CAPÍTULO 17
Habíamos llegado a la casa alrededor de las siete de la noche, nuestros padres aún no estaban en casa. Subíamos a nuestras habitaciones a ordenar nuestras cosas, Ellie se había ido a dar una ducha, mientras yo organizaba mi cuarto y buscaba algo que ponerme después de bañarme. Mi mente estaba algo inquieta, quería saber porque había tardado Ellie en volver cuando fue al baño en la fiesta. No quería pensar nada malo. —Ella no haría algo que no quisiera —pensé. Me había quedado tan absorbida a mis pensamientos que no me percaté de que Ellie había entrado y estaba frente de mi haciéndome señas.
—Eso sí es irse a otro mundo — dijo Ellie divertida. Y negué sonriendo.
—Perdón, estaba pensando en algo — dije tratando de disimular.
—¿Y se puede saber que pensaba mi dulce Jul? —pregunto sentándose a mi lado. Me giré a verla y solté un suspiro.
—Es, yo estaba pensando en—me quede en silencio un momento y negué —no es nada, es una tontería.
—Dudo que sea un tontería, si estás así es porque te molesta o estas inquieta por algo Jul—dijo acariciando mi rostro. Cerré los ojos por un momento disfrutando de su tacto. —Vamos cariño, dime que sucede.
—¿Por qué tardaste tanto cuando fuiste al baño en la fiesta? —Solté sin más mirándola. Ellie se había quedado en silencio, estaba inquieta.
No me gustaba la forma en la que estaba sintiéndose, podía notar lo inquieta que estaba, tanto así que se paró de la cama. Y camino hacia la ventana y se abrazó así misma, giró para mirarme y sus ojos estaban algo triste.
—Solo te pido que me creas por favor — casi me suplico, luego se tapo el rostro.
Si había echo algo, no era nada bueno para querer comportarse de esa manera. Que habrás echo Ellie. —pensé algo asustada. No quería preocuparme y no pensar algo malo, no quería pensar que Ellie hubiera hecho algo que nos perjudicara nuestra relación.
—¿Qué hiciste? —pregunte sería. Había sonado muy dura por el gesto que había puesto Ellie. No era mi intensión hacerla sentir mal, pero no que esperarme antes de que lo diga.
—Cuando estaba esperando para entrar al baño, ya que estaba muy full el lugar y varias personas queríamos usarlo. Después de esperar un rato, pensé hasta en devolverme o buscar otro baño que estuviera desocupado pero no conocía la casa. —Se detuvo y tragó fuerte. Era como si le como costara decirme que había ocurrido— Fue entonces que vi a Jasón y lo vi bastante mal. Me pregunto que si el baño estaba muy ocupado y le dije que si. — Paso sus manos nerviosas por su cabello — Me pregunto si quería ir y me dijo que sabía donde estaba otro y que seguro estaba solo. Por lo que no me negué.
Esto me desesperaba, quería saber que había ocurrido, no quería saber cada detalle que había pasado, cuantas personas vio y todo lo demás. Me levanté de la cama y fui hasta ella. La mire fijamente, trate de calmar un poco mi respiración.
—Puedes simplemente decirme que sucedió y ya Ellie —Dije ya agotada de tantas vueltas que le daba al asunto.
—Jasón y yo nos besamos— Soltó si más.
Mi hermano y Ellie. Negaba viéndola —No, no, esto no podía ser cierto —Pensé. Se besaron, joder se besaron. Trataba de asimilar lo que me había dicho. No podía hacer un escándalo. Tampoco lloraría frente a ella. Estaba molesta, muy molesta. Mire a Ellie, y luego salí del cuarto. Mataré a Jasón. Como se le ocurre besar a Ellie. Sabia que mi hermano era un idiota, pero meterse con Ellie. Me negaba aceptar eso. Ellie venía tras de mi diciéndome que no hiciera una estupidez, que él no tenía la culpa. Por supuesto que tenía la culpa. Abrí la puerta de su habitación y estaba acostado viendo televisor. Sonrió al verme pero su sonrisa se borró al ver que tenía cara de pocos amigos.
—¿Cómo pudiste? —Solté molesta. Jasón miró confundido y volteó a ver hacia la puerta y vio a Ellie.
—¿De qué estás hablando pequeña? — Pregunto inquieto, no entendía lo que estaba ocurriendo. Lo mire incrédula.
—Oh vamos Jasón, no te hagas el que no sabes— dije deteniéndome al frente de él que se había levantado de la cama.
—Jul, no se de que me hablas, pero si me dijeras, seguro que te podría dar una explicación — dijo Jasón tratando de calmarme. Cosa que me alteraba más.
—¿Por qué besarte con Ellie, habiendo tantas mujeres en la fiesta? ¿Por qué Ellie?— pregunte decepcionada. El me miraba desconcertado, sin duda su rostro era como si no supiera lo que le estaba diciendo.
—Cómo se te ocurre pensar eso— soltó molesto —me crees capaz de besar a tu chica, sabiendo lo enamorada que estás.
Eso me había dejado fuera de base, el más que todos sabía cuán enamorada estaba de Ellie. Y fue cuando pensé todas esas veces que Ellie miraba discretamente A Jasón antes de que yo le pidiera ser mi novia. A Ellie le atraía mi hermano. Me volteé a verla.
—¿Te gusta mi hermano? —Pregunte en un murmullo. Los ojos de Ellie se cristalizaron.
—No sé que me pasó, te lo juro Jul, estaba pasada de tragos— Decía rápidamente Ellie. Eso fue peor que recibir una cachetada. Mis piernas estaban temblorosas que tuve que apoyarme de mi hermano. —Te juro que no quería lastimarte.
Quería salir de ahí, quería estar de nuevo en la costa y olvidarme de todo. Quería estar de vuelta en mi playa y llorar. A ella le atraía mi hermano, y si lo besó pasado de tragos, no me imagino que hubiera hecho si fuera tenido más tiempo. Quizás estaba siendo egoísta, porque yo hice lo mismo una vez pero estoy cien por ciento segura que yo no besé a Alejandro, él me besó a mi. Pero Ellie me estaba diciendo que lo había hecho ella.
—Creo que deberías irte Ellie— Dijo Jasón. Y ella asintió y yo negué.
—Es tarde, que se quede. Yo dormiré con Jhon— dije indiferente. Me solté de su agarre y salí de la habitación, trataba de contener mis lagrimas pero era estúpido, porque mis lágrimas salían solas.
Me duche, me vestí y fui a la habitación de Jhon, y ahí estaban mis dos hermanos. Jhon estaba molesto, reprochando a Jasón por ser tan imbécil. Me vio y me abrazó, necesitaba un abrazó como este ahora. No necesitaba más nada en ese momento.
—Jul te juro que no me acuerdo de lo que ocurrió —Dijo Jasón arrepentido.
—Esta bien Jasón, supongo que esto me pasa por haber hecho lo mismo en algún oportunidad— Confesé. Ellos entendieron que fue por lo que pasó con Alejandro pero ellos sabían que el me había besado y no había sido yo.
Esa iba ser una larga noche, una noche que no podría dormir tranquilamente pensando en las cosas que habían ocurrido y lo mucho que extrañaría los días en la costa cuando por fin me sentía feliz, tan tranquila, tan libre, tan yo. Eran las dos de la mañana no podía dormir. Me separé de Jhon y bajé a la cocina a tomar un poco de agua y tomarme una pastilla para el dolor de cabeza. No tenía sueño, por lo que decidí salir un rato a la piscina. Me senté al borde y miraba como la luna estaba reflejada en el agua. De cierto modo el agua me tranquilizaba. Me acosté al borde y me quedé mirando las estrellas, el cielo estaba despejado por lo que se veían claramente. Escuche unos pasos y vi a mi padre que había salido también.
—¿Puedo hacerle compañía a mi hermosa hija? —Pregunto sonriéndome, le sonríe de vuelta y le asentí. —¿sucede algo cariño?.—Pregunto. Y me senté para quedar a su lado.
Lo mire algo triste, no sabia si contarle lo que había ocurrido. Quizás mi papá pueda entenderme y no me juzgue como tal vez pienso que lo hará. No pude contenerme más, tenía que contarle de una vez como me sentía.
—Soy bisexual —Solté rápidamente y cerré los ojos. Lo único que pude sentir fue el abrazó que me estaba dando mi papá y abrí los ojos. El dolo me dedico una dulce sonrisa.
—Siempre he sabido que mi niña es diferente, pero ojo. Eso no significa que no te quiero —dijo detenidamente — te amaré sin importar tus gustos cariño, mientras que tu seas feliz, yo seré feliz. Pero no es por eso que estás triste o si.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, necesitaba escuchar tanto esas palabras de mi padre. Lo abracé si más, no lo soltaría dentro de un rato. Le conté todo a mi papá, dejando algunas cosas en secreto como el echo de que Ellie y yo nos habíamos acostado. Y el asintió entendiendo lo que ocurría. Me aconsejo me dijo que me tomará un tiempo, estaba claro que nos habíamos lastimado las dos. Por lo que un par de días era suficiente para solucionar las cosas. Tal vez tenía razón, quizás pensar era lo que necesitábamos ambas y así poder solucionar las cosas.
—Por otra parte esta, que le debo decirme a mi madre —confesé asustada.
—Si queréis le puedo decir yo a tu madre cariño, no se lo tomará bien al principio pero pueda que luego lo entienda. —Se ofreció mi padre. Yo negué.
—Me querrá mandar a un convento o internado —Dije exagerado. Y mi padre río y besó mi frente.
—No dejaré que alejen a mi pequeña de casa. — Dijo tranquilizándome.
Al día siguiente me desperté y fue a mi habitación. Quería hablar con Ellie lo que había ocurrido, pero ya era tarde ya se había ido. No estaba, había una nota en mi cama de ella.
Querida Jul, se que no querrás hablarme por ahora. Pero quiero pedirte perdón, se que cometí un error al besar a tu hermano. Pero yo te amo. No de que me ocurrió esa noche. Solo te pido que puedas perdonarme en algún momento.
Con amor, siempre tuya Ellie.
Mi corazón latía acelerado, no quería perderla. La amaba demasiado como para dejarla ir. Pero se que necesito al menos un día para pensar. Por otra parte estaban mis padres. Necesitaba decirle a mi mamá sobre mis gustos y tratar de que no ardiera Troya en el intento. Me duche, me arreglé y bajé a desayunar. Paras mi sorpresa mi madre estaba en la cocina algo seria. Mi papá me miró sutilmente. Le había contando. Me quedé en la entrada de la cocina esperando a que me dijera algo. Pero solo estaba mirándome decepcionada, quizás esa era la forma en la que me miraba.
—Puedes decirme algo por favor —suplique.
—¿Qué quieres que te diga? —Soltó mi madre molesta— fuera preferido que me salieras P**a, a esto.
Eso me había dolido. Mi padre la intentó agarrar por la cintura y ella se alejó de él.
—Ni se te ocurra calmarme Jonathan — le amenazó viéndolo — como es posible que le aplaudas esto a tu hija.
—No aplaudo nada Lourdes, es nuestra hija y por eso hay que apoyarla. Tampoco es como si fuera la peor cosa del mundo ¿O prefieres que con tan solo diecisiete años ya estuviera embarazada? ¿Prefieres eso? —Soltó mi padre molesto.
Ellos nunca discuten y si lo hacen nunca lo hacen frente a nosotros, pero esta vez yo era la razón por la que habían roto eso. Mis hermanos no se tardaron en bajar a ver que sucedía. Al escuchar a mi padre decir esas cosas entendieron que sucedía. Jhon me abrazó por la espalda y mi madre los miró.
—Así que yo he sido la última en saber lo que mi hija hace escondidas de mi— le grito a todos. —No verás más a Ellie, no verás a más a ninguna de tus amigas. Porque seguro es por ellas que estas así. Porque yo tengo una mujer y dos hombres, no tres.
—Quieres para de una vez —le grito mi padre.
—Alguien debe decirle las cosas como son Jonathan—Declaro mi mamá.
—No tienes el derecho en juzgarla por sus gustos mamá —Me defendió Jhon.
No quería escuchar más. Eso era suficiente para mí, explote en llanto. No soportaba que me siguiera insultando, humillando me frente a mi propia familia. Restregando en mi rostro que estaba mal lo que era, lo que me gustaba. Que yo era un error. Subí a mi habitación corriendo y me encerré por horas.
Los siguientes días fueron más fuertes, mi madre cada vez que podía me decía las cosas en mi cara, una se intentaba disculpar pero siempre salía reprochando me las cosas. De porque era así, si ella no veía esas cosas en casa, que eso estaba mal. Yo simplemente suspiraba y salía de casa hacer mi proyecto el cual había pasado un mes desde que había empezado. Mi madre había cumplido su palabra de que no podía ver a Ellie y a ninguna de mis amigas. El día siguiente que supiera me llevo hasta el liceo y hablo personalmente con mi profesor para que me pusiera sola en mi proyecto porque según ella si lo hacía con alguna otra persona no me esforzaré al máximo. Por lo que el profesor no le pareció raro, sino una buena idea por lo cual accedió.
Ahora aquí estoy sin poder hablar con ninguno de mis amigos a excepción de Sebastián. El es el único que había podido entrar a mi casa porque según mi mamá así podía empezar a gustarme más los hombres. Hasta había tratado de convencer a Sebas para que me besara. Mi madre se estaba volviendo loca. Sin decir que me habían quitado mi celular y escondido en alguna parte de su habitación.
Tuve que decirle a Sebas que le dijera a Ellie lo que sucedía. Le escribí carta diciendo que olvidara el beso entre mi hermano y ella. Porque ya yo lo había hecho, porque la amaba, no quería perderla. Hoy era primero de junio hoy cumplimos cinco meses y ya llevaba un mes sin poder verla. Mi madre me lleva a todos lados, no quería despegarse de mi lado. Pero hoy podían cambiar las cosas.
Estaba sentada hablando con Sebastián de como iban nuestros proyectos y nos dábamos ideas para mejorar y esas cosas, cuando mi mamá salió.
—Necesitan mi ayuda en la universidad para el evento que habrá el sábado en el Teresa Carreño. Así que volveré tarde. Tienen la casa para ustedes dos. Sebas cuida bien a mi niña por favor — Dijo mi madre en un tono dulce.
Sabia que no solo usaba las palabras como, casa sola para ustedes dos, y cuidarla mucho. Porque intentaba ser amable. Ella solo quería insinuar a sebas una vez más.
—No sé preocupe señora Lourdes, su hija está en buenas manos— Dijo Sebas sonriendo y tomando mi mano, siguiéndole el juego a mi mamá. Ella sonrió emocionada nos lanzó un beso y se marchó.
—Sino conociera a tu mamá cualquiera dice que fue muy dulce, pero ya tu mamá no sabe que hacer para que tu yo estemos juntos —dijo riendo. — Si tu tan solo me quisieras mi querida Julie. —Dijo contándome y lo golpeé en el hombro divertida.
—Oh vamos cállate — Dije riendo. Y el se levantó y me dio la mano, lo mire extraña.
—Ven, vamos a caminar— me ofreció su mano de nuevo. Lo pensé y negué.
—Mi madre se puede devolver en cualquier momento solo para ver si le hicimos caso— lo mire seria.
—Oh vamos Julie ¿qué es la vida sin un poco de acción? —pregunto divertido.
—Ni si quiera sabemos si se fue realmente —dije mirando hacia la puerta.
—Confirmemos entonces —me ánimo y me levante —solo sígueme la corriente en caso de que veamos a tu madre, vale— Dijo mirándome y le asentí.
Sebastián había entrado primero y se detuvo en la puerta tratando de escuchar o buscar a mi mamá por algún lado, se giró y me tomó por la mano. Cuando íbamos por la cocina se escuchó la puerta de la casa abriste y lo miré y le susurraba que se lo había dicho. Por lo que el miro un poco hacia la entrado y definitivamente era ella. Yo me había percatado de que su celular estaba en el mesón de la cocina, así que vendría para acá y sebas me miro y vio el celular. Mamá no tardaría en entrar. Fue cuando jale para que me abrazara y el me susurró que le siguiera la corriente.
El había apartado mi cabello de mi cuello y había empezado a besarme el cuello, subió una de mis piernas a su costado y yo trataba de mantener la calma, solo quería que mi madre ya me dejara en paz. Se escucharon las llaves caer y sebas se separó de mi lado rápido. Me miró nervioso y vio a mi mamá y se disculpó nervioso. Este chico sabia actuar— pensé riendo nerviosa.
—Disculpen chicos— sonrió mi mamá, tomo su celular —se me había olvidado esto, ahora si los dejo mis amores. Yo no he visto nada. —me guiño el ojo y se marcho.
La puerta había sonado al cerrarse espere un momento y salí asomarme y ya se había marchado. Corrí abrazar a Sebas, definitivamente era el mejor amigo de todos. Lo amaba y el comenzó a reír, y me propuso salir e ir a ver a Ellie. Tenía tiempo que no la veía, así que no sabia que diría. El la había llamado y quedamos vernos en un parque cerca de nuestras casas para poder volver a tiempo en caso de que mi mamá volviera aparecer de repente.
No nos habíamos tardado en llegar y ahí estaba ella tan hermosa como siempre, tenía una falta de flores, una camisa blanca y unas zapatillas deportivas. Ella era la única que mezclaba eso y podía lucir tan hermosa como siempre. Cuando me vio corrió hacia mi y me abrazó como nunca. La extrañaba demasiado, había pasado tanto tiempo que no lo había visto que cada detalle de ella me parecía que había cambiado.
Su cabello estaba más largo, más oscuro, su bronceado ya lo había perdido y su piel blanca había aparecido de nuevo. Pero aún así ella seguía siendo perfecta para mis ojos. No podíamos tener mucha privacidad porque sebas no se podía ir pero, igual le agradecí cuando nos dejó un momento a solas para estar con ella. Solo podía abrazarla, no quería correr el riesgo de que alguien conocido a mi madre nos viera besarnos.
—Jul, necesito decirte algo — dijo Ellie separándose de mi. No me gustaban esas palabras, me traían malos recuerdos de nuestra última noche juntas.
—¿Qué sucede cariño? —pregunte nerviosa.
—No si se sea salgo malo, pero bueno te diré de igual forma— dijo detenidamente — Cuando me fui ese día de tu casa, decidí contarle a mis padres sobre mi sexualidad. Para mi sorpresa se lo tomaron muy bien —dijo Ellie con cierto alivio.
Me sorprendió y la abracé emocionada por la noticia. Me hacia feliz sentir que al menos una de las dos no estaba sufriendo por ello. Y me alegraba que fuera ella porque sin duda ella no soportaría todo lo que he estado soportando yo.
—Dios no sabes, cuán feliz me pone eso nena—le tome las mejillas y estaba apunto de darle un beso pero me detuve— cuanto daría por poder besarte en este momento, pero no puedo arriesgarme.
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Holaaaaa
¿Aún siguen vivos?
Yo hago el intento de sobrevivir en esta cuaretena.
Comenten y díganme que les pareció.
Dejen su sensual voto
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