17

— No weí... ¿por tanto tiempo?

— Siempre nos vamos por dos meses... —respondió el Roger. Estaban acostados en la playa de viña, y el zorrón le hacía cariño en el pelo a su pololo.

— Pero puta... no te voy a ver por dos meses —repuso—. Yo quería pasar el verano contigo.

— Yo también quería... —suspiró. El flaite lo abrazó y lo acurrucó a él—. Ya po, Bri... no te enojí...

— No me he enojao —repuso—. No más te voy a echar de menos y me bajoneé.

— Yo también... pero podí venir a verme... —propuso—. Te podí quedar unos días y...

— Roger, no seai inocente. Tu mamá no me va a dejar quedarme contigo —dijo en un suspiro.

— Vale la pena intentarlo —le dio un beso en los labios.

— Sabí que no quiero que te metai en weas por culpa mía... —le hizo cariño en la mejilla. Andaban modo wekereke.

— No me voy a meter en weas... ya po Bri... no me gusta que andemos a escondidas...

— A mí tampoco —se frotó la cara—. ¿Sabí qué? Pico lo que piensen los otros weones, erí mi pololo, no te pienso esconder más.

— ¿En serio? —preguntó asombrado.

— En serio —aseguró—. No quiero ocultarte más. Te voy a presentar a los culiaos de mis amigos.

— O sea ya los conozco...

— Pero te conocen como el culiao que me vendió mota —repuso.

— Chu, gracias —dijo el Roger en voz irónica.

— Yapo, wawi no te enojí —pidió el Brayan.

— Oww me dijiste wawi —dijo el Roger a lo wekereke y con la cara de copihue.

— Erí mi wawi —le dio un beso en la nariz—. Por eso no quiero que te vai.

— Ven a verme a maintencillo po... por fa... la playa es rica igual y hay ferias y weas así. No tenemos que quedarnos con mis papás.

— Voy a tratar de ir, ¿ya? Probablemente a inicios, porque en verano le ayudo con la feria a mi papá.

— Ya, Brimi, pero igual intenta —se acurrucó homosexualmente.

— Obvio que sí, Roggie —le besó la cabeza—. ¿Qué día te vai?

— El primero de enero —respondió—. Vuelvo en marzo.

— Pero ¿cuándo entrai a clase?

— En marzo —respondió—. No voy siempre al primer día.

— Ah —entendió—. Puta que erí cuico.

— Perdón.

— Dilo como el meme.

— ¿Eh?

— El meme del gato culiao ese —explicó.

— Ah... ¿me perdonas? —le besó en la nariz.

— Ya, te perdono —lo abrazó sonriendo.

— Entre enero y febrero también me voy dos semanas a Grecia...

— ¿De dónde chucha sacai tanta Plata pa viajar?

— Me dan cien Lucas de mesada ¿y me preguntai eso?

— Ya, sí —rió un poco el Brayan—. Y pensar que te iba a asaltar.

— Nunca pensé que iba a agradecerle a alguien que me tratara de asaltar —lo abrazó.

— Oww que erí tierno, wawi —también lo abrazó.

Siguieron un rato pinchando en la playa, hasta que el Roger se puso de pie. El Brayan lo miró desde la arena confundido.

— ¿A dónde vai? —preguntó.

— Al agua, ¿me acompañai? —le tomó la mano.

— Sabí que sí —se paró con él y le entrelazó los dedos, se fueron caminando al agua y metieron los pies—. Conchetumare, está más fría que la chucha.

— Ya te vai a acostumbrar —repuso el Roger.

— Voh pasai todo el día en el agua, hací bodisorf incluso, yo con cuea sé nadar y me baño en puro estero.

— No te vai a morir por bañarte en el mar —repuso—. Ven, entremos más, se puede nadar.

— Roger, hay un letrero ahí con rojo que dice "Playa no apta para el baño". Sí sé que soy weon, pero sé leer.

— Traqui, todo el mundo lo hace —lo consoló. El Brayan suspiró.

— Bueno, ya —accedió más por su pololo que por otra cosa.

Siguieron entrando al agua, al Brayan le daba hipotermia, y pa joderlo, el Roger le tiró agua.

— CONCHETUMARE LOS PACOS TIRANDO BALINES —gritó el Brayan asustado y se cayó.

— ¡Ey, tranquilo si soy yo no más! —exclamó y lo ayudó a pararse.

— Conchetumare que hace frío —dijo el Brayan tiritando.

— Te vas a acostumbrar. No me gusta tanto esta playa, pero...

— CONCHETUMARE QUÉ ES ESA WEA TRASPARENTE —gritó el Brayan intentando arrancarse de un agua viva.

— ES UN AGUA VIVA, ES UN PEDAZO DE MEDUSA, SALE DE AHÍ QUE DAN ALERGIA —exclamó el Roger.

— HAY COMO QUINCE, ME VAN A MATAR —grito el Brayan.

— BRI SOLO CAMINA LEJOS.

— CÓMO CHUCHA SE CAMINA EN EL AGUA.

— CAMINANDO.

— SE ME OLVIDÓ CÓMO, ROGER SÁCAME DE AQUÍ —exclamó el Brayan asustado.

El Roger lo agarró de la mano y lo sacó de ahí, pero el Brayan sintió un pinchazo y pegó un grito.

— ME PICÓ, ME PICÓ —gritó, el Roger pateó la wea de agua viva y la sacó lejos.

— NADIE PICA A MI POLOLO, MEDUSA CONCHETUMARE —le gritó y luego ayudó al Brayan a salir del agua—. Ay Bri... perdón, fue mi culpa...

— OBVIO QUE SÍ, SI ME OBLIGASTE A VENIR —exclamó el Brayan—. AAAA ME DUELE.

— Con agua de mar se pasa... me han picado varias veces —dijo el Roger y lo hizo sentarse en la toalla sobre la arena—. ¿Dónde te picó?

— En la pierna —respondió adolorido.

— Al menos no te picó los cocos...

— Ahí también...

— ¿Qué tiene el universo contra tus cocos? —preguntó el Roger mientras sacaba algunas cremas de su mochila.

— AY MI PICHULA —gritó el Brayan.

— ¿Qué wea?

— AY CONCHETUMARE MI COQUIMBANO —gritó y se metió la mano al traje de baño para sacarse un agua viva que tenía adentro, luego tiró la wea y le cayó en la cara a una señora.

El Roger le dio un antiinflamatorio y le puso crema en la pierna.

— Uhm... Bri... no... no puedo ponerte crema ahí... —dijo.

— Ah, sorry, yo lo hago, mi rey —dijo y el Roger lo tapó con la toalla para que se encremara la pichula tranquilo.

— ¿Todavía te duele...?

— Más que la chucha —respondió.

— Te pondré agua de mar.

— NO. NO ACERQUÍ ESA WEA DEMONÍACA A MÍ —pidió.

— Bri, solo Es agua...

— PUEDE TENER A LOS BICHOS CULIAOS ESOS —repuso—. NO, WEON, NI CAGANDO.

— Bri, voy a limpiarla...

— NO ME PONGAI ESA WEA, ROGER, POR FAVOR, TE LO RUEGO —pidió el Brayan.

— Entonces te llevo al hospital —repuso.

— ¿Tay enfermo del chape? —preguntó el Brayan—. Me vai a llevar a clínica y no tengo Plata pa eso.

— Déjame sanarte... —suspiró.

— No, no, estoy bien —dijo el bolas tristes—. Es que no estoy acostumbrao a bañarme en el mar.

— Pero dijiste que te gustaba ir a la playa —dijo el Roger confundido.

— A la de valpo, donde no están esas weas satánicas —repuso—. Además voy a puro tomar a la playa.

— ¿No es ilegal eso...?

— A las cuatro de la mañana nadie cacha —le guiñó un ojo.

— Perdón por hacerte entrar al agua... —le hizo cariño en el pelo.

— No, tranqui, si tampoco es como que tú me hubieras picado tú...

— Igual...

— Roggie, no te hagai problema, ¿ya? —le hizo cariño en la mejilla. El Roger asintió apenado.

— Igual perdón...

— Calmao, ¿ya? —le dio un beso en la frente—. Estai tan bonito.

— Estoy igual que siempre —rió levemente con la cara hecha copihue con ají rojo.

— Siempre estai bonito po —dijo y le besó los labios. El Roger correspondió contento.

— Entonces ¿cuándo querí que te presente a mis amigos? —preguntó el Roger.

— Perate mi rey, yo primero —repuso—. No quiero que te webeen.

— ¿Seguro?

— Obvio po. Además así podemos ir a valpo más seguido —le dio un beso en la mejilla.

— Y cuando mis papás sepan, a Reñaca —sonrió el Roger.

— Ya, no abusí tampoco —lo abrazó y el zorrón se puso a reír, para después volver a abrazarlo.

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