Capítulo 35 (Vegeta Ouji)
Milk
Horas antes
Me sentía bien porque al parecer las cosas entre ambos estaban yendo bien. Solo era cuestión de que ambos hablaran. Cuando Vegeta llegue quiero que me cuente todo el chisme.
Nuestros padres estaban aquí. Por lo tanto me limitaba en algunas cosas.
Tengo que admitir. No soy del tipo de chicas que están desesperadas por buscar la persona ideal o la persona de sus sueños para estar con ellos toda la vida. Para ser sincera, aún me siento muy chiquilla para esas cosas.
Pero tengo que decir que, desde lo que pasó con Goku siento que he perdido la cabeza.
¿Por qué?
Simplemente no entiendo cómo fue que acabamos así. Y por más enamorada que estaba de él jamás me digne a decirle mis sentimientos por la misma razón que no buscaba alguna relación.
Pero al parecer.., yo también le gusto por la forma tan delicada y especial que me trató.
Ahora. Sé lo que dije. Que me sentía muy chiquilla para este tipo de cosas que usualmente a mi edad todos quieren a excepción de mi.
Admito que Goku desde hace ya un tiempo atrás me había comenzado a gustar. No sé.., lo veía muy atractivo y el hecho de que era amigo de mi hermano lo hacía aún más.
No sé qué pasó con él luego. Cuando desperté él no estaba allí. El hecho de que era su casa lo hacía raro. Así que decidí irme. A pesar de que ya era incómodo. Sentí mucha tensión.
¿Me buscará? No lo sé. Pero sí él hizo esto es porque ha de haber algo entre ambos, ¿No?
Solo me quedaría esperar..
— En serio me gustaría que ambos estén juntos. — le dije a mi madre.
Ella seguía sin decir nada. Parecía que estaba pensando.
— No sé qué le pasa a mi papá. A veces me gustaría saber que pasa en su cabeza. — suspiré — ¿En serio no hay alguna forma para impedirlo? Vegeta no será feliz con esa mujer. — mencioné con fastidio.
Me importaba mucho Vegeta. Y eso implica su felicidad. Y como he dicho. El hecho de que mi mejor amiga y él se quieran es emocionante. Y estando juntos son felices.
— La hay. — habló por fin.
Volteé a mirarla al oír su respuesta. Llamó totalmente mi atención.
— ¿Y cuál es? — sonreí.
— Pero prométeme que no se lo dirás a nadie. — sonrió.
Asentí con la cabeza y me preparé para oír su plan.
(•••)
— ¿Así quedamos? — preguntó por último en susurro.
— Así quedamos. — sonreí.
— Muy bien.. — susurró mientras se alejaba — Tengo que cocinar. Tu padre llegará en algunos minutos y tengo que cocinar algo. — dijo.
— Sí mamá. — se acercó a la puerta lista para bajar a la primera planta. — ¡Gracias!
Sonreí como nunca. Esto iba a salir bien.
Salí de mi habitación rumbo a la sala para ver una película. La emoción corría por mis venas y me hacía temblar. Pero tengo que hacer unas cuantas cosas si quiero que aquello se cumpla.
Mi respiración paró cuando oí un portazo desde la entrada. Rápidamente volteé a ver de qué se trataba.
— ¡Vegeta! — corrí hacia él cuando lo vi entrar.
Pero justo antes de estar completamente cerca, me di cuenta que algo no estaba bien en él.
— ¿Estás bien? — pregunté llamando su atención.
Él volteó a verme cuando hablé. Pude notar algo raro en su rostro.
Su mirada no era la misma que usualmente veo.
— Claro, todo está bien. ¿Por qué no debería estarlo? — no lo estaba. Baje la mirada y vi sus manos en puños, notaba sus venas sobresaliendo de la rabia acumulada. Tragué saliva nerviosa.
— Vegeta. ¿Qué pasó? — lo vi dar media vuelta, para después golpear con fuerza la pared. Lo cual provocó que por la sorpresa diera un brinco.
— Solo quiero que me dejen en paz. No quiero estar aquí. Me largo. — Agarró la manija de la puerta listo para irse. Pero yo no iba a permitir eso.
— ¡Espera! — sujete su hombro intentando detenerlo.
Pero él como nunca me alejó.
— He dicho que quiero estar solo. — escupió saliendo de la casa dando otro puertazo.
No me quedé ahí parada viendo como se iba y decidí ir detrás de él.
— ¡¿No te quedó claro que quiero estar solo?! — me gritó mientras empezaba a correr. Se había dado cuenta que lo estaba siguiendo.
Claramente comencé a correr yo también.
— ¡Espera por dios! — comencé a aumentar la velocidad en mis pies para poder alcanzarlo. Al darme cuenta que él estaba apunto de cruzar la pista con carros pasando a velocidad, no esperé y corrí aún más rápido para poder alcanzarlo. Y gracias a Kami pude llegar a él y sujetarlo del brazo con fuerza y evitar una tragedia. Lo jalé más al lado de la vereda.
— ¡Ya basta de correr! — grité y lo volteé para que me mirara — ¡Dime que te pasa! — lo sacudí un poco para que entrará entrará razón, porque lo notaba perdido en sus pensamientos. Mi respiración era un desastre y el corazón casi se me salía al pensar que uno de esos carros pudo arrollarlo.
— No quiero hablar. — agachó la cabeza tratando de salir de mi agarre.
— Sabes que puedes decirme lo que quieras. Y también sabes que no te dejaré en paz hasta que me digas. — le dije ya un poco más calmada. Él miró a otra dirección mordiendo su labio con fuerza.
— Ella.. — asumí que se refería a Bulma — y Kakaroto — sentí como todo mi cuerpo se paralizó al escuchar su nombre añadido a la oración. Ha de haber pasado algo terrible para que esté así. — Se besaron. — agachó la cabeza mientras apretaba los puños.
No sabía a dónde mirar, simplemente estaba en shock.
— Y yo, idiota yo. Me atreví a empujar a Bulma. Me atreví a gritarle. Ahora parece que me tiene miedo. — siguió diciendo. — Agh, no. No puedo estar aquí. Quiero irme. — al darse cuenta de mi trance, aprovechó la oportunidad de soltarse de donde lo tenía sujetado y comenzó a correr sin darse cuenta por donde iba.
— Vegeta, ¡Espera! — pero ya era muy tarde. Al momento que él se había dado cuenta de la situación.., aquel carro ya lo había golpeado.
(…)
Hora actual.
— Escuchamos gritos. — mencionó mi madre la cual venía junto a mi padre.
Lo bueno es que ya ambos se habían ido. Tampoco los quería aquí, ya tuve suficiente gritándoles todo. Crucé mis brazos y bajé la mirada.
— No eran míos. — dije para después volver a sentarme con la mirada gacha.
— ¿Dijo algo la doctora? — preguntó mi padre.
— No, aún no. — sabía que mi madre había notado algo en mí, sé que ha notado mi enojo e incomodidad, porqué no me quitaba la mirada de encima, pero no le podía hablar de lo que pasó o ha pasado ahora. No frente a mi padre. Tal vez cuando todo esto acabe.
Se lo contaría luego.
Me dolió mucho, aún recuerdo cuando Vegeta me confesó lo que le pasaba. Las palabras rebotan dentro de mi mente como una pelota.
¿Por que se besarían? ¿Acaso ya se gustaban desde hace tiempo? Y si fuese así, ¿por qué Bulma estaría con mi hermano? ¿Es que acaso lo utilizó? ¿Así como Goku me utilizó?
¿O es que ambos ya se querían sin embargo no eran tan valientes para decírselo al otro y prefirieron ir a buscar otras personas?
La verdad no se que pensar en estas circunstancias. Todo me parece mal. Todo me parece que no volverá a ser lo mismo por más que explicaciones hayan. Mi relación con ambas personas que creía que una vez fueron mis amigos se terminó.
Si ambos se besaron fue por algo. No porque solamente quisieron saber cómo sabe el otro, agh.
Me ahorré mis ganas de seguir gritándoles y mostrarles cuán traicionada y herida me sentía. El coraje aún corría por mis venas y si fuera por mi ahorita correría donde sea que estén y les gritaría todo lo que me he guardado.
Mis padres se habían alejado para conversar de algo que no preste atención. Me levanté de la silla y me asomé a la ventana de la habitación donde se encontraba Vegeta conectado a muchos cables alrededor de su cuerpo y con aquella máquina que con cada segundo que sonaba el inquietante sonido mis pelos se ponían de punta. Con doctores a su alrededor moviéndose de lados.
No me gustaba verlo en esas condiciones. El merecía estar afuera disfrutando haciendo algo que le gustase. No estar sufriendo por una chica que al parecer ni lo quiere.
Ni yo por un chico que solo me utilizo para olvidar a otra.
Aún no sabemos de su estado, lo cual hacía todo más preocupante.
— Te vas a recuperar pronto. — dije en susurro.
Si algo peor le pasase, no se que seria de mi.
No me sentía bien. No quería pensar en nada más porque la mente me esta apunto de matar de tanto que le doy vueltas al asunto.
Volví a mi asiento para poder descansar un poco e imaginar que todo esto es un sueño.
Bulma
Horas después
Se me acaba de ocurrir la idea más loca que jamás se ha pasado por mi mente antes.
Pero sé que valdrá la pena cada maldito minuto.
— No me iré de aquí sin verlo antes. — dije mientras estaba enfrente de la pared del hospital del jardín.
Si bien no puedo entrar por la puerta y ni siquiera puedo entrar al pasillo porque me botarían al toque.
Entonces se me dio la grandiosa idea de trepar la pared hasta llegar a la ventana donde él se encontraba reposando, espero.
Aún no he recibido ni escuchado alguna noticia sobre su estado actual, lo cual me preocupaba cada segundo que pasaba, no quería tomarme con ninguna sorpresa inesperada porque la verdad no me siento en condiciones para soportar alguna otra fea noticia.
Las luces estaban apagadas. No estoy muy segura a que se refiere eso. Pero lo descubriría pronto. Como dije, solo espero que no sea nada malo que haya pasado.
Lo bueno de este hospital, era que las paredes tenían este tipo de diseño “rocoso” lo cual hacía más sencilla la misión porque puedo trepar fácilmente y a la misma vez sostenerme de aquellas. Puedo lograrlo hasta el tercer piso sin ningún problema, siempre y cuando no mire abajo.
Di un profundo respiro antes de sostenerme de uno de tantas de esas rocas superficiales.
“Por él…”
Comencé a trepar en lo que cambian mis pies. Cabe admitir que me estaba muriendo de miedo al igual que frío. Eran las 11 de la noche y yo soy la única loca despierta andando cerca de un hospital donde la mayoría ya está durmiendo.
Luego de varios minutos trepando, logre llegar a la ventana la cual no estaba cubierta por las cortinas. Me era más fácil poder confirmar que era la habitación donde reposaba. Me sostuve del borde del mismo y ahora me quedaba abrir la ventana. Dentro de mí rezaba que estuviese abierta porque si no, estaría en graves problemas.
— ¡Si! — susurre de felicidad al ver que la ventana estaba abierta. No fue tan difícil al final entrar, había un sillón debajo del mismo entonces no me rompí ni un hueso.
Cuando estuve completamente dentro de la habitación, aquel inquietante sonido capto toda mi atención, gire mi cabeza con dirección del sonido y fue que lo pude ver, no me importo nada más que era verlo. Lo vi recostado en la cama conectado a muchos cables, sentí mi corazón apretarse y hacerse chiquito con los segundos que pasaban. No resistí y me acerqué con pasos lentos mientras mis ojos escaneaban todo lo que había causado en una persona.
Una vez estuve cerca de él, me agaché de rodillas lo suficiente para quedar cerca de él. Una vez estuve así de cerca no pude evitar empezar a llorar.
Aproxime mi mano a la suya, la cual iba conectada con un cable en el centro, bese su muñeca mientras unas cuantas lágrimas caían sobre la misma.
— Perdóname. — alce mi cabeza para verlo, él estaba recostado boca arriba. Las palabras se quedaban en mi boca y el habla se quedaba justo en mi garganta atracada — No quiero hacer larga la cosa explicando, solo dire que… yo solo te quiero a ti. Y que jamás me he encariñado tanto con alguien como lo hice contigo. — decía aquello mientras acariciaba su cabello suavemente y sin soltar su mano la cual sostenía con total delicadeza.
No esperaba que despertara al decir todo aquello. Era imposible en las condiciones que se encontraba.
— Si mama, solo voy a verlo una vez más luego vuelvo a la casa. — la voz de Milk se oía a lo lejos, a la vez que oía sus pasos aproximarse.
Me puse alerta al notarlo. No sabía dónde esconderme, mi cuerpo entero comenzó a temblar, mis nervios me golpearon y no supe qué hacer. Mi primera y única idea de esconderme era debajo de la cama, entonces sin más me metí debajo con un poco de dificultad.
La puerta se abrió dejando ver a Milk. Básicamente solo sus pies. Prendió la luz y se acercó hasta estar enfrente de la cama.
— Me gustaría quedarme más tiempo.., pero nuestros padres quieren que vuelva ya. — decía. Deduje que se encontraba cansada debido al tono de su voz. — Tengo sueño, pero la verdad es que no me quiero ir hasta saber algo sobre ti. — sonreí al escuchar aquello.
"Yo también".
— Pero quiero vivir. Entonces me tengo que ir. — oí algunos sonidos como el de las sábanas y su cuerpo. — ¿Qué es esto? — no podía ver que era a lo que se refería, pero me removí incómoda y nerviosa — ¿Labial?
Casi gritaba al darme cuenta del pequeño beso que había dejado en su mano. Cubrí mi boca.
— Seguro fue mi mamá. Que va. — cerré los ojos para tratar de tranquilizar mi respiración. — Cuídate Vegeta. Vuelvo mañana después de la escuela.
Vi sus pasos alejarse hasta cruzar, apagar la luz, y cerrar la puerta.
Salí de mi escondite con más calma que antes.
— Eso estuvo cerca. Milk me hubiera matado si me encontraba aquí. — suspiré pesadamente.
Volví a ponerme de cuclillas frente a él y comenzar a acariciar su cabello.
— Cuando te recuperes. Ten por seguro que no tendré ni una pizca de vergüenza de saltar hacia ti y besarte. — sonreí burlona — Arreglaremos las cosas.. — comencé a pensar en todo lo que pasaría luego de su recuperación — Me pedirás para que vaya contigo a la fiesta de graduación. — hacía pequeñas ondas con mi dedo índice en su cabello — Ese día disfrutaremos como ningún otro. — me imaginaba él y yo bailando en la pista de baile como en las películas — De alguna forma te quedarás conmigo y no con otra tía. Eres mío. — me acerqué a él para poder rodear uno de mis brazos y poder "abrazarlo".
Mi respiración se detuvo cuando sentí su cuerpo temblar. Aquel sonido que salía del aparato comenzó a sonar más consecutivamente y eso solo me alteró.
— ¿Qué está pasando? ¡No entiendo! — Me alejé de él y me puse a ver a mi alrededor tratando de buscar algo para ayudar. Pero, ¿Qué puedo hacer? ¡No soy doctora!
Corrí hacia la puerta y comencé a gritar desde el pasillo.
— ¡Ayuda por favor! ¡Algún doctor! ¡Algo le está pasando! — Un grupo de enfermos miró mi llanto y llamaron a los doctores y junto a ellos vinieron. — Tienen que ayudarlo. Algo le está pasando, por favor. — quise entrar a la habitación pero uno de los enfermeros me detuvo.
— Lo sentimos, pero no está permitida entrar, le pediré que por favor espere en la sala de espera. Haremos lo posible para salvarlo. — dijo.
— ¿Salvarlo? ¿A qué se refiere con salvarlo? ¿Acaso está grave? — un millón de preguntas pasaban por mi mente.
— Por favor espere. — y cerró la puerta.
No supe como reaccionar o qué más decir. Solo me abracé a mi misma y seguí llorando dejando todo lo que contenía salir.
Me moví a la sala de espera al final. Pero mi tristeza no acababa ahí. Había poca gente donde estaba, y esa gente me miraba raro. Pero no me importó en lo absoluto.
Me senté en una de las sillas con mis piernas pegando mi pecho, me puse la capucha que tenía mi chompa y escondí mi rostro en el hueco que se había formado entre ellas. Sollozaba.
No sé cuánto tiempo pasó, sólo sé que todo mi alrededor se volvió oscuro y silencioso.
(•••)
Un grito desgarrador hizo que me despertara de golpe, hasta el punto de casi caerme.
Me costó un poco darme cuenta donde me encontraba, no suelo venir a este tipo de lugares seguido.
Luego de recordar el motivo del porqué vine, mi preocupación volvió, y el grito que escuché lo relacioné con algo sobre él.
Me paré del asiento y caminé hasta llegar al pasillo donde se encontraba la habitación donde Vegeta estaba. Pero al darme cuenta que estaban Milk y sus padres, preferí quedarme en la esquina viendo qué fue lo que pasó.
— ¡No puede ser cierto! — gritaba la madre de Vegeta mientras lloraba y se aferraba al brazo del padre con fuerza.
No entendía qué pasaba. Pero mi respiración comenzó a ser pesada y sentí mis piernas perder equilibrios. Mi cuerpo total se congeló.
— Lo sentimos mucho señor Ouji.
Mi mirada se fijó en Milk. Aunque ellos no me pueden ver. Yo sí a ellos. Y se notaban destrozados.
¿Qué fue lo que pasó?
Mi mente imaginó lo peor. Mi respiración se detuvo de repente y todo a mi alrededor igual lo hizo. Quedé paralizada.
— ¿Podemos pasar a verlo? — habló Milk con la voz quebrada.
"Lo está… solo está.."
El doctor los guió a todos a la sala donde se encontraba Vegeta.
— No.. — sollocé con fuerza. Mis piernas me fallaron y caí.
Con las manos temblando saqué mi teléfono y con torpeza traté de buscar el contacto de Goku.
— ¿Bulma? — habló.
— Go-Goku.. — las palabras no salían. No quería llorar aquí. No podía explotar aquí.
— ¿Está todo bien? ¿Qué pasó? — preguntó.
— Por favor ven a recogerme — pedí — Porque siento que ya no puedo más. — lágrimas comenzaron a caer. Trataba de aguantar el llanto.
— Bulma.., tranquila. Dime dónde estás y qué pasó.
— Te digo luego, pero por favor ven rápido. Estoy en el hospital donde Vegeta está.
— Voy saliendo.
Y colgué.
Con las piernas doliendo y prometiendo caerse cada que vez de un paso. Traté de correr hasta la salida sin mirar atrás.
Cuando estuve afuera nuevamente mis piernas me fallaron y caí. Ya tenía raspones de tanto, pero no me importó. Nada importa ya.
— ¡Bulma! — Goku llegó y me miró en las condiciones que estaba. Deduzco que tenía ojeras y la cara toda demacrada de tanto llorar.
Quise levantarme pero él me ayudó, una vez estuve entre sus brazos no pude evitar abrazarlo y dejar todo mi dolor salir.
Con mis manos arrugué la casaca que traía, lo hacía de importancia, de coraje y por todo. No sabía cómo sentirme. Pero eran tantas emociones que sentía al mismo tiempo que sentía que me volvería loca en cualquier momento.
Hundí mi rostro entre su hombro y cuello y dejé todas mis lágrimas salir. Rompí en llanto estando ahí.
— Tranquila. Tranquila. — lo oí asustado. Estaba asustado al solo verme. Y claro.— Por favor dime que pasó.
— Ve-vegeta.. — balbuceé, pero no podía hablar, las palabras estaban hundidas y el solo pronunciar su nombre me hacía sentir peor.
— ¿Vegeta..?
Quise gritar. Quería. Pero preferí aguantarlo. Pero lo necesitaba, lo necesitaba demasiado.
— Él… — sentí mis ojos achacarle y a arder un poco — Falleció — dije lo más bajo que pude debido a que ya no soportaba.
— ¿Qué-qué? — estaba sorprendido, en su voz podía sentir la tristeza. Pero sentí como intensificó el abrazo y hundió su rostro entre mi hombro y cuello así como yo hice con el suyo.
Y fue así que él comenzó a llorar junto a mí ante la pérdida de alguien muy importante en nuestras vidas apesar de todo.
Vegeta Ouji.
YA VAMOS A TERMINAR :"C
Así es mi queridísima gente, el próximo capítulo es el último de todos *c va a hacer la ioracion.
Pero ahora aquí es donde ustedes deciden todo c:
Desean que el próximo capitulo sea solo el capítulo? O desean que venga con epílogo? Es decir, el último capitulo + Epílogo.
Díganme cual prefieren 💕
Y como siempre, quiero agradecerles por aún apoyar las historias cuando ni siquiera actualizo como debería. Trataré de enfocarme más. Mi meta es terminar con esta historia y seguir con Apuesta Mal Echa para así no estar enredada en muchos personajes lol.
Los quiero muchooo, cuídense, usen máscaras, y bendiciones a todos🌌
¡Nos leemos! 💙
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