Liz despertó al ser llamada por Liam.

-Elizabeth: ¿Que sucede?

-Liam: Llegó tu ropa. Ten, vístete.

Tras tomarla, ir a la habitación y ponerse la ropa va a donde Liam nuevamente.

-Elizabeth: Gracias. Es cómoda y es mi estilo.

-Liam: Además te queda bien. Oh, cierto, falta algo más.

-Elizabeth: ¿Que cosa? -Dice mientras buscaba el objeto en un cajón.

-Liam: Esto... -Dice tras encontrarlo -Te lo pones en la oreja, mira. -Se lo coloca en la oreja. -Vez, es para que puedas entender a cada persona, ya sea humano o alienígena.

-Elizabeth: Increíble.

-Liam: Lo se... bueno, vamos.

-Elizabeth: ¿A dónde?

-Liam: Pues a que conozcas la ciudad. Solo quédate al lado mío, te puedes perder.

-Elizabeth: he he he... me hablas como si fueras mi madre.

-Liam: Por fin te veo reír.

-Elizabeth: Ya vámonos.

Salieron del apartamento tras bajar un ascensor y cruzar la puerta de entrada del edificio lo primero que encontró fue una asombrosa vista.

-Elizabeth: ¡Wow! Esto es... como sacado de un sueño.

-Liam: Si... Ven, te enseñaré algunas calles e iremos a almorzar.

-Elizabeth: Seguro.

-Elizabeth: ¿Sabes? Me eh preguntado ¿por que sigue oscuro?

-Liam: Mira, notas que el cielo de de un verde oscuro, pues así es cuando es de día, y cuando esta completamente negro...

-Elizabeth: ...Es de noche.

-Liam: Exacto.

-Elizabeth: Es triste, nunca ver la luz del día.

-Liam: Lo se. Tengo vagos recuerdos de cuando estuve en la tierra antes de que se pudriera todo, uno de esos recuerdos es de yo y mi hermano jugando un día de verano.

-Elizabeth: Yo también jugaba con mi hermana y mi madre los días de verano.

-Liam: Yo... lo lamento.

-Elizabeth: No, tranquilo, eres la única persona que en todo el tiempo que llevan muertas no intenta insultarme comparandome con ellas.