Capítulo 19 (Sólo con él)

- ¿Ahora qué? - dije algo brusca.

- No sé, pero yo, me voy a dormir. - se dirigió a un sillón que no estaba en malas condiciones y se sentó con las piernas abiertas y brazos encima de los bordes el sillón mientras echaba la cabeza hacia atrás.

Miré a otra dirección evitando ver otra cosa muy revelante.

- ¿Y yo dónde voy a dormir? No hay una cama. Ese sillón era la única alternativa. - dije en reproche.

- ¿Yo que sé? El suelo es cómodo también. - me volteé a mirarlo, vi que cerró los ojos.

- ¿Así? ¿Y por qué no duermes tú ahí y yo en el sillón? - digo.

- Porqué no quiero. - respondió.

- ¡Se considerado! ¿Recuerdas en el hospital que te dejé dormir conmigo, pero dijiste que no, pero al final si viniste como a las tres de la mañana molestando mi sueño?

Él abrió un ojo y me miró, fueron por unos segundos antes de volver a cerrarlos.

- No.

- Te odio. - crucé mis brazos al dejar de sentirlos pegajosos en mi.

- Igual yo. - ladeó un poco la cabeza.

- ¡Oh vamos! Mira, el sillón no es tan pequeño, tiene un tamaño promedio, si te haces a un.. - me acerqué y comencé a moverlo un poco a la derecha, él se quejó.

- ¡¿Qué haces?!

- Quiero dormir. Yo también tengo sueño. En este sillón entramos los dos. - entre cerré los ojos mostrando mi notorio cansancio.

Al parecer, él se compadeció de aquello pasando saliva, y se hizo a un lado lo más que pudo.

Me mordí el labio para no reír. Me sirvió la actuación, sabía que no era tan malo.

Cómo era algo delgada, cabía perfectamente en el pequeño espacio que me había dejado.
Sonreí acurrucandome desde mi sitio.

- ¿Contenta? - dijo.

- Mucho. - fingí que el sueño me chocó rápido y eché la cabeza hacía atrás cerrando los ojos.

Oí cómo él se movía un poco. Sentí su brazo pasar por atrás para que tenga más comodidad.

Sinceramente, me sentía bien estando con él, peleando o no, discutiendo o no, su sola presencia hacía sentirme bien, me hacía sentir plena y segura, aunque aveces se ponga insoportable, le tengo mucho cariño. Y creo que eso ya se demostró en ciertas ocasiones. Yo sé que él también me quiere en cierta forma, y se preocupa por mi, pude comprobarlo por lo que pasó en el hospital y cuándo me defendió de Goku.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuándo sentí una fuerte brisa de viento, mi cuerpo entero se heló y comenzó a temblar del frío que empezó a hacer.

Miré a Vegeta él estaba intacto, cómo si no le hubiese afectado el fuerte viento que apareció.

Fue que entonces acerqué mi cuerpo al suyo y comprobé que él estaba caliente, su cuerpo entero estaba forrado de calidez. Mi cuerpo pidió estar más cerca y sentir ese calor sobre mi.

Lo terminé abrazando literalmente. Sentí su brazo que estaba detrás caer sobre mi espalda inconscientemente. Pude sentir su calor aún más.

Mi cabeza cayó sobre su pecho, dónde pude oír los latidos de su corazón. Y sentir cómo su pecho subía y bajaba a medida que respiraba. Mi cuerpo se relajó por completo al estar tan cerca de él. Al mismo tiempo que sentí mi corazón latir con un poco más de fuerza.

¿Por qué? No lo sabía, pero no quería dejar de sentir esa sensación. Esa sensación de sentirme llena.

Y no quería pensar en que era en esos momentos, sólo quería enforcarme en oír los latidos de su corazón y sentir su cuerpo con el mío, era todo.

Alcé la cabeza para verlo. Oh error, a muy poquisimos céntimetros estaban sus labios de los míos.
Mis ojos viajaron hasta ellos, estaban entre abiertos, teniendo de un color rosa apetecible, y.. cómo si estuvieran listas para..

No, Bulma, tranquila, estás entrando en trance, estás cayendo en la locura, estás perdiendo la cabeza, sólo.. deja de verlos.
Trataba de no verlos apartando la mirada, pero era muy inevitable no hacerlo, simplemente estaba atraída a ellos.

Algo.. algo me decía que cometiera lo indeseable, que cometería lo que creía un pecado el día que nos conocimos. Que coneteria lo que realmente quería.

Mi interior me incitaba a hacerlo, me daba esos impulsos, esas ganas de hacerlo.

Me mordí el labio insegura de lo que pensaba, no podía hacerlo, simplemente no podía.
No podía solo besarlo mientras dormía, no podía, ¿Y si despertaba? ¿Y si se daba cuenta?
Y si se da cuenta, ¿Dejará de hablarme?
No podía arriesgarme volver a separarme de él. No podría soportar volver a estar alejada de él.

Pero.. ¿Por qué siento todo esto? ¿Por qué tengo miedo a perderlo? ¿Por qué tengo miedo de arruinar nuestro vínculo? ¿Por qué tengo ganas de besarlo? ¿Por qué me atrae tanto?

Mis mejillas se tiñeron de rojo al instante que él abrió los ojos, no de golpe, pero los abrió, y lo primero que miró fue cómo estábamos, luego a mi.

Todo mi interior se revolvió por completo, mi mente estaba en completo blanco, no sabía que hacer, pero las intenciones estaban ahí.

Sin embargo, él no dijo nada, y eso hizo crecer mis ganas de querer besarlo.

Tímida, pero rápidamente uní mis labios con los suyos olvidando todo el resto o qué podría pensar, sólo quería aquello, y no iba a estar tranquila si no lo hacía, ya habría tiempo para arrepentirme luego.

Sin dar más, me separé al no ser correspondida, sintiendo mi rostro de todos los tonos de rojo, mi rostro ardía de la vergüenza cómo no tenían idea. Estaba muy avergonzada y nerviosa. Me arrepentí por completo, había cometido un error.

- Yo.. lo.. lo sie-siento, no fue.. - buscaba las palabras para disculparme. Traté de no verlo, no quería ver su reacción, no quería ni imaginar que podía estar pensando de mi en esos instantes.

Mi cuerpo entero se paralizó al igual que mi respiración al ver que, de pronto sujetó mi mentón con un poco de fuerza atrayendo nuevamente mis labios a los de él. Él había tomado la iniciativa de besarme, y no fue obligado.

Sentí sus labios moverse lentamente sobre los míos, cómo si estuviera diciendo que lo correspondiera.

Yo seguía sin salir de la sorpresa, sin embargo, no quería que se detuviera.

Sin saber que otra cosa más hacer, correspondí a él. Siguiendo sus movimientos.
Dejó de sujetar mi mentón, haciendo el beso más suave.

De pronto cerré los ojos para sentir mejor el beso, y así fue, a la vez que fue más satisfactorio.
Aún tenía el sabor menta de las dulces que comió hace minutos.

Mi corazón comenzó a latir con más que hace unos segundos. Sentía iba a salir de mi cuerpo en cualquier momento. Podía hasta oírlo, y apuesto que él también lo oía.

No podía creer lo que estaba pasando. Mi mente aún no procesaba la situación, fue tan rápido, que ni me dio tiempo de pensar. Sólo seguí mis impulsos, y en esto acabaron.

Sentí en la parte baja de mi estómago cosquillas, sentí.. cómo una especie de cosquilleo inquietante, uno que me hacía sentir todo mi cuerpo vibrar, pero era una vibración buena, sí, eso sentía.

Una de mis manos viajó hasta su hombro. Al mismo tiempo sentí una de sus manos pasar por mi cintura, luego la otra, e inesperdamente me atrajo hacia él completa, sintiendo nuestros cuerpos chocar. Eso fue algo que disfrute, que él tomase ese tipo de iniciativa.

No sabía cómo podimos soportar tanto rato en un beso, había sido el beso que más tiempo me había durado y gustado, eso tenía que admitir.
Aunque no sabía que era lo que sentía realmente por él en estos momentos muy confusos, pensaría en luego aquello, o que al menos él me de una señal de qué es o algo, por estaba muy confundida y no pensaba con claridad lo que hacía, pero de una cosa estaba segura.
Que quería que todo fuera con él. Y sólo con él.

El beso terminó cuándo sentí que me quedaba sin aire, al parecer lo sintió, se separó lentamente de mi, hice lo mismo. Pero nuestros cuerpos permanecieron unidos.

¿Qué significaba aquello? ¿Que había pasado entre los dos? ¿Por qué sucedió?

Cuánto nuestros labios tomaron distancias, él desvió la mirada a otro lado, tenía las mejillas rojizas aunque no eran muy notorias por la falta de luz, pero podía percibir su nerviosismo luego de lo que pasó. No lo podía criticar, me sentía igual.

Inconscientemente sonreí, sonreí con ternura al ver cómo actuaba, aunque nuestros labios estaban separados, nuestros cuerpo aúm seguían unidos, y era un hecho gracioso por qué ninguno se molestó en alejarse del otro, era lo contrario, apuesto que él no quería alejarse de mi al igual cómo yo, sólo que era bastante tímido y cerrado cómo para decirlo, extendí mi sonrisa al pensar que él deseaba eso conmigo. Y que no me quería lejos de él. Sentí nuevam6esa extraña sensación en la parte baja de mi estómago.

Apreté un cachete de êl, llamando su atención haciendo que él me mirase a los ojos.

Tímidamente mordí mi labio al sentir su potente mirada sobre mi, aunque no sabía que expresaban específico, podía sólo decir que estaba pensando, pensando mientras me miraba a los ojos y no me quitaba la vista, al igual que yo a él, tratando de adivinar o tener algo de qué podría ser lo que pensaba, quería saber que pasaba por su mente en estos momentos.

Repito, me sentía extraña, era un sentimiento demasiado fuerte hacia él, podía sentirlo al sólo contacto, algo que nunca había sentido antes con algún otro chico.

¿Será que puedo..? ¿Será que él..?

En algo rápido y queriendo aún sus besos de alguna forma, tomando yo la iniciativa, lo abracé del cuello rodeando mis brazos en el, tomé suficiente impulso sosteniéndome de él, y me elevé pasando una pierna hacia el otro lado de él. Quedando así encima de él.

Él me miró confundido, otra vez nuestros labios estaban a céntimetros gracias a mi. Lo había sujetado de la cuellera de su camisa para acercar su rostro al mío mientras yo me inclinaba hacia el de él.

Nuestros alientos chocaban, nuestras respiraciones eran lentas, muy lentas.

Pasé saliva nerviosa sin saber que hacer, quedando inmóvil ante él, viendo a sus labios entre abiertos y ahora teñidos de rojo gracias al pintalabios que traía.

Arrepentida completamente y tomando esto otra baja a mi dignidad, iba a romper cómo sea esa puerta y salir cómo lo cobarde que soy. Pero no, con una mano me sujetó la cintura, y la otra llegó hasta mi nuca, dónde sin pensarlo terminó con la distancia a volverlo en otro beso más. Pero este fue diferente al de hace unos minutos, este tenía un toque de picardía y necesidad.

No podía, iba a terminar cometiendo una locura por estar con él. No quería que esto se descontrole, no quería que acabara en una locura. Según sé esta vez no fue la primera vez que nos besamos, según él, yo lo besé cuándo estaba ebria esa noche. Pero nada que ver con los besos que compartiamos ahora.

No había vuelta atrás, sea lo que sea que tenía que pasar, que pase.

Me importaba poco el resto.

🤫🍋

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