Capítulo 9 - El Orfanato
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Oscuridad, Cookie no veía nada más que oscuridad, ella acaba de despertar y a pesar de según parece era de día ya, todo estaba oscuro. Anoche Cookie estaba recostada en la cama del hospital, y ahora estaba en una cama890 diferente, y todo se veía raro y diferente.... ¿Acaso estaba soñando?
- ¿Hola? - Grito Cookie en su cama esperando a que tal ves alguien la respondiera. - ¿Dónde estoy? ¡Esto no es el hospital! - Estaba asustada, no sabía que era lo que hacía ahí.
Entre toda la confusión Cookie vio como a lo lejos una silueta se acercaba a ella.
- ¿Hola? ¿Q-quien eres tú?
- Hola Cookie, me alegra que despertarás, el desayuno esta listo.
- ¿Quién eres tú?
- No digas locuras hijita, soy yo.
Apenas oyó y analizó las palabras pudo reconocer la voz, la voz que no había escuchado hace años, era la voz de su madre.
- ¿Mamá? ¿E_eres tu?
- Claro que si hija. Soy yo, levántate qué ya es de día.
En ese momento Cookie se dio cuenta en donde estaba, era su casa, su vieja casa, sus viejos muebles de madera pintados de rosa, sus dibujos en la pared, sus juguetes en el suelo y su madre presente, todo eso bastó para que la pequeña saltará de su cama y corriera directamente a abrazar a su mamá.
- ¡Mamá!! ¡Estas bien! ¡Estas aquí!!
- Claro que si pequeñita, mirate, estas tan alta y linda. - Dijo su mamá mientras acariciaba a su pequeña hija.
- Mamá te extrañe muchísimo, ¡sabía que ibas a volver por mi!! Papá es un mentiroso, tu estas viva!!! ¡Estas viva! - Empezó Cookie a exclamar de la alegría a la vez que abrazaba a su mamá mientras lloraba de felicidad.
- Claro que volví hija, jamás te dejaría sola, y apenas me entere de lo que paso decidi volver por ti, ahora lávate las manos qué prepare tus wafles favoritos.
- Ay mamá no te quiero soltar nunca.
- Ay Cookie, no tienes idea de lo mucho que me gustaría estar contigo siempre.
- Pero que dices mami, estas aquí conmigo.
- Ay hija, estas tan linda, me alegra verte y ver lo linda y fuerte que eres. ¿Pero qué le paso a tus brazitos? - Dijo ella a la vez que señalaba las heridas que su papá le había hecho.
- Ah, esto me hizo papá...... ¡Papá fue muy malo conmigo! Me hizo cosas horribles, y yo....yo.... no quiero recordar nada de eso....!!!!!
Cookie no pudo evitarlo y empezó a llorar mientras seguía abrazando a su madre.
- ¡¡! Lo odio!! ¡¡lo odio¡¡, ¡odio a todos los hombres! , los hombres son malos!!! ...
- Hija calmate, recuerda lo que te dije, hay gente buena de la que puedes confiar, y gente mala de la que te debes cuidar.
- Pero... Ya no se en quien confiar.
- Hija, esta vida es hermosa, y creeme, se que la vivirás muy bien y encontraras a personas maravillosas, pero eso sí, yo me encargaré de que nadie te vuelva a lastimar otra vez, ok.
- OK mami, - Se seca sus lágrimas. - Yo siempre supe que volverías. Pero papá quemo tu libro que escribiste para mi.
- Hija, eso ya no importa. Ven, vamos a comer y después voy a limpiarte tus heridas.
- No es necesario mami, estos días las enfermeras me curaron mis brazitos y me dieron de comer y luego... Me dormí.... ¡Me dormi!
Al momento de decir eso Cookie empezó a ver a su alrededor, todo era muy lindo, demasiado como para ser verdad.
- ¿Mamá? ¿Realmente estas aquí?
- Si tu lo crees entonces si estoy aquí.
- No entiendo.... ¿Esto es un sueño? Esto no es real.....
- Calmate hija.
- No!! Nada de esto es real, es un sueño....Y...y..tu no estas aquí... Estas muerta.
Ante toda las preguntas y tensión qué sentía Cookie su madre se acerca a ella.
- Hija, calmate.
- ¡¡Esto es solo un sueño!! ¡No quiero que sea un sueño! - Abraza fuertemente a su madre. - ¡Quiero que te quedes aquí conmigo! , ¡No quiero irme, te extraño mucho!!
- Cookie, creeme que si pudiera estaría siempre contigo, pero no puedo.
Cookie solo lloraba desconsoladamente Minetras abrazaba a su madre quien le hablaba mientras correspondía el abrazo y le acariciaba el cabello.
- Quiero que seas fuerte hija, quiero ver que siempre sonrías, tienes una hermosa sonrisa.
- ¡No puedo! ¡Tengo miedo!
- Hija, ya nadie te va a hacer daño, en serio me enoja saber todo lo que pasaste, y que yo no estuve ahí para ayudarte.
- ¡Pero ahora estas aquí! ¡Se que es un sueño pero no me importa! Quiero quedarme siempre contigo.
- Yo también quiera hija, pero.... El tiempo se agota, fue un placer poder estar contigo otra vez, recuerda que siempre estaré en tu corazón. Te amo hija.
- Yo también te amo mami.
Habiendo dicho esas palabras Cookie despertó, todavía se encontraba en el hospital, tenía razón, solo fue un sueño, pero como todo buen sueño tuvo un final y ahora ya estaba despierta en el mundo real donde su madre seguia muerta.
Cookie no quería levantarse, no tenía ganas de nada, solo se quedo echada con la mirada vacía mientras pensaba en todo lo que le había pasado.
Mientras ella estaba ahí, un doctor estaba hablando con una de las enfermeras.
- Muy bien enfermera, vea si la chica esta bien, ya pasaron dos semanas, la niña ya debe estar recuperada para darle la noticia a los policías.
- Esta bien Doctor, pero no sería mejor que fuera usted.
- Iría pero esa niña si qué es muy desconfiada, me mordió la mano cuando le revisaba y no contesta a ninguna pregunta que le hacemos, la psicóloga dice que una mujer debe atenderla, por ahora.
- Esta bien doctor.
La joven enfermera entonces entra al cuarto de Cookie, quien seguía echada en su cama despierta.
- Hola señorita Carolina.
Del susto Cookie reacciona y ve a la enfermera, y sin ánimos le responde:
- Me llamo Cookie.
- Oh, esta bien, Cookie, vine a ver si ya se encuentra mejor. ¿Podría sentarse por favor.
- Mjm.
Sin ningún animo Cookie se sienta cavisbaja, estaba realmente triste y no quería nada, solo aceptaba las comidas qué le daban pues en serio no había comido algo bueno en mucho tiempo.
- Muy bien, dejame ver tus brazos. - Dijo la enfermera al mismo tiempo que alzaba su brazo, lo que por reflejo hizo asustar a Cookie. - Tranquila, no te asustes, solo voy a ver tus si ya cicatirzaron tus heridas.
- O-ok, lo siento.
- Tranquila, todo bien, que bueno. Según el doctor debes tomar estas pastillas, aquí tengo un vaso de agua para qué puedas ingerirlas. Abre tu boca.
Al oir esas palabras Cookie también se sobresalta por instinto al saber lo que antes pasaba después de oir esa palabra, hasta que después recordó qué lo decía un enfermera y no un amigo de su padre, así que abre la boca y se toma las pastillas junto al vaso de agua.
El sabor de las pastillas le hizo familiar, eran las mismas que su mamá les daba y que su papá le había dejado de dar. Al probarlas otra vez sintió tranquilidad por dentro y su cabeza empezó a dejar de dolerle.
- Muy bien Cookie, por lo que veo estas mucho mejor. Tu pierna también está bien, ya no cojeas y eso es bueno. Voy a decirselo al doctor. - Después de decir eso la enfermera se retira dejando a Cookie sola.
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Habían pasado ya varios días desde todo lo sucedido anteriormente, Hall había estado encerrado un día entero con varios reclusos más mientras se alistaba todo para su juicio.
Los prisioneros se juntaron en son de burla hacia él, tratándolo como a todos los tipos como él cuando hacían esas perversidades, digamos que fue recibido como se lo merecía.
Pero a pesar de eso el castigo aun no habia terminado, pues llego el día del juicio, donde Hall fue llevado ante un juez y un jurado para poder sentenciarlo. Las pruebas eran más que obvias, por varias razones no se llevó a Cookie al juicio al ser una pequeña niña y que además de estar hospitalizada se negaba a contar lo sucedido con la prensa.
- Muy bien señor Pinkerton, es más que obvio que usted es culpable por todas las atrocidades innombrables qué le hizo pasar a esa pobre niña que por obvias razones no está aquí. ¿Qué tiene que decir en su defensa?.
- Igual no me importa, esa niña fue solo un accidente.
- ¡Silencio! Su amigo Víctor tiene surte de haber muerto en la intervención por que en serio me gustaría también darle su justo merecido, pero ya que, seguramente ya esta ardiendo en el infierno, como usted lo hará pronto.
Pero llegando a lo importante, sus actos fueron horribles y no merecen ser repetidos en este tranquilo pueblo, así que yo lo sentenció a cumplir cadena perpetua!! Caso cerrado. - Dijo el juez como veredicto final con su martillo.
Despues de la sanción dos policías se llevaron a Hall de los brazos para llevarlo a la prisión donde pasaría el resto de su vida.
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Mientras tanto en la oficina policia de Michigan
- ¿Qué está haciendo oficial? - Pregunto uno de los policías al Oficial Bezaleel.
- Mi sobrino Isacc me dio unos datos más sobre la señorita Clara Cream quien en vida fue la mamá de la niña Cookie Cream Beaverton, aunque dudo que quiera usar su segundo apellido ahora.
- Pero.... El caso ya se arreglo, la niña esta a salvo, su padre y sus cómplices fueron arrestados y todo bien.
- Si pero aun falta el juicio final de su padre pero eso es tema aparte, ahora estamos viendo que hacer con la niña..... Por eso estoy buscando más datos.
- Esa es una buena idea, pues puede que la niña tenga familia por parte de madre.
- Sí, eso mismo creo, pero por lo que veo su familia no se encuentra en estos registros, pues ella simplemente huyó con la idea de empezar su vida de cero, probablemente para ocultar a su hija.
- Si, puede que si sea por eso, ¿entonces no hay registros familiares de la señora Clara Cream?
- Al parecer no, no me queda otra cosa más que, llevar a la niña a un orfanatorio.
Mientras tanto.
- No sabes lo horrible que me siento Clyde, se que ahora ya soy casi un adolecente y me gusta estar contigo y ya sabes, hacer cosas de chicos pero... me siento mal por no haber estado con Cookie estos últimos años y dejarla de lado cuando ella en el fondo estaba pasando por un mal momento.
- Te entiendo Lincoln, - Respondió Clyde a su amigo - es como la vez en que deje de prestarle atención a Cleopatra y no sabía que la pobre tenía una astilla en la pata todo ese tiempo, me sentí culpable al descubrirlo tarde.
- Se podria decir que fue algo así. Solo es que Cookie fue mi primera amiga, la conocí cuando tenia unos cuatro años creo, me gustaba pasar tiempo con ella, se veía tan feliz no sabía que pasaba por algo horrible, pero...es que ella siempre se veía tan feliz e inocente.
- Ay amigo, en serio fue horrible lo que le paso, salió en todos los periódicos locales, no puedo imaginarme lo que tuvo que pasar.
- En serio me culpo a mi mismo por no darme cuenta antes.
....Flashblack....
Todos los alumnos se encontraban saliendo de la escuela pues ya era la hora de volver a casa.
Lincoln estaba saliendo también, esta vez en lugar de ir con sus hermanas en Camionzilla decidio salír a pie, estaba caminando cuando de pronto una vieja amiga vino corriendo atrás de él.
- ¡Hola Lincoln!
- ¿Ah? Ah, hola Cookie.
- Estuvo muy linda la clase de hoy ¿no? .
- Si, supongo.
- Hoy no iras con tus hermanas.
- No, hoy quiero ir a pie pues...
- Amo a tus hermanas, no las he visto en mucho tiempo pero se que siguen siendo lindas.
- Si lo se, pero creo....
- Aun tengo el broche de cabello qué me regalaste cuando éramos niños, lo uso siempre.
- Si ya me di cuenta.
- Sabes, hoy tuve un sueño muy chistoso, soñé que era un ave color rosa, estaba volando por todo Royal Woods cuando de pronto.....
- ¡Cookie! Por favor silencio, estoy algo estresado.
- Ah, ok lo siento.................Oye Lincoln.
- ¿Qué? - Contesto Lincoln algo fastidiado.
- Ehh yo... pensé si podría acompañarte a tu casa y...poder estar contigo esta tarde.
- Ehh, no puedo Cookie pues voy a ir al Árcade a jugar, mamá me dio permiso y quiero aprovecharlo.
- Entonces puedo acompañarte.
- No creo pues me encontraré con algunos amigos.
- Puedo unirme también.
- Cookie, no puedo, es cosa de chicos y no creo que te agrade, mejor ve a tu casa.
- Es que... No quiero ir a mi casa aun, quiero estar contigo..... Por favor.
- Lo siento Cookie pero la respuesta es no, estoy algo ocupado, lo siento.
- Ok, entiendo. Pero.... ¿Qué te parece si voy a tu casa en la noche y horneamos galletas juntos?.
- ¿En la noche? Ehhh..me gustaría pero.... tengo mucha tarea y supongo que tu también.
- Eh yo.... Mm, ok, entiendo, es que quería pasar tiempo contigo en tu casa, me gustaba estar ahí, es lindo y seguro.
- Si pero ya sabes que no se puede, mejor ve a tu casa ok.
- OK. - Respondió Cookie con tristeza.
- Gracias, y recuerda que tu casa es al otro lado.
- OK. - Se da media vuelta - Adiós Linky. - Se retira triste.
- Adiós.
Genial, lo siento Cookie pero quiero que hoy sea la mejor pijamada con Clyde.
... Fin del Flashblack...
-
- Y ahora me siento muy mal.
- Te diría que fueras al hospital pero seguramente ella debe estar en un horrible crisis.
- Vi en televisión de que ahora mismo está en cama aún, solo come y duerme, además de que mordió a algunos doctores, necesita ayuda psicológica urgente.
- Mmmm, debería ir y recomendar a la Doctora López, eso podría servirles.
- No Clyde, yo voy a ir, no importa que me echen yo debo ir a ayudar a Cookie, es mi obligación como su amigo.
- Así se habla Lincoln.
- Oh espera un momento, no puedo ir con las manos vacías, Cookie ama lo dulce, le llevaré unos pasteles.
Mientras tanto.
En el hospital de Royal Woods Cookie seguia echada en su cama, no tenía nada de sueño, por lo que decide pararse y caminar un poco.
Al caminar se dispone a ver las cosas que había en su habitación, todo era de colores claros, qué según habia oido antes, servía para tranquilizar a los pacientes.
Cuando estaba por acercarse a la puerta se da cuenta de un espejo qué había cerca, así que sin dudarlo se acerca ahí a mirar su reflejo.
- Me veo horrible, soy fea, por eso nadie me quiere, si fuera linda y pelirroja como Christina se que Lincoln me amaría, pero no, yo soy fea, tengo un horrible cabello y unas horribles pecas qué manchan mi fea cara.
Desearía morirme.
Después de ver su cara en el espejo Cookie camina un poco más y decide ver las anotaciones de su doctor.
- Heridas en los brazos, piernas y zonas íntimas, según la policía por torturas eléctricas en su parte femenina, signos de golpes en la espalda, desnutrición y problemas nerviosos. El tiempo que lleva aquí ya lleva 4 pesadillas en las noches, es imposible calmarla, necesita terapia y pastillas para dormir.
- ¿Problemas nerviosos? Pero me siento tranquila, deben ser por las pastillas, me siento tranquila y aburrida, pero..... Si, soy una tonta, debo tener algo malo en la cabeza. - Deja las anotaciones en su lugar y se sale de la habitación.
Al no haber casi nadie en los pasillos la pequeña Cookie sale a caminar por todo el hospital mientras miraba todo a su alrededor. Todo le parecía lindo.
Hasta que se topa con una sala de maternidad.
Al entrar se sorprende al ver varias cunas con muchos bebés recién nacidos ahí, sin dudarlo entra y se pone a ver varios bebés.
- Wow, qué lindos pequeños, todos deben tener mucha suerte, se que todos tienen una madre que los amara mucho y jugará con ustedes, espero que nunca pasen lo mismo que yo...... Me odio a mi misma por todo, soy un asco.
Cookie seguia hundida en sus pensamientos hasta que alguien la llama por detrás.
- ¡Cookie! - Dijo su enfermera en la puerta. - Con que aquí estabas, no puedes salir así como así, vamos, unas personas quieren hablar contigo.
Con algo de desconfianza Cookie decide seguir a la enfermera y volver a su habitación, solo es que cuando estaba ya volviendo de percata de que ahí unos policías allí.
- Muy bien Cookie, estos señores quieren hablar contigo, así que portate bien con ellos. - Le dice la enfermera a Cookie, quien asciende en señal de respuesta.
- Hola señorita Cookie, dejame presentarme, soy el oficial Bezaleel, vera, antes que nada quiero darle algo que creo que es suyo. - Dice el oficial al mismo tiempo que extiende su mano dejando ver que tenia un viejo broche de cabello ahí, pero no era cualquier broche. Era el broche qué Lincoln le había regalado a ella hace mucho tiempo.
Con algo de desconfianza Cookie se acerca al policía y toma rápidamente su broche y lo abraza con mucho cariño.
- Lo encontramos en el bolsillo de ese tal Víctor, qué bueno que termine al fin con él, en fin.
- Gra-gracias señor..... - Responde Cookie con algo de timidez pues estaba realmente feliz de recuperar su querido broche pero no sabía si debía confiar en el señor policia.
- No hay de que niña, solo hago mi trabajo, en fin, veo que usted ya está sana, así que por ordenes del juez, debo llevarla de vuelta a Beaverton.
- ¿A Beaverton?
- Si, esa es la verdadera tierra donde nació, si.... padre por así decirlo, solo la trajo aquí, aun nos resulta raro todo pero solo me importa de que ya esta pagando en prisión.
Cookie no entiende muy bien lo demás, solo presta atención a la parte de ir a Beaverton, ella quería ir ahí cuando se entero que su madre podrían estar ahí, pero ahora sabe que su mamá está muerta y no le veía ninguna razón el volver allí ahora.
- P-pero... ¿que..hare ahí?
- Pues creemos que tiene algún familiar allí, y si no pues... ya veremos que hacer. Nosotros ya arreglamos sus cosas en una maleta, unas cuantas ropas qué encontramos en su cuarto, todo lo demás se destruyó con la balacera, también algunos libros que encontramos, supongo que eran suyos.
- Cookie asiente. -
- Bueno, la dejo alistarse, volveré por usted en 10 minutos, adiós.
El policía se había ido ya, ella estaba sola en el cuarto del hospital. ¿Qué sería de su vida ahora? No lo sabría.
- Desearía poder ver a Lincoln por última vez.
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Lincoln se encontraba pedaleando más rápido que nunca, quería llegar al hospital lo más antes posible, agradecía qué Lynn le haya regalado su bicicleta pues realmente le era muy útil en ocasiones cuando tenía prisa, como ahora, y mucho más cuando llevaba algo consigo, pues no pensaba ir a visitar a su amiga con las manos vacías, tenía sujetado en el asiento detrás de él una caja de pastelillo, él sabía muy bien que eran los favoritos de Cookie, esperaba poder llegar a tiempo.
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Cookie ya estaba saliendo con el oficial Bezaleel, simplemente decidio obedecer lo que decía e irse, pues no había nada más que hacer allí.
Al dirigirse a la puerta fue grande su sorpresa al ver a varios reporteros afuera tratando de tomar fotos y hacerle preguntas a Cookie.
- ¡¿A donde llevan a la niña!?
- ¿Qué fue exactamente lo que le paso cuando vivía con su padre?
- ¿Nunca noto que su mamá había muerto?
Eran varias de las preguntas que los reporteros le hacian a ella.
Cookie no sabía que hacer o a donde ir, los ruidos la estaban alternad, solo se tapaba la cara sin decir nada mientras intentaba evadir a los periodistas y correr.
- ¡Basta ya!! ¡Nada de preguntas y no tomen fotos la están asustando! - Dijo el oficial Bezaleel a los periodistas qué tomaban fotos.
Cookie entra rápidamente a la patrulla y cierra la puerta y se tapa la cara.
- Esto es injusto, necesitamos la versión de la historia de la niña. - Protesto uno de los periodistas.
- No me importa. - Dijo el oficial mientras entraba también a la patrulla - Ya les dije que ella no quiere decir nada, ya sufrió mucho como para tener que recordar todo lo que paso solo porque quieren una buena portada.
Ya adentro el Oficial enciende la patrulla y se va dejando atrás a todos los molestos periodistas y reporteros.
- Lo siento niña, a veces los reporteros llegan a ser así de molestos, se que no quieres recordar nada de lo que paso verdad.
Cookie solo asiente con la cabeza.
- Bueno pues tranquila, no haré ninguna pregunta incomoda, pero si tienes alguna duda no dudes en decirmela.
Cookie estaba asustada aun, no sabia si confiar en el policía o no, pero.... El le había salvado de su papá, era alguien bueno.
- ¿A donde vamos exactamente?
- Estuvimos buscando datos de tu madre y parece que son pocos, solo sabemos que intento iniciar su vida de cero contigo, pero ya sabrás que paso, por lo tanto al no tener muchos datos hemos decidido qué lo mejor será llevarte a un orfanatorio.
- ¿Qué es un orfanatorio?
- Bueno...pues, es un lugar a donde van niños que no tienen padres, osea niños y niñas que no tienen alguien que les cuiden, por lo que se quedan ahí hasta que una familia amorosa venga y decida adoptar a un niño para criarlo como su propio hijo.
- ¿Entonces es como una perrera para niños?
- Ehhh, se podría decir que si, eso es.
Al oír eso Cookie se pone un poco triste y dudosa, ¿qué es lo que iba a hacer allí? ¿Alguien la iba a adoptar como su nueva hija? ¿La envían ahí para deshacerse de ella? No estaba muy segura de esa idea.
- Tranquila, ya veras que todo saldrá bien, será como dejar el pasado atrás y empezar de nuevo.
- ¿Empezar de nuevo?
- Así es.
Luego de oir eso, Cookie no dijo ni una sola palabra más en todo el viaje, solo se quedo en silencio mientras pensaba y se abrazaba a si misma, pues no sabía que era lo que le preparaba el destino, otra vez.
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Lincoln ya estaba por llegar a su destino, no imaginaba que el hospital estaría tan lejos de su vecindario, ahora entendía porque sus padres se habían tardado tanto de volver a casa cuando nació Lily.
Al llegar estacionó su bicicleta y agarro su caja de pastelillos mientras corría hasta la puerta del hospital, en la entrada había algunos camiones de noticieros yéndose pero eso no li importaba ahora.
- Buenas tardes señora, soy Lincoln Loud. - Saludo Lincoln cordialmente a la enfermera que atendía la entrada. - Vine a visitar una amiga mía, se llama Cookie Carolina Pinkerton.
- Ay lo siento niño, pero ella se fue.
- ¿¡Se fue!? ¿Cuándo? ¿Y porqué?
- Pues a las 12 un oficial vino para llevarla a Beaverton, según oí para dejarla en un orfanato.
- ¡¿Un orfanato?! NO! No pueden llevar a Cookie ahí, ella es muy pequeña, odia los lugares grandes, pueden llevarla a un mejor lugar, ella le tiene miedo a la oscuridad y...y..y...y...... Ni siquiera le dije adiós.
- Lo siento mucho, pero ella ya se fue como hace media hora.
- Pero... Cuanto tiempo es de aquí a Beaverton.
- Cuatro horas, creeme chico es muy lejos, lo mejor sería quedarte en casa, puedes ir de visita a tu amiga algún día. Creeme, se que su amiga estará en buenas manos, ese orfanatorio a donde ella va es muy bonito, y la niña es muy linda y educada, se que será adoptada rápidamente.
- Si, lo sé. Gracias por la ayuda señorita, adiós. - Dijo Lincoln mientras salía tristemente del hospital con su caja de pastelillos en mano.
- No hay de que, qué tenga una linda tarde.
Lincoln salio del hospital muy triste mientras pensaba en todo lo que había oído, su vieja amiga de la infancia había sufrido mucho y no pudo despedirse de ella pues estaba siendo llevada a un orfanatorio en otro distrito de Michigan qué estaba lejos de Royal Woods, no había nada que el pudiera hacer, solo sentarse y pensar mientras se comía los pastelillos qué habían en la caja.
Vaya, no puedo creerlo, - Dijo Lincoln en voz baja mientras estaba sentado en la acera del hospital mientras se comía un pastelillo. - Puede que nunca más vuelva a ver. Voy a extrañar como corría con prisa a la cafetería cuando era día de postre gratis en la cafetería, eso si que le gustaba tanto, jajaja, - Río Lincoln con nostalgia.
Recuerdo cuando una vez a los 7 años se quedo dormida en el aula y Chandler le dibujo un bigote en la cara, jajaja, aunque fue una burla a ella no le importo y lo uso para jugár en el recreo, su imitación del director Huggins no estuvo nada mal jajaja.
- Recuerdo también cuando una vez en primer año cuando era hora del almuerzo me fui un rato al baño, le dije que cuidara mi plato y al volver ella se estaba comiendo mis papás, de haber sabido que no la alimentaban bien en su casa, me hubiera dado todo mi plato en lugar de reñirle.
Mientras Lincoln recordaba todo esto se comia los pastelillos qué iban a ser para Cookie, después de todo ella ya no los iba a comer.
- Fui un tonto al haberla ignorado todos estos años, como me gustaría poder decirle cuanto la extraño, pero puede que nunca la vuelva a ver, extrañare esa adorable y linda pecosa carita inocente.
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Toc Toc Toc.
Tocaba la puerta el oficial Bezaleel mientras sostenía de la mano a Cookie, quien solo estaba un poco nerviosa y cabizbaja.
Los dos ya se encontraban en Beaverton, Cookie no había visto ese lugar en años, creyó que pudo haber explorado un poco más para recordar algo pero no pudo porque apenas llegaron fueron directo a una enorme casa qué según el oficial Bezaleel, era el orfanato donde ella iba a vivir.
TocToc Toc. - Toca la puerta una vez más.
- ¿¡Ay pero porqué no abren!? - Se quejo él, hasta que alza un poco la mirada y se da cuenta de que hay un timbre al lado. - Oh vaya, no note ese timbre. - Toca el timbre.
Después de tocar el timbre los dos esperan en la puerta hasta que después de unos segundos una mujer de aparentemente unos 40 años sale a recibirlos.
- Oh.. Buenas tardes oficial, ¿en que puedo ayudarle? - Saludo cordialmente la señora al ver al oficial y a una niña frente a ella.
- Pues vera.... ¿Puedo pasar?
- Por supuesto, pase.
Los dos entraron, el orfanato era como una pequeña casa, no era tan grande pero aún así Cookie estaba impresionada, había varias puertas y escuchaba unos ruidos atrás, probablemente de los demás niños que según el oficial, había muchos en los orfanatos.
Los pensamientos de Cookie fueron interrumpidos una vez más cuando escucho que el oficial de policía le estaba dirigiendo la palabra.
- Escucha pequeñita, ahora mismo voy a entrar a la oficina de la señora de aquí para conversar unas cosas y quiero que te quedes aquí sentada ok.
Cookie lo mira sin decir nada por unos segundos hasta que luego con una frágil y temerosa voz le responde:
- OK. -
- Buena niña, no te muevas. - Dichas estas palabras el oficial se fue y entro a la oficina junto a la mujer que les había abierto la puerta.
Cookie estaba sentada tranqila esperando al señor oficial de policía, hasta que escucha otra vez unos ruidos qué venían de más adelante, Cookie no quería desobedecer al señor policia pero su curiosidad le ganó, tal ves tenía once años pero seguía teniendo la mentalidad de una pequeñita de 7 años.
Con algo de duda y miedo Cookie se pone frente a la puerta de donde al parecer vino ese ruido. Tenía miedo de lo que podía haber ahí, así que lentamente e insegura habré la puerta topandese con un bello patio trasero, era casi similar a su escuela, había varios niños de distintas edades corriendo por ahí, algunos estaban jugando, otros simplementes estaban echados en el sueño pero todos lo estaban pasando bien. Era muy lindo todo.
Cookie no quería ser grosera y presentarse así como así frente a todos, además estaba muy asustada así que lentamente retrocedió, salió y cerró la puerta del patio.
Empezó a caminar por todo el lugar, todo era impresionante para ella, pero tenía miedo, mucho miedo, no sabía en quien confiar, literalmente la iban a dejar ahí, tal ves para siempre.
- Cookie -
- ¡Ahhhhh!!!!!! - Grito y reaccionó de miedo la mencionada al sentir que una mano le había tocado el hombro, al abrir sus ojos y reaccionar pudo darse cuenta de que le había golpeado la mano al oficial. - ¡Ay lo siento...!Es que creí que...que...usted... Lo siento. - Se disculpa la pequeña niña mientras rozaba suavemente sus manos.
- Tranquila pequeña, fui mi culpa también, pero volviendo al grano, hay algo que quiera decirte...
- ¿Qué cosa señor policia?
- Pues... Debo dejarte aquí.
- ¿Aquí?
- Sí, este es el orfanato del qué te hable aquí vas a vivir hasta que una familia nueva te adopte y puedas vivir feliz por siempre.
- ¡Pero no quiero que usted me deje, tengo mucho miedo... ¿Qué pasará si vuelve... él. )
En ese momento la señora del orfanato fue la que tomo la palabra mientras ponía sus manos en el hombro de Cookie.
- Tranquila niñita, aquí nunca nadie te volverá a hacer daño, aquí estas segura.
Cookie solo la mira y se pone a pensar.
- ¿Estaré segura aquí?
- Por supuesto que si pequeña, aquí podrás vivir en paz, puedes dibujar cuando quieras, solo pídeme un lápiz y yo te lo daré con gusto.
- Ehh.... OK.
- Muy bien, ahora despidete del oficial.
- OK.
Cookie lentamente se acerca al policía y le agradece.
- M-muchas gracias señor policia, gracias por todo.
- No hay de que pequeña, solo hago mi trabajo, portate bien ok.
- OK.
Después de esto el policía también se despide de la encargada del orfanato y deja a Cookie ahí.
Cookie ahora si estaba muy asustada, estaba sola en un lugar desconocido sin el policía que la cuidara.
- Muy bien, Hola Cookie, el oficial me contó sobre ti, soy la señorita Diana, espero que disfrutes estar aquí. Y dime ¿Todo bien?
Cookie solo la mira por unos segundos con un poco de temor, no sabía si debía confiar en ella. Del miedo empezó a temblar y balbucear.
- Tranquila, no te sientas forzada a contestar, se que tuviste unos días difíciles, pero tranquila, todo lo malo acabo, dejame llevarte a tu habitación.
Cookie con temor empieza a seguir a la señorita por un pasillo lleno de cuartos, probablemente de otros niños. Por el balcón veía que también habían más asistentes allí, si qué era un lugar grande.
- Muy bien, esta es tu habitación, ponte cómoda, voy a traer tus cosas.
A Cookie le impresionó ver su nueva habitación, era un lindo cuarto, las paredes eran de color rosa y había una buena ambientación, además de que la cama tenía un colchón y se veía suave, al fin podría dormir bien, aunque.... Tenía miedo en dormir sola.
¿Y si entraban a su cama mientras dormía? ¿Era bueno estar en ese lugar? ¿La azotarian si rompe un vaso?
- T-tengo miedo. No quiero estar aquí sola.
Cookie entonces se echa en su cama, debía admitir que estaba suave y era cómoda, solo quería echarse y no salir de ahí, los amigos de su papá podrían venir a buscarla y volver a hacerle daño, y ella no quería eso.
Rápidamente corrió y cerró su puerta.
- Listo, nadie entrará, estoy segura.... Pero ahora estoy encerrada, odio estar encerrada... Pero si abro la puerta alguien puede entrar y si me encuentra sola me golpeara y me obligará a bailar otra vez, o a limpiar o me tomara fotos, me quemaran las manos.... ¡AHHHHH!!!! - Grito Cookie mientras se tocaba la cabeza para después echarse en el suelo y abrazarse a si misma y repetir varías veces: - Todo va a estar bien, todo va a estar bien, todo va a estar bien, todo va a estar bien, ¡Todo va a estar bien! - Ella estaba realmente asustada, no se sentía segura. - Soy una tonta, nadie me quiere, todos me odian, me duele todo mi cuerpo, quiero olvidar pero no puedo!!!! - Sin darse cuenta Cookie empezó a soltar unas lágrimas. - Quiero olvidar todo, quiero que nadie vuelva a hacerme daño, quiero vivir tranquila pero no puedo, mi mamá no está, no tengo a nadie... Estoy sola, sola, sola, sola...........
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La mujer encargada del orfanato se dirigía a la habitación de Cookie mientras llevaba las cosas de la niña a la vez que estaba acompañada de otra encargada.
- Como te decía Leela, esta es la niña que salió en el periodico la otra semana.
-Ay pero que horrible todo lo que tuvo que pasar por seis años siendo tan pequeña.
- Si, eso si es abuso, el oficial me contó todo se ella además de darme sus expedientes médicos, parece que es una niña algo especial.
- ¿Cómo así?
- Pues necesita de muchos cuidados especiales, y mucho más después de lo que le paso, su cabecita debe estar rota por dentro.
- Vaya, ¿Para eso son las pastillas?
- Por supuesto, dijeron que las necesita para dormir, además hay otras que son para la relajación, y su sistema nervioso, mañana prepararé una charla con la terapeuta, además me dijeron muchas indicaciones.
- ¿Tantas?
- Si, literalmente esta niña estuvo sufriendo hace una semana, esas cosas no se olvidan rapodo, solo espero que todo salga bien.
- Yo también.
Las dos encargadas ya estaban frente a la habitación de Cookie pero se sorprendieron al ver que la puerta estaba cerrada.
- Qué extraño... Toca la puerta pero al ver que no contestan saca su llave y abre la puerta por si misma. - Listo, entremos..... ¿Cookie?
La sorpresa fue grande para ambos al entrar y ver a Cookie tirada en el suelo, estaba echada y profundamente dormida. abrazándose a si misma y con marcas de lágrimas en los ojos.
- Vaya, parece que ya no necesitarás las pastillas.
- Ay pobre niña. - Se agacha hacia ella y la levanta para colocarla delicadamente en su cama.
- No puedo creer que hayan sido capaz de lastimar a esta pequeña... Es tan linda.
- Mirala, tiene pecas en sus mejillas.
- Es muy pequeña para tener 11 años no crees.
- Así es, en serio me da rabia de lo que tuvo que pasar, espero que su padre se pudra en la cárcel.
- Eso mismo espero yo.
..........
Otra vez todo era oscuridad, Cookie no entendía nada otra vez, ¿Qué era lo que pasaba? ¿Estaba soñando?
Ella siguió caminado con temor en la oscuridad hasta que de pronto una voz sonó cerca de ella:
¿Qué es lo que haces aquí estúpida?
Cookie no sabía quién decía eso, pero por el miedo se paralizó y no pudo evitar el voltear para ver quien era.
- ¿Pensaste que podrías huir de mi tan fácilmente?
- ¿Q-quien eres? ¡Alejate de mi!
Antes de que ella pudiera escapar es tomada de brazos por una siniestra sombra negra atrás de ella, intentaba zafarse pero no le era imposible haberlo.
- Eres una completa estúpida.
- ¡Ya basta!
- Nunca voy a parar hasta terminar contigo.
La voz lentamente empezó a acercarse a ella mientras tomaba la forma de nada más ni nada menos que de su padre.
- Ahora si se viene lo peor.
- ¡Noo!!! ¡Esto no es real!! ¡Vete! ¡Vete!
En ese momento montón de manos negras vinieron sobre ella mientras empezaban a tocarla y a retenerla.
- ¡Ahhhhhh!!!!!!!!! ¡YA BASTA!!! ¡VÁYANSE!!
- ¡Creeme que mientras más lo evites más te va a doler.!!
- ¡Noooo!!!!!!!!!!¡Ahhhh!! ¡VETE!!
Del susto Cookie se levanta de un golpe, todo había sido solo otra pesadilla, pero una horrible pesadilla.
Miro a su alrededor, estaba echada en la cama en su nueva habitación, no recordaba haberse acostado, pero eso no importaba, pues aun era de día, tarde para ser más exactos, solo se había dormido unas horas, así que decidió levantarse.
Lentamente Cookie sale de su habitación para ver por ambos extremos del pasillo, no había nadie, así que lentamente sale de ahí.
Estaba caminado cuando de pronto:
- Hola.
- ¡Ahhhh!!
- Oh lo siento no fue mi intención asustarte, me llamo Laura, ¿Eres nueva aquí verdad?
Cookie aunque seguía exaltada por el susto de hace unos segundos no pudo evitar notar que alguien le estaba hablando, era una niña, probablemente menor que ella, se veía de unos siete y ocho años de edad, tenía un vestido rosa y el cabello negro además de una muñeca en sus brazos.
- ¿Hola? ¿Eres muda? - Dijo la niña al ver que todavía había recibido respuesta de Cookie.
- Ah...... Lo-lo siento....yo me..llamo.... Cookie.... Y si...soy nu-nueva aquí....
- ¿Tu nombre es Cookie? ¿Como galleta en inglés?
- Ahhhh..... Si..
- Wow, ¿cuantos años tienes? Eres casi de mi tamaño.
- Tengo.... Eh..... Once años.
- ¿Once? Vaya. En fin, soy tu vecina de habitación.
- ¿Vecina?
- Sipí. Te va a gustar estar aquí, la señorita Diana dijo que tu debes dormir sola debido a lo que te paso. ¿Exactamente que te paso?
- Ah... Yo...... No se si quiero decirlo.
- Mmm ok. En fin, es un lugar muy bonito, el orfanato es muy grande, hay un pasillo de sección de niños y sección de niñas.
_ Vaya....buebo, gracias por toda esa información.
- No hay de que, ¿Quieres jugar?
- No...gracias.
- Mmmm ok, ¿quieres que te acompañe a ver el lugar?
- Eh sii..
- OK sígueme.
A Cookie le parecía raro que una niña menor que ella le este guiando, pero igual eso ya no importaba, todo le er nuevo para ella, y tenía miedo por eso.
La pequeña niña llevo a Cookie por el patio, una vez más ella no podía entender porque había varios niños en un solo lugar, ¿qué era lo que hacían todos ahí?
- Eh disculpa Laura..
- ¿Si?
- Eh... ¿cómo llegaste aquí?
- Ah, pues fue hace dos años, mis padres fueron arrestados y vine aquí.
- ¿Qué?! ¡¿Pero qué fue lo que paso?
- Nunca lo llegue a entender supuestamente tenía que ver con esas extrañas cajas qué vendían y olían. Toda mi casa apestaba.
- Y no los extrañas?
- No, mi mamá me pegaba todo el tiempo, e igual mi papá, además casi nunca me daban de comer.
Cookie ahora si entendía por que lo decía con tanta normalidad, literalmente esa niña esta mejor en el orfanato.
- Pero ahora estoy aquí, y es mucho mejor, pues se que algún día alguien vendrá a adoptarme y tendré padres nuevos.
- Vaya.....¿Cómo será tener padres nuevos?
Cookie seguía sin entender todo ese asunto, además le sorprendía lo similar qué sonaba su caso con el de la niña, todo le era confuso.
- Sabes, fue un placer conocerte Cookie, voy a ir a jugar con los chicos por los árboles. ¿Quieres venir?
- Ah.... No gracias.... Estaré caminado por aquí.
- OK, adiós.
Con un poco de hambre Cookie se fue del patio para buscar algo que comer. Era tarde así que obviamente todavía no era hora de comer, pero podria ir a la cocina por algo.
La cocina no estaba muy lejos así que aprochecho qué no había nadie para poder entrar.
- Mmmm, hay muchas ollas, no se si pueda.... Pero.....tengo hambre, veré si hay unos dulces o galletas por aquí, pero... Si no hay creo que podría....
- ¡Oye tu?! ¿¡que haces aquí!?
- ¡Ahhh! - Al gritar levemente del susto Cookie volteo a ver a la persona que le habia llamado la atención, llevándose la sorpresa de que en la puerta estaba parado un chico de aproximadamente 13 años, el chico estaba frente a ella viéndola fijamente, Cookie estaba asustada sin saber que hacer, tenia miedo y desconfianza, no sabía cuales podrían ser los propósitos del chico.
- No puedes estar aquí, no está permitido qué los niños entremos a la cocina a menos que sea para ayudar.
- E....... Es que...yo....tengo hambre.
- Mmm, entonces puedes decirle a la señorita Diana que te de a algo de comer.
- Eh...... Gracias.... Perdón......
- Tranquila, deja de temblar, pareces gelatina. -
Y así como vino el chico, también se fue, Cookie agradecía qué sólo le haya llamado la atención y no le golpeado por haber hecho algo malo, a su vez le daba curiosidad el chico, pues además de ser mayor que ella le parecía raro que estuviera aquí, era algo que vería después, ahora tenía hambre.
- Mmmm, así que esa es la niña de las noticias, vaya, pobrecita..... - Dijo el chico internamente en sus pensamientos mientras se iba.
¿Qué será lo que pasara con Cookie en el orfanato? ¿Quien es ese chico? Pues... Eso lo veremos en el siguiente capítulo.
...........................
....
......
....
Ya era de noche en la prisión de Royal Woods, cualquiera diría que los reclusos estarian durmiendo pero no era así....en una de las celdas al fondo estaba pasando algo......
- ¡Asi qué te gusta abusar de pequeñas niñas indefensas!
- Veamos si también le gusta..
- Borraron los videos de tu hija así que hay espacio para uno más en Internet. - Dijo uno de los reclusos mientras sacaba un viejo celular.
Hall estaba tirado en el suelo amarrado de manos y piernas mientras tenía aun el ojo sangrado por el ataque por parte de Cookie de esa vez. Ademas qué ahora tenía marcas de golpes y cortadas qué había recibido por parte de los demás.
- !Ah, ya verán que cuando salga de aquí los mataré a todos!
- Si como no, empezamos con esto..... los tipos como tu me enferman y esta es la única manera de desquitarme.
- Traigan los objetos, veamos si te gustara pasar por lo que tu hija también.
Hall aunque tenía una cara de infinito odio en el fondo sabía que tal ves no saldría de esa, el temor lo invadía por dentro, pero sabía una cosa, la culpable de todo era...... su hija.
(Según el, claro)
Ahora si.... Continuará....
y perdón por tardar es que estoy algo ocupado pero me esfuerzo en traerles algo bueno....
Saludos a mi amigo @Jdkal por las ideas para este capítulo y para el que se viene. Gracias.
Hasta la próxima, cualquier cosa díganmelo en los comentarios.
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