA BASTA! -Gritó terminando en un desgarrador sollozo

Dipper apenas escuchar ese grito no dudo en correr hacia las escaleras, sin embargo, lo detuvieron a la mitad de esta, se giró a ver al peliceleste que impedía su misión de ir con Bill.

-Cualquier cosa que escuches de Bill, ya sea una orden u otra cosa no le hagas caso -Lo miró con seriedad- Mantente tranquilo al verlo y si te llega a tocar hagas lo que hagas no lo sueltes o ya no podré traerte ¿Comprendes?

-Sí

Will soltó a Dipper que no dudo en seguir su camino encontrándose a Сосна saltar desesperado por entrar. Cuando estuvo frente a la puerta podía escuchar con claridad el desgarrador llanto del rubio, entre gritos que se rompían en sollozos. Tomó aire siguiendo aquella necesidad, abrió la puerta y lo que encontró lo sorprendió.

Bill estaba en la cama abrazando una toalla que contenía parte de su sangre, eso debido a sus heridas, estas se concentraban en sus brazos y parte de su pecho donde el suéter estaba desgarrado, fuera de eso, la habitación antes limpia era un completo desastre por la magia que estaba irradiando el dueño de esta. Volvió su vista al demonio que no dejaba de temblar y llorar entre gritos vueltos sollozos que le rompía el corazón al humano ver al ahora peliceleste tan destrozado, solo y deshecho.

-Agapē...-Susurró apenas audible entre su llanto

Bill en toda la oscuridad, el dolor insoportable, el frío arrasador y su corazón muerto, ahora latió con fuerza sintiendo un poco de calor reconfortante en su agonía pudo ser consiente de la fuerte esencia de su Agapē, su cuerpo tembló con fuerza y en su interior un deseo potente de encontrar la paz en los brazos de su castaño.

Trató con fuerza de calmarse, detener su llanto y dejar de gritar, pero no lo logró, se desmoronaba una y otra vez por todos los recuerdos oscuros, todo lo que vio y el mal que le hacía a su Agapē.

-Bi-Bill -Murmuró apretando su pecho, se acercó a paso lento

A Dipper le costaba creer que Bill estuviera de esa forma cuando lo vio sonreír todo el día, las bromas y su pelea de harina. No podía creer sino lo estuviera viendo con sus propios ojos como el demonio estaba llorando en su cama destrozado, siendo este su propio agresor y el causante de la sangre que manchaba la toalla y su ropa por un trozo de vidrio en una de sus manos llena de aquel liquido vital.

-Ve-vete...-Habló con la voz ronca y entrecortada

-No

Will entró a la habitación sosteniendo a Сосна, vio el desastre y a su hermano no en las mejores condiciones. Se giró a ver al castaño que se mantenía tranquilo acercándose precavido a la cama donde se encontraba el demonio, el peliceleste no lo sabía, pero Dipper siente su pecho tan apretado, la necesidad de abrazar y consolar al rubio siendo insoportable de contener, sintiendo que debe estar a su lado.

Bill por su parte quería que Dipper se fuera y no volver a verlo nunca más, siente que eso es lo mejor para ambos, así lo mantendría a salvo mientras él puede seguir sintiéndose muerto y agonizar por su compañía por toda la eternidad.

-¡Vete! ¡No te quiero aquí mocoso! -Gritó con fuerza abrazando la toalla delatando su verdadero deseo.

Querer estar con su Agapē

-No me iré

Dipper cortó toda la distancia que quedaba entre ellos de golpe, se subió a la cama acercándose al tembloroso rubio para, finalmente, abrazarlo con fuerza. El cuerpo del demonio se sacudió en un temblor intenso, tensándose de igual manera sin dejar de llorar conteniendo las ganas de aferrarse a su Agapē.

Will al ver a Bill moverse tenso, sabía que deseaba estar cerca y a solas con Dipper, por lo que bajo al conejo al suelo mirando por última vez a su terco hermano para desaparecer y darles la privacidad que necesitaban.

-Déjame solo -Murmuró empujándolo sin fuerza alguna

A pesar de que él quería alejar al castaño, su cuerpo no le hacia caso en aquella misión. Comprendía que seguir en su miseria en soledad teniendo a su Agapē a su lado, abrazándolo, no iba a ser posible alejarlo cuando cada fibra de su ser quemaba por su compañía como reconfortaba lo que estaba sintiendo.

Bill inevitablemente se sintió expuesto, tan vulnerable en los brazos de Dipper, deseaba aferrarse a su cuerpo, desahogarse y dejar que la compañía del castaño aliviara lo que estaba sintiendo. Por eso no se movió o trató de alejarse cuando el castaño sujeto con suavidad sus manos llenas de sangre y las acaricio haciendo temblar al demonio.

-¿Po-por qué ha-haces esto? -Murmuró entre sollozos- No te de-debe im-importar lo que su-suceda co-conmigo

Bill dejándose tocar por Dipper se sentó lento en su cama con la cabeza gacha tratando de contener su llanto que gracias al castaño solo eran sollozos y no gritos. Le hubiera gustado parar de llorar, pero le costaba dada la situación en la que se encontraba, pero hablar entre sollozos entrecortados era un buen comienzo.

-Siento que debo estar aquí contigo -Susurró- ¿Sabes el por qué?

-N-no -Mintió acercándose lento- So-solo qué-quédate así un mo-momento

Dipper no replico o negó el abrazo desesperado que le brindo el demonio, correspondió y lo apegó a su cuerpo sintiendo al peliceleste temblar entre sollozos.

Fueron cosas de minutos en los que el llanto desgarrador del peliceleste se fue esfumando, solo dejando notorio su mal estado en los pequeños temblores de su cuerpo. A vista de Bill era algo bastante bueno considerando su estado en ese preciso momento.

Dipper, por su parte, consideró que la forma en que Bill frotaba su mejilla en su hombro fue una forma de agradecerle, aunque lejos de la realidad no estaba.

El castaño con suavidad paso sus manos de la espalda del rubio, donde las había mantenido dejando sutiles caricias en la zona, a sus brazos y se preocupo al escuchar un notorio quejido salir de los labios del demonio. Dirigió su mirada a sus brazos y suéter con varios hoyos, para luego bajarla encontrando el causante de eso un pedazo de vidrio ensangrentado bastante cerca del cuerpo de Bill.

-Ignóralo, no pasa nada

Bill se separó lentamente pasando el dorso de su mano por sus ojos quitando el rastro de lágrimas desviando la mirada sintiendo su cuerpo temblar leve, aún no estaba bien, pero era un comienzo.

-Sácate el suéter -Lo miró serio

- No -Contesto de inmediato

El demonio entró en un pequeño pánico al escuchar la petición del castaño, sabía que todas las heridas que se hizo a través de los años algunas dejaron cicatrices en su cuerpo, las mínimas, pero que el humano no pasaría por alto.

-Déjame verte

-Los demonios nos podemos regenerar, así que no necesitas cur-¡ahg!

Bill gritó de dolor en el momento en que Dipper apretó su brazo, sabía que tenía algunas heridas aún sanando y las recién hechas no podía ignorar ese dolor. Estarían ya curadas en otro tiempo, pero necesitaba pasar tiempo con su Agapē para que su poder de curación funcionara apropiadamente.

-No entiendo porque ahora te preocupas tanto por mi si antes dijiste que...

-Olvida lo que dije -Lo interrumpió- Solo...siento que debo quedarme aquí contigo, ver si en verdad estas bien

Bill bufo bajo, sabe que él es el causante de esa sensación que siente el castaño, tantos años lejos de él sufriendo intensamente, su otra mitad querría estar con su persona y reconfortarlo. No pensó que llegaría a desarrollar tan rápido esa habilidad, el poder de sentir que pasaba con él, si no estaba bien Dipper sentiría una necesidad de quedarse o ir donde estaba, eso manteniéndose hasta que estuviera completamente o cercano a estar bien.

-De acuerdo

El demonio no haciendo las cosas mas difíciles se sacó el suéter entre quejidos. Cuando logró sacarse la prenda y dejar a la vista su formado abdomen con pocas cicatrices sintió la intensa mirada del castaño. Este vio preocupado todas las cortadas que estaban en los brazos del demonio, unas pocas en su pecho, algunas cicatrices que iban de sus brazos a su cuerpo.

La vista del castaño se enfoco en una cicatriz de entre todas que le llamaba mucho la atención, la cual se alojaba en el lado izquierdo del abdomen a un costado de su cuerpo, era pequeña de unos 3 cm, pero que le era tan familiar.

Dipper se acercó mucho al cuerpo del demonio tocando dicha cicatriz, la acaricio lento viniéndole una imagen de un chico pelirrojo frente a él, era demasiado borroso para distinguir bien aquel rápido flash.

Bill por su parte, se estaba poniendo cada vez más ansioso y no por nada, su Agapē estaba cerca de su cuerpo tocándolo, eso, por un lado, por otro temía que la cicatriz pudiera traerle un recuerdo si seguía viéndolo de esa manera.

-¿Cómo te hiciste esta cicatriz? -Preguntó sin quitar sus ojos de la zona

-No tiene importancia

Bill sabiendo que el castaño querría curarlo se giró a prender la luz de la mesita de noche. Dipper al verlo girarse pudo apreciar la misma cicatriz, pero que estaba del lado contrario en la espalda, era una replica exacta que le afirmaba que al demonio lo había atravesado algo, lo más probable un objeto puntiagudo como una espada o daga grande.

-La he visto antes -Murmuró para si mismo

Narra Dipper

En mi mente se proyectaron imágenes consecutivas: un chico pelinegro con una espada en mano me miraba furioso con una sonrisa sádica, supe de inmediato que no tenía buenas intenciones y que mi vida peligraba. Sin embargo, un pelirrojo me empujó haciéndome caer a un lado, me giré donde antes estaba y pude ver que mi salvador recibió el impacto de una espada color negro que lo atravesó.

Bufé molesto, quise saber como terminaban esa serie de imágenes, pero solo ver a ese pelirrojo atravesado con una espada que iba dirigida a mi de un tipo que ni siquiera conocía acabaron. Estoy 100% seguro que mi salvador es el chico que se presenta en mis sueños.

Dirigí mis ojos otra vez a la cicatriz en el cuerpo de Bill, estoy seguro que no es una coincidencia de que tenga eso en el mismo lugar que el chico que me salvo en ese sueño o lo que sea. Subí mi mirada para pedirle una explicación, pero algo en su pecho llamó mi atención.

En medio a mitad de su pecho estaba colgado un collar dorado con un dije de pino. Apenas verlo miles de imágenes azotaron mi mente, un rubio tirado en el pasto y YO colocándole ese mismo collar. No dude en estirar mi mano y tomar el collar, al tacto se me hacia similar.

Dejándome llevar por un instinto, algo me gritaba que viera su mano, le hice caso y tomé su mano derecha para ver su palma, una línea diagonal de unos 5cm cruzaba toda su palma, una clara cicatriz que se me hace tan familiar. .

¡Todo encaja! Levanté mi mirada para ver los ojos medio celestes y dorados de Bill, él es el chico que he visto en mis sueños por 4 años, al que he buscado en la misma cantidad de tiempo. ¿Cómo pude pasar por alto la forma en que se puso al ver ese sueño donde me besa ese chico? Es obvio que para él significo algo, de lo contrarió no me hubiera mirado tan herido cuando le dije que eran sueños.

¡Ahora tengo las pruebas suficientes! ¡Tenía razón! ¡Mis sueños en realidad son recuerdos! Todos estos años mi mente me ayudaba a recordar algo que perdí, por eso su rueda estaba en una puerta, por eso algunos recuerdos de mi memoria estaban con cadenas y candados algo importante estoy olvidando.

Y lo voy a descubrir.

Continuará.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top