Tai: Te conozco desde hace un tiempo pero me he dado cuenta que no es así

Mimi: ¿Qué quieres decir?

Tai: Lo que pregunto es que si a ti te gusta alguien

Mimi: ¿Qué?-Dijo sorprendida-¿Por qué me preguntas eso?

Tai: Escucho cosas-Dijo mientras desviaba un poco la mirada por vergüenza

Mimi: ¿Así que ya sabes de esos rumores?-Dijo un poco molesta

Tai: Cosas pequeñas

Mimi: ¿Es por eso que actúas como si te incomodara mi presencia?

Tai: No, eso es... -Dijo más apenado por lo que dijo ella-Lo siento. Supongo que en cierto punto no quería que me dijeras eso a pesar de que así me siento

Mimi: No puedo evitarlo, simplemente me agrada pasar más tiempo contigo. Supongo que ya no sé cómo tratar contigo

Tai: No. No tienes que sentirte así. Debí hablarlo desde hace tiempo

Mimi: Yo también

Tai: ¿Entonces...?

Mimi: Te quiero como amigo, no te preocupes, esos son rumores

Tai: Entiendo. Siento si pregunte de esa forma

Mimi: No importa (¿Por qué no le dije nada? Yo misma me detuve para decirle que sí me gusta. No, dile ahora, trata de decirle que te gusta mucho) Pero si fuera lo contrario sería algo diferente para nosotros ¿No?

Tai: Bueno, somos amigos y yo no creo que eso fuera diferente

Mimi: ¿No?

Tai: Bueno, creo que sería un poco incómodo, pero es probable que eso cambie, no lo sé, eso me han dicho

Mimi: Entiendo ¿Y qué hay de ti?

Tai: ¿De mí?

Mimi: Sí ¿Hay alguien quien te gusta?

Tai: No. No lo creo

Mimi: Entiendo

Sintió un alivio y un poco de decepción al escuchar eso, pero no se desanimó tanto aunque si un poco para lograr que se retractara de decirle lo que sentía.

Cuando el día empezó a terminar, ambos se fueron a casa, Tai se fue con el alivio de saber lo que pasaba con su amiga Mimi y Mimi se fue con la depresión de que ella misma se detuvo para decirle lo que sentía.

Pasaron los días y eso continuo igual, de poco a poco, ella siempre trataba de decirle lo que sentía pero por alguna razón sentía que no podía como si algo de si misma le dijera que no es una buena idea. ¡Pero ¿Cómo no puede ser una mala idea si lo quiero mucho?! Se gritó mentalmente cada noche, no quería pensar en eso pero siempre aparecían esas palabras cuando pasaba el tiempo con él.

Como siempre, los días siguieron pasando hasta que se convirtieron en años y ese mismo año, Tai entraría a la secundaria con sus 13 años ya cumplidos, Mimi estaba preocupada porque no lo vería hasta dentro de un año, claro que siempre pasarían tiempo juntos al terminar las clases pero no sería lo mismo para ella ya que Tai estaría más ocupado con sus estudios como para salir a pasear y comer algo juntos.

A pesar de todo, no pude, no pude ¡¡No pude decirle que lo quiero!! ¡¡¿Por qué?!! Tendré que pensar algo rápido, no puedo seguir contradiciéndome, Tai siempre me dijo que era impulsiva y atrevida, pero mentalmente me encierro en un caparazón.

Ese día Tai pasaría por mi casa como siempre he iríamos juntos a la escuela, solo que esta vez se desviaría de camino hacía la secundaria.

Fue extraño verlo con el uniforme, me sentí algo apenada ya que se veía muy bien usando y quería decirle algo pero no pude ni mencionar le uniforme.

En todo el trayecto no pude, no pude decir nada. Me rendí ese día pero lo diferente seria que esta vez no me iba a rendir los demás días, efectivamente sabrá los sentimientos que he tenido de él desde la primaria, sabrá que él siempre fue y será mi primer amor.