Capítulo 2: Nueva vida y nueva amistad.
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- Pero esto no tiene ningún sentido, quién mataría a una madre y a una niña, se llevaría sus cosas y escaparía así como así.
- Créeme cuando te digo que estamos en una sociedad enferma...
- Oficial, creo que hay algo que debe ver....
Efectivamente después de lo acontecido anoche varios policías habían ido a la casa donde solían vivir Cookie y su mamá, pues habían llegado mensajes de que anoche se habían oído unos disparos...
- Vaya...todo está desordenado - Dijo un oficial que se encontraba revisando el cuarto de arriba - Parece que lo que sea que haya pasado aquí fue un ataque forzoso.
- Parece que aquí era la habitación de la niña.
- Pero...¿y su madre?
- ¿En serio creen que la mataron?
- Pues claro, solo mira... - Ambos bajaron hacia la sala - Mira, aquí hay una mancha de sangre y una bala al parecer choco contra la pared.
- Y en ese caso ¿dónde está el cadáver?
- ¡Señor!, ¡Hay algo que debe ver! - Dijo un oficial que se encontraba en la entrada del sótano.
- ¿Qué fue lo que encontro novato? - Decía mientras se dirigía al sótano.
- Solo entré, encontré....el cadáver de una joven.
El cadáver se encontraba en el sótano, si siquiera oculto, estaba a simple vista abajo de un viejo estante.
- Efectivamente, este es el cuerpo de la mamá de la niña, su nombre era Clara Cream, edad: veinticuatro años, al parecer el atacante la mato a ella y a su hija y huyó así como así, es una pena que no haya podido sobrevivir, la bala cayó directo al pecho y después le dio otro en la cabeza.
- Lástima, aún era joven... Y...¿Esta seguro de que mataron también a la niña?
- Mientras no hayan pruebas que indiquen lo contrario...entonces sí.
- Pero...porque las cosas de la señora están aquí en la casa pero algunas fotos y cosas de la niña no están, como si... alguien se las hubiera llevado...o si la niña se los hubiera llevado.
- Puede ser, pero como dije no tenemos pr...
- ¡Señor! ¡Encontré una nota!
- ¿Una nota? - Se dirige hacia el oficial para darse cuenta de que si, alguien había dejado una nota pegada en la cocina.
- ¿Que dice ahí?
- Mmm, la letra esta algo mal, como si la hubiera escrito una niña de cuatro años.... Un momento.
- Empieza a leer la carta.
"Hola mamá, cuando vuelvas a casa no me encontrarás, no es que me escapará, sabes que nunca lo haría, lo que pasa es que un señor que asegura ser mi padre, vino y me llevó, dice que nos mudaremos porque tú nunca volverás, pero yo no le creo, tomé algunas cosas y fotos, si supierq a donde vamos te lo diría pero no sé bien el nombre, pero porfavor cuando vuelvas búscame"
- Vaya, parece que la carta fue escrita por la niña, y se la llevó el que asesinó a su madre.
- Guardala, es una evidencia, solo espero que este caso se resuelva, pero...¿Porque el asesino se llevaría a la niña? ¿Acaso es el padre? ¿Donde estan ahora?
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El auto donde se encontraba Cookie con su padre ya había llegado a Royal Woods, donde según el jamás serían encontrados, el viaje había sido largo y mucho más pues el auto paro en una pequeña casa de madera alejada de las demás personas de Royal Woods, casi a las afueras.
- Muy bien, así ya nadie va a molestarnos nunca más. (Acercándose a Cookie quien se encontraba durmiendo) Despierta niña que ya hemos llegado.
- (levantándose) Mmm, ¿ya llegamos?
- Si, ese es ahora tu nueva casa.
- Oh es muy linda, es tan pequeña y de madera, como en los cuentos de hadas.
- Si, si como sea, ahora baja tus maletas.
- Ok pero...y...¿De verdad mamá no vendrá?
- No, no vendrá, por eso yo vine, tu padre, y ahora estás bajo mi mandó.
- Oh, es que... lo que pasa es que mi mami nunca me dijo que tenía un papá.
- Pues ahora ya lo sabes, ahora tú me dirás papá y te quedaras aquí conmigo así que deja de hacer preguntas y guarda tus cosas en el primer cuarto que veas, hay será tu habitación niña....
- Me llamo Cookie... Cookie Cream.
- ¿Qué nombre es ese? ¿Tienes segundo nombre?
- Si, Carolina, pero no me gusta mucho.
- Pues ahora así te diré quieras o no, y tu nuevo apellido será el mío, ahora eres Carolina Pinkerton.
- No me gusta.
- No pregunte si te gusta ahora entra.
- Ok, lo siento - (entra a la casa rápidamente con su maleta en mano)
- Muy bien ahora - (saca su celular y marca un número) - Hola Paul habla Hal.....
(En el otro lado de la llamada) ¿Hal? ¿En serio eres tú?
ahora vivo en Royal Woods, ahora se que los policías no vendrán a buscarme aquí pero....
- ¿Pero que?
- Recuerdas que te dije lo de la joven a la que embaraze hace cuatro años...
- Si, ¿La mataste?
- Pues claro, pero ella aún conservaba a nuestro hijo, pero cuando volví me di cuenta que era una niña, y al matar a Clara decidí quedarme con ella ¿Qué se supone que haga con una niña?.
- Bueno Hal, hay varias opciones...puedes esperar a que crezca, y puedes ganar plata con ella de la forma que tú quieras, si sabes a qué me refiero.
- Y que se supone que haga mientras ella crece.
- En ese caso úsala, para...¡robar!.
- Esa es una buena idea...por mientras uso eso luego ya veré que hago con ella.
- A si una cosa amigo.
- ¿Qué?
- Cuando la niña crezca, me la presentas ¿de acuerdo?
- Pues claro....ahora adiós (cuelga).
Entonces Hal sin nada más que perder mete todas sus cosas adentro de la casa y cierra la puerta.
- Muy bien.
- Papi.
- ¿Qué quieres niña?
- Es que... Ahora que me vas a cuidar quiero darte esto. (Le entrega un frasco con pastillas)
- ¿Que son estos?
- Son pastillas que mi mami me daba cuando me sentía mal.
- Pues no creo que las necesites.
- ¿A no?
- ¡No!...Y sabes qué, que te parece si vamos al parque a hacer un juego.
- Sí, me parece una buena idea.
- Entonces vamos.
Sin tiempo que perder los dos se volvieron a subir al auto y se dirigen al parque, Cookie quería jugar todo el día ahí, pero Hal tenía otros planes.
- Muy bien ya llegamos.
- Chispas, hay mucha gente aquí.
- Si eso lo se.
- Debimos traer una manta para ponerla en el césped y...
- Cállate y escúchame, ¿Ves a esa familia de allí?
- Sí.
- Quiero que te acerques, abras el bolso y traigas algo de valor, ¿De acuerdo?
- Emm, pero... ¿eso no sería robar?
- No, eso no es robar eso es....tomar algo que ellos no quieren y dármelo.
- Pero como sabes que no lo quieren.
- Escúchame si me traes algo de valor yo te....compro unos dulces.
- Si...¡amo los dulces!
- Muy bien ahora ve.
La inocente Cookie sin perder tiempo corre rápidamente hacia un par de esposos que estaban teniendo un día de campo, al lado estaba el bolso, Cookie rápidamente mete su mano y toma las primeras cosas de valor que encuentra y se va corriendo.
- ¿Y bien que trajiste?
- Esto... (Le entrega lo que agarro)
- Una billetera, una agenda y un collar, jajaa si.
- ¿Estás feliz?
- Pues claro, y sabes que me haría más feliz.
- ¿Qué?
- Si te vas y me tres más cosas de valor que encuentres de personas en este parque, pueden ser cosas...brillantes, traeme cosas brillantes, y después....te daré un dulce.
- ¡Si!
- Entonces ve.
- Ok. (Se va corriendo)
- Vaya, quién diría que esa mocosa si me sería útil después de todo.
Así entonces sin más tiempo que perder empezo a agarrar varias cosas de personas que se encontraban en el parque, ya tenía los bolsillos casi llenos pero necesitaba un poco más.
- ¡Chispas! solo tengo monedas y collares.... necesito algo más, ¿pero qué?
Entonces Cookie se sienta a descansar un rato hasta que sus ojos se fijan en algo reluciente a lo lejos.
- Uhhh, esa mujer tiene algo brillante en su bolso debo ir por el.
Pero justo en ese instante alguien la sujeta del hombro, era una mujer y se veía enojada.
- Aquí estás niña, ni creas que no te vi, te llevaste mi billetera, ahora quiero que la devuelvas pequeña ladrona.
- Emm, yo...no puedo, se la di a mi papá.
- Entonces vamos a ver ahora mismo a tu papá.
Rápidamente Cookie se fue a correr pues no quería que la mujer la atrapara.
- Oye no huyas niña...
Sin más tiempo que perder Cookie ya se estaba alejando de la parte del parque donde su papá se encontraba, pues estaba ahora en la zona donde había muchas cosas que ella no sabía que había en los parques.
Había columpios, un tobogán, un sube y baja y muchas cosas más.
- Wow, pero que es todo esto, es como...un lugar mágico, no sabía que en los parques había esto.
Era sin dudas lo mejor que ella había visto en su corta vida, empezó a contemplar todo a lo lejos, mientras daba unos pasos hacia atrás y si darse cuenta choca con alguien.
- Ay, lo siento.
Al darse la vuelta de da cuenta de que la persona con la que se acaba de chocar, era un niño de su edad, pero con el cabello blanco y tenía una pala de juguete en su mano.
- Tranquila, no pasa nada, no te había visto aquí antes. ¿Eres nueva aquí?
- Emm sí, pero no tengo tiempo ahora pues...
- Me llamo Lincoln, ¿tu cómo te llamas?
- Bueno, ayer mi nombre era Cookie pero al parecer hoy me llamó Carolina.
- Mmmm, me gusta más Cookie...
- Jeje, gracias.
- Te gustaría jugar conmigo en el arenero.
- ¿Jugar? Si me gustaría pero...
- Porfavor, mis hermanas están ocupadas y yo en serio quiero jugar.
- Está bien, ¿Pero donde está el arenero?
- Está ahí, vamos.
Cookie no quería, pues debía volver rápidamente con su padre y sabía que se enojaría si no volvía antes, pero en el fondo también quería jugar y ese niño no se veía tan malo.
- Bueno... juguemos.
Los dos lo habían pasado genial juntos, y sin darse cuenta la hora había pasado.
- ¡Genial! es el mejor castillo del mundo.
- Si, esto fue muy divertido.
- Lo sé, y sabes qué...deberías venir a mi casa algún día, ahí podríamos jugar mucho más y sería más divertido, podríamos jugar a los piratas, pero piratas buenos que roban a los ricos y se lo dan todo a los pobres.
- Eso suena muy divertido Litcon.
- Gracias, pero se dice Lincoln.
- Oh, lo siento, a veces se me es difícil recordar algunos nombres.
- Tranquila, a mi también me ha pasado.
- Emm, oye Litcoln, te tengo una pregunta.
- Es Lincoln... pero adelante dime tú pregunta.
- Ok...¿De dónde vienes? Liinncollln - Pregunta mientras intenta decir su nombre lentamente?
- Emm de aquí nomás, ¿Porque?
- Es que tu cabello blanco...
- Oh eso.... Por alguna extraña razón la sonrisa que estaba dibujada en el pequeño Lincoln desapareció por completo.
No se porque lo tengo, pero Lori dice que es normal, pero....no me gusta, siento que la gente me mira raro, intente pintarmelo a castaño pero a mis padres no les gusta la idea, cada persona que conozco lo menciona, como tú lo hiciste.
- Oh, tranquilo no me molesta, es más, te ves muy bien.
- Mmm, gracias, ya me debo ir, fue un placer conocerte Cookie.
- Igualmente Lincoln.
A lo lejos Cookie pudo notar como Lincoln se iba para juntarse con una chica rubia que al parecer era su hermana que el había mencionado antes.
- Mmm, eso fue muy divertido... mamá siempre decía que las personas que siempre jugaban contigo eran tus amigos, me preguntó si a Lincoln le gustaría ser mi amigo....me gustaría tener montón de amigos.
Pero entonces Cookie recuerda la razón de porque está ahí.
- Oh es verdad, debo darle a mi papá todo lo que agarre.
Sin más tiempo que perder Cookie volvió a donde su padre estaba esperándola, y no se veía muy feliz que digamos.
- Papi ya vine.
- ¿Dónde estabas? Tardaste mucho.
- Estaba por venir pero empece a jugar con un niño y....
- Ya como sea no me importa, dame lo que agarraste.
- Ah ok, toma. (Le entrega todo)
- Una billetera y varias monedas, ya que, algo es algo, con esto basta, ahora vamos.
- Espera papi, te olvidaste de mí dulce.
- Ah, cierto....llegando a casa te lo doy. Ahora no tengo tiempo, ahora sube al auto.
- Ok.
Ambos ya estaban en casa, era de noche, Cookie estaba sentada en una silla mientras su padre llamaba a unos amigos.
- Si, vengan rápido que ya compré las cervezas... si está vez las compré con mi dinero....Ok rápido. (Cuelga)
- Papi.
- ¿Qué?
- No quiero molestarte pero, ¿Puedes darme el dulce que me prometiste?
- Lo siento niña pero ya gasté todo el dinero.
- Pero lo prometiste.
- Bueno está vida está llena de decepciones.
- Mmm, puedo tomar aunque sea las botellas que compraste.
- Eso no son para niños, ahora vete a dormir.
- Mmmm.
Cookie se levanta de su silla, para dirigirse a su habitación, que en si su cama era solo una sábana en el piso.
- Aún no tengo sueño, ah ya sé que falta.
Saca algo de su maleta, era el cuento que su mamá le había escrito y baja rápidamente hacia donde su papá se encuentra pero al momento de llegar a la sala se sorprende al ver que había varias personas desconocidas.
- ¿Pero quienes son?....
Obviamente el padre de Cookie había usado todo el dinero que su hija había tomado, y lo gasto en botellas de cerveza e invito a tres de sus amigos.
- Ay Hal, dónde estabas creíamos que habías muerto - Decía uno de sus amigos quién se encontraba con él sentados juntos.
- Ah ni lo creas amigo, a mi nunca nadie me va a matar, viviré por siempre, quieras o no.
- Eso es cierto.
- Ya no hay que perder el tiempo que estas botellas no se acabarán solas. - Dijo otro que estaba sentado en una de las bancas.
- No te lo acabes todo dame una Luís. - Dijo uno que estaba sentado en el suelo, quién no dejaba de tomar a pesar de haber tomado ya tres botellas.
Cookie al ver tantos desconocidos en su casa se va rápidamente hacia donde se encontraba uno de los amigos de su padre.
- ¡Oye tú fuera de mi casa! - Tratando de empujarlo.
- Oigan ¿Y esta niña?
- Sal fuera, fuera.
- Lárgate de aquí enana. - La empuja.
- ¡Oye!
- Carolina, te dije que te vayas a dormir.
- Pero no puedo dormir hasta que me leas mi cuento.
Uno de los amigos de Hal al ver el libro se lo quita a la pobre Cookie.
- Haber déjame ver ésto.
- Oye dame eso porfavor, es mio.
- "Mi caballero blanco" que estúpido nombre.
Rápidamente Cookie se levanta y empieza a golpear en la pierna al sujeto:
- No digas eso y dámelo, dámelo.
- ¿Oh si no que? - Cookie entonces sin pensarlo dos veces le da un fuerte mordisco en la pierna lo que hace que él suelte el libro - ¡Ahhhh maldita niña mi pierna!.
- Lo tengo ya estás asalvo. - Decía ella mientras abrazaba su libro.
- ¡Carolina! Ve a tu cuarto.
- Pero papi estás personas estan desordenando la casa.
- Eso a ti no te incumbe, ahora estamos ocupados en una reunión asi que largo.
- Si quieres puedes quedarte niñita, nos puedes ser útil más tarde . - Dijo un invitado mientras le acariciaba la cara a Cookie.
- ¡Ahhhhh! - Le aparta su mano - Suelteme.
- Ya es suficiente ve a tu cuarto y duérmete.
- Pero no puedo dormir si no me lees mi cuento o una canción de cuna.
- ¡No me importa tu estúpido cuento y vete!
Asustada por el gritó la pequeña Cookie se va junto con su libro hacia su habitación, pero mientras entraba escucho a lo lejos a uno de los amigos de su padre hablar:
- Deja la puerta abierta niñita que más tarde entraré y ya verás como nos vamos a divertir Jajaja.
Al oír eso Cookie asegura su puerta con un cesto que estaba ahí, entonces se recuesta en su sábana y se cubre.
- Será una noche larga, podría leerlo yo misma pero apenas si se leer.
Cookie tenía miedo, a lo lejos oía las risas de los amigos de su papá, por alguna razón eso a ella la aterraba mucho.
- Debo acostumbrarme, esta es mi nueva vida, mi mami volverá pronto, lo sé, lo sé, lo sé, lo sé.......
Fue una larga noche para ella pero al fin de quedó dormida, gracias al cielo nada malo le pasó esa noche.
Mientras dormía la pequeña tiene un sueño:
En su sueño ella estaba en un hermoso campo de flores, todo era muy hermoso y bello, había conejos y mariposas por todos lados.
- ¿Dónde estoy? ¿Volví a casa?
- ¡¡¡Cookie!!
- ¿Quién dijo eso - Respondió Cookie al oír su nombre a lo lejos.
- ¡Cookie! Ven mi galletita, te estaba buscando.
- Esa voz....¿Mamá?
- Así es mi pequeña, ven te estaba buscando.
- ¿Mamá? ¡Mamá! ¿Eres tú?
- Si ven querida.
Cookie entonces se dirige a todo velocidad a donde venía la voz y definitivamente era su madre así que sin dudarlo ni un poco le da un fuerte abrazo.
- Oh mami, te extrañé, te extrañe, te extrañe mucho, sabía que ibas a regresar.
- Ay Cookie - Correspondiendo al abrazo - Sabes que yo jamás me iría de tu lado.
- Pero, lo hiciste, y ahora mi papá me está cuidando y él...no es como tú.
- Tranquila Cookie ya he vuelto y algún dia las dos vamos a vivir juntas ¿Qué te parece?
- Sí!!!! Quiero irme contigo, te quiero mucho, quiero irme contigo ahora.
- También te quiero y en serio me gustaría que estuvieras a mi lado pero no sé puede por ahora.
- Pero yo quiero...
- Hija, tú debes ser fuerte y valiente, eres Cookie Cream, y eso nadie lo puede cambiar, eres la niña más linda y pura que haya pisado este planeta, estoy muy segura que serás muy feliz y harás muchos amigos.
- Si, hoy conocí a un niño, su nombre creo que era.... Lincoln, y creo que somos amigos, ah sí y su cabello es blanco, como el caballero de mi cuento, ah sí podrías terminar de leerme el final del cuento, papá no quiso hacerlo.
- Awww Cookie, me alegro por ti, y sabes que, tú misma puedes escribir tu propio final de tu propio cuento, la vida es así, tu escribes tú propio final.
Dicho esto la mamá de Cookie se levanta y se pone a caminar hacia un camino de flores...
- Espera mamí, ¿A donde vas?
- Me tengo que ir Cookie, pero te prometo que nos volveremos a ver muy pronto.
- No mamí no me dejes por favor, quiero ir contigo.
Pero justo en ese momento ella despierta.
- ¿Mamá? Oh... todo fue solo un sueño, pero parecía tan real.
≤TOC TOC TOC≥
- Despierta rápido Carolina que te tengo un nuevo trabajo.
...............
- Ya voy papi, bueno, aquí empieza un nuevo día.... Intentaré ser fuerte, por ti mamí.
Continuará.......
Hasta el próximo capítulo.
Pensaba poner al inicio que la mamá de Cookie no había muerto y que a lo contrario de alguna manera había logrado sobrevivir pero... ya que, así es la vida, no se enojen conmigo xd.
Desearía que esta historia tuviera más vistas, eso me animaría a actualizarla más seguido.
Nos vemos hasta la próxima.
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