cuarenta y ocho; Kent

Lunes

Suelto un suspiro con frustración al ver el chat que tengo archivado con mi osita. Es que ni siquiera le ha llegado los últimos mensajes. Pero, no me tiene bloqueado, porque la última vez que lo hizo no me dejaba ver su foto de perfil. Le doy doble clic para ampliar la imagen; ella está sentada en el sofá de su casa, en el regazo está la cabeza del perro. De un lado sostiene a un gato y del otro a un perro más pequeño. El rostro del gato es una mezcla entre que sí quiere, pero no mientras que del otro lado el animal irradiaba amor.

¿Es que Talitha perdió el celular y no lo ha recuperado?

Es una pequeña posibilidad, creo yo.

Aunque también lo hace, porque ella me quiere y está calculando el tiempo en el que en debe de responder sin lucir desesperada. Las mujeres tienen esa clase de códigos, ¿no?

Sí, seguro es eso, aunque ya van más de cuatro días, el tiempo me parece eterno. Tyron solo me dice que está en una pijamada y que no ha regresado a casa ¿Una pijamada por cuánto tiempo? ¿Y con quién está?

Yo creo que debe de estar con Hanna, porque es su mejor amiga, el problema es que no tengo ningún contacto de ella. Sin embargo, un foquito se enciende sobre mi cabeza. Existen las redes sociales, por lo que vuelvo a desbloquear mi celular, mordiendo las uñas de mis manos, entrando al perfil de Talitha en Instagram.

El cual está lleno de sus mascotas, y una que otra foto de ella, aunque son mínimas. Ella ni siquiera me ha devuelto el follow, aparentemente ni se conecta, ya que tiene un mes desde su última publicación.

Entro a la foto, deslizo hacia abajo para empezar a leer los comentarios, uno por uno. Les halaga el animal, me topo con el usuario de Hanna, así que entro a su perfil. Ella aparentemente si es más activa, por lo que en su icono hay un círculo rojo, yo pulso dos veces sin cuestionarme y la ubicación está en la escuela.

Tal vez con ella está mi osita.

Opto no tomar la última clase, es aburrida y ese profesor habla demasiado despacio, que lo único que hace es alterarme.

Por el pasillo veo que Newt tiene sus ojos posados sobre mí y parece que muerde el interior de la mejilla, adentrándose al salón de clases.

Victoria camina rápido cuando me ve mientras toma con velocidad en mi dirección, tomando la mano de un sujeto menos fornido que yo y un poco bajo, obligándolo a rodear su cintura con el brazo, riendo estruendosamente.

Suspiro con cansancio antes de dar mis pasos más largos en dirección hacia el estacionamiento. Sujeto con fuerza la correa de mi mochila que está colgando en el hombro izquierdo. Saco las llaves del bolsillo de mi pantalón, presionando la alarma para quitar el seguro.

Arrojo la mochila en la parte trasera, me subo para encender el coche. Coloco una mano sobre el volante, pensando en una buena excusa para aparecer en la escuela de Talitha, le diré que Jeremy la extraña y le encantaría verla.

Aunque soy yo quien quiere hacerlo.

Empiezo a conducir por la ciudad con nerviosismo, la mano que está en el volante suda ligeramente, la otra mano que está sobre la palanca de cambios. Mi visión está fija en los otros carros a mi alrededor. Pierdo la noción del tiempo que no me percato que estoy en frente de la escuela de Talitha. Apago el motor, y aunque hay algunos estudiantes sentados sobre la banca, creo que todavía no es tiempo.

Vuelvo a desbloquear mi celular, decidiendo que es mejor enviarle un mensaje a la mejor amiga de mi osita que no tarda más de cinco minutos en responder, avisando que en diez minutos su clase termina, y podía regalarme un rato.

Esos diez minutos se sintieron como una eternidad, los minutos en la pantalla de mi celular parecía que no querían cambiar. Por lo que recargo mi brazo sobre el volante para recargar mi cabeza con pesadez.

Solo un poco más, y podré verla.

La alarma me hace estremecer, avisando que ya han pasado los diez minutos. Al mismo tiempo, veo como los alumnos están saliendo de la entrada. Me bajo lo más rápido que puedo, y me aseguro de que esté bien cerrado, buscando a la chica.

Logro ver a Hanna detrás de unos chicos, a su lado hay una chica con pelo afro y oscuro que está riendo ¿Dónde está Talitha?

Carraspeo mi garganta, atrayendo la atención de Hanna. Ella se detiene en frente de mí, y termina de atar su cola de caballo. Ella me regala una sonrisa como un saludo.

—Hola Kent, te presento a Laura. —Señala a la mujer de tez oscura a un lado de ella.

Ella levanta la mano, sacudiéndola como un saludo. Me inclino hacia ella, depositando un beso casto en la mejilla. Estoy ansioso por saber dónde está Talitha, pero no quiero parecer un desesperado, después va a ir a contarle.

—¿En qué te puedo ayudar?

—¿Dónde está Talitha? —intento preguntar con fluidez, sin tartamudear, y la verdad no sé si lo he conseguido—. Lo que sucede es que Jeremy quiere verla, pero no me ha contestado el celular, y Tyron me dice que solo está en pijamadas... —añado, llevándome el brazo detrás de mi melena, esperando no lucir como un demente.

—Talitha... ¿Es que no se fue a.... ? —responde Laura, chasqueando los dedos.

—En mi casa... —irrumpe con velocidad Hanna, así que regreso mi mirada hacia ella—. Sí, ella está en mi casa —afirma, desviando su mirada hacia Laura y abre los ojos de par en par por una milésima de segundo antes de devolverse a mí.

—¿Y por qué no está en la escuela? ¿Es que acaso se siente mal? —Pasó saliva por mi garganta— ¿Ya fue al doctor? ¿Tiene medicamentos? —pregunto con rapidez, inflando mis pulmones de aire con nerviosismo—. Vamos, te puedo llevar...

Siento una extraña opresión sobre mi pecho que no sé cómo describir.

—No, es que no terminó la tarea y prefirió no venir, pero está todo bien... —interrumpe Hanna, sacudiendo la mano justo en frente de ella con desesperación—. No necesitamos ir, es que son las últimas semanas hemos tenido muchos proyectos, y ya sabes, está ocupada que a veces, el tiempo es insuficiente —refuta.

Por un momento me parece lógico, ese es el motivo por el que Tyron ha ocupado su puesto en la pizzería, aunque supongo que él también debe de tener muchos trabajo que puede tener al corriente.

—No creo que tenga tiempo para ir con Jeremy, pero si leda oportunidad, yo le digo que le aviso —apresura, torciendo sus labios en una mueca.

—Perfecto, ¿sabes por qué no me responde los mensajes?

Hanna entrelaza sus manos en frente de ella, mientras juega con sus dedos, un poco nerviosa. Por lo que creo que me está mintiendo.

—Sí, es que como a veces, se aburre y se estresa, toma el celular para jugar, así que lo ha mantenido apagado para que no le cause molestia —afirma, con seguridad, regalándome una sonrisa.

Voy a abrir mis labios para seguir hablando, pero ella desvía sus ojos detrás de mí, me siento expuesto, ya que me atraviesa. Sus ojos se alumbran, y sacude la mano con efusividad.

—¡Hola, Newt! —Da un brinco a un lado de mí para ir hacia el pelinegro que tiene los brazos expendidos, preparados para recibirla.

El pelinegro envuelve sus brazos alrededor de su cintura y se avienta hacia atrás, alzándola un poco en el aire.

—Mira, Newt, aquí está Kent, ¿quieres ir a comer con nosotros? —me pregunta Hanna cuando se separa de Newt.

Él arruga el entrecejo con confusión, encoge sus hombros, pero no objeta. Sin embargo, el ambiente se siente pesado e incómodo. Estoy a punto de negarme, peri es un hecho que Talitha va a venir, ¿no?

No se puede perder del mundo, ¿verdad?

—Sí, yo puedo ir con ustedes ¿Talitha nos va a alcanzar allá o paso por ella a tu casa? —pregunto, dibujando una sonrisa en mis labios.

—No, ella encargó algo para comer...

—Entonces también nosotros deberíamos de pedirla y no dejar que coma sola —interrumpo, sin dejar de sonreír sin mostrar los dientes.

—No, créeme que cuando ella está enfocada en sus cosas, y si vamos se va a molestar. La conozco a la perfección, pero igual puedes venir. Yo me voy con Laura en el carro de Newt y tú te puedes ir con él —sugiere ella, extendiendo la palma de su mano para que le entregue los dientes.

Él sin titubear se las da, no puedo creer que le de las llaves... Es que ¿Qué es lo que está pasando entre ellos dos?

Arrugo mi nariz con confusión, pero no digo ni una sola palabra y estiro mi cuello hacia el coche, accediendo a sus peticiones. Hanna da un brinco en su lugar con emoción.

—Recuerda todas las lecciones que hemos tomado, Kent y yo vamos a estar desde la parte trasera, por si te sientes insegura o cualquier cosa que necesites —afirma Newt, viendo como Hanna sacude las llaves victoriosa.

Ella parece ajena a las advertencias de Newt, ya que solo estira su cuello en dirección a Laura, para que la siga. Yo imito la acción de Hanna y camino hacia mi auto, con el pelinegro pisándome los talones. Le quito el seguro al auto y yo subo del lado del piloto.

Cuando las puertas están cerradas, necesito que alguien me pase las tijeras para cortar la tensión que me hace sentir incomodo. No hemos intercambiado más de una palabra desde que lo eché de mi casa, es como si fuéramos dos completos desconocidos.

Enciendo la radio, como si fuese esas tijeras que necesito cortar el ambiente. Sin embargo, no funciona.

—¿Estás saliendo con Hanna? —pregunto, torciendo el volante al ver el carro de Newt avanzar.

—Algo así, es muy divertida —responde cortante.

Coloco ambas manos sobre el volante y lo aprieto con fuerza, tragando saliva.

—¿Entonces? ¿Cómo has estado? —Me encojo de hombros.

Sé que no debo de disculparme, porque sé que estoy en lo correcto que mi amigo es quien deba de apoyarme en mis decisiones.

—Bien, ¿y tú? Me he enterado de que has encontrado a tu abuelo después de muchos años, ¿cómo te sientes al respecto?

—Pues... Es cuestión de acostumbrarme, mi papá pasa más tiempo en la casa, para a volver a conocer a su papá, porque no es la misma persona que fue hace unos años atrás. Gracias por preguntar. —Relamo mi labio inferior con incomodidad— ¿Y cómo has estado tú?

—Bien, ahí con los proyectos de la universidad, ya sabes. Aunque últimamente he pasado mucho tiempo con Hanna, le he estado dando clases de manejo —me informa con la mirada al frente, mueve sus labios como mencionando la palabra "direccional" con orgullo.

Pues es lo que Hanna ha hecho.

—Hanna no es tan mala conductora —adulo, haciendo una media sonrisa.

—Lo sé, le he enseñado yo. —Señala su pecho con el pulgar, como si fuese lo más importante de su vida.

En un abrir y cerrar de ojos nuestra pelea parecía que nunca sucedió, debido a que fue muy pronto el desarrollo de la conversación. Él detalla cada gesto de Hanna detrás del volante, firmando que al principio si se encontraba muy incómodo, pero poco a poco fue mejorando.

—¿Y cómo le dices a tu abuelo?

—Jeremy o Batman, siempre había creído que él ya estaba muerto, porque fueron muchos años sin saber de él, aunque el secuestro desde un principio quedó descartado, porque nunca hubo una llamada pidiendo recompensa. —Suspire con frustración, todavía no quiero comentar toda la historia—. En fin.

—Si, si siempre iba a la tumba de los aniversarios, pero eso no importa, ya lo importante es que ya están reunidos. —Me regala una sonrisa, pero desvío los ojos—. Me gusta volver a hablar contigo, Kent.

—También te he extrañado —confieso—. Pero, no digamos que lo he dicho.

Newt suelta una carcajada, inflando sus mejillas para contener las carcajadas.

—Está bien, trato hecho.

El auto se estacionó justo en frente de un pequeño restaurante, teniendo una apariencia bastante hogareña con unas mesas desde afuera y sombrillas grandes que cubren del inexistente sol, ya que casi siempre se encuentra nublado. Las chicas se bajan del auto, y Hanna presiona la alarma de seguridad, por lo que empuña su mano en el aire y contrae el brazo en su dirección, pues ha logrado una gran hazaña.

—Hanna es muy ocurrente, Talitha es muy tranquila a su lado, aunque también se le caen lo tornillos —dice para sí mismo.

—Talitha...

—La verdad prefiero no hablar de ella contigo, porque sabes mi opinión respecto a la tuya. —Empuja la puerta para salir del auto, reuniéndose con las chicas—. Y no quiero que se vuelva a poner incómodo, pero piensa: ¿Qué es lo que sientes por ella? 

¿Qué se supone que debo de sentir por ella? Solo me ha ayudado cuando mi mundo se estuvo desmoronando.

Solo eso. 

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