Capítulo 22 (Uy)

— ¿Quién era esa chica? — me decía a mi misma encerrada en mi habitación.

No pude ver bien su rostro, apreté los puños por no haberme dado cuenta del todo.

No, no, no, no.

No me tendría que importar, es decir, si estaba abrazando a una chica.. es por qué el quiere, ¿Por qué me importa?

Oh no.

— Tienes que estar bromeando Bulma.

Me di vuelta y salí de mi habitación encaminandome a la sala dispuesta a salir de la casa.

— Me sorprende que hayas regresado rápido. — dice mi madre.

— Es que.. quería ir al baño.

— ¿No quieres ir al centro comercial?

— Tal vez luego mamá, pero gracias. — salí de la casa dejando a mi madre confundida.

Sin darme cuenta ya estaba a solo dos pasos de llegar a su casa, hasta que rápidamente me detuve al darme cuenta lo que estaba haciendo.

Ay no, ¿Qué estoy haciendo? Reacciona Bulma, ¿Qué ganas yendo a su casa?

Debo estar perdiendo la cabeza solo por verlo abrazar a una chica. Debo estar loca. ¿Qué hago aquí? Otra vez.

Algo está andando mal conmigo, estoy actuando impulsivamente.

Pero.. ¿Por qué me afecta tanto haberlo visto así? Fue como.. Una estaca traspasar mi pecho dura y salvajemente.

Además que no soy nadie para reclamarle, ¿En que estaba pensando?

Dispuesta a irme de aquí e ir a mi casa a meditar este nuevo sentimiento con calma, el rechinar de una puerta se oye y hace que me detenga y de vuelta por curiosidad.

Carajo, eran Milk y él. Me pillaron.

— ¿Bulma? Que sorpresa, pensé que estabas castigada. — dijo Milk sonriendo.

— Ehh.. yo.. Yo.. estaba solo caminando, y pase por aquí sin darme cuenta. — dije algo nerviosa, mi mirada se cayó en Vegeta, quien se veía un poco incómodo — No respondiste mis.. — y justo cuando iba a tocar el tema de los mensajes, una chica salió justo detrás de ellos.

Su cabello.. Su castaño cabello lucía igual al de la chica que Vegeta abrazaba. Y era bonita, muy bonita.

Será ella..

— Oh, Bulma, quiero presentarte a alguien. — siguió Milk.

Al instante mi mirada viajó hacia esa chica quien tampoco dejaba de mirarme.

— Se llama Elizabeth, pero prefiere que le llamen Lisa. Llegó desde España. Es amiga nuestra desde nuestra infancia, bueno, mucho más de Vegeta, se conocen desde bebés gracias a la gran relación que tenían nuestros padres con los suyos — dice. Algo dentro de mí hizo una especie de "Click" al oír que se conocían desde pequeños, que eran grandes amigos, y que ya conocía a sus padres, yo ni sabia sus nombres — Lisa ella es Bulma, también es una amiga nuestra.

Ella sonrió, era muy linda — Un gusto. — me mostró su mano.

Admito que me dio un poco de celos todo aquello. Casi olvido que tenía su mano esperando.

— ¿Bulma?

— Oh, Si, lo siento, pensaba en algo — acepte su mano — Un placer.. — conocer a la chica que al parecer va querer robar mi lugar.

No lo voy a negar, me siento muy pequeña al lado de ella. Se que ahora fregue todo con mi actitud a Vegeta, pero es que muchas cosas han cambiado.

— Justo íbamos a salir, quería llamarte pero recordé que estabas castigada. — siguió diciendo Milk.

— ¿Castigada? — interfiere la nueva. — ¿Estás castigada?

Metiche, metete en tus asuntos.

— Si, pero es temporal. — dije — Creo que ya me tengo que ir, fue un gusto conocerte.. — olvide su nombre.

— Lisa. — dice.

— Lisa, si.. Lo siento, olvido rápido las cosas, fue un gusto conocerte, nos vemos luego, ¡Disfruten su salida! — me despedí mientras me alejaba casi corriendo y hacía ver que daba vuelta la calle, pero en realidad solo me escondía y daba a entender eso.

Sinceramente la sola idea que vayan a salir y los tres juntos me daba mala espina en especial la tal Tiza.. Dina.. Gina.. como sea, lo olvide otra vez. Es que normalmente no hago caso a las cosas que no me importan.

Saqué un poco mi cabeza y vi que ya no estaban, camine hacia la dirección en la que ellos iban, ya tenía en menos más o menos a que cine irían.

Esta tarde me iba a convertir en una espia, y no, ya no son celos, solo curiosidad por saber como realmente es esta nueva chica y cuales son sus intenciones, y no, no es por Vegeta, sino por Milk, no quiero que me robe a mi mejor amiga.

Cuando llegamos al centro comercial - donde se encuentra el cine - Milk se separó de ellos mientras señalaba una tienda, al parecer algo le llamó la atención. Entonces se fue.

Me escondi detras de uno de esos árboles y me quede viéndolos a ver que hacían. Vegeta se sentó en el borde de la fuente y ella lo acompañó sentándose a su lado.

Sin duda hoy es el día en el que menos me entiendo. Es decir, desde aquel día con Vegeta que estuvimos juntos creí que algunas cosas iban a cambiar, en nuestra "Amistad", pero al parecer solo nos hemos alejado más.

Ella pasó su brazo alrededor del cuello de él. Él no dijo nada, es como si lo hubiera dejado pasar.

Los veía de espaldas, no sabía si estaban felices, o tristes, o solo coqueteando.

¿Coqueteando?

Alejé esas ideas de mi mente, pero parecían estar hablando de algo serio, lo notaba en lo poco que podía verlos la cara, debido a que cambie de lugar a uno más cerca.

¿De qué estarían hablando? Es como si ella lo estuviera consolando de algo.

— ¡Senorita! ¿No le han dicho que espiar a la gente es malo? — gritó alguien a mi lado provocando que suelte un gritillo, llamando la atención de casi todos a nuestro alrededor, incluso la de ellos. Rápidamente me agaché y sujete a la persona igual.

— ¡Martin! Te voy a matar pequeño capullo. — lo arrastré hasta los baños de las orejas, él se quejaba, pero no me importaba.

— ¿Qué diablos tienes con mi oreja? Me dejarás peor que Dumbo. — sobó su oreja.

— ¿Qué haces aquí? — pregunté.

— Creí que estabas castigada eh. — dijo él sarcastico.

— Lo estoy.

— ¿Entonces qué haces espiando a Vegeta?

— No.. no lo estoy. — respondí algo nerviosa.

— Si claro.., te vi bien como lo veías, asi de celosa. —se rió. Estaba apunto de golpearlo.

— Piensa lo que quieras. — dije, él alzó una ceja dándome a decir que no me cree — Esta bien, si estoy.. vigilando.

Él sonrío — Pero ¿Por qué? 

— No.. no lo sé, pero ya estoy aqui, y.. me gusta este juego de espía.

— Con que admites que lo espías.

Suspiré — Sólo.. veo que hacen con esta nueva chica que apareció, es todo.

— Ya entiendo... estás celosa.

Di un pequeño brinco.

— ¿Que tonterías dices? Es claro que no. Sólo me preocupo que no me robe a mi mejor amiga, la cuál es Milk.

— ¿Y por qué ves a Vegeta entonces?

— Porqué.. Porqué.. tampoco quiero que me robe al enemigo también.  — me levanté dispuesta a volver. Él me siguió.

— Sé que te gusta, lo puedo ver.

— ¿Los helados? Uy si, los amo.

— No importa.

Cuándo volvimos al lugar dónde comenzó todo, ellos ya no estaban.

— Que mal.. se fueron a hacer un trío, ahora vamos. — intentó jalarme hacia afuera, pero yo lo detuve.

— Oye, ¿Y si adelantamos la salida al cine para hoy?

— ¿Hoy?

— Aprovechando que estamos aquí ¿No crees?

Él no sabía que ellos iban al cine.

— Bueno, al fin lo aceptaste. No te preocupes, soy tu pañuelo. — fingió abrazarme, yo le di un pequeño empujón.

No tenía ni idea de cómo iba a saber que película iban a ver, entonces una traviesa idea atravesó por mi mente.

— Veamos Dumbo.

— Bueno.

Pedimos los tickets, y cuándo entramos los vi entrar a la sala de La Monja.

— ¡Oh en serio! — gritó Martin volviéndola a fregar.

Lo empujé a los baños, captando la atención de la gente a nuestro alrededor.

— Estás loca, lo puedo asegurar. Te gusta Vegeta.

Me crucé de brazos.

— Cállate, no sabía que ellos vendrían aquí también. 

— Si claro, a éstas alturas ya no te creo, estás enamorada de Vegeta.

— Y si me gusta ¿Qué? ¿El mundo desaparecerá, o algo? — dije al colapso del enfado. Pero luego me di cuenta de las palabras que dije y callé.

Él sonrió hasta más no poder luego carcajear y gritar, haciendo que todo en la entrada del baño se nos queden viendo.

— ¡Tienes que estar de joda! — estaba apunto de caer, lo tuve que arrastrar hasta afuera, teníamos que entrar ya o perderíamos la película.  — ¡Lo sabía, carajo, lo sabía!

— ¿Quieres callarte ya?

Agarré un vaso y lo llené de gaseosa, luego de eso se lo tiré sin importar la gente que había alrededor.

Él me miró un poco enfadado, no le hice caso y entre a la sala de películas que "debía" ir.

— Aveces no sé cómo te llamo amiga.

— Ni yo, me hiciste pasar el ridículo más horrible de mi vida.

— Pero te gusta.

— Yaaaa. — estaba apunto de gritar, pero no debía por que sino la gente nos iba a reclamar.

Fuimos a cualquier asiento.

— Un momento, esto no es Dum.. — habló Martin.

Automáticamente la gente comenzó a callarlo, debido a que la película ya estaba empezando, recibimos miradas de todos, y cuándo digo de todos, es de "todos". Incluyendo a ellos, pero yo me escondí.

— Maldita traidora. — susurró

Reí ante su comentario.

Ahora.. si que estaba en aprietos, ¿Que quería decir con que me gusta? ¿Lo decía en serio? ¿O sólo para que dejase de molestar?

La verdad es que luego de lo que pasó esa noche no lo he vuelto a ver de la misma manera, las pocas veces que lo vi no negaré que me puse un poco nerviosa. Jamás me había sentido así antes y mucho teniendo su presencia cerca.

En toda mi vida sólo he tenido una relación, relación que no duró cómo esperaba, ¿Por qué? El tipo ese sólo quería tener relaciones conmigo y no algo serio, pero ¿Qué podía esperar?  Tenía quince y a esa edad todos los chicos de mi edad tenían las hormonas alborotadas y sólo buscaban cómo premio acostarse con cuántas chicas puedan, algo enfermo, pero agradezco que eso haya terminado para mi.

Alcé un poco la cabeza, nosotros estábamos más arriba que ellos, por lo que podía verlos casi claramente, si no fuera por lo oscura que estaba la habitación podría saber que hacían.

Él no hacía nada, sólo tragaba la comida que trajo. Casual.

Milk estaba concentrada en la película.

La otra Maritza o no sé hacía.. no interesa.

Y Martin.. sólo era Martin, igualmente comiendo los dulces que trajo sin que me diera cuenta.

— Iré al baño. Ya regreso.

— ¿Tan rápido Irás a ver a tu novio?

Bufé — No es mi novio.

— Pero lo será. — sonrió.

— Cállate si no quieres que grite que tienes sueños húmedos con el profesor de historia.

Él automáticamente calló, pero no del todo.

— No serías capaz..

— Si pude seguir a un chico a escondidas y confesarme en público, creo que si, lo soy. — sonreí.

— Bien, yo acabaré diciéndole a Vegeta que te gusta.

— Está bien, dile. A ver si no lo hago yo primero. — y con eso, me fui bajando las escaleras dejándolo desconcertado con mi respuesta.

Salí de la sala apunto de romper algo, volví a fregarla con mis tonterías.

Me dirigí al baño dispuesta a echarme un poco de agua en el rostro. Quedé parada en frente del lavatorio y espejo mirándome fijamente algo insatisfecha.

— ¿Qué estás haciendo Bulma? Esta no eres tú. Algo anda mal contigo. — me dije a mi misma

— Lo mismo me pregunto. — una voz provocó que me de un sobresalto y de media a vuelta a ver al causante de mi susto.

— ¿Qué haces aquí? — pregunté al instante.

Maldito Vegeta bipolar.

Él se acercó un poco a dónde estaba.

— No creas que no me di cuenta. — sonrió.

— ¿De qué? ¿Qué eres un chismoso? — ahora la que sonreía era yo.

— Eso ya lo sabía. — reí. Él se acercó un poco más. Casi tocando mi cuerpo. — Me estabas espiando, ¿Cierto?

Bien.. esto no está bien, y no es el que me haya descubierto, si no es que me estoy poniendo nerviosa y eso no debería estar pasando, los recuerdos de la última vez que estuvimos así de acerca - o hasta más - golpearon mi mente, mordí mis mejillas internas para evitar soltar alguna tontería.

Joder.. sentía algo que me inquietaba del sólo recordarlo.

— Fue sólo coincidencia.

— ¿Coincidencia? Pensé que estabas castigada.

— Lo estoy. Pero tenía que comprar algo que no podía conseguir en ninguna otra tienda. — sonreí.

— ¿En el cine?

Carajo.

— Bueno... tú me conoces, me meto en problemas. — sentí su mano rozar con la mía, se sentía tan bien aquella extraña sensación que juraba que sentía cosquillas en el estómago.

—Lo sé.

¿Y esa chica?

— ¿Es Pizza tu amiga? — pregunté.

Él alzó una ceja

— ¿Pizza?

— Ella.. con la estabas, ya olvidé su nombre. — en serio.

— ¿Lisa?

— Si, Lisa. — de solo recordar el nombre me daba algo. Pero no, no estoy
celosa, aunque tal vez en el fondo sea algo, pero no lo demostrare.

— ¿Qué hay de malo con ella?

— Nada, solo tenía curiosidad por qué.. nunca en mi vida la había visto.

— Lo se. ¿Es ella el motivo de porque me seguiste? — sonrió egocéntrico.

— ¿“me seguiste”? ¿No crees que eso suena un poco.. engreído de tu parte? Me preocupo por tu hermana mas que nada, porque es mi mejor amiga.

Él siguió sonriendo. — Estás celosa. — iba a hablar, pero él se adelantó — No lo trates niegues, lo puedo ver. Pero no te preocupes, no le diré a nadie.

Reí — Piensa lo que quieras. — no resistí más a aquella tentación y coqueteo que teníamos y me abalancé sobre él para poder besarlo. Además, sentía que él también lo quería, sólo que era tan orgulloso que no iba a dar ese paso amenos que yo lo haga.

Sentí sus manos rodear mi cintura, acercándome a él, rodeé mis manos alrededor de su cuello

Esto no puede ir peor.

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