-Elizabeth: ¡Señor!, llevo cinco casos completados a la perfección. ¡No puede hacerme esto. -Dice la joven de 19 años.

-Cooper: Mira, niña, tan solo tienes 19 años y eres una chica. Ya te lo dije, nadie de esos cinco casos te contrató, le robaste el caso a otros detectives, además eran casos pequeños y fáciles. -Dice el jefe de la agencia de detectives.

-Elizabeth: Pero...

-Cooper: Pero nada niña. -La interrumpe.- Aparte, ¿Quién en Inglaterra querría contratar a una chica de 19 años?

-Elizabeth: ¡Yo haré la diferencia!

-Cooper: Se nota que no vives en este mundo, eres igual de ingenua que tu madre -Elizabeth le da una bofetada.

-Elizabeth: No se atreva a hablar de mi madre y menos así.

-Cooper: Vete y no regreses más, tu acceso ya no es permitido, y si regresas te juro que te dejaré igual que ella y tu hermana.

Elizabeth toma su bolso y su abrigo para proceder a marcharse con su obvio enojo.

Al salir de la agencia se encontró con el ser que más odiaba en la faz de la tierra, su padrastro.

-Elizabeth: ¿Que haces aquí? Yo no te importo así como tu a mi no me importas.

-David: Lo se, pero toda estupidez que hagas yo también tendré que lidiar con las consecuencias.

-Elizabeth: Entonces lidia con esto.

-Cooper: ¡David! A mi oficina.

-David: Jodete. -Entra a la agencia.

Llego a casa, hacía frio, era normal después de todo era invierno.

Su casa solo se iluminaba con las luces de afuera.

Fue al baño se lavó la cara y se dirigió a su habitación, a lo cual, algo la detuvo, la foto de su madre, su hermana y ella.

-Elizabeth: Prometo terminar de resolver su caso. -Dijo para si misma.- Después de todo Cooper dijo que solo eh resuelto casos fáciles, a ver como le queda el ojo con este.

Se largo a su habitación nuevamente para quitarse sus lentes, acostarse y dormir, ya que mañana podría morir.