Nunca pasamos mucho tiempo juntos, pero por alguna extraña razón...siento la necesidad de ir y pasar tiempo con ella... ¿Es algo extraño, no? -pensaba Louie.

Hace una semana que Webby no salía de su habitación, nadie sabía la razón. Los mayores no se preocupaban por eso y solo decían que era la adolescencia, mientras que los trillizos no decían lo mismo, ya que ellos también son adolescentes.
Huey no le hacía mucho caso al tema, ya que para él eso era cosas de Webby y ella tendría sus razones.

Dewey era su mejor amigo y se encontraba preocupado, tal vez su amiga haya entrado en depresión o algo.

Mientras que Louie... Él no mencionaba nada sobre el tema, nadie lo escuchó decir ni una palabra al respecto de eso, los demás no le daban mucha importancia, ya que sabían que Louie y Webby no eran muy unidos, solo se trataban normal y ya...

—Señor, hoy saldré de la mansión por el asunto que usted ya sabe y volveré en 3 días. -Dijo Beakly, con una expresión de seriedad.

—Muy bien, que tenga suerte, si llega a suceder algo me avisa y contacto con los agentes. -Respondió Scrooge, mientras ordenaba unos papeles de su mesa.

Beakly se fue y todo seguía normal, con la misma tranquilidad, aunque Webby todavía no salía de su habitación, tampoco salió para despedirse de su abuela.

Webby se encontraba sentada en el borde de la ventana observando las vistas y pérdida en sus pensamientos, hasta que alguien llamó a la puerta sacándola de sus pensamientos profundos.

—Ehh...¿Q-Quién es? -Dijo nerviosa.

—Soy Dewey, ¿puedo pasar? -Le preguntaba desde el pasillo.

—Si, pasa. -Dijo Webby dirigiendo su mirada a la puerta.

—Hola, necesito hablar contigo. -Dijo Dewey sentándose a su lado.

—Está bien, ¿que ocurre? -Le preguntó dudosa.

—Es que llevas días desaparecida...
Llevas una semana sin salir de tu habitación, hasta me preguntó si ya comiste algo o si te bañaste... ¿Acaso te sientes mal o alguien te dijo algo? -Le preguntó muy preocupado su amigo.

—¿Que? Oh no, no, no, yo estoy bien, simplemente quería estar sola para pensar...

—¿Para pensar en que?

—Bueno ni siquiera yo lo sé...

—¿Sabes? Llevas así desde que hablaste con Lena y Violet. ¿Acaso ellas te hicieron sentir mal?

—No, ellas no serían capaz de algo así, simplemente les había preguntado algo muy importante y aún estoy asumiendo la respuesta que obtuve de ellas...
No es nada grave o eso creo... Auque pensándolo bien... ¡SI, SI QUE ES ALGO GRAVE, ES MI FIN, AHORA YA NO SERÁ LO MISMO QUE ANTES, TODO HA CAMBIADO REPENTINAMENTE! -Webby empezó ha alterarse como una loca.

—Oye, oye, ¿ya cálmate, no? Si quieres me lo puedes contar, somos mejores amigos. -Dijo Dewey con una sonrisa.

—No, no, no, ¡NO PUEDO PERMITIR QUE ALGUIEN MÁS SE ENTERE DE ESTO Y MENOS QUE SE LO CUENTEN A ÉL! -Dijo Webby empujando a Dewey fuera de la habitación y cerrando la puerta.

—¡Webby, eso no se hace, somos mejores amigos! -Se quejaba Dewey desde el pasillo.

—Lo siento mucho, pero ahora es lo que toca. -Dijo Webby desde su habitación y Dewey se fue con sus hermanos.

~Habitación de los trillizos~

—Hola, acabó de llegar de la habitación de Webby y todo ha sido bastante raro, pero más raro de lo normal diría yo. -Dijo Dewey sentándose sobre su cama.

—¿Al final conseguiste hablar con ella o no? -Le preguntó Huey.

—Si y no...

—¿Cómo que si y no?

—Bueno, pues conseguí hablar con ella un poco, pero luego le dije algo, se alteró bastante y me echó de su habitación.

—¿Y ahora que dijiste?

—¿Que? No, no le dije nada malo.

—¿Y entonces porque te echó de su habitación?

—Le pregunté que le pasaba, luego le dije que lleva así desde que habló con Lena y Violet, ella me dijo que les preguntó algo importante, que ahora está intentando asumir la respuesta que obtuvo y luego empezó ha alterarse diciendo que era su fin.
Yo la traté de calmar diciendo que me lo puede contar a mi, pero solo se alteró más y dijo algo de que no podía permitir que alguien más se entere y menos él o algo así, por último me echó de su habitación y aquí estoy con ustedes.

—Hmm... me parece algo extraño, ¿tú que opinas, Louie? -preguntó Huey dirigiendo la mirada a su hermano menor. -¿Louie? -Volvió a preguntar.

—¿LoUiE? -Dijo cantando Dewey.

—¿Louie? -Preguntó su hermano de rojo muy sorprendido.

—Oye, ¿acaso este es algún tipo de conspiración o algo parecido? Es que primero Webby y ahora Louie. ¡¿Quién crees que será la próxima víctima!? -Dijo Dewey.

—No, yo creo que cada uno está en su mundo, Webby estará con alguna de sus dudas existenciales y Louie estará pensando en algo que provoca que la mente no le dé para nada más. -Aclaró Huey.

—¿Y como sacamos a Louie de dónde quiera que esté?

—Pues pellízcale la mejilla, ya sabes que odia eso.

—Está bien.

—Dewey le pellizcó la mejilla a Louie, lo cual hizo que Louie soltara un grito de dolor.

—¡¿DEWEY SE PUEDE SABER QUE CARAJO HACES?! -Dijo Louie muy molesto.

—En mi defesa diré que esa idea fue de Huey y también diré que te estuvimos llamando, estabas en una especie de trance raro. -Se justificó Dewey.

—Yo no estaba en ningún trance raro, solamente estaba pensando en algo.

—¡Pero bueno! ¿acaso hoy es el día de los pensamientos extraños y profundos o que? Porque yo no estoy viendo a Huey pensar y el es el nerd aquí, ¿o le quieren quitar el puesto?

—¡OYE! -Huey le llamó la atención a Dewey.

—No, ni siquiera ese día existe, que yo sepa, ¿y quién más está pensando?

—Webby y anda demasiado nerviosa, además ella lleva una semana sin salir de su habitación.

—Ohh Webby... -Dijo Louie en voz baja, empezando a sonrojarse un poco.

—¿Louie? ¿Louie? ¡¿LOUIE?! -Dewey llamó a su hermano varias veces, hasta hacerlo reaccionar.

—Ehh...¿que decías?

—No pienso repetirlo además solo te dije eso y de repente te fuiste a otro planeta. -Dijo Dewey con tono de burla.

—¿Louie, estás bien? -Le preguntó Huey.

—Claro que estoy bien, ¿porque no lo estaría?

—Es que estás algo distraído y ni siquiera estás usando el teléfono, ¿cómo es que estás distraído sin usarlo? -preguntó Huey.

—¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJJAJAJA! -empezó Dewey a reír a carcajadas cayéndose al suelo.

—Dewey, te odio. -Louie le dedicó una mala mirada a su hermano de azul.