Capítulo 30 (¿Me recibirá bien?)
Cuándo escuché el motor de un bus, abrí mis ojos de golpe y con las mismas me levanté. Dirigí mi mirada hacia Bulma y justo ella se levantaba debido al ruido.
— ¡Vegeta! — una voz conocida me llamó, los rayos del sol entraban fuertemente a mis ojos, nublando mi vista.
— ¿Kakaroto? — encontré la sombra y mi vista se volvió nítida. Fue que pude verlo, saliendo del bus corriendo hacia mi, pero luego Bulma gritó y cambió su rumbo hacia ella.
— ¡Oye cara de..! — grité cuando logré levantarme por completo. Mi espalda dolía debido a la mala postura en la que dormí, al igual que mi cuello.
La verdad no pude conciliar el completo sueño anoche. Me levanté tres veces para hacer del baño. Luego de la última no pude volver a dormir hasta que vi que amanecía, desde entonces no desperté, hasta ahora..
Me acerqué furioso hasta donde él. Se percató de mi presencia y volteó.
— ¡Hey! ¡No trates de huir!
— ¡Sé que cometí el error de no informar que te ibas! — él comenzó a retroceder mientras yo avanzaba.
— ¡Confié en que me cuidarias la espalda! ¿Qué estuviste haciendo?
— ¡Me quedé dormido!
— ¡Si serás idiota! — comencé a perseguirlo.
— ¡Pero mira el lado bueno! ¡Si no te quedabas Bulma iba a quedarse sola! ¿Qué tan malo puede ser dormir al aire libre con el medio ambiente?
— ¡Cállate el hocico! ¡Me la pasé casi toda la noche despierto!
(•••)
Luego de varios minutos, nos cansamos y nos metimos al bus escolar donde habíamos venido ayer. Yo me fui a los últimos asientos mientras ellos estaban en los primeros asientos hablando.
Cuándo llegamos al hotel, la mayoría de los estudiantes ya estaban listos para la siguiente parada, lo primero que hice fue tomarme un baño.
No pude disfrutar las semanas que estuvimos fuera al cien por ciento, las palabras que me había dicho no salían de mi cabeza.
Los siguientes días que pasaron fueron justo como pensé, no hablábamos, no cruzábamos miradas, pareciera que uno ya no existía para el otro. Era peor que ante.
Mientras los días pasaban, cada vez se acercaba la graduación, y hace poco mi padre dio el grandioso anunció que el día que me comprometa sería una semana después de mi graduación.
Ese día es un 15 de Diciembre.
Lo peor de todo es que ni los 18 tengo para poder decidir por mi, los cumplo justo dos días después del día en el que me van a comprometer.
¿De qué otra forma podrían empeorar las cosas?
— A veces me gustaría saber qué tanto pasa en esa cabeza tuya.
Dijo Jenny sentándose en el borde de mi cama.
Nuevamente, nos habían encerrado en mi habitación, nuestros padres exigían que saliéramos a citas y eso, pero yo no quería. Mucho menos estos últimos molestos días.
— No te importa.
— ¡Oh, vamos! La única cosa que sabes decir es eso. ¿Sabes decir algo más? — chilló.
— No te importa.
Ella bufó, sonreí de lado.
— No sé cómo viviremos juntos con ese carácter tuyo, seremos un desastre. — cruzó sus brazos molesta.
— No me importa.
— Agh, ¿Cómo mis padres pudieron elegir a alguien como tú?
— Lo mismo me pregunto yo, ¿Qué coincidencia, no?
— Cierra la boca Vegeta. No quiero comenzar con peleas.
— Entonces no provoques, rubia.
— Tengo nombre, te recuerdo.
— No me importa. — me senté en una de las sillas más cercanas y agaché mi cabeza aburrido.
— ¿Dónde está Milk? Podemos jugar algún juego de mesa para matar el tiempo.
— Salió, no sé a dónde se fue.
Y era cierto, avisó que saldría pero nunca dijo dónde. Eso fue hace como dos horas.
— ¿Qué te parece si vamos a comer algo por allí? — propuso.
Sí quiero olvidar a aquella mujer de cabello azul. Tengo que esforzarme.
— Como sea. — nos levantamos y salimos de la habitación e ir a avisar a nuestros padres, quienes charlaban, que saldríamos.
(•••)
Bulma
Días habían pasado, y aquí estaba, hecha una tonta, patética, culpandome de todo.
— ¡Milk! ¡Soy una idiota! — volví a decir mientras más lágrimas resbalaban por mis mejillas.
— No sabía acerca de lo que hablaron, cuando Vegeta llegó no me dijo nada sobre eso.
Le había contado la conversación que habíamos tenido Vegeta y yo ese día que perdimos el bus. Lo tenía guardado todo este tiempo, y ya no soportaba tenerlo así, quería hablar con alguien y desfogar todo lo que he tenido guardado. ¿Y quién mejor que Milk?
Mis padres habían salido a un viaje de negocios, justo el día que volvía de la excursión ellos ya se habían ido, pero me dejaron una nota diciendo que se irían por 2 semanas.
— Ahora me arrepiento de haberle dicho todas horribles cosas. — abracé con más fuerza la pobre almohada que siempre era víctima de mis arranques de tristeza — Lo quiero conmigo, Milk.
— Tranquila... — ella estaba sentada a mi lado dándome pañuelos para limpiar mi rostro.
— ¿Por qué tuve que decir eso? Pudimos aunque sea.. no sé, mostrarnos algún cariño.
— No estuvo mal, estabas resentida y...
— Entiendo, se lo merecía por haberme dicho todas esas cosas a mi también. — gruñí al recordar aquellos días — Pero ahora no me interesa cuantas cosas me dijo. Milk.., él estaba disculpándose, dijo que todo era mentira, eso quiere decir que él también me quiere. — suspiré.
Ella no dijo nada.
— Ay dios no, sueno como una estúpida. Él me hizo mucho daño. — oculté mi rostro en la almohada.
— No te comprendo. Primero dices que quieres estar con él, luego te arrepientes. — cruza sus brazos — Has estado toda la semana así.
Solté un suspiro.
— Dime algo, ¿Él se ve con esa chica? — pregunté volviendo a mirarla.
Ella curvó sus labios mostrando una expresión de disgusto.
— Temo decirte esto, pero sí. — cerré los ojos con fuerza — Pero los obligan a verse y estar encerrados en la habitación de Vegeta por horas y ..
— Espera, ¿Se encierran en un cuarto los dos solos y se quedan ahí por horas? — repetí lo que me dijo sin poder creérmelo.
— Nuestros padres los hacen encerrarse en el cuarto de Vegeta. — recalcó ella.
— ¿Y que hacen? — no dude en preguntar, la espera me consumía de una tortuosa manera.
Mi sangre hervía el sólo pensar lo que podían hacer. Apreté mi puño.
— No hacen nada, Vegeta se aburre rápido al igual que ella. Son iguales. — rodó los ojos.
Quizás están hechos el uno para el otro. Si son iguales..
— ¿Iguales? — repetí.
— Según he visto sólo juegan videojuegos.
— ¿Juegan videojuegos? — apreté la almohada.
— Es lo único que saben hacer, porque Vegeta no quiere hablar con ella.
Eso me dejó un poco más tranquila, pero eso no podía evitar sentirme mal al saber que ellos pasan tiempo juntos aún así.
— No te pongas así Bulma.., créeme a él también lo he visto desanimado estos días. No he hablado con él porque él me evita pero sé que él piensa en ti.
— ¿Cómo estás tan segura? ¿Cómo estás segura de que no piensa en esa otra chica?
— Él no la quiere, siempre la maldice porque es molesta.
No sabía qué responder a aquello. Me sentía muy confundida.
— Pero.. ya no hay nada que hacer, él se casará, yo estaré fatal, y así hasta el final. — me recosté boca abajo.
Uhh.., eso rimó.
— Solo piénsalo, él quería arreglar las cosas contigo sin embargo tú lo choteaste. — dijo.
— Quiero pensar.. — susurré. — Siento que.. necesito pensar esto un poco — dije volviendo abrazar la almohada.
— Está bien, entonces te dejo, voy a mi casa. — dice mientras se levanta de mi cama agarrando su mochila.
— Te llamo cualquier cosa. — le digo antes de que cruzara la puerta de mi casa.
— Claro. ¡Nos vemos! — terminó saliendo de la casa, yo me limité a soltar un bostezo y dejar que el sueño me venciera.
Milk
Luego que salí de la casa de Bulma, me encaminé a la mía con rapidez.
Mi plan era simple, conozco lo orgullosos que son los dos y a este punto ninguno de los dos querrá dar un siguiente paso a menos que alguien les de un pequeño empujón.
Y así es, ese pequeño empujón, soy yo.
Aunque no estoy muy segura de cómo todo esto terminará,francamente no me interesa mucho, lo único que quiero es que estos dos se hablen y aclaren las cosas de una buena vez.
Mi plan era hacer que ambos se vieran en el mismo momento, ahora que tengo a Bulma casi cayendo, debo tomar ventaja de eso y aprovechar de hablar con Vegeta para también hacerlo caer y que al final los dos se busquen.
No he podido descansar del todo solo para pensar en eso, debo admitir que hasta usé papel y muñequitos para guiarme,
Cuándo llegué a mi casa me di con la sorpresa de que Vegeta no estaba, pasé y saludé a los invitados que estaban, subí a su habitación, pero tampoco había nada. Lo busqué por cada rincón de la casa y no había señales de él.
No quería interrumpir a mis padres, quienes hablaban con los papás de Jenny. Entonces no tuve más remedio que irme a mi habitación.
Justo en el momento que iba a mandarle un mensaje de texto a Vegeta escucho como tocaban mi puerta.
— ¿Se puede? — mi mamá apareció abriendo la puerta dejando ver su cabeza.
— Claro. — dejo mi teléfono unos momentos.
— Te vi que buscabas algo hace unos minutos, ¿Sucede algo? — preguntó de repente.
Oh, Ella notó que estaba buscando algo.
— Quería ver a Vegeta, pero no lo encuentro, ¿Sabes dónde está? — Elva entró completamente a mi habitación.
— Cierto, él salió hace unas horas.
Abrí mis ojos sorprendida por su respuesta, ¿Salió?
— ¿A dónde? — me atreví a preguntar.
— Dijeron que saldrían a tomar un café. — encogió sus hombros.
— ¿Dijeron?
— Salió on Jenny. — soltó.
Mordí mi labio inferior al oír aquello. Oh no, esto iba a ser un problema.
— ¿Sucede algo? — se dio cuenta de mi cambio de aspecto.
Suspiré frustrada.
— Si.
— ¿Qué es, Milk? Sabes que puedes contarme lo que sea. — se sentó a mi lado en mi cama.
Dudé en si contarle, no sabía si ella ya sabe lo que hay entre él y Bulma.
Pero de todas maneras, le diré.
— Es que.., mi amiga y Vegeta.. — era algo complicado de explicar. — A Vegeta le gusta una chica. — suelto.
Ella miró a un punto desconocido, pero es como si estuviera recordando algo.
— Él me dijo que.. tenía una chica que.., no, él me dijo que quería una chica, y que él me dijo cosas feas solo para alejarla de él.¿Es la misma chica que hablas?
— ¡Si! — oh wow, me asombro, jamás pensé que Vegeta sería capaz de contarle sobre esto a alguien más.
Pero me alegra a la misma vez que haya sido a mi madre que le contase sus sentimientos y problemas.
— Esa chica es mi mejor amiga. Y sí, la discusión que tuvieron fue fuerte. Ella.., puedo decir que le pagó con la misma moneda. Pero ella aún lo quiere. Y yo sé que Vegeta la quiere también, mi plan era poder juntarlos hoy. — alcé mi cabeza para poder verla a los ojos. Ella me miró expectante.
— Milk, no sé mucho de esa chica, pero.. tú sabes que él y Jen.. — no dejé que terminara.
— Lo sé, pero mamá, yo he estado en el tiempo que se conocieron y cuándo comenzaron a sentir esto. Te puedo jurar que los dos eran muy felices, pero desde que esta tontería del casamiento comenzó todo se fue al.. — estaba apunto de soltar una palabrota, pero me aguante — al agua, y ahora ellos tienen estos problemas.
— Milk.. — quiso continuar, pero la volví a interrumpir.
— No mamá, es que.. no es justo. Vegeta no va a ser feliz con ella y tú lo sabes, tú sabes que todo esto está mal, mi papá hace esto solo para beneficio de él, pero, ¿En qué nos beneficia a nosotros? ¿Más ricos? Nadie más además de él quiere eso. — solté lo que era mi opinión al respecto de todo este ridículo tema. — Ver a mi hermano y mejor amiga sintiendo el mismo sentimiento puro, pero separados por algo egoísta me hace sentir mal. Ellos no merecen estar así, merecen ser felices mientras.. puedan. Y sé que no pueden, pero nosotras podemos hacer eso posible. — intentó unir a mi madre en mi plan — Por favor. Me importa Vegeta, es mi único hermano y lo quiero ver feliz, pero.. mi amiga, Bulma, es como.. la pieza principal para su completa felicidad, y viceversa.
Ella no respondió, miró sus manos las cuales estaban entrelazadas, relación sus labios y siguió pensando.
— Tengo que pensar esto Milk.
— Sólo.., déjame cumplir mi misión por este día. Y si es el último, al menos quiero que este sea el último día que estén juntos y sean felices. — imité su acción al mirar mis manos.
Seguía sin responder.
— Si realmente te importa la felicidad de tu hijo, te pido que por favor me apoyes, nos apoyes. — me levanté de mi cama — Bulma es una gran chica, te caería muy bien. Ella es lo que Vegeta necesita en su vida — agarré mi teléfono y lo guardé en el pequeño bolsillo de mi casaca, salí de mi habitación, y salí de mi casa esquivando los invitados discretamente.
No tenía idea de qué Cafetería podía ser, pero si tengo una en mente donde podrían estar.
Comencé a correr hacia el centro comercial. Lo bueno es que no quedaba tan lejos y el hacer deportes me daba ventaja de ir a un buen paso.
Cuando llegué a la entrada, el lugar estaba repleto de gente.
— Santa madre mía.
Luego recordé el lugar dónde solía tomar café, aquel puesto quedaba en el segundo piso. Y como odio los elevadores, mi intención sería ir por las largas escaleras.
Retorné a correr, aunque la gente se quejaba debido a que.., bien los golpeaba, o bien los empujaba, pero nah, las críticas están al último de mi lista en estos momentos.
Al momento que iba a comenzar a subir las escaleras, sentí como si acabara de chocar contra una pared, logrando caer de trasero al piso.
— ¡Que rayos! — no distracciones, solo ignora esto y sigue corriendo. Decía mi subconsciente.
— ¿Milk! — oh no.
— Goku, yo.., perdón, estaba corriendo. — me ofreció su mano para que pueda levantarme, la acepté y me jaló hacia él con fuerza para poder alzarme.
— Perdóname a mí, vengo de comprar algunas golosinas. — me di cuenta gracias a las bolsas que traía.
— ¿Para qué? — tomé el atrevimiento de preguntar.
— Planeo pasar por casa de Bulma, la he notado algo decaída estos días, entonces quiero tratar de animarla comprando esto. — señaló las dos bolsas que llevaba en una de sus manos.
— Ah.. — giré los ojos, pero luego recordé el porqué estaba aquí.
Un momento. ¡Él va a ir a verla!
— Eh.., es que, yo justo vengo de verla, y me dijo que no quiere ver a nadie porque está estudiando y se enojó porque estábamos viendo una serie. Pero está bien, no te preocupes. — tenìa que inventar cualquier excusa — Porque no.. mejor, ¿Vamos a tu casa para poder comer estos dulces que compraste? Asì no se desperdician, ¿No crees? — sugerí.
— ¿A mi casa?
— ¡Claro! ¿Qué te parece?
— Bueno, me parece bien. — aceptó.
— ¡Estupendo! Te llamo cuando esté en camino. Ahorita tengo que resolver unos asuntos, gracias y nos vemos — le di unas pequeñas palmadas en el hombro y subí las escaleras.
Fue que pude verlo justo saliendo de los baños. Sonreí, y sin pensarlo corrí hacía él.
— ¡Vegeta! — grité, captando su atención.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó una vez estaba en frente de él.
— ¿Y Jenny? — pregunté al no verla con él.
— Tenía que irse, su amiga tuvo un accidente.
— Uh que penita — usé el sarcasmo.
— ¿A qué viniste?
— Tenemos que hablar. — lo jalé fuera del centro comercial para poder hablar con más tranquilidad y no con un montón de chismosos rodeándolo.
— ¿Qué es?
— Escucha.. — solté un suspiro — Tienes que hablar con Bulma.
Él me miró, como si acabara de contar un chiste.
— ¿Es broma?
— No, no lo es. Tienes que hablar con ella sobre esto.
— ¿Para qué? Ella no quiere saber nada de mi, me olvidó, ya no existo para ella. Se acabó esto. — comenzó a caminar, pero yo lo detuve sosteniéndolo del brazo.
— Ella aún te quiere, ¿Qué no lo ves? Te dijo todo esto por despecho, estaba resentida, y.. — estaba apunto de decirle que se lo merecía de todas maneras, pero eso solo empeorará las cosas — Tienen que hablar.
— ¿Cómo te enteraste sobre lo que hablamos si yo no te dije nada?
— Ella me contó, y me dijo que lo hizo porque se sentía devastada. — confesé — Ella te quiere, ella piensa que ahora tú no la quieres ver.
— ¿Pero qué cambiará? Nada.
— Lo sé, lo sé. Pero no sería bonito terminar esto que tienen sin ni siquiera aclarar las cosas. — él miró hacia abajo — Si este es el último día que tienen, aunque sea traten de hablar, yo sé que ella te recibirá bien, sólo no seas un... tonto. — traté de no sonar ofensiva.
No hubo ni una respuesta de él. Podía notar como estaba pensando. No le dije nada, le estaba dando su rato para que pensara con claridad en sus decisiones.
— ¿En serio crees que me recibirá bien? — preguntó.
— Te lo juro como hermana que soy de ti. — él volvió a mirarme.
Otro silencio nos inundó, comenzaba a preocuparme que dijera que no y que era un cobarde y que su orgullo no lo dejaría hacer tal..
— ¿Dónde está? — me asombró su repentina pregunta.
— En su casa. — dije, él tomó rumbo y comenzó a correr. — ¡Deja el orgullo! — le grité.
Comencé a dar pequeños brincos de felicidad. Mi misión número uno había sido un éxito.
Ahora el siguiente paso. Necesito que Bulma.. también quiera buscarlo.
Rápidamente saqué mi teléfono y la marqué.
— ¿Milk?
— Hola Bulma, ¿Cómo te sientes? — pregunté, necesito ser rápida.
— Mucho mejor, de hecho. — esa era una buena señal.
— ¿De verdad?
— Sí.
— ¿Y crees estar lista para hablar con Vegeta? — fui al grano
— ¿Cómo así? — preguntó.
— Sé que es.. repentino, pero te voy a dar otro consejo, justo hablé con él, y se siente mal porque él cree que tú ya no lo quieres y que para ti, él ya no existe en tu vida.
— Bueno, eso fue lo que me dije — lo dijo en tono bajo — Pero.., quiero que sepa que todo eso es mentira y lo hice por angustia.
— Yo.., creo que deberías ir a buscarlo y aclarar las cosas si en verdad lo quieres de vuelta. ¿No crees?
Hubo un silencio.
— Tiene sentido. Pero.., él ya no querrá verme luego de lo que le dije. — sentí lo asustada que se sentía.
— Créeme, él sólo quiere arreglar las cosas contigo. Porque te quiere. Y te recibirá de buena manera. — Le aseguré.
— ¿Tú crees?
— No lo creo, lo es. Y te lo digo como amiga que soy de ti. — coloqué mi mano en mi pecho.
Otro silencio se hizo presente. Lo estaba pensando.
— Está bien, lo buscaré, ¿Tienes alguna idea de dónde pueda estar?
— Probablemente en nuestra casa, sólo corre por el mismo camino y.. — casi digo que lo iba a encontrar a él — y llegarás.
— Pero.. ¿Y tú familia? — volvió a preguntar.
— No te preocupes, ellos no están. — mentí.
— Lo haré, lo voy a buscar.
Sonreí — ¡Suerte! ¡Y deja el orgullo! — y terminé la llamada.
Solté un suspiro de cansancio, me senté en la banca más cercana que había por dónde estaba.
— Oh wow.. esto de ser cupido si que es agotador. — necesitaba tomar un respiro luego de todo esto. — Oh cierto, ahora tengo que arreglar otro asunto.— recordé lo que le había dicho a Goku, volví a tomar un respiro, me levanté de la banca, y con los dedos cruzados esperanzando que todo irá bien entre ellos dos, me encaminé hacia su casa.
Hola!!
(Olvidé poner este comunicado)
Solo para desearles un feliz día de San Valentin! Y no importa si están en casa, el amor y las buenas vibras siempre existirán de alguna forma♡
Muchas gracias por todo el apoyo, que tengan lindo día💕
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